Cuando los seres humanos aprenden a caminar, se les hace
muy fácil hacerlo; prácticamente van para donde quieren y a la hora que sea, pareciera
que nada los detiene en el andar. Sin embargo, si existe algo que paraliza a
los seres humanos, tal como lo hace un freno de carro.
La Fe en Dios es ese freno, lamentablemente un “freno” que
no debería existir en la vida de ningún ser humano. Cuando se trata de creer en
Dios, que se traduce en creer en la obra de Jesús y en sus palabras estampadas
en la “Santa Biblia” y seguir el camino que trazó el “Hijo de Dios” cuando
vivió entre nosotros hace más de 2000 años: simplemente, la mayor parte de la
humanidad sin distinción de raza, preparación académica, nivel social y
económico, toman la decisión de no seguir ese camino que representa Jesús. En otras
palabras, los humanos en masa deciden ponerse un freno.
Uno de los principales requisitos para seguir a Jesús es la
“FE”. Ésta hace que creamos en algo sin verlo. Y eso es la Fe Cristiana, creer
sin haber visto “en el poder de Dios, en el amor, misericordia y justicia de su
hijo Jesucristo; creer en la salvación del alma, creer en un mundo perfecto después
de la muerte, donde Jesús será el único pastor.
Los habitantes del mundo están confabulados por un ser
diabólico, cuyo único propósito es robar y destruir la paz de los mortales.
La paz verdadera no viene del hombre, viene de Dios. Si los
hombres y mujeres respetaran a Dios y practicaran sus preceptos no habría tanta
maldad ni guerras ni familias destruidas; pero, de eso se trata el engaño:
hacerle creer a la humanidad que las cosas de Dios no existen o que hay asuntos
más importantes que “orar a Dios o leer la Biblia”.
La generación de ahora está caminando en un círculo sin
avanzar sin ver más allá de ese espacio. Las redes sociales y el Internet que
son herramientas poderosas para aprender todo lo bueno y constructivo, se
utilizan para lo opuesto: confundir y mantener a la humanidad y sobre todo a
los jóvenes, en un estado de suspensión mental. ¿Y cómo se hace esto? Fácil y
efectivo. Motivando a los jóvenes y adultos a hacer lo opuesto que mandan los
preceptos cristianos. Y es aquí donde las redes sociales y el internet juegan
su papel de confabulación en masa.
Una parte importante de estos medios masivos de
comunicación se utilizan para fomentar la superficialidad, el homosexualismo,
el amor por la vanidad y el desenfreno; en fin, se estimula a la gente a
rebelarse contra los valores morales y cristianos, contra la Fe en Dios y
contra la unidad de la familia. Aquí está la excelente labor que hace un ser
satánico y sus seguidores: “mantener a la humanidad por medio de los canales de
comunicación masivos en un estado de inanición mental y espiritual”.
Un paso más…Crea en Dios, lea la Biblia, trate de practicar
los valores cristianos, tenga Fe en Él… Dé un paso más… ¡Eso es todo!
Por: Eric Aragón