martes, 24 de febrero de 2015

La frágil justicia vence en Panamá

Todos los periódicos de este bello país, destacaron el día de hoy la trascendental noticia de que el día de ayer –Lunes, 23 de febrero de 2015- el separado magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Alejandro Moncada Luna, se declaró culpable de los delitos de enriquecimiento injustificado y falsedad de documentos públicos. 

A pesar de que aún se considera el sistema de justicia panameño endeble, ya que la impunidad se pasea por todas partes como una gran reina; y se alimenta del tráfico de influencia, de los malos políticos y del poder económico: se debe resaltar la gran victoria que obtuvo la sociedad panameña y la administración de justicia con el hecho de que el propio Alejandro Moncada Luna, haya aceptado que si cometió delitos contra el Estado panameño, en función de su cargo como magistrado de la más alta institución de justicia (CSJ).

La población panameña cansada de tanta burla y abusos que han sufrido por parte de muchos altos funcionarios durante los últimos años y que nada se haya hecho, tienen toda la razón de no sentir tanta satisfacción por este caso. A través de los medios de comunicación y las redes sociales, expresan su inconformidad con tal acuerdo; sin embargo, este acuerdo lo permite la ley, por tanto debe respetarse.

Con que el separado magistrado de la CSJ, se haya declarado culpable es una victoria. Nadie podía garantizar que hubiese ocurrido en un ente político como la Asamblea Nacional de Diputados de Panamá, si el caso llega a juicio.

La sociedad panameña debe sentirse motivada a seguir luchando por un Panamá mejor. Alcanzó una victoria y ésta puede ser el inicio de una gran limpieza de todos los órganos que componen el Estado.

La culpabilidad del señor Moncada Luna, demuestra que si son ciertas: las denuncias constantes de la sociedad civil de que hay corrupción en la administración pública y de aquella célebre frase, por los años 80, del recordado magistrado de la Corte Suprema de Justicia, el Doctor Camilo O Pérez: “La Corte Suprema de Justicia es un Potrero de Garrapatas”.

Ahora le toca a los gremios, sindicatos, asociaciones, iglesias, electores; en fin, a toda la sociedad civil organizada y no organizada, decente y respetuosa de la ley, que somos la mayoría: EXIGIR que se lleven al banquillo de los acusados a todos los piratas que han atracado el tesoro nacional y han infringido la ley como servidores públicos.

Si a la gente común se le conduce a la cárcel por el hurto de una gallina, entonces, cuánto más deben estar presos estos malos panameños, que le han robado millones a los niños, ancianos, huérfanos, enfermos, a los más necesitados…

 ¡Sí! Cuando un funcionario y empresario le roba a Panamá, está robando el dinero que se debería utilizar en atender las necesidades de la población… 

¡Se podrán escapar de la justicia humana, pero, de la justicia divina JAMÁS!



Por:
Eric Enrique Aragón


sábado, 21 de febrero de 2015

Un hombre seguro de sí mismo


Capítulo 1, 2 Reyes,  Antiguo Testamento, la Biblia 
Después de la muerte de Acab, se rebeló Moab contra Israel.

  
Y Ocozías cayó por la ventana de una sala de la casa que tenía en Samaria; y estando enfermo, envió mensajeros, y les dijo: Id y consultad a Baal-zebub dios de Ecrón, si he de sanar de esta mi enfermedad.

Entonces el ángel de Jehová habló a Elías tisbita, diciendo: Levántate, y sube a encontrarte con los mensajeros del rey de Samaria, y diles: ¿No hay Dios en Israel, que vais a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón?


Por tanto, así ha dicho Jehová: Del lecho en que estás no te levantarás, sino que ciertamente morirás. Y Elías se fue.

Cuando los mensajeros se volvieron al rey, él les dijo: ¿Por qué os habéis vuelto?


Ellos le respondieron: Encontramos a un varón que nos dijo: Id, y volveos al rey que os envió, y decidle: Así ha dicho Jehová: ¿No hay Dios en Israel, que tú envías a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón? Por tanto, del lecho en que estás no te levantarás; de cierto morirás.


Entonces él les dijo: ¿Cómo era aquel varón que encontrasteis, y os dijo tales palabras?


Y ellos le respondieron: Un varón que tenía vestido de pelo, y ceñía sus lomos con un cinturón de cuero. Entonces él dijo: Es Elías tisbita.

No cabe la menor duda, de que podemos obtener de esta magnífica historia grandes enseñanzas para nuestras vidas.  No obstante, queremos destacar la seguridad que tuvo Elías frente a las difíciles circunstancias.

Cuando el rey de Samaria Ocozías, supo que Elías contradijo a sus mensajeros, se sintió ofendido, lleno de ira, a tal extremo, que mandó a un capitán y a 50 soldados de su ejército a traer a la fuerza a Elías, sin lugar a dudas para castigarlo, quizás hasta con la muerte.

El rey ni sus soldados entendían que este señor no era un hombre cualquiera. ¿Y por qué no era común? Porque, ningún ser humano que respete, confíe y le entregue su existencia terrenal al Dios de Abraham, Isaac y Jacob, puede ser un cualquiera. El que le dijo a Moisés Yo Soy El que Soy”, describiendo su propio nombre, no puede ser cualquier Dios. Éste es el único Dios Todopoderoso sobre el universo.

Elías confiaba en Dios y esta confianza le daba total seguridad a Elías ante cualquier amenaza, incluso de muerte.  El capitán amenazó a Elías, quiso amedrentarlo, humillarlo, denigrarlo, someterlo… pero, no contaba que Elías tenía un protector superior a todos los ejércitos del mundo y los que no son de este mundo.  Su protector “Jehovah de los Ejércitos”.

Seguro que como una gran burla le gritaron “varón de Dios”. Pero, no imaginaron que esa burla y amenaza contra un profeta de Dios, les ocasionaría la muerte. ¡Así fue…!

Todos los seres humanos, y sobre todo en la actualidad, nos enfrentamos casi todos los días a dificultades y estamos sometidos a un sinnúmero de problemas emocionales.

 Permíteme decirte que si le pides a Dios que dirija tu vida, serás igual a Elías... "ningún problema ni la misma muerte te podrán amenazar ni destruir, porque el Dios que está contigo es más poderoso que todos tus enemigos y problemas juntos".

¡A Dios sea la gloria!



Por:                                                                                                           Eric Enrique Aragón


sábado, 24 de enero de 2015

“Pinchazos telefónicos en Panamá”

Escuchar conversaciones privadas, revisar la correspondencia o seguir a una persona sin autorización de ésta, no es una práctica nueva. Desde los tiempos de la “Guerra Fría” entre Estados Unidos (EUA) y la antigua Unión Soviética (URSS); tanto la Agencia Central de Inteligencia de EUA, conocida popularmente como la CIA y la agencia de inteligencia soviética, llamada en su tiempo KGB, se dedicaban a espiar a sus enemigos políticos. Igual práctica se realizaba en naciones con problemas religiosos y durante los regímenes militares, sobre todo los de América Latina.

Cabe destacar que aquellos tiempos eran otros. El mundo estaba bajo la hegemonía de EUA y la URSS. Cierto número de ejércitos gobernaban “de facto”; las comunicaciones y el periodismo no tenían el impacto que tienen hoy día. En fin, la información estaba en manos de pocos…

En la actualidad todo es distinto. La tecnología de la comunicación ha logrado un desarrollo colosal; los avances en materia de Derechos Humanos y de la Familia, son evidentes. Por otra parte, los Estados procuran alcanzar un nivel óptimo de modernización y competitividad; y los organismos internacionales cuentan con más recursos para preservar la paz mundial y proteger los derechos humanos.  Sería un error pensar que un gobierno u organización, que violente los derechos humanos, quedará impune. “Tarde o temprano” la justicia alcanzará y castigará a todos los que resulten culpables.

Países que están bajos los ataques del terrorismo, el narcotráfico, la venta ilegal de armas, el secuestro o el comercio de personas  a gran escala: tales como, Estados Unidos, Colombia, Francia, Israel y otros, cuentan con equipos tecnológicos y satélites muy poderosos para espiar a individuos, que forman parte de estas redes criminales que destruyen a la humanidad.  No obstante, estas naciones tienen leyes especiales para estos casos, la información es “confidencial” y los funcionarios que realizan el trabajo tienen mucha responsabilidad y se les juzga en un tribunal de justicia, si utilizan la tecnología para otro fin, que no esté debidamente justificado y permitido por la ley.

La república de Panamá, un país pequeño, de apenas 4 millones de habitantes, que no conoce el terrorismo y que aún –gracias a Dios- su gente puede respirar paz y caminar libremente por las calles; se ha visto en estas últimas semanas, en medio de un escándalo relacionado con los “pinchazos telefónicos”. Término utilizado para referirse a la acción ilegal de escuchar las conversaciones privadas y familiares por parte de individuos, organizaciones o entidades gubernamentales. En el caso de Panamá, se acusa al Consejo de Seguridad (del gobierno anterior) de hacer uso “supuestamente” indebido de un equipo de alta tecnología, comprado a una empresa israelí, para obtener información de políticos opositores al gobierno del ex presidente Ricardo Martinelli, empresarios, periodistas, profesionales, miembros del clero y de la sociedad civil.

Según las investigaciones publicadas en los medios de comunicación, se estima que hay más de 100 personas afectadas.

En el programa televisivo “Debate Abierto”, que dirige el periodista Alvaro Alvarado (transmitido el domingo 18 de enero de 2015): se presentaron algunos afectados, quienes afirmaron tener evidencias de que sus conversaciones más intimas entre familiares, fueron grabadas por funcionarios del Consejo de Seguridad.

No podemos dudar de lo que aseveran más de cien víctimas; sin embargo, debe seguirse el debido proceso con toda la objetividad del caso, cumpliendo con las normas legales. Si estas acciones ilegales se demuestran, estaríamos frente a una serie de delitos cometidos contra los Derechos Humanos, la familia, la administración pública y otras violaciones a la Constitución Política de la República de Panamá.

En caso de que las pruebas determinen la culpabilidad de los investigados, deberán pagar por los delitos cometidos; de manera tal que ningún gobierno ni organización en el futuro, se atreva a continuar estas malas prácticas.




Por:                                                                                                                   
Eric Enrique Aragón


lunes, 5 de enero de 2015

El poder renovador de Dios

En el capítulo 57, Dios hace referencia a la rebeldía de la nación hebrea; además, hace evidente su enojo y al mismo tiempo dolor, por el camino equivocado que ha tomado en muchas ocasiones el pueblo escogido por Él para ejemplo de los gentiles (el mundo entero).

A pesar de que liberó a los israelitas de la esclavitud y de sus enemigos; éstos optaron una y otra vez por apartarse del camino marcado por El Dios de Israel y adorar otros dioses; sin embargo, en el capítulo 57 y en otros pasajes del mismo libro, se deja ver claramente “la gran e infinita misericordia del Altísimo”.

Dios tuvo compasión por la nación rebelde de Israel. Una y otra vez lo demostró. Léase el capítulo 57 del libro de Isaías y usted podrá entender la compasión y el perdón que Dios tuvo por su pueblo.

¿Quién de nosotros perdona y ayuda a semejantes que nos han maltratado, humillado y denigrado como lo hizo Dios con Israel, en la antigüedad? Es muy difícil que perdonemos y ayudemos a una persona que nos ha hecho daño reiteradamente. ¡Tal vez perdonemos una sola vez! Lo más seguro es que lo hagamos con cierta reserva… Pero, hacerlo varias veces a la misma persona, lo dudo mucho. ¡Quizás de boca nada más…! De corazón no creo…

No obstante, el Dios de Israel y de todos los que somos cristianos, sí lo hace con nosotros, tantas veces como sea necesario. Por eso, Dios es grande en misericordia y bondad. 

Si nos vamos a un lugar dónde nada ni nadie nos interrumpa, de manera tal que podamos hacer un recuento de nuestra existencia, desde el primer momento que comenzamos a tener uso de razón, algunos nos daremos cuenta que pasamos por tiempos muy difíciles; incluso, donde lo perdimos todo: familia, bienes materiales, la motivación de vivir, la buena conducta; en fin, estuvimos en lo más profundo del oscurantismo humano, a tal extremo que todos nos dieron la espalda.

Lo más hermoso de todo esto, es que finalmente descubriremos que Dios siempre estuvo a nuestro lado y estará siempre caminando conmigo y contigo, sea cual sea el camino que sigamos…




Por:
Eric Enrique Aragón


martes, 9 de diciembre de 2014

Palabras mágicas…

Los bienes materiales son importantes, sobre todo el dinero. En cualquier país de nuestro planeta, se pueden resolver muchos problemas con el hecho de tener dinero. Por ejemplo, se puede pagar la casa, la escuela de los hijos, comprar los alimentos necesarios para la vida, cubrir los gastos de una operación quirúrgica o hacer una donación para una noble causa.

Éstos son algunos excelentes usos que se le puede dar al dinero; sin embargo, existe algo que es difícil de percibir “a simple vista”, pues requiere más agudeza mental, pero, es tan esencial como el dinero; tal vez más importante, porque tiene que ver con los sentimientos del ser humano; es decir, aquello que está en nuestro interior y que nos impulsa a seguir el largo sendero de nuestra existencia, que por las leyes naturales, está lleno de espinas, que pueden causar mucho dolor, a veces difícil de superar.

“Las palabras tienen un efecto poderoso sobre las personas”. Con ellas podemos solucionar cualquier percance o complicarlo más; motivar o destruir el futuro de un niño, consolidar o desintegrar una familia; motivar o desmotivar a un trabajador; llevar deseos de vivir a millones de personas enfermas, o simplemente, no hacer nada…

La idea es que cada ser humano esté consciente de que vino a este mundo con un bello y noble Don, que adorna su vida: “el don de utilizar las palabras para llevar esperanza, fe, motivación y deseos de vivir a muchos semejantes que necesitan de nosotros".

Lo importante es que usted convierta sus palabras en “Palabras Mágicas”, que lleven vida a los demás y no destrucción…

Para que estas palabras sean mágicas, primero, debe hablar con el Dios de bondad que siempre está cerca. Basta con pronunciar su nombre y el responderá sin fallar a nuestras súplicas. Lo que sigue dependerá del grado de sinceridad y deseos que usted tenga de ayudar a los demás. 

Recuerde cuando usted lleva alegría a los demás, “las puertas del cielo se abrirán” y caerán muchas bendiciones sobre usted y su familia.

Al Dios que está en los cielos y a su hijo Jesucristo, sean todas las alabanzas eternamente…




Por:                                                                                                                                                
Eric Enrique Aragón