Cuando
hablamos de capacitación nos referimos a los empleados y también a los
empresarios, sobre todo, aquellos que cuentan con pocos recursos económicos; es
decir, el micro y pequeño empresario.
El empresario
debe tener claro que en estos tiempos modernos, cuya característica es el uso
masivo de la tecnología, no puede lograr buenos resultados en las operaciones
del negocio, explotando a los trabajadores, ofreciendo un salario injusto y
dándole poco o nada de importancia a la capacitación de sus colaboradores, como
sería el caso de su secretaria, asistente contable, cajeros, cobradores y
vendedores. Es muy común encontrar en las pequeñas empresas a secretarias que
tienen que ser cajeras, llevar los registros contables y atender a los clientes
al mismo tiempo…
No podemos
pedirle a un pequeño empresario que contrate a todo el personal que necesita y
pagarles salarios altos; ya que tiene un presupuesto limitado. Sin embargo, si
es “obligatorio”, si desea que su inversión genere el rendimiento adecuado, CAPACITAR
a los colaboradores que tenga, aunque sea únicamente a las secretarias. Así
podrá pagar más salarios acorde con el trabajo que realicen.
La
capacitación debe programarse en base a las tareas de mayor prioridad y siempre
buscando ofrecer una mejor calidad en el servicio a los clientes.
Para la micro
y pequeña empresa se recomienda una capacitación práctica y muy didáctica; es
decir, una vez que se explica un tema muy específico, por ejemplo: cómo se
pagan las horas extras o se hace una liquidación de acuerdo a la legislación
laboral de Panamá, inmediatamente los que reciben el entrenamiento HAGAN una
práctica.
Otro detalle
importante es buscar a un FACILITADOR , que más que una colección de títulos
universitarios, tenga experiencia muy práctica en la materia objeto de la capacitación y la habilidad de transmitir conocimientos técnicos.
Para la pequeña empresa es conveniente tener a una persona bien entrenada y comprometida con los objetivos trazados, que estar cambiando personal con frecuencia o mantener colaboradores inútiles…
El buen
salario que se le pague a un trabajador eficiente, será recuperado con el
servicio de calidad que se preste, publicidad gratis que harán los clientes a
la empresa, aumento de ventas, más efectividad en los cobros y en la atención
al público.
Por: Eric
Enrique Aragón
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