Tiene 4 millones de habitantes, pequeñísimo en
territorio y sin ejército, Panamá se destaca por una gran característica que
pocas naciones tienen: “Es un país bendecido por Dios”.
Panamá, en los últimos años se ha transformado en un
país con gran crecimiento económico. El desarrollo de su infraestructura y
tecnología es comparable con las grandes urbes. Posee una geografía envidiable
y su alegre población lleva la paz en la sangre. Las grandes multinacionales
sueñan con hacer negocios aquí; y por último, el Istmo de Panamá es marcado a
nivel mundial como destino turístico.
Hace pocos meses el centro bancario de Panamá -uno de
los más importantes del mundo- recibió un duro golpe por el escándalo “Panama
Papers”, que estremeció a grandes personajes y tuvo un impacto
internacional. Sin lugar a dudas este
escándalo colocó a Panamá en una posición delicada, por el supuesto blanqueo de
capitales realizado por una famosa firma de abogados panameña. Por este caso el
ministro de Economía francés arremetió contra la pequeña nación; sin embargo,
cuando todo apuntaba que le tomaría un tiempo superar esta crisis financiera,
en cuestión de semanas, la nación panameña, inteligente y sagaz comenzó a
corregir las fallas de su sistema financiero y legal.
Los panameños no habían terminado de salir de un grave
problema, cuando nuevamente eran azotados por otro escándalo de proporciones
mundiales. El poderoso grupo Wisa radicado en Panamá, era acusado por el
Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, de “lavado de dinero,
facturación comercial falsa y otros métodos para justificar ganancias de varios
narcotraficantes internacionales. “Otro golpe mortal para la economía de Panamá”.
¡Como un cuento de hadas, pero, no lo era! Por segunda
vez los panameños demostraban al mundo entero ser “David” (historia de David y
Goliat).
A la pequeña nación no le bastó emerger de las cenizas
como el “Ave Fenix”, sino que devolvió los dos golpes que recibió con mayor
contundencia y determinación.
Hace unas semanas Panamá hizo una gran inauguración de
su “Canal Ampliado”, una maravilla del mundo que no tienen los países más ricos
del planeta. Esta colosal obra “panameña” contribuye a la expansión y
desarrollo del comercio mundial.
¡Y cómo si fuese poco..! Hace unos días el Papa
Francisco anunció en Cracovia, Polonia, que la próxima Jornada Mundial de la
Juventud (JMJ) en el año 2019, será en Panamá.
“La Solidaridad, el gran corazón y la devoción
cristiana de la población panameña los hace gigantes…”
Por:
Eric Enrique Aragón
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