martes, 2 de noviembre de 2021

Principios que perduran para siempre…


La historia y la ciencia nos han demostrado que la mayoría de las cosas que nos rodean, han evolucionado con el pasar de los años; sin embargo, algunos principios que forman parte de la vida humana no cambian y no pueden cambiar, porque se han constituido en columnas que sostienen no sólo a la sociedad humana, sino también, al mismo planeta.

Por ejemplo, los principios que rigen la matemática, la física, la electricidad, por mencionar unos pocos, no pueden cambiarse ¿Qué pasaría si cambiaran o de todos modos lo hiciéramos? Pues todo sería un caos… Imagínense ustedes que se hiciera lo opuesto ¿Cuál sería el efecto? ¡Sencillo! Los edificios se derrumbarían, los vehículos funcionarían mal, los celulares y las computadoras se desajustarían… ¡y ni qué hablar de los aviones, satélites y otros elementos más que han mejorado la vida humana en todos sus aspectos! Lo cierto es que nada de esto se hubiese logrado sin esos principios “invariables” que la misma naturaleza les ha proporcionado a las mentes humanas.

Igual existe un mundo emocional y espiritual que, aunque no se ve, es importante que funcione en forma equilibrada en cada ser humano; puesto que de esta armonía depende que los mortales logren todas sus metas en forma satisfactoria.

Si no existe una verdadera paz mental y armonía con todo lo que nos rodea, entonces no existe tal “satisfacción o felicidad”.

Al igual que los principios científicos, existen “principios” que se relacionan con la conducta humana dados por la propia naturaleza que es perfecta, porqué Dios está en ella. Si se violan estos principios, al igual que aquellos que han permitido el desarrollo científico y tecnológico de la humanidad, entonces, viene el “caos” en la vida humana

El respeto a la familia es un principio “sagrado”, si se pasa por alto o se pretende tergiversar, traerá consecuencias muy graves, que ya se están observando en el diario vivir de la humanidad.

Por: Eric Aragón

sábado, 25 de septiembre de 2021

Debería considerarse un crimen de ¨lesa humanidad¨

 

Es difícil entender, porque una pareja después de más de veinte años de unión toma la decisión de separarse. Esta acción debería considerarse un crimen de ¨lesa humanidad¨.

Es lógico que un matrimonio legal o de hecho, si no tiene una base sólida; es decir, se formó por conveniencia económica o por simple atracción física, dure poco.

Los primeros dos años se puede decir que viven una ilusión. Después de este tiempo comienzan a ver todo en ¨blanco y negro¨. Se ven los defectos de cada uno, las malas costumbres, y todo lo negativo en general, incluyendo a los familiares.

Superar los primeros años de matrimonio es lo complejo, y más en estos tiempos dónde se ha impuesto la moda de lo superficial: como la vanidad, la pura belleza física (ni siquiera natural), el dinero, el lujo, el orgullo, y la falsa idea de que la felicidad se encuentra en tener muchas parejas.

Una pareja en la actualidad que ha durado más de diez años, es digna de recibir el ¨premio Nobel de la paz¨.

No importa como se haya formado. Los primeros años son muy enredados, sobre todo, desde el segundo año cuando se ve todo claro, y aparecen los hijos (en la mayoría de los casos).

Cuando los hijos son bebés, todo es amor y besos; posteriormente, a medida que crecen se complican las cosas aún más; tanto así que el hombre ya no quiere ni llegar a la casa… y la mujer se la pasa ¨rabiosa¨. Al final, como siempre, los pobres niños son los que pagan los ¨platos rotos¨.

Para terminar esta historia, que es la ¨pura realidad¨ de nuestras parejas hoy día, la mayoría se queda tirada por el camino y los pobres vástagos que no tienen culpa de nada, quedan peor.

Sin embargo, cuando una pareja con hijos y todo, tiene varios años de compartir sus vidas, significa que ha comprendido muchas cosas. La principal regla: los hijos son primero, y por éstos ambos se deben sacrificar. Por otra parte, tanto el hombre como la mujer, quizás sin estar plenamente conscientes, han aprendido a tolerarse tal como son.  Lo que les falta es aprender a mejorar como pareja, el carácter y las costumbres. Buscar aquellas cosas que los una a los dos; en fin, madurar juntos. Este es un proceso de nunca acabar, pero que los va a mantener siempre unidos como familia, en las buenas y en las malas.

Si una pareja se separa después de varios años, es como si usted tuviera que atravesar nadando un río para sobrevivir, y faltando poquito para llegar a la orilla, usted deja de nadar sin ninguna razón… ¨y se ahoga¨.

Recuerde: ¨Las personas tienen valor por lo que hay en su interior y por la forma de conducirse en la vida¨. Las apariencias y la belleza física son como la neblina que hoy aparece y mañana desaparece.

¨Pida a Dios sabiduría y fuerza de voluntad para tomar las mejores decisiones en la vida.

Por: Eric Aragón

lunes, 2 de agosto de 2021

Si todos cometen errores, entonces ¿En quién confiaré?

Una madre jamás pensará en fallarle a sus hijos, dará su vida por éstos si fuese necesario: "esa es su grandeza"; al igual que una buena madre, aún existen personas que son dignas de confianza.

Tal vez se están extinguiendo como los dinosaurios, pero, todavía se hallan personas que hacen un gigantesco esfuerzo por llevar una conducta correcta, conforme a las reglas morales y a los principios cristianos.

No son mortales que están alardeando de ser cristianos o "que cumplen con todo lo moral", son seres humanos corrientes: de todos los colores y apariencias que procuran cumplir con esa máxima norma: “No hagas a otros lo que no te gustaría que te hagan”.

No hay duda de que éstas personas cuyas cualidades se han señalado, son “dignas de confianza”, pues harán todo lo posible por quedar bien con sus semejantes.

Lo que causa tristeza y dolor es cuando se le falla a quienes confían en uno. En cierta forma no es un pecado ni tampoco una acción premeditada, si se ha hecho todo lo humanamente posible por quedar bien.

El verdadero problema radica en la “imperfección humana”. Los errores y las fallas siempre acompañarán a los mortales desde que nacen. Una gran cantidad de hombres y mujeres se frustran y abandonan la senda de la lucha por hacer lo correcto, "debido a las fallas que se cometen", y más cuando salen perjudicadas las personas a quienes se les quería ayudar.

Estar exentos de errores es inevitable. Cuánto más busque hacer bien las cosas, más errores cometerá… “Ésta es una regla que no falla”. Hay que aprender a vivir así. Lo único que se puede hacer es buscar la fuerza necesaria para superar tal situación.

…No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda.                Salmo 121

Por: Eric Aragón

miércoles, 7 de julio de 2021

Alcanzar metas en tiempos de pandemia…

El mundo entero entró en una crisis de salud y económica en el año 2020, como resultado de la enfermedad Covid-19 que nadie sospecharía que iba a causar tanto caos en todos los continentes.

Y lo irónico es que cuando se pensaba que estaba bajo control, comenzó el virus (Coronavirus) a atacar con todo su “arsenal”, llevando nuevamente a la humanidad a situaciones iguales o peores que las que se vivieron.

Lo cierto es que la población mundial y los gobiernos por fin han comprendido que la enfermedad no se va a ir, por lo menos en un par de años más.

También se ha entendido que una paralización de todas las actividades económicas y del confinamiento total de la gente como se hizo en un principio, en la actualidad no es la solución a la crisis; al contrario agravaría más el problema financiero de las empresas y el desempleo que ya está por las nubes.

En medio de este sombrío panorama los mortales tienen que seguir “luchando” por alcanzar mejores días. Nadie debe “quebrarse”… el que está sin trabajo, tiene que seguir buscando ese anhelado empleo sin desmayar; los jóvenes tienen que estudiar y ahora más que nunca, ya que la competencia será mayor en el futuro. Los que han perdido sus casas y otros bienes, deben levantarse de las cenizas “como el ave Fénix”… Aquellos que aún conservan sus trabajos, ahora deben esforzarse más por ser competentes y serios en sus trabajos…

El mensaje claro y alto es que todos deben seguir con sus ideales o fijar nuevas metas de superación. No es fácil en medio de la “Pandemia”, pero tampoco imposible. La clave es llenarse de la fortaleza y motivación necesaria para no caerse, y si se cae, pues, poder levantarse y seguir en ese camino tan difícil de la superación.

¿Tiene el ser humano esa fuerza de voluntad que necesita? Por supuesto que carece de ella. El único que puede hacer que esa corriente de fuerza espiritual, emocional y física corra por todo el cuerpo de los mortales es “Dios”

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos”. Hebreos, capítulo 11 (La Fe).

Por: Eric Aragón

miércoles, 16 de junio de 2021

El gran engaño...

Nacer “pobre” es una bendición de Dios. De hecho, Jesús siempre ayudó a la gente necesitada. Seguro que habrá gente que malinterpretará estas palabras.

Si una persona vino a este mundo en condiciones de escasez de dinero y con muchas necesidades materiales, no significa que debe quedarse así. Al contrario, los padres deben hacer todo lo posible para que sus vástagos estudien y se superen en todos los aspectos de la vida.

Aquí tenemos dos situaciones. Por un lado, la gente que pasa a ser clase media profesional o con un buen nivel de comodidad; pero, viven en un mundo de ensueños. Ya no creen en la bondad, la humildad, ni tampoco les interesa ser mejores personas de acuerdo a los principios de Dios; ya que la vanidad, el orgullo, la lujuria, el amor desenfrenado por el dinero: ocupa el “corazón” de ellos. Éstos (no todos) son peores que los que nacen en cuna de oro; a pesar de que vienen de un ambiente de pobreza, cuando alcanzan las comodidades, se llenan de vanidad y comienzan a despreciar, incluso, a su propia familia.

La Pandemia puso de manifiesto la fragilidad de esta clase media y de los ricos que tienen corazón de piedra y no creen en nada, sólo en el “dios dinero”.

Un gran sector de la juventud no entiende que obtener un estatus social y económico a través de la trampa, el narcotráfico, la corrupción política, la prostitución y otros medios ilegales, únicamente trae desdicha, cárcel y muerte -menos la paz verdadera que necesita un ser humano para vivir mejor.

En otro orden, vamos a tener a los jóvenes que se abren paso por medio del esfuerzo, sacrificio, estudio y persistencia, cuando se ganen buenos salarios producto del trabajo honrado, serán excelentes administradores de las finanzas personales; además, estarán adornados por cualidades como la bondad y la humildad, entre otras, que solamente se aprende cuando se nace en la “pobreza”.

Y lo más importante. Orar a Dios todos los días y pedir su Espíritu Santo como fuente de sabiduría y fortaleza emocional.

Por: Eric Aragón