Resulta difícil
comprender lo que siente una persona, que vive una profunda crisis emocional o padece
una fuerte depresión, por causa de un problema. Quizás los demás mortales vean
la solución de una manera clara; pero, este ser humano (que podría ser un
adolescente), que está con su mente perturbada no ve nada con claridad y siente
que su mundo se acabó... ¡Se terminaron sus esperanzas!
Lo cierto es que la
desesperación, la angustia, el llanto y la impotencia ocupan y perturban la
mente humana, que está atormentada por algún problema. Se llega a pensar que no hay solución… Y empeora más el asunto, cuando nadie entiende o no quiere entender
la crisis emocional de la persona (ni los familiares ni allegados y peor aún, si carece de familia).
¡Eso que te ocurre no
es nada! ¡No seas cobarde! Expresiones como éstas son negativas para un ser
humano que tiene la mente confusa. Es obvio que en estas condiciones, todos los
pensamientos que alberga la mente son dañinos.
Esta persona desea recibir palabras de aliento, de esperanza: y que
alguien, por lo menos, sepa escucharla… Y bonito sería compartir una oración –con
sinceridad y amor- con el afectado.
Nadie puede saber con
exactitud el dolor y la batalla infernal, que libra un ser humano bajo un
estado depresivo crónico o que está perdiendo el control emocional de su vida… Lo más triste es cuando las personas así acaban
con su existencia y más doloroso cuando se trata de gente joven.
Tal evento evidencia la perversidad y falsedad
que hay en muchos seres humanos, que pudieron compartir un poquito de amor y ayuda
material, con estos mortales que tomaron la decisión equivocada…
Sin embargo, si hay
una esperanza para ti, estimado amigo… No importa la edad que tengas o el problema por grave que sea.
A tu lado, hay un ser
supremo, lleno de amor, misericordia y con deseos de ayudarte… Lo hermoso de
todo, es que El si puede ayudarte… Es sumamente poderoso… Todo lo puede… Su
poder es infinito y está por encima de todo y aún hasta de lo imposible…
Únicamente tienes que
arrodillarte y pedirle a El toda la ayuda necesaria… Hazlo de corazón y
creyendo… Ten paciencia y El te ayudará… Así como lo ha hecho con muchas
personas, que han estado, incluso, al borde de la muerte; también lo hará
contigo…
¡Gracias Jesús!
¡Gracias Jesús, porque has tomado mi sufrimiento! ¡Gracias Jesús, porque me has
dado la paz mental y la esperanza que tanto necesitaba! ¡Gracias Jesús por
tomar mi vida! ¡Desde este momento Tú serás el guía de mi vida!
Por:
Eric Enrique
Aragón