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jueves, 2 de julio de 2020

¿Cómo ve su imagen frente al espejo?

La gente insiste en buscar la solución a sus problemas utilizando los métodos equivocados... Quizás alguien diga que por fin halló la solución; pero si ésta no es la correcta, les aseguro que será efímera o a la larga traerá más desdicha que paz.

¡Cuánta gente ofrece soluciones a sus problemas a través de las redes sociales y otros medios de comunicación!

Le venden -no es gratis- dietas, pastillas, ejercicios rebuscados y cirugías estéticas para adelgazar o tener mejor apariencia.

Si usted busca prosperidad económica, trabajo o una pareja hermosa y con plata, igual, le venden desde la lectura de cartas, tratamientos con hojas, ungüentos o baños para solucionar su problema económico o de amor.

Y si el mal que usted tiene es una autoestima baja, aparecen los expertos en las redes sociales y por todas partes …

Comienza con mucho entusiasmo… después de un tiempo se cansa y vuelve todo como era en el principio y hasta peor, ya que su esperanza de salir adelante estará más debilitada.

Indudablemente que este es un negocio lucrativo, por eso vemos más y más gente de todo tipo, aprendiendo esta labor. Lo que si hay que admirar de estos ¨expertos¨ es la creatividad y habilidad que tienen para manejar las redes sociales y la psicología humana.

No obstante, se debe aclarar que si hay líderes de iglesias, psicólogos profesionales, filántropos, educadores y motivadores que si procuran hacer una labor social, de manera correcta y honesta, con las personas que requieren ayuda, porque están en crisis emocional, enfermas o en condiciones económicas extremas.

Sin embargo, la humanidad debe entender que no hay ninguna solución inventada ni mágica para alcanzar los éxitos, la paz y felicidad en la vida.

Mientras cada ser humano no se acepte como vino al mundo, su vida será infeliz, no importa lo que haga para solucionar su problema. Aprenda a querer su cuerpo como es y descubra sus habilidades y desarróllelas en beneficio suyo, de la familia y de los demás.

 No es fácil que una persona obesa, muy delgada, poco agraciada o con defectos físicos se acepte… No es fácil. Pero con la ayuda de Dios y el esfuerzo que haga la persona, puede mejorar su propia imagen mental.

Si entiende -aunque sea un poco- que mejorar su vida depende exclusivamente de usted y que no cuesta ningún centavo, jamás podrán engañarlo (o engañarla) con soluciones mágicas que no resuelven nada. Todos los días o tres veces a la semana, puede hacer ejercicios físicos en su casa o al aire libre, como lo hacía en la escuela, para estar en buenas condiciones.

Al igual podrá captar que comer en forma nutritiva y sin abusar de las cantidades será su mejor aliado y esta receta está al alcance de todo mundo y gratis. Desde la escuela primaria enseñan cuáles son los alimentos nutritivos, tomar agua, descanso y ejercicios. Ponga en práctica estas lecciones. Le reitero, no se tiene que pagar nada.

Ver programas de televisión que no sean dañinos, leer artículos y libros positivos, tener buenos amigos, estar con la familia en armonía, ayudar al necesitado, mantenerse ocupado siempre, y elevar una pequeña oración a Dios todos los días, será la única y mejor fórmula para llevar una vida mejor. ¡Todo es gratis y sencillo!

¿Prosperidad económica? Igual. No todo mundo va a ser millonario… pero, si puede todo mundo vivir con la mayor comodidad posible, administrando con eficiencia el dinero que percibe del trabajo honesto.

El problema está en que la gente quiere vivir de las apariencias, con el dinero que no tienen y sin trabajar duro. Desean todo fácil, sin esfuerzo ni sacrificio y con grandes despilfarros.

Administre bien sus finanzas, trabaje duro, goce y sea agradecido con lo que tiene, incluyendo a su linda familia.

Entretanto los mortales no aprendan a ser felices con lo que se ganan honradamente y a aceptarse tal como la naturaleza los hizo, siempre serán ¨presa fácil¨, de los que lucran con la ignorancia y desesperación de los demás.

Por: Eric Aragón



lunes, 29 de abril de 2019

¿Cómo ser felices con lo poco que tenemos?


En primer lugar se debe comprender que significa “ser feliz” para un ser humano. El concepto felicidad se puede definir como: “satisfacción, alegría y paz mental”.

Pero no se trata de aquella satisfacción y alegría, que sienten las personas cuando están en una fiesta, consumiendo bebidas alcohólicas, utilizando drogas; realizando acciones en forma desenfrenada, sin orden ni ley, comprando todo lo que vean o haciendo todo aquello que les da la gana… 

“NO”, ésta no es la verdadera felicidad. Es un engaño, ya que se trata de una alegría efímera –aparece y desaparece como la neblina- y al final sólo trae amargura, enfermedades y destrucción a la familia.

La verdadera felicidad es lo opuesto al gozo que se encuentra en la vida mundana. Es aquella que todos los días se debe buscar y cuidar, porque así como se halla con mucho esfuerzo, es fácil, casi en un abrir y cerrar de ojos que desaparezca.

La felicidad más que una meta, es un proceso que va a durar hasta el último día de la existencia de los mortales. La verdadera felicidad proporciona buena salud mental, física, espiritual y emocional -ésta es la verdadera “paz mental”-, asimismo, trae amor, comprensión y unidad a la familia. Y una Fe Cristiana más sólida, como las rocas milenarias.

La felicidad duradera no es tener dinero, bienes materiales o vivir sin límites. Es algo que va más allá… Se trata de sentirnos cómodos con nosotros mismos. Saborear una inmensa paz espiritual, de modo tal que nada ni nadie nos perturbe. Este equilibrio en nuestro ser es el que nos lleva a tolerar, comprender, valorar y amar todo aquello que nos rodea, empezando con nuestra familia… Lo material ni el dinero jamás proporcionan la felicidad y paz que hace al hombre y a la mujer vivir mejor en este complicado mundo.

Por supuesto, usted debe esforzarse por medio del trabajo honesto, para tener todas las comodidades que pueda, siempre y cuando mantenga la unidad familiar, no pierda la Fe Cristiana, no perjudique a los demás ni deje de ser solidario con los más necesitados.

Recuerde siempre que la felicidad no depende de los bienes materiales ni del dinero, sino de usted mismo.

Empiece con darle valor a la oración todos los días y ame a su familia a pesar de todo… procure siempre que sus pensamientos e ideales estén de acuerdo con los principios cristianos y morales… Estudie y trabaje duro para vivir como Dios manda…


Por: Eric Enrique Aragón





martes, 19 de junio de 2018

Cuando la fe se aleja...


Si usted mira a su alrededor se dará cuenta que en todas partes se pregona la fe: en los parques, las iglesias, buses, casas, en las esquinas y en la red ¡Y la creatividad que se utiliza para enviar los mensajes de fe, es genial!

Pero ¿Quiénes tienen fe de verdad? “Cuando el estómago está lleno es fácil conquistar el mundo”. En otras palabras, cualquiera desde la comodidad de su hogar puede sustentar la fe cristiana, motivar a otros y “criticar a diestra y siniestra”.

La fe es un derecho inalienable que tenemos todos los mortales; sin embargo, es en los tiempos de hambruna dónde la fe crece y se fortalece –y no me refiero sólo a la escasez de alimentos que mata a poblaciones enteras; sino, también a la sed de justicia, de amor y a todas las situaciones caóticas por las cuales pasan los seres humanos.

¿Qué es la Fe Cristiana? No se trata de repetir frases como: “Es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve…” La fe cristiana va más allá de las palabras e implica mucho carácter, temple y fortaleza emocional.

¿Por qué se necesita temple y fortaleza emocional? Porque en tiempos de desesperación, cuando uno se siente abandonado, que está en un pozo muy profundo y oscuro; y que no vale la pena vivir, ya que pareciera que al mismo Dios no le importa con nuestra vida (así pensamos)... ES AQUÍ EN ESTE PRECISO MOMENTO CUANDO DEBEMOS AFERRARNOS CON TODAS NUESTRAS FUERZAS A LA FE .

Por: Eric Enrique Aragón

sábado, 1 de febrero de 2014

El corredor de la muerte


De la muerte nadie se escapa.  Nadie piensa que la muerte puede estar a la vuelta de la esquina.  Todos pensamos en hacer mil cosas en el día: algunas buenas y otras, lamentablemente, negativas. Lo cierto es que de algún modo las personas sienten la motivación de alcanzar metas, que a veces se pierden por el camino.

Imagínese por unos minutos, que por alguna mala jugada de la vida, le comunican que en poco tiempo perderá todos los bienes materiales, “quedará en la calle sin nada”  ¿Cree usted que tendría la motivación necesaria para esforzarse por alcanzar algún ideal? Por ejemplo, terminar una carrera universitaria, aprender un oficio o corregir su conducta… ¿Para qué? ¡No vale la pena! Dentro de poco se esfumará mi vida. Este es un razonamiento lógico y hasta cierto punto aceptable humanamente. Se entregará al llanto y al fracaso.

Así como hay muchas historias negativas, también existen historias dignas de contar. Las cárceles están saturadas de gente muy mala. Sin embargo, en estos presidios se han encontrado personas que a pesar de que nunca recuperarán su libertad (cadena perpetua), tomaron la decisión más difícil de sus vidas: “dejar una huella de nobleza, sacrificio, Fe en Dios y en ellos mismos”. 

 Pero, aún más dramático es el caso de algunos reos que por la gravedad de sus delitos, esperan que se cumpla la sentencia dictada por el juez, “muerte”. Esto ocurre en ciertos estados de los Estados Unidos de Norteamérica, dónde existe la pena de muerte. Pero lo más increíble es que se han documentado casos de presos sentenciados a muerte, que contra toda lógica humana, cambiaron sus vidas: de mala a noble; y por supuesto, no faltan aquellos que estando en la cárcel, se convirtieron en verdaderos cristianos.

¡Cuán difícil es alcanzar estas metas! Tener todo en contra, ver sólo muerte y oscuridad, es una situación que doblega al más fuerte de los mortales.  Mantenerse vivo, como lo hizo Miguel de Cervantes Saavedra, el Manco de Lepanto, en la prisión de Argel, en el siglo XVI, como resultado de la batalla naval de Lepanto (enfrentamiento entre el imperio turco Otomano y los cristianos; o igual como lo consiguieron no muchos soldados en las prisiones de Vietnam, es una gran proeza: merecedora de grandes reconocimientos. Pero, "cuánto más" habría que destacar a un ser humano, que en iguales condiciones, decida dejar un legado de grandeza y superación a la humanidad, más que todo a la juventud que siempre ha estado desorientada… Cabe resaltar que Miguel de Cervantes Saavedra le dejó a la humanidad, grandes obras literarias, que han contribuido al desarrollo de la lengua española, tal como su obra cumbre, Don Quijote de la Mancha; probablemente, la obra mas editada y traducida después de la Biblia.

No podemos pasar por alto el extraordinario valor, sacrifico y entrega a la humanidad, de ese gran maestro y líder: “Nelson Mandela”; quién, también, estuvo durante largos años en la cárcel.

El mayor sacrificio lo hizo Nuestro Señor Jesucristo, quien nos abrió la puerta del cielo para que todos nosotros; podamos tener la fuerza necesaria para seguir en el camino de la superación, la esperanza y la fe en un mañana mejor… “Jesús es el camino, la verdad y la vida”. Y sin lugar a dudas, todos los héroes de la historia humana, como los antes mencionados, se inspiraron en la grandeza de Jesucristo.



Por:
Eric Enrique Aragón                                                                                

jueves, 1 de diciembre de 2011

¡Jesús puede ayudarte! ¡No tomes la decisión equivocada…!

Resulta difícil comprender lo que siente una persona, que vive una profunda crisis emocional o padece una fuerte depresión, por causa de un problema. Quizás los demás mortales vean la solución de una manera clara; pero, este ser humano (que podría ser un adolescente), que está con su mente perturbada no ve nada con claridad y siente que su mundo se acabó... ¡Se terminaron sus esperanzas!

Lo cierto es que la desesperación, la angustia, el llanto y la impotencia ocupan y perturban la mente humana, que está atormentada por algún problema.  Se llega a pensar que no hay solución… Y empeora más el asunto, cuando nadie entiende o no quiere entender la crisis emocional de la persona (ni los familiares ni allegados y peor aún, si carece de familia).

¡Eso que te ocurre no es nada! ¡No seas cobarde! Expresiones como éstas son negativas para un ser humano que tiene la mente confusa. Es obvio que en estas condiciones, todos los pensamientos que alberga la mente son dañinos.  Esta persona desea recibir palabras de aliento, de esperanza: y que alguien, por lo menos, sepa escucharla… Y bonito sería compartir una oración –con sinceridad y amor- con el afectado.

Nadie puede saber con exactitud el dolor y la batalla infernal, que libra un ser humano bajo un estado depresivo crónico o que está perdiendo el control emocional de su vida…  Lo más triste es cuando las personas así acaban con su existencia y más doloroso cuando se trata de gente joven. 

 Tal evento evidencia la perversidad y falsedad que hay en muchos seres humanos, que pudieron compartir un poquito de amor y ayuda material, con estos mortales que tomaron la decisión equivocada… 

Sin embargo, si hay una esperanza para ti, estimado amigo… No importa la edad que  tengas o el problema por grave que sea.  

A tu lado, hay un ser supremo, lleno de amor, misericordia y con deseos de ayudarte… Lo hermoso de todo, es que El si puede ayudarte… Es sumamente poderoso… Todo lo puede… Su poder es infinito y está por encima de todo y aún hasta de lo imposible…

Únicamente tienes que arrodillarte y pedirle a El toda la ayuda necesaria… Hazlo de corazón y creyendo… Ten paciencia y El te ayudará… Así como lo ha hecho con muchas personas, que han estado, incluso, al borde de la muerte; también lo hará contigo…

¡Gracias Jesús! ¡Gracias Jesús, porque has tomado mi sufrimiento! ¡Gracias Jesús, porque me has dado la paz mental y la esperanza que tanto necesitaba! ¡Gracias Jesús por tomar mi vida! ¡Desde este momento Tú serás el guía de mi vida!



 

Por: 
Eric Enrique Aragón

viernes, 1 de abril de 2011

¡Aún no te desmayes!

¡Jamás! Por ningún motivo, abandones la batalla por la superación...

Si estás pensando en este instante, que tu esfuerzo no vale la pena, porque tu difícil situación no mejora: ¡Nunca, dejes de luchar!

Ya sea que tengas un problema económico, de salud, falta de vivienda, familiar o pésimas condiciones de vida… ¡Jamás! Por ningún motivo, abandones la batalla por la superación. “No es el momento apropiado para desmayarte”.

Es cierto que a veces estamos cansados y sentimos que la carga que llevamos al hombro es tan pesada, que perdemos poco a poco la motivación y la esperanza de que el día de mañana será mejor. Incluso, nos atrevemos a pensar que el mismísimo Dios nos abandonó.

Vemos que nuestros sueños e ideales se alejan de nosotros o se van desvaneciendo como la neblina. Creemos -en medio del desánimo- que las metas que fijamos, son inalcanzables. Por lo tanto, dejamos de estudiar; ya no queremos levantarnos al amanecer con nuestros sueños e ideales; se pierde el interés por ser eficiente en el trabajo; los jóvenes abandonan el esfuerzo y sacrificio por la superación; el maestro pierde el deseo de ser un buen ejemplo para los niños; la comunidad deja de trabajar en equipo para llevar a sus hijos: agua potable, luz, vivienda y educación. En fin, cuando se pierde la motivación dejamos de luchar por nuestros sueños e ideales, que son necesarios para mejorar las condiciones de vida de una persona, familia o comunidad.

¡Cierto! Si te desmayas en este momento, tu carga será más liviana, ni siquiera te darás cuenta de quién la llevará por ti. Lo que verdaderamente tiene valor en la vida, se obtiene mediante grandes esfuerzos y sacrificios –cuesta mucho, no cae del cielo- ¡Recuerda! Todo lo que se consigue sin ningún esfuerzo es efímero, ligero, sin valor y se parece a la neblina.

Pero ¿Cuáles serían las consecuencias si dejas de luchar en este momento? Tu vida sería triste, apagada, llena de llanto y dolor, y de muchas frustraciones. Cuando vayas llegando a la vejez, tu dolor será más intenso; porque descubrirás que pudiste lograr muchos ideales, si no hubieses tomado la errada decisión de abandonar la lucha antes de tiempo. Y lo que más aumentará el llanto, es que quisieras empezar de nuevo; pero, ya no puedes, ahora, los años que tienes representan tu peor enemigo: implacable y sin compasión.

¿Estás cansado? ¡Está bien…! Toma un pequeño descanso; pero, AÚN NO TE DESMAYES. De ahora en adelante, cada día, levántate dispuesto a luchar por tus sueños e ideales. Cuánto más pesada sea tu carga, pídele a Dios y a Jesús, más fuerzas para no rendirte jamás. Toma la decisión de llegar hasta el último suspiro de tu vida: trabajando duro, con mucha fe y sacrifico, para lograr mejores condiciones de vida para tu familia y para ti.



Recomendaciones para una mejor vida:


Nunca te olvides de los preceptos cristianos y guarda en tu corazón los mandamientos de Dios. Esta regla traerá largos días y paz a tu vida.


La misericordia y la verdad: escríbelas en tu corazón y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres.


Siempre confía en Dios y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y El enderezará tus veredas.


Teme a Jehová y apártate del mal; porque será salud para tu cuerpo y refrigerio para tus huesos.


Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre y no desprecies la dirección de tu madre; porque adorno de gracia será a tu cabeza y collares a tu cuello. (Obviamente, si no tienes padres o tutores que te den un buen ejemplo de trabajo, honradez y amor, entonces, sigue los buenos ejemplos de las personas que te rodean).


Si los pecadores te quisieran engañar, no lo permitas. Si te dicen ven con nosotros, acechemos sin motivo al inocente, aparta tus pies de sus veredas. Porque sus pies corren al mal y a derramar sangre.



Léase el libro de los Proverbios, capítulos 1 y 3, Antiguo Testamento.




Por:

Eric Enrique Aragón

27 de marzo de 2011

martes, 1 de marzo de 2011

El poder de la alabanza espiritual

¡Creer en lo que se hace…! ¡Tener confianza… Podemos llegar a la meta fijada…! Y lo que debería ser más importante para la vida de los seres humanos: “La fe cristiana”.

La fe, es sencillamente, de acuerdo al conjunto de libros que contienen la mayor sabiduría “Las Sagradas Escrituras”, una combinación de certeza y convicción, en la fuerza divina.

Exactamente, en el año 1974, llegó a mis manos un libro que no solamente llamó mi atención, sino, que me dediqué a leerlo… En esa época –a mis trece años de edad- no era muy amante a la lectura; sin embargo, como mi vida era un poco solitaria y aburrida, me entretenía, a veces, leyendo cualquier revista o libro que encontrara divertido…

Recuerdo que olvidaba el tiempo, pues siempre estaba solo en la casa, leyendo novelas de vaquero, acción o románticas (me refiero a las pequeñas novelas, que por donde uno mirara era un mar de letras, y en su mayoría traducidas del inglés al español)… Eran aburridísimas… No obstante, entre éstas y la soledad, prefería leerlas... Y así la soledad se hacía chiquita frente a la loca imaginación que volaba a su antojo…

De vuelta, nuevamente al libro que llegó a mis manos y que me impactó bastante –tal vez hayan otros mejores, pero, a esa edad me impresionó a tal extremo que aún recuerdo todas las emociones que sentí al leerlo y que definitivamente marcó mi vida para siempre-.

Si mi memoria no me falla, el libro se titulaba. ”El poder de la alabanza espiritual”. ¡No me pregunten por los autores…No recuerdo tanto…! El autor del libro explicaba los resultados que se alcanzan cuando, en secreto o mentalmente y en forma constante, se da gracias a Dios en medio de alguna dificultad que tengamos –no importa la magnitud-. Los efectos positivos que se lograban, los sustentaba con el testimonio de muchas personas, que mediante la acción de dar gracias a Dios o a Jesús –repito, en medio del problema- obtenían algún tipo de satisfacción.

“Una señora iba a ser sometida a una operación quirúrgica, para salvarle la vista. Según los médicos las probabilidades de que la intervención fuese exitosa, tomando en cuenta su edad; era de un 30 por ciento. Desde que la señora supo esto, en medio de sus lágrimas, empezó a alabar a Dios cada vez que podía… ¿Cuál fue el resultado? La operación salió mejor de lo que se esperaba…” Así eran los testimonios que presentaba el autor, con el propósito de sustentar el libro.

¡Bueno…! Tengo que admitir que desde que leí el libro, he puesto en práctica “la acción de dar gracias a Dios”, cada vez que tengo dificultades; y también, cuando todo sale bien… ¡Créanme! que verdaderamente existe: “ EL PODER DE LA ALABANZA ESPIRITUAL”.




Por: Eric Enrique Aragón
23 de febrero de 2011

¿Cómo quieres verte en el año 2011?

Escuchar hace un par de días a un vecino, quien le decía a otra persona, más o menos lo siguiente: “No cuentes conmigo para ese trabajo. Mañana será un día sagrado para mí…” (Se refería al último día del año), me hizo recordar dos aspectos de mi vida. Primero, retrocedí en el tiempo hasta finales de los años 60. Y después, hice una remembranza de aquel año, cuando vivía en la ciudad de San José, Costa Rica. Específicamente el año 1984.

El día 24 de diciembre, al igual que el último día del año (31 de diciembre), mis tutores me decían, o mejor dicho, me ordenaban que me bañara y me pusiera –quizás mi mejor vestido- un pantaloncito largo y una camisa estampada o de cuadritos, manga larga. Y me explicaban que lo correcto era estar en esos días, en horas de la tarde, bien arreglado para recibir la Navidad y el Año Nuevo, respectivamente. ¡Por supuesto! Siempre me dominaba el sueño antes de la medianoche. Lo que si me gustaba era la cena que teníamos, aproximadamente, a las 8 de la noche. Realmente, ésta consistía en una comida sencilla, unos dulces y las ricas frutas, que saboreaba como si la vida fuese nada más eso, “comer frutas y dulces”. Casi siempre algún vecino nos regalaba todo lo que se ponía sobre la mesa para comer.

Mi anhelo más grande al día siguiente, eran los juguetes. En esos años todavía se le hacía creer a los niños que los juguetes los traía el niño Dios, en horas de la madrugada. La gente adulta escondía los juguetes a los niños, para ponérselos sin que éstos se percataran, debajo del arbolito de navidad. En mi caso, me ponían los juguetes (que por cierto, con frecuencia eran pocos y muy sencillos) cerca de la cama; de manera tal, que al despertar los viera inmediatamente y en consecuencia, me volviera loco por la emoción –que siempre así ocurría-.

No me atrevo a decir si esta acción de ocultar la verdad a los niños, era buena o mala. Lo que sí puedo asegurar es que yo era feliz. ¡Y por cierto! Jamás… ¡Jamás! Hubo licor en la casa ni fiestas. Todo se limitaba a vivir y recordar sanamente lo relacionado a la Navidad. Estar en familia e ir a la iglesia (católica), aunque fuese a contemplar un rato, el nacimiento del Niño Dios, era lo importante para mí.

Tuve la dicha de estar con tutores, todas eran damas de cierta edad, que me inculcaron esta forma de vivir y entender la Navidad y el Año Nuevo. Mi madre era una española gitana, que huyendo del periodo franquista, se radicó en Costa Rica, por los años 50. Cuando nací se devolvió a España. Nunca en mi vida logré disfrutar unos minutos con ella. Y mi padre… Otro aventurero rumano. Éste ni la sombra me dejó. Por esa situación viví con muchos tutores… Definitivamente que después de muchos años de rebeldía y aventuras, mi vida cambió gracias a estas nobles personas; cuyos ejemplos y enseñanzas están bien guardados en mi mente y en mi corazón. ¡Alabado sea Dios por darme esta bendición…!

El otro bello recuerdo y que morirá conmigo, fue aquel momento en el cual leí un artículo, muy motivador, que se titulaba, “¿Cómo quieres verte a los 40 años?” En ese año tenía 23 años. El escrito se refería al hecho de que debemos preocuparnos por mejorar nuestras vidas y trabajar para alcanzar nuestros ideales, empezando desde este momento; de modo tal, que nuestro futuro a mediano y largo plazo sea mejor.

En otras palabras, “Debemos sembrar buenas semillas, el día de hoy, para cosechar excelentes frutos el día de mañana”.

El artículo terminaba con la frase lapidaria del gran pensador romano,
Marco Aurelio: “Nuestra vida es lo que nuestros pensamientos hacen de ella”.

Y la pregunta para ti: ¿Cómo quieres verte en el año 2011?



Autor:
Eric Enrique Aragón
31 de diciembre de 2010

Siempre daré un paso más...




viernes, 21 de enero de 2011

¡Piensa positivamente!

La fuerza del pensamiento

Marcha con la cabeza firme, confiada y sonriente, y todos confiarán en ti. Proyecta fuerza y entusiasmo, incluso, con los movimientos de tu cuerpo.

Cuando te asalte la duda, permanece con el corazón firme y con el deseo de luchar hasta el fin.
Si la ofensa y la calumnia te hieren, no te lamentes inútilmente, dedícate a trabajar…

Procura dar lo más que puedas: una buena palabra; una sonrisa; un gesto de estímulo, un pensamiento generoso… Y sentirás en tu corazón una gran verdad, “es mucho mejor dar que recibir”.

¡Resuelve tu problema!

No te dejes engañar: ¡Sólo tú serás responsable del camino que eliges! Nadie podrá rendir cuentas por ti. Procura, por lo tanto, vivir acertadamente, de acuerdo con tu conciencia.
¡Resuelve tu problema! Comienza, pues, a partir de este momento. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.
Ciertamente, no puedes resolverlo todo de la noche a la mañana… ¡Pero, comienza ya! Y si caes de nuevo, no te desanimes. ¡Vuelve a comenzar cuantas veces sea necesario!
Cada uno es responsable de sus actos. ¿Por qué tienes que desanimarte por lo que hacen o dicen los demás? ¡Sigue trabajando! ¡Adelante! ¡No te desanimes! ¡Tu puedes!
Aunque todo esté contra ti: sigue luchando, no te dejes vencer. ¡Tu puedes!
Tu puedes vencer todos los problemas, si quieres…

Modifica tu modo de pensar, para que tu salud sea firme y estable.
Deja de quejarte de tus dolencias. Éstas aumentan a causa de nuestros pensamientos negativos.
Aprende a descansar la mente.
La mente cansada no puede pensar bien.

El pensamiento es la mayor fuerza que existe sobre la tierra.
No te dejes sugestionar por palabras y pensamientos negativos.
Siempre existe una solución para cualquier problema, por más complejo y difícil que parezca.


Por:
Eric Enrique Aragón
21 de enero de 2011

jueves, 13 de enero de 2011

¡Tal vez el mañana nunca llegue!

¿Por qué tenemos que esperar tanto para cambiar nuestra vida? Cuando sentimos el dolor nos damos cuenta de que estamos indefensos. Anhelamos, quizás con lágrimas en los ojos, que vuelva el pasado para cambiar algunas cosas o para valorar y amar todo lo hermoso que nos rodea, empezando con nuestra familia. ¿Por qué esperar más?
Cuando perdemos un familiar, entonces, nos ponemos a llorar desconsoladamente. Gritamos ¿Por qué te lo llevaste Dios mío? Sentimos un infernal dolor; porqué en ese preciso momento, recordamos que no le dimos amor ni amistad a ese ser amado, que ya no estará más con nosotros.

Porqué tenemos que esperar que ocurran los graves problemas para corregir algunos errores; para cambiar los hábitos negativos; para ser mejor esposo o esposa, hijo o persona; o peor aún, para acercarnos a Dios. ¿Por qué? ¿Por qué esperar tanto, innecesariamente?

Dios nos dice en la Sagrada Escritura: “Clama a mí y Yo te responderé”. “Los que vienen a mí cargados y cansados, Yo los haré descansar”. Dice Nuestro Señor Jesucristo: “El diablo viene para matar, destruir y robar, pero, Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia”.


Jesucristo nos dice por medio de los Evangelios: “que en este mundo habría mucha maldad. Incluso que ésta se multiplicaría”. Por eso, siempre recomendaba –Él respeta la libertad de decisión- practicar los preceptos cristianos, que se resumían en amar a Dios, sobre todas las cosas; y al prójimo.

¿Qué significan estas palabras? Sencillamente amar a nuestra familia; respetar a todos los seres humanos; decir palabras positivas y que expresen gratitud; ser solidario con los demás, compartir la alegría y el dolor con nuestros semejantes; practicar la tolerancia, la bondad, la comprensión. Ser honrados en todo momento.

Y lo más importante, dedicarle siempre unos minutos a Dios, de modo que podamos agradecerle por la vida que nos da; por nuestros hijos y familiares. Pedirle por los más necesitados y la fuerza necesaria para seguir trabajando por un mundo mejor y soportar las difíciles pruebas que podamos tener a lo largo de nuestra existencia terrenal....

Por:
Eric Enrique Aragón
13 de enero de 2011

miércoles, 5 de enero de 2011

Tu tesoro más preciado…

El ayer ya se fue de tus manos y no regresará jamás; el mañana aún no llega; el PRESENTE es tu tesoro más preciado, es tu realidad, porque de él depende todo tu futuro.

Utiliza de la mejor manera tu presente. Siembra buenas semillas hoy, para cosechar excelentes frutos en el futuro.

Realiza tareas positivas, practica lo bueno; se cortés, amable y cariñoso, con tu familia y con aquellos que te rodean; practica los valores morales, la honradez y la fe cristiana; esfuérzate por alcanzar tus ideales y sueños; se respetuoso y prudente en tus acciones y manera de hablar: y verás que tu futuro será mejor.

Hoy recoges lo que sembraste ayer; mañana recogerás lo que siembres en este momento.
Tu futuro será bueno o malo: todo dependerá de ti, de lo que hagas hoy.

En la vida hay que tener ideales. Los ideales son simplemente el oxígeno del espíritu. Significa trazarnos una ruta hacia el horizonte y seguirla. Puede ser una línea imaginaria desde el corazón o un sueño agradable que perseguimos…Pero hay que marchar en pos de su fin todos los días. Los ideales deben ser hondamente sentidos en nuestro corazón, en lo más profundo de nuestro ser y ellos deben ser una fuente de fortaleza y motivación para seguir luchando, en este mundo que a veces es cruel con nosotros.

Los ideales no pueden venderse ni encadenarse ni ser destruidos, porque obedecen a objetivos permanentes de la vida. Los ideales a veces nos llenan de satisfacción y otras veces de dolor. Nos alegran cuando los vemos triunfantes, y nos apenan cuando los vemos en derrota. Pero, ellos son superiores a la victoria o a la derrota, a la alegría y el dolor. Ellos permanecen para siempre…

Quien carece de ideales, se deja arrastrar por la vanidad, lo superficial y el vano materialismo. Pero, aquella persona que cree en los ideales, no le teme al futuro, porque tiene la materia prima que le da vida a su esperanza y la luz que ilumina su camino. Tengamos ideales y construyamos con ellos las obras maestras de la vida…

El verdadero intelectual e idealista, no tiene tiempo para detenerse a ver lo superficial de las cosas. Trabaja, piensa, habla y vive sus ideales, sin mucho tiempo para quejarse o lamentarse de las cosas negativas de la vida.

Si quieres ser un idealista, tener madurez y superarte: aprende a convivir con quienes no están de acuerdo con tus ideas, con quienes te atacan o critican todo lo que tú haces. Así es el mundo superficial. Tú estás por encima… ¡No lo olvides!

Tú puedes vencer todos los problemas si quieres. Continúa sin desanimarte, porque eres el único responsable de tus actos. Modifica tu modo de pensar, para que tu salud sea firme y estable.
Deja de quejarte de tus dolencias. Todos los seres humanos tienen problemas, éstos nos acompañarán siempre.
Aprende a estar por encima de las dificultades y recuerda que sin los problemas la vida sería aburrida y carente de sabiduría.

El pensamiento de fe y optimismo, es la mayor fuerza que tiene el ser humano. No te dejes sugestionar por palabras y pensamientos de desaliento. Siempre existe una solución para cualquier problema, por más difícil y complejo que sea.

Piensa positivamente, para atraer sólo pensamientos positivos, de paz y prosperidad. Si la ofensa y la calumnia te hieren, no te lamentes inútilmente, dedícate a trabajar.

Cuando te asalte la duda, permanece con el corazón firme y con el deseo de luchar hasta el fin.
Procura dar lo más que puedas: una buena palabra, una sonrisa, un gesto de estímulo; y un pensamiento generoso; y sentirás en tu corazón una gran verdad: ¡Es mucho mejor dar que recibir!



Por:
Eric Enrique Aragón
5 de enero de 2011






martes, 4 de enero de 2011

¡Estas palabras son para usted!


Hablé con usted unos minutos… No fue lo suficiente para decir que lo conozco, pero, me bastó para observar que usted, es una persona inquieta, que no cuestiona por cuestionar, ni vive para contradecir; que a veces las cosas le resultan bien y otras veces mal. Ríe y llora, habla y calla".
¡Así es la vida..! ¡Como usted hay muchos seres humanos con sueños e ideales!
No desmaye… Cambie su vida, sea positivo y crea en sus ideales...

Meditaré en mis pasados éxitos, jamás en aquello que me torture. Mejor es el pobre que camina con integridad, que el de perversos labios y cruel corazón. Los malos tiempos no perduran, pero, los hombre de temple, sí. La gente que sobresale, es la gente ordinaria, con extraordinaria determinación para alcanzar el éxito.

Amaré el sol, porque me calienta los huesos; la lluvia, porque me refresca; la luz, porque me señala el camino; la oscuridad, porque me enseña las estrellas.

Soportaré la tristeza, porque descubre mi alma; aceptaré la felicidad, porque engrandece mi corazón; también, aceptaré los obstáculos, porque constituyen un desafío que hace interesante mi vida y mi trabajo.

En este mundo no nací en derrota, ni el fracaso corre por mis venas.
Siempre daré un paso más y si ese no es suficiente, entonces, daré otro y aún otro…
Persistiré hasta alcanzar el éxito...

Concentraré todos mis esfuerzos para ser la montaña más elevada y fuerte de todas.
Te exalte la alegría o te oprima la tristeza, dile al Señor Jesús, Bendito seas para siempre…
De los magos imitemos: la fe, persistencia y fervor y con Dios hablaremos

"Los años son generalmente como nosotros los hacemos".

Hay mil cosas extraviadas que se vuelven a encontrar; pero, las horas malgastadas NO las volverás a hallar. Es el triunfo como una montaña: si la quieres escalar sin sudor, constancia y trabajo, jamás lo podrás hacer. Si desea un atajo para poder triunfar, solo hay uno, es el trabajo…por lo tanto ¡A trabajar!

Haz lo que puedas, no más; Dios quedará contento contigo; y si es así, el desaliento nunca debe hundirte.

El camino de la vida, lleno está de tropezones, tendrás más de una caída: ¡Jamás te descorazones!

Procede ordenadamente y verás el éxito florecer. Procura ser ordenado y mucho tiempo ahorrarás. Ten orden en el trabajo y lograrás mucho. El fracaso y el dolor son ajenos a mi vida.
Saludaré este día con amor en mi corazón. Me formaré buenos hábitos y seré esclavo de ellos.
Los buenos hábitos son la clave del éxito. El matadero del fracaso no es mi destino...





Por:
Eric Enrique Aragón
4 de enero de 2011

viernes, 1 de octubre de 2010

¡Dime que comes y te diré quien eres…!


Desde la antigüedad de una u otra forma se le ha dado suma importancia al cuidado de la salud, tanto mental como física. Por ejemplo: los griegos practicaban muchos ejercicios físicos, como factor esencial para el desarrollo de las habilidades, sobre todo para la guerra.

¡Bueno! Las olimpiadas que celebramos en la actualidad y que nos permiten deleitarnos con las fenomenales destrezas físicas de los jóvenes atletas, tuvieron su origen en la Antigua Grecia. Igualmente, en el imperio más grande y duradero que ha tenido la humanidad –casi 400 años- El Imperio Romano, también se destacaba el estudio del cuerpo y la mente, como decían ellos “Mens sana In corpore sano”.

Este tema es como aquella persona que sabe dónde están las herramientas apropiadas para trabajar, pero, no las utiliza, porque tendría que hacer un mayor esfuerzo… ¡Y no quiere…! Prefiere la vida fácil aunque sacrifique la buena salud…

Seleccionar los alimentos diariamente para toda la familia es importante. Los alimentos adecuados previenen enfermedades del corazón, de los riñones, problemas respiratorios, fortalecen los huesos, mantiene el sistema defensivo del cuerpo en óptimas condiciones, reducen la pereza, el cansancio, la anemia. Mejoran el rendimiento mental de las personas, en el trabajo y de los niños y jóvenes estudiantes. Asimismo, influye aunque esto no se percibe tan claramente, en los niveles de optimismo con que el ser humano debe enfrentar los problemas día a día.

Algo que no se debe tomar a la ligera es que no se requieren grandes sumas de dinero para tener una buena alimentación. La gente pobre, con pocos recursos económicos puede comprar alimentos que no cuestan mucho y son nutritivos.

Por ejemplo: ¿Quién no puede comprar huevos de gallina, avenas, cremas de maíz y plátano, verduras, frutas como el guineo, leche, yuca, tortillas de maíz, tomar mucha agua; evitar excesos de condimentos, hacer una buena sopa con verduras frescas una vez a la semana. Y en algún momento –a veces es costoso- conseguir pescados, mariscos y demás alimentos del mar.

¡Claro! Todos estos alimentos los debe escoger frescos y con buen olor; y si come en los restaurantes de la calle, entonces escoja los más aseados y que cocinen en forma saludable. Y no tienen que ser de lujo... Busque los populares, siempre hay magníficos restaurantes. Todo esto debe combinarse con moderados ejercicios físicos, como correr, caminar, y otros apropiados a la edad. Y no menos significativo es el descanso físico. Mucha gente trabaja duro, lo sabemos; no obstante, debe aprovechar cualquier oportunidad para dormir… Para mí lo más importante es la salud espiritual y emocional; ya que nos proporcionará la fuerza para vivir con entusiasmo día a día, es decir, la poderosa MOTIVACIÓN. ¿Cómo lograr esto? ¡Fácil! Lea los buenos escritos en los periódicos y revistas, busque temas educativos en la Internet, lea libros de motivación, frases, adagios, etc. Siga los buenos ejemplos de la gente que lo rodea. Ame y dedíquele tiempo a su familia; visite lugares al aire libre, aprecie la naturaleza y respétela; observe el mar, el atardecer y el alba; practique la oración a Jesús…


Me atrevo a asegurarle que si usted practica gran parte de estos consejos: su vida será mejor…




Por: Eric Aragón
1 de octubre de 2010

jueves, 16 de septiembre de 2010

Una lección para mis estudiantes…

Le doy gracias a Dios, que en muchas ocasiones tengo la oportunidad de trabajar como profesor en algún pequeño centro educativo. Ahora mismo tengo que enseñar varias materias relacionadas con el área administrativa, financiera, económica y de recursos humanos; en un instituto que ofrece carreras a nivel técnico, incluyendo como requisito final, una práctica profesional.

Mi agradecimiento a Dios, no sólo es porque tengo una pequeña entrada económica, que me permite sobrevivir en tiempos malos… como se decía en la profecía o predicción hecha por Daniel, en la antigua Babilonia “un periodo de vacas flacas”. Se quería decir con esto que se estaba en un momento difícil, tomando en cuenta también la parte económica.

Mi satisfacción va más allá de lo monetario, ya que tengo la oportunidad de transmitir conocimientos sustentados por mi propia experiencia laboral, ocupando todos los puestos de trabajo, desde el más sencillo; pero, no menos importante, hasta el de jefe en la empresa privada y últimamente en instituciones públicas; igualmente el cargo de administrador judicial –laboral-. Y lo más importante para mí es que trato de ofrecer a los estudiante una enseñanza que he aplicado diariamente en mi vida personal, con el fin de mantener una actitud positiva frente a las dificultades que nos rodean a todos los seres humanos día a día, sin hacer distinción de raza, credo, nivel educativo, social o económico.

Usted puede vivir en México, Argentina, Venezuela, Centroamérica, Panamá, España, Bulgaria, Estados Unidos; en fin, no interesa en que parte del mundo usted resida o que idioma hable, lo único cierto es que todos nosotros estaremos siempre unidos por los problemas, angustias, frustraciones y tensiones que son situaciones propias de la existencia humana y que siempre nos acompañarán como aquel perro fiel hasta el último minuto de vida.

Por ejemplo, en la clase de relaciones humanas y ética profesional, les explico a los estudiantes que una gran parte de los problemas en una empresa están relacionados con la conducta humana. Incluso, aquellos trabajadores que siempre tienen una excusa para no hacer bien su trabajo o no logran adaptarse al ambiente laboral, demuestran una conducta totalmente pesimista.

Definitivamente que si entendemos un poco el comportamiento de las personas, tendremos mayor capacidad para enfrentar las distintas situaciones laborales. Todo depende de la actitud que tengamos en un momento determinado –les explico a los alumnos con mucho entusiasmo- ¡Y por favor…! No me digan que tienen dificultades personales, porque si alguien tiene el montón de problemas económicos y sufrimientos; y para empeorar las cosas, cada vez que pretendo realizar un plan o alcanzar un sueño de superación, todo se me viene abajo, como escribió Og Mandino, en una de sus obras literarias “la vida siempre está 6 a 5 en contra de lo correcto que tratamos de hacer”.

Sin embargo, siempre debemos recibir cada día, con un sueño lindo y hermoso, y tomar la firme decisión de trabajar duro todos los días para lograr nuestros propósitos, siempre y cuando éstos sean buenos.

Tener un equilibrio interno, en nuestro “yo interior”, es fundamental para que podamos mantener una buena armonía con nuestro medio exterior; es decir, en el ambiente laboral, la comunidad y la familia. ¿Cómo se logra el equilibrio interno? Practique la buena lectura, vea programas de televisión que contribuyan a la buena educación, escuche a las personas que hablan de una manera interesante y que siempre se ocupan en tareas positivas; vaya a la iglesia debes en cuando, levántese en la madrugada a mirar las estrellas y a meditar sobre cómo mejorar su vida –créame Dios le ayudará-; haga ejercicios periódicamente –podría caminar o trotar frente al mar o en un parque lleno de árboles-; coma frutas, tome bastante agua, trate bien a su familia o parientes; trate de practicar la bondad y el perdón; procure ser tolerante con las demás personas, apártese de las dificultades y de la gente problemática… Aprenda a deleitarse con la música suave e instrumental… Y lo más sagrado, ejercítese en la Oración al Altísimo…
Si usted practica todo esto, sus problemas no desaparecerán. ¡Jamás le podré decir tal cosa! Pero, si le puedo asegurar, porque lo he experimentado en mi vida, que tendrá más fuerzas para enfrentarse al diario vivir y a sus problemas de trabajo…


Por:
Eric Aragón
16 de septiembre de 2010






jueves, 5 de agosto de 2010

Una mano amiga...

Resulta muy triste para un ser humano, en medio de un problema difícil y complejo, no encontrar una mano amiga que lo ayude. Sin embargo, lo que causa más desesperación, angustia y dolor, es saber que nadie te puede ayudar; porque tu problema es grande… ¡No te queda otro camino, que bajar la cabeza y resignarte! Algunas veces esta resignación se traduce en decisiones equivocadas, que te afectan a ti y a tu familia.

A veces los problemas por los cuales pasa un individuo son consecuencias de sus actos, a lo largo de su camino por el mundo terrenal. Y no son todos los que tienen la oportunidad de contar como su vida cambió, por algún suceso inesperado o más bien por la misericordia de una mano invisible.

Hace dos mil años pasó por esta vida terrenal un ser sabio, que nos dejó las reglas para vivir mejor. Normas que no se respetaron y mucho menos se practicaron. Dos mil años después las mismas reglas están vigentes y al alcance de toda la humanidad. Pero, al igual que en la antigüedad, la humanidad sigue violando estas sabias recomendaciones.

Este señor demostró ser el mejor amigo de la humanidad, porque realizó la acción más grande que se puede hacer en beneficio de los demás: “ofrecer su propia vida en sacrificio”.
Gracias a este hombre llamado “Jesucristo”, hoy día podemos acercarnos a él mediante oraciones sencillas, y pedirle la fuerza necesaria para llevar una vida conforme a sus mandamientos, si queremos vivir mejor…

Su gran mensaje se traduce en una reglas fáciles de cumplir, si le pedimos su guía y fuerza:
Darle el respeto (a El) que se merece; no hacerle daño a nadie y buscar siempre la unidad familiar.

“Gracias JESUCRISTO por ser mi mano amiga, que nunca me abandona en mis peores momentos…”

Por: Eric Aragón
5 de agosto de 2010




lunes, 3 de mayo de 2010

REGLAS DE ORO

El primer mandamiento para los cristianos es sagrado: “Ama a Dios sobre todas las cosas”. No importa lo que se haga o se diga contra la Fe Cristiana, al final del camino, cuando los seres humanos están en el último minuto de sus vidas, en lo más profundo de sus almas, desean que haya un mundo mejor. Y otros semejantes, en ese preciso momento, claman a ese Dios que siempre negaron. Lo hacen pensando que si hay un Dios que hace justicia, ellos no quieren recibir la peor parte… Si esta primera regla y la más importante, ya que las demás dependen de ésta, la respetamos, pues, empezaremos con pasos firmes a caminar por el mejor sendero de la vida.

El otro mandamiento sagrado para el cristiano: “Honra a tu madre y a tu padre”. Cuando se conoce un poco las Sagradas Escrituras, desde el inicio hasta el final, se hace énfasis en la unidad familiar. Desde Abraham hasta Jesucristo, nos enseñaron la importancia de respetar a la familia. Es en el hogar, formado por el padre, la madre y los hermanos o seres queridos, donde aprendemos los valores morales y cristianos; entendemos el gran significado de la solidaridad, el amor, la cortesía, el respeto, la bondad, el sacrificio, la responsabilidad y puntualidad; a practicar la Fe Cristiana. En fin, aprenderemos a practicar las cosas buenas que harán más llevadera la vida del ser humano, en esta época dominada por la violencia y los antivalores.

Ese gran proverbio lo que se siembra se cosecha”, se aplica igualmente a nuestra relación con la naturaleza. Las guerras y los ensayos que se hacen con armas nucleares y de todo tipo; la industrialización sin prever la eliminación de los desechos tóxicos adecuadamente. La tala de árboles indiscriminadamente; la basura que echan las personas a las calles, ríos, riachuelos, mares; la gigantesca cantidad de sangre derramada por tantos crímenes y asesinatos de niños que sólo querían jugar como todos los angelitos terrenales, ha provocado que la ira de la naturaleza se manifieste a través de tantos desastres naturales, que cada vez ocurren con más frecuencia y destrucción… “La naturaleza es sagrada, Dios está en ella, por lo tanto se debe respetar…”


domingo, 2 de mayo de 2010

Gozar el éxito a cada paso...

Por ejemplo, cuando estudia con sus hijos para que aprendan la lección de mañana, sienta la alegría de estar con ellos… Cuando prepara una comida, sienta satisfacción a medida que cocina… Trate hoy de ser más eficiente en su trabajo que ayer y sienta placer cuando realiza cada tarea, como hacer una buena carta, atender con amabilidad a un cliente o manejar positivamente cualquier conflicto de trabajo…

Cuando hace ejercicios físicos para tener mejor salud mental, física y espiritual, deje que la felicidad fluya por su cuerpo… Cuando el estudiante de secundaria o universidad estudia para un examen o hace un trabajo de investigación, debe sentir el placer desde el inicio hasta el final de su labor…
Igual principio o regla debemos aplicar en cada proyecto que tengamos, como la educación de los hijos, alcanzar un título universitario, aprender un oficio; lograr mayor eficiencia en el trabajo para conseguir un aumento de salario o buscar el empleo que se necesita, etc.

La idea es que aprenda a ver el éxito como un placer que se obtiene a medida que avanza por el camino, en la realización de sus tareas, objetivos y metas. No importa si éstas tienen un periodo –tiempo- de un día, horas, meses o años.

La disciplina, persistencia y creer en lo que se hace, son elementos fundamentales para obtener los éxitos, a lo largo del duro camino de la vida.

Disciplina significa cumplir con el horario, reglas y acciones necesarias para ejecutar el plan, proyecto o tarea que usted ha fijado.

Persistencia, se refiere al hecho de que jamás debe darse por vencido. Si comete errores, corríjalos; si cae por el camino, pues, levántese cuántas veces sea necesario; en fin, haga siempre el mayor de sus esfuerzos.

Y creer en lo que hace, significa, que usted hace lo que realmente le gusta. No se puede alcanzar plenamente un objetivo, si no existe el convencimiento y el amor por la elección que hizo. Creer o tener fe, también, implica que debe creer en su capacidad y tener la autoestima siempre alta.

Debemos procurar que nuestras metas estén acorde (conforme) con nuestras cualidades y talentos. Por ejemplo, si usted no es hábil y no le gusta la matemática, no se le ocurra estudiar una carrera de ingeniería.
¡Claro…! A veces la vida es injusta y nos lleva por caminos que no queremos y lamentablemente no podemos hacer nada. En estos casos, trate de hacer su mayor esfuerzo y jamás olvide, ya que está por encima de todo, practicar la Fe Cristiana.



Por: Eric Aragón
10/04/10


sábado, 24 de abril de 2010

Factores externos que no podemos controlar…

Recuerdo el caso de una persona que había planeado, con esmero y mucha fe, tomar una serie de cursos para aprender una lengua extranjera –específicamente el idioma inglés-; pues, estaba totalmente convencido de que aprendiendo lo necesario de esta lengua, podría tener más oportunidades de trabajo; sobre todo, como profesor o instructor en algunos centros de enseñanza del idioma inglés (nivel básico).

Esta persona investigó cada detalle de su plan: fecha de inicio, costo, horario adecuado, horas de estudio; en fin, hizo todo lo que se debe hacer para elaborar un buen plan, incluso prever algunas imprevistos, como por ejemplo, calcular que la fecha de pago del curso coincidiera con el ingreso de él como profesor (tiempo parcial) en un instituto que dicta cursos de técnico superior en administración, contabilidad, turismo, hotelería, etc.

¿Qué le pasó a esta persona optimista y con deseos de superación?

Le ocurrió la misma situación que les ocurre a todos los mortales… A veces no podemos controlar los eventos externos y éstos nos afectan… El pago que tenían que hacerle por sus servicios profesionales, no se le hicieron en la fecha indicada; siempre había un atraso en el pago. Ésta situación se consideró en el plan. Pero, no se podía saber que esta vez habría un problema financiero o administrativo, que ocasionaría problemas en los pagos a los profesores.

¡Imagínese la desilusión y frustración de esta persona que había hecho todo su esfuerzo y depositado su confianza en que todo le saldría bien! Y sencillamente perdió la inscripción, empezaron los cursos y el simplemente se quedo mirando desde lejos, como aquel que pierde la oportunidad a una vida mejor… ¡El dolor y la frustración que se siente es inmenso y agudo, cuando se desea la superación…!

¿Cuántos seres humanos han acabado con su deseo de luchar o de vivir por un fracaso que no se podía evitar?

¿Cuántos seres humanos se han tirado al abandono y a llevar una existencia sin valores, sin esperanza, sin metas, por algún evento negativo que les ocurrió y que realmente no podían evitar?

Siempre tengo presente las palabras de ese gran pensador y filósofo griego Aristóteles: “La mejor educación es la que te prepara para los tiempos malos…”

Debemos entender que somos simples mortales, que estamos sujetos a los ataques de muchos factores externos que no podemos controlar y ni siquiera, muchas veces, imaginar que ocurrirán.
Lo importante es cultivar e incrementar cada vez más la fortaleza interna de nuestro ser. ¿Cómo se logra esto? Practicando siempre la buena lectura, llevando una dieta sana, haciendo ejercicios físicos moderados al aire libre; practicando los buenos valores morales, fortaleciendo la unidad familiar, buscando siempre los buenos consejos, ejemplos y conversaciones positivas de superación… y lo más importante, la fe Cristiana.

Si no entendemos ni aceptamos que a veces estaremos abajo y otras veces arriba; que los proyectos saldrán bien y otras veces mal; que a veces ganaremos y tras veces perderemos; que a veces estaremos tristes y otras veces alegres; en resumen, si no aceptamos que la vida está llena se altibajos y sinsabores y no aprendemos a vivir con estos factores negativos, entonces, si estaremos en problemas serios. Necesitaremos con urgencia un cambio radical de nuestra forma de ver la vida…

Lo importante es fortalecer nuestro ser interior y que nuestro modo de ver la vida sea siempre con optimismo…

Autor:
Eric Aragón
24 de abril de 2010