La restauración de un templo es imprescindible, ya que contiene la memoria de la humanidad; algo así como la conservación de las fotos, recuerdos y enseñanzas de nuestros abuelos.
El incendio de la catedral de Notre Dame (Nuestra Señora de Paris), fue un golpe muy duro a la cultura francesa y a la historia de la humanidad. El templo fue construido en el siglo XII, y ha sido testigo de grandes eventos históricos, como la Revolución Francesa, al igual sirvió de inspiración para la famosa novela de Víctor Hugo; además de ser una colosal obra arquitectónica (estilo gótico).
Cada Estado tiene la obligación de mantener los monumentos
históricos en las mejores condiciones posibles, y más cuando su impacto es
mundial. Así lo declara la Organización de Naciones Unidas (ONU), y es por esta
razón que se declaran ciertos monumentos, catedrales y templos como “Patrimonio
de la Humanidad”.
¿Cuál de todos los templos es el más importante? Todos tienen un
gran significado, puesto que le revelan al mundo los detalles de su historia y
ésta debe servir para no cometer los mismos errores del pasado.
Para Dios existe un templo más importante que todas las
edificaciones que pueda hacer el hombre y que fue comprado para su restauración
con la “Sangre de Jesucristo, el hijo de Dios”, cuando sacrificó su vida por la
humanidad en la Cruz del Calvario.
Los seres humanos tienen la responsabilidad ante Dios de cuidar su cuerpo. Evite el consumo de todo aquello que afecta la salud mental y física; siga un régimen alimenticio nutritivo, haga ejercicios, busque la unidad familiar y dedíquele un pequeño tiempo, aunque sea, a la oración. Pídale a Jesús su Espíritu Santo para vencer todos los obstáculos que le impidan proteger su cuerpo.
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo…”
(I
Corintios, capítulo 6, versos 19 y 20).
Por: Eric Aragón