Nadie desea hablar de la muerte. Este es un tema poco
inspirador. Sin embargo, la muerte siempre está cerca. La ley de la naturaleza
y la divina, establecieron que todo ser vivo que nace, al final de sus días
debe morir.
La muerte de un familiar, incluso, de cualquier persona causa mucha impresión. ¡Por supuesto! Si esta muerte es trágica mayor es el dolor causado.
No podemos desconocer el hecho de que ciertas muertes
a nivel mundial, impactan bastante; ya sea por la fama, nivel de influencia que
proyectan o porque hay niños involucrados.
Si la muerte ha sido violenta o provocada, aún mayor es el dolor.
La noticia del suicidio del famoso actor Robin
Williams, es una de estas muertes que ha impactado a nivel mundial; sobre todo,
a aquéllos que vieron sus fabulosas películas, en su mayoría comedias.
Un actor que llevó alegría y esperanza a millones de
personas, a través de sus comedias. Un personaje que siempre se mostró
motivador y digno de imitar en sus películas. ¡Claro que causa mucha tristeza
la muerte de Robin Williams!
En su vida real también fue un luchador. Durante
varios años, se enfrentó como un valiente a enemigos muy poderosos: el
alcoholismo y las drogas. Y como si fuese poco, le diagnostican el mal de Parkinson.
¡Oh qué enemigos!
Por último, la depresión invade su corazón. Lo más
seguro es que hizo todo el esfuerzo humano para vencerla. Lamentablemente no
pudo. Creyó que podía acabar con su angustia quitándose la vida; una decisión
difícil, pero, equivocada.
No cabe la menor duda, de que este famoso personaje
tenía un corazón noble. Ningún actor
puede representar tantos papeles motivadores como Robin Williams, si no hay
pureza en el corazón. Así lo han declarado de una u otra forma, todos aquéllos
que conocieron a Robin. ¡Qué Dios te guarde siempre Robin Williams!
No hay ninguna persona que no sea vulnerable a la
depresión. Este es un mal muy propio de esta época moderna, saturada de
sofisticada tecnología; a tal punto que los seres humanos han perdido un poco
–para no decir casi todo- ese toque humano, de nobles sentimientos, que debe
adornar el corazón, valorar a la familia y acercarnos más a Nuestro Creador.
Lo normal es que la depresión así como llega, sin que
nadie la desee, se aleje; si persiste durante muchos días o viene con más
frecuencia, se convierte en un mal crónico. En este punto la persona que la
padece debe estar alerta, de manera tal que no incida negativamente en su
mente.
La unidad familiar implica que los miembros de la
familia deben apoyarse y cuidarse. Nunca deben faltar las expresiones de
cariño. A veces las personas se dejan vencer por la depresión y la angustia,
porque se sienten solos, sin cariño.
El amor vence cualquier enfermedad. Nunca olvidemos
que nada puede estar completo en este mundo terrenal, si no incluimos a Nuestro
Señor Jesucristo, en la vida cotidiana.
Haga una oración de Fe todos los días. Cuéntele sus problemas y pídale a
Dios la fuerza necesaria para vencer la tristeza, la soledad, la depresión o la
angustia que invade su corazón.
Por:
Eric Enrique Aragón
Eric Enrique Aragón