jueves, 8 de septiembre de 2011

Plaza 5 de Mayo, sitio turístico (ciudad de Panamá)



Reportaje realizado por la estudiante Luz Enríquez, quien cursa la carrera de técnico en administración, en un instituto de enseñanza profesional. Además, esta dinámica joven de 22 años, labora como policía municipal, en la ciudad de Panamá.

La Plaza 5 de Mayo, es un sitio turístico muy visitado tanto por extranjeros como por nacionales. Ésta se encuentra ubicada al final de la vía peatonal, frente al Museo Antropológico Reina Torres de Araúz; en todo el centro de la ciudad de Panamá (avenida Central).

Siempre se observa una gran cantidad de indígenas sentados en la plaza. La mayoría procede de la comarca Kuna Yala.

Es común ver a los Kunas viviendo en los corregimientos de Santa Ana, Chorrillo y Calidonia –lugares próximos a la Plaza 5 de Mayo-.

Lo cierto es que estos grupos autóctonos, se han convertido en parte del atractivo turístico.

Bajo la administración del alcalde Bosco Ricardo Vallarino C., se restauró la plaza.

Entrevista

El señor Reinaldo Rodríguez, jubilado de la Policía Nacional, me contó que la Plaza 5 de Mayo, se hizo en honor a los miembros del Cuerpo de Bomberos, que perdieron la vida en cumplimiento de su deber, en aquel triste incidente ocurrido en la madrugada del 5 de mayo del año 1914 (hecho conocido como El Polvorín).

En esta fecha, la ciudad de Panamá, amaneció encendida producto de una gran explosión, ocurrida en el depósito de explosivos que estaba ubicado en esos años, en la parte trasera del Casino (área donde actualmente está la vía Bolívar y el hospital Santa Fe).

Igualmente, mis compañeros de trabajo me informaron que la Plaza 5 de Mayo, es muy visitada por turistas.

Experiencia

Desde que supe esta historia, yo como panameña y policía municipal, me sentí muy afectada por tal evento.

Cada vez que veía a una persona sentada en las bancas, le narraba la historia del Polvorín; y les decía: que como un acto de respeto hacia los bomberos caídos, no se sentaran encima del monumento ni arrojaran basura en este lugar.

Siento que como panameña tengo el compromiso de hacer respetar y cuidar los monumentos y sitios históricos de nuestro país, PANAMÁ.



jueves, 1 de septiembre de 2011

Juventud marginada, aprende a saltar la barrera

En todos los países del mundo, sobre todo en aquellos que están en vías de desarrollo, existen comunidades muy pobres; carentes de todo lo necesario para llevar una vida digna, tal como se establece en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Abundan los barrios llenos de malos ejemplos: drogas, prostitución, pandillerismo, sicariato, agresividad, alcoholismo, familias desintegradas, etc. Lo más triste de este panorama es que los niños y jóvenes –cuyo número se multiplica vertiginosamente- quedan atrapados en un gran hoyo negro o círculo vicioso del cual muy difícilmente saldrán. Incluso, muchos no llegarán a los 25 años, ya que el ambiente delictivo se los impedirá.

¡Este mansaje es para ti joven, que vives en estos barrios marginados! ¡Tú puedes cambiar de vida! ¡Tú puedes SALTAR LA BARRERA que te impide ver otro mundo mejor! Un mundo hermoso y sublime que espera por ti. Un lugar donde no tendrás que esconderte de los policías ni de los que te quieren hacer daño; porque tu vida será diferente: conseguirás un empleo, que te permitirá ganar el dinero honradamente y desarrollar las habilidades que Dios te proporcionó; formarás una linda familia en un ambiente sano y seguro; estarás siempre en paz contigo y con los demás; todo mundo te respetará, como tú a ellos; en fin, siempre habrá un lindo amanecer para ti, donde Dios estará contigo.

¿Qué tiene que hacer? Algo que no es complicado para ti. Elevar la mirada al cielo y pedirle a Jesús la sabiduría necesaria, para que puedas ver la vida de otra forma. En otras palabras, tengas la capacidad para entender que practicar lo malo te trae desdicha y dolor. Un millón de veces es mejor caminar por el sendero correcto.

Aprovecha las oportunidades que te presente la vida. Siempre existen, aunque sea una sola vez. Pídele a Dios en oración, la sabiduría para reconocer la oportunidad cuando toque tu puerta; y la fuerza de voluntad para no dejarla escapar. Si tienes la oportunidad de estudiar o capacitarte para conseguir un trabajo, entonces ¡Aprovéchala! O sal a buscar un trabajo (no te dejes vencer nunca). Y cuando te den el trabajo –no importa si es sencillo y ganas poco dinero- agradécele a Dios y esmérate en hacer tu labor con honestidad, disciplina, puntualidad, responsabilidad, eficiencia y entusiasmo… Cree en tu potencial, en tus buenas cualidades, en tus habilidades y llegarás muy lejos.

¡Y no olvides! Ahorra dinero para mudarte a un lugar mejor, se honrado y trabajador, administra bien los ingresos, ama a tu familia y enséñale buenas costumbres a tus hermanos, practica la Fe Cristiana… Siempre camina con integridad. ¡Dios siempre estará a tu lado, en todo momento!



Por: Eric Enrique Aragón 1 de septiembre de 2011

El día que se perdió el pato…

La tía María, como todos le decíamos, andaba desesperada, gritando… ¡Qué alboroto había hecho ese día…! Miraba de un lado a otro… Cualquiera pensaría que buscaba al “nieto recién nacido…” Sin embargo, no era un ser humano lo que con tanto afán buscaba. Seguía gritando cada vez con más fuerza: ¡Esteban…! ¡Esteban…! ¡Esteban…! ¡Adónde estás! Pueden creer que se trataba de un pato. ¡Por supuesto…! No era cualquier pato… “Era su pato”.

Como ella decía: "Esteban es mi pato preferido. "Siempre anda detrás de mí y un día de estos me va a hablar, y cuando eso ocurra no sé qué le voy a decir".

Era una pequeña casa de madera, sin mucha estética. Tenía la forma de una figura cuadrada. Apenas se cruzaba la puerta de entrada, se veía una pequeña sala y después seguían varios cuartos: uno al lado del otro y en el centro un pasillo. En total cuatro cuartos. Al final, el quinto cuarto que abarcaba todo el espacio y se utilizaba como depósito. Éste tenía una puerta de salida hacia la parte trasera de la casa.

A lado de la casa -mirándola de frente, hacia la derecha- un rancho de paja, abierto por todos los lados, que se utilizaba como cocina. Realmente, la cocina consistía en dos fogones, que usaban tres grandes piedras cada uno. El combustible era la madera seca, la cual se encendía echándole un poco de querosín. Ahora recuerdo –pues, tenía cinco años de edad- entre el rancho de paja y la casa, colocaron un techo de zinc, e hicieron un piso de cemento, para usarse como comedor –también estaba abierto, sin puertas-.

Enfrente de la casa estaba una quebrada, que la tía María utilizaba para lavar los platos; incluso, también, la ropa. Con este propósito se colocó en el lugar más adecuado, un techo de zinc y unas piedras de cierto tamaño, que servían como asiento a las personas que estuviesen allí lavando. La quebrada no estaba muy lejos de la casa, quizás a unos 30 metros.

Igualmente, la casa estaba rodeada por grandes árboles, cuyo dolor de cabeza para mí, era el montón de hojas que se desprendían - más en la época seca- que yo tenía que recoger todos los días. Había árboles de todas clases, desde frutales (naranjas, guabas, tamarindo, cocos y otros); hasta aquellos usados para sacar madera, como el Roble, Cedro y otros. Me encantaba ver estos árboles por ser de gran altura…

Antes de llegar a la quebrada, que ya mencionamos, había varias cuerdas de alambre delgado, amarradas entre dos árboles, que se usaban como tendedero de ropa. La casa –realmente era una finca- tenía grandes extensiones de terreno hacia atrás. En éstos se apreciaban corrales (lugares destinados a los animales), con cercas de alambre de púas o de una especie de bambú muy resistente. Había un corral para cada especie de animales o de aves; tales como, las vacas, cerdos, caballos, gallinas y patos.

Algunas gallinas, gallos y patos, al igual que un par de cerdos y veteranos caballos, andaban libremente. Éstos siempre permanecían cerca de la casa… Realmente eran los que alegraban todo el ambiente, con sus diferentes ruidos… Y no podía faltar el mejor amigo del hombre: un par de perros ordinarios, de color marrón claro, más parecido a los tinaqueros, que avisaban cuando venía un visitante –siempre los había-; igualmente, cuidaban a los animales que estaban en la casa, de la presencia de los zorros, culebras, gavilanes, tigrillos o de cualquier otro animal indeseable.

Todos los días al amanecer, los residentes de la casa se despertaban con el alegre canto de los gallos. A las seis de la mañana, tanto los miembros de la familia, como los animales domésticos esperaban el desayuno. Algunas veces había uno que otro animal que se aventuraba a exigirle a la tía María, el desayuno. El caballo viejo era uno de estos animales que a veces le empujaba la ventana de su cuarto. Todos ellos andaban siempre detrás de la tía. Pero, uno de los preferidos por ella, era precisamente el pato Esteban. Nombre que sacó de una radionovela.

Además de la tía María –la protagonista de este relato junto a su fiel pato- cuya edad rondaba los 48 años, aproximadamente; estaba el esposo, un señor de unos setenta años, trabajador y fuerte como un roble, a quien todo mundo llamaba “Tatica”. Un nieto de unos quince años, que trabajaba a la par de los adultos en las labores de campo. También, los acompañaba un muchacho de origen indígena, que servía como mozo. Al igual que la mamá de la tía María, a quien todos llamábamos cariñosamente “Mamita”. Y por último me encontraba “yo”, el que recuerda esta historia, situada en el año 1966, en un pueblo muy lejano (apenas tenía cinco años de edad).

- Si uno de ustedes votó a Esteban... ¡Nadie desayunará hoy! … –Expresaba la tía María.

-Yo sé que no lo quieren, porque le gusta subirse a las camas. Pero “es mi animal y yo lo estimó mucho”. ¡Creen que yo no los escuché hace unos días, decir: que lo (el pato) iban a llevar lejos, a la montaña…! (palabras de la tía María).

Ese día fue tal el alboroto que formó la tía María, que nadie fue a trabajar; pues, todos se sumaron a la búsqueda del famoso pato. Hasta los otros animales se veían desesperados buscando, también, a Esteban; sobre todo, los perros tinaqueros –grandes amigos del pato.

- ¡Por estar metiéndote en las ollas te pasó esto…! ¡…Qué voy a hacer sin ti…! ¿Por qué, Dios mío, te llevaste a mi compañero Esteban? -Gritaba desconsolada la tía María- al encontrar el pato después de tantas horas de búsqueda, sin vida dentro de una enorme olla, usada para sancochar plátanos y otras verduras, que por alguna razón se volteó cuando el pato se metió dentro de ella.

¡Bueno…! Durante unos días todos extrañamos al pato, sobre todo, la tía María.
Al cabo de un mes todo volvió a la normalidad… ya nadie mencionaba a Esteban… Tal vez para no herir a la tía María que todos apreciábamos mucho…

¡Definitivamente que la comida mató al pato…!


Por: Eric Enrique Aragón
1 de septiembre de 2011

Los sobresaltos de la gente común

Pertenecer a la clase pobre o de pocos recursos económicos, significa ser esclavo de los sobresaltos –temor o susto repentino- producto del diario vivir.

Aunque no es una emoción propia de la clase más débil; también, afecta a la gente con más ingresos. No obstante, los seres humanos comunes son los que más angustias y penalidades padecen, precisamente, por la escasez de dinero. Éstos representan la mayoría de la población de un país.

Por ejemplo, la mamá que está preocupada, porque el maestro le dijo a su hijo, que llevara ciertos materiales, para utilizar en el aula de clases. Ella sabe que hay educadores a quienes no les importa la condición socio-económica del alumno; y sencillamente, evaluarán negativamente a los que no cumplan con los materiales solicitados. ¡Lamentable! Los niños cuyos hogares están escasos de todo, ven la escuela como un oasis en el desierto y a los maestros, como aquellos padres que quisieran tener.

¡Nuevamente! La mamá angustiada, porque no tiene ni siquiera café, para darles a sus hijos. O porque tendrá que decirle al niño que hoy no puede ir a la escuela, por falta de monedas, para pagar el transporte.

Por otro lado, los vecinos que están pensando, a quién le pedirán el día de hoy, algo de dinero para ir al trabajo o para comprar la comida; pues, se quedaron sin plata y el cobro de la quincena, aún está lejos. Y falta mucho más todavía… El pago del alquiler o del préstamo hipotecario; el pago del recibo de la luz y del agua, etc. Y estas personas tienen un trabajo fijo –ganan poco, pero, cuentan con algo-. El estado de las personas que han perdido su empleo o cuyos ingresos han mermado, es aún más grave…

Casi todos los días las personas corrientes están sometidas a mucha presión y a las fuertes emociones, tales como: la ansiedad, la angustia, la frustración, la melancolía, y en casos extremos, se puede llegar a la depresión crónica.

Por lo tanto, no debe ser difícil entender -frente a este panorama- porque muchos individuos se hacen amigos del alcoholismo, realizan acciones indebidas, envejecen prematuramente, atentan contra la vida de terceros o contra la propia existencia…

Creer que los sobresaltos del día a día, van a desaparecer, sería un gran engaño. Tal vez en otra vida desaparezcan… ¡En nuestra existencia terrenal jamás! A las personas comunes, como usted o como yo, siempre nos acompañarán los sobresaltos. Nunca cesarán mientras tengamos un aliento de vida. De modo tal, que debemos forzosamente, acostumbrarnos a convivir con ellos.

Lo que si le puedo aseverar (y hasta me atrevería a jurar), es que cuánto más tranquilidad tengamos frente a los problemas, más claridad mental tendremos para analizar las posibles alternativas de solución… ¡Siempre están cerca!







Por: Eric Enrique Aragón
12 de mayo de 2011

Israel, tierra de latinos y anglosajones

Indudablemente, la población nativa de este país del Cercano Oriente, no tiene ninguna característica racial, cultural o lingüística, que se relacione con los latinos y anglosajones de América.

La población hispana y anglosajona del continente americano, en su mayoría asiste con bastante regularidad –como señal de fe- a las iglesias más populares, las católicas y protestantes, que están ubicadas en su mayoría a lo largo y ancho de este continente; hasta en el pueblito más recóndito de la montaña.

La doctrina de estos templos religiosos se basa en la creencia monoteísta. Es decir, que creen y adoran al Dios que se les apareció por primera vez a Abraham, Isaac y Jacob –los padres de la nación israelí-. Y también, creen y hacen lo posible por vivir de acuerdo a los mandamientos dados por Dios Yahveh a Moisés, a los profetas y a los evangelistas. Sobre todo, los cristianos aceptan la obra de sacrificio y salvación, realizada por el Hijo de Dios, Nuestro Señor Jesucristo, quien desde la Tierra Santa –hoy Israel- mandó el mensaje de salvación a la humanidad pecadora.

Entonces, los latinos y anglosajones, desde el punto de vista de la fe religiosa, si tienen un vínculo tan fuerte como los israelíes, con la Tierra Sagrada. En consecuencia, los latinos y anglosajones que creen en el Dios Yahveh y en la doctrina cristiana, se ven obligados a respetar y defender al Estado de Israel, contra todos los ataques que a nivel mundial se hagan, con el único propósito satánico de destruir el origen de la fe cristiana.

Para este fin malévolo, de acabar con la fe monoteísta y cristiana, porque de esto trata el asunto (obra de las fuerzas oscuras); buscan toda clase de argumentos y teorías, que han logrado confundir a los latinos y anglosajones que creen en el Dios que manifestó su grandeza y misericordia al mundo entero, por medio de la nación judía.

La gente de Israel no se diferencia de los demás habitantes del mundo. Tienen las mismas necesidades físicas, económicas, sociales religiosas, como los pobladores de México, Estados Unidos, Centroamérica, Venezuela, Colombia, Perú, Panamá y el resto de países americanos, europeos, asiáticos y africanos.

A pesar de ser un pueblo sufrido, como resultado de las humillaciones, calamidades y ataques –durante milenios- los israelíes en su mayoría son personas amables y cariñosas; dedicadas al trabajo, a la familia y a Dios. ¡Y por cierto! Se llevan muy bien con sus primos árabes con quienes compartían mucho, cuando eran nómadas, sin tierra ni patria.

¡Por supuesto! El hecho de que el Dios Yahveh, los haya predestinado para que extendieran la fe, la esperanza y el amor por todo el planeta, por medio de sus profetas y la colosal obra de amor y salvación, de Nuestro Señor Jesucristo: los colocó en la mira de los enemigos de Dios, llámense: politeístas, ateos, adoradores del mal, engañadores; dictadores, izquierdista y terroristas.

Para los cristianos en el continente americano, debe quedar claro que Israel es la Tierra Sagrada, por donde caminaron el mismo Dios Yahveh, Jesucristo y su ejército de ángeles. Además, es la tierra que originó la religión monoteísta; por tanto, es obligación moral y de fe, que todos los creyentes en el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, conozcan más a los israelíes y contribuyan de una u otra forma a la protección del Estado de Israel, aunque sea con las oraciones –que realizadas con fe harán un buen efecto-. Nos referimos a los católicos, protestantes, anglicanos, ortodoxos, musulmanes y a todos los que profesan la fe en el Dios de Israel, creen en su hijo Jesucristo y en los evangelios.

El Dios de Abraham, Isaac, Jacob y de todos los cristianos del mundo, dijo así:
“Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspire, delante de ti caerá…”
Estas palabras revelan el amor eterno de Dios hacia Israel. Antiguo Testamento, libro de Isaías, cap.54.



Por: Eric Enrique Aragón
26 de julio de 2011