Desde la antigüedad de una u otra forma se le ha dado suma importancia al cuidado de la salud, tanto mental como física. Por ejemplo: los griegos practicaban muchos ejercicios físicos, como factor esencial para el desarrollo de las habilidades, sobre todo para la guerra.
¡Bueno! Las olimpiadas que celebramos en la actualidad y que nos permiten deleitarnos con las fenomenales destrezas físicas de los jóvenes atletas, tuvieron su origen en la Antigua Grecia. Igualmente, en el imperio más grande y duradero que ha tenido la humanidad –casi 400 años- El Imperio Romano, también se destacaba el estudio del cuerpo y la mente, como decían ellos “Mens sana In corpore sano”.
Este tema es como aquella persona que sabe dónde están las herramientas apropiadas para trabajar, pero, no las utiliza, porque tendría que hacer un mayor esfuerzo… ¡Y no quiere…! Prefiere la vida fácil aunque sacrifique la buena salud…
Seleccionar los alimentos diariamente para toda la familia es importante. Los alimentos adecuados previenen enfermedades del corazón, de los riñones, problemas respiratorios, fortalecen los huesos, mantiene el sistema defensivo del cuerpo en óptimas condiciones, reducen la pereza, el cansancio, la anemia. Mejoran el rendimiento mental de las personas, en el trabajo y de los niños y jóvenes estudiantes. Asimismo, influye aunque esto no se percibe tan claramente, en los niveles de optimismo con que el ser humano debe enfrentar los problemas día a día.
Algo que no se debe tomar a la ligera es que no se requieren grandes sumas de dinero para tener una buena alimentación. La gente pobre, con pocos recursos económicos puede comprar alimentos que no cuestan mucho y son nutritivos.
Por ejemplo: ¿Quién no puede comprar huevos de gallina, avenas, cremas de maíz y plátano, verduras, frutas como el guineo, leche, yuca, tortillas de maíz, tomar mucha agua; evitar excesos de condimentos, hacer una buena sopa con verduras frescas una vez a la semana. Y en algún momento –a veces es costoso- conseguir pescados, mariscos y demás alimentos del mar.
¡Claro! Todos estos alimentos los debe escoger frescos y con buen olor; y si come en los restaurantes de la calle, entonces escoja los más aseados y que cocinen en forma saludable. Y no tienen que ser de lujo... Busque los populares, siempre hay magníficos restaurantes. Todo esto debe combinarse con moderados ejercicios físicos, como correr, caminar, y otros apropiados a la edad. Y no menos significativo es el descanso físico. Mucha gente trabaja duro, lo sabemos; no obstante, debe aprovechar cualquier oportunidad para dormir… Para mí lo más importante es la salud espiritual y emocional; ya que nos proporcionará la fuerza para vivir con entusiasmo día a día, es decir, la poderosa MOTIVACIÓN. ¿Cómo lograr esto? ¡Fácil! Lea los buenos escritos en los periódicos y revistas, busque temas educativos en la Internet, lea libros de motivación, frases, adagios, etc. Siga los buenos ejemplos de la gente que lo rodea. Ame y dedíquele tiempo a su familia; visite lugares al aire libre, aprecie la naturaleza y respétela; observe el mar, el atardecer y el alba; practique la oración a Jesús…
Me atrevo a asegurarle que si usted practica gran parte de estos consejos: su vida será mejor…
Por: Eric Aragón
1 de octubre de 2010