martes, 6 de abril de 2010

Juventud Rebelde


Reflexión.

Hace unos días se detuvo a una persona que tenía en su poder un arma de fuego, sin la debida autorización exigida por las autoridades panameñas. Sin embargo, lo grave de esta situación es que se trata de un menor de edad -cursaba el noveno grado-, y cuyo decomiso del arma se hizo en el aula de clases.

Se da cuenta usted, estimado lector, de lo alarmante de este hecho, y que, irónicamente, la sociedad panameña se está acostumbrando a ver eso como algo normal. ¿Y por qué lo digo? ¡Porque de los debates sobre el tema no pasamos! No nos sentimos aludidos, pues, no nos toca directamente. No hacer nada es uno de los peores errores que podemos cometer como sociedad.

En mi opinión, a veces nos orientamos más a resolver los demás problemas y no hacemos el esfuerzo en conjunto para enfrentar los problemas de la juventud panameña, sobre todo, los que se refieren a las pandillas, drogas y armas.

Todas las instituciones que componen el Estado, ya sean privadas, públicas, sociales, lucrativas, políticas, etc., giran en torno al ser humano; en otras palabras, son las actuaciones humanas las que perfeccionan las instituciones o entorpecen el desarrollo de éstas. Llámese Caja de Seguro Social, transporte público, partidos políticos, sistema educativo, y demás. Todo depende, desde mi punto de vista, en primera instancia, de la formación moral-cristiana, familiar y educativa que tengan los individuos que formarán y administrarán todas las estructuras que componen una nación.

Debemos darle gracias a Dios, porque hasta el momento nuestro país goza de una excelente estabilidad económica a nivel de la región latinoamericana y, hasta cierto punto, aunque muchos difieran, podemos aún transitar libremente por la mayoría de las calles del país, sin temor alguno. Esto no se puede hacer en ciertos países de América Latina.

Una fruta jugosa, un árbol fuerte y lleno de vida o un jardín hermoso, depende del cuidado que se le dé en sus primeros años de existencia, comenzando con el semillero. La juventud representa el semillero de la sociedad. Si queremos dentro de unos treinta años tener una sociedad podrida por las drogas, la criminalidad, la inmoralidad, la superficialidad, la destrucción del ecosistema, la falta de familias unidas, la inconsciencia y otros elementos más que vemos hoy día y que en el futuro harán miserable nuestra vida humana, entonces señores gobernantes, políticos, educadores, padres de familia, empresarios, ricos y famosos, ciudadanos: no hagamos nada... Pero, cuando veamos todo estos males, no nos quejemos, pues será demasiado tarde.

Recuerde que todavía -Gracias a Dios- estamos a tiempo y tenemos todos los recursos humanos y económicos para hacer una cruzada para mejorar nuestro mayor activo: la juventud panañeña, que tantos modelos de superación y moralidad.

Autor
Eric Aragón
Fuente:
Columna Opinión
fecha:24/05/2009

miércoles, 17 de marzo de 2010

¡ Para el que cree todo es posible !

Los buenos consejos ayudan, no cabe la menor duda… Pero no olvides que la solución de nuestros problemas, está dentro de nosotros mismos. No te dejes engañar: “sólo tu serás responsable del camino que eliges…”.
Nadie podrá rendir cuentas por ti; procura, por lo tanto, vivir acertadamente, de acuerdo con tu conciencia.

¡Resuelve tu problema!

Comienza, pues, a partir de este momento. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy…
Ciertamente no puedes resolverlo todo de la noche a la mañana. ¡Pero comienza ya! Y si fracasas de nuevo, no te desanimes, vuelve a comenzar cuantas veces sea preciso…

Cada uno es responsable de sus actos. No te desanimes por lo que hacen o dicen los demás… ¡Sigue! ¡Adelante…! ¡…Aunque todo te salga mal, no te desanimes...!
Continúa sin desanimarte, porque eres el único responsable de tus actos.

¡Tú puedes vencer todos los problemas, si quieres…!
Modifica tu modo de pensar, para que tu salud sea firme y estable.

Deja de quejarte de tus dolencias y fracasos.
Éstos aumentan a causa de nuestros pensamientos negativos.

Rechaza lo negativo.
Aprende a descansar la mente.
Una mente cansada no puede pensar bien.

El pensamiento es la mayor fuerza humana que existe sobre la tierra…
¡No te dejes sugestionar por palabras y pensamientos negativos…!
Siempre existe una solución para cualquier problema que tengamos, por más difícil y complejo que parezca.

PIENSA POSITIVAMENTE, PARA ATRAER SÓLO PENSAMIENTOS POSITIVOS DE PAZ Y PROSPERIDAD…

Marcha con la cabeza firme, confiada y sonriente… ¡Y todos confiarán en ti…!
Proyecta fuerza y entusiasmo, incluso, con los movimientos de tu cuerpo.

Cuando te asalte la duda, permanece con el corazón firme y con el deseo de luchar hasta el fin…
Si la ofensa y la calumnia te hieren, no te lamentes inútilmente, dedícate a trabajar…

Procura dar lo más que puedas:
Una buena palabra
Una sonrisa
Un gesto de estímulo
Un pensamiento generoso…
Y sentirás en tu corazón una gran verdad:
“…Es mucho mejor dar que recibir…”

¡ Sé fuerte! ¡No te dejes vencer por la adversidad, ni por la enfermedad, ni por el dolor… !

lunes, 1 de marzo de 2010

El éxito está en tus manos


Tú puedes alcanzar cualquier meta…

El éxito no necesariamente es poseer abundantes bienes materiales o cuentas bancarias. Tener abundancia material no es malo, si es producto del trabajo y de todo lo positivo y correcto que pueda proyectar una persona. Mas si usted no tiene riqueza económica, igual, puede ser una persona exitosa y vivir en paz diariamente con usted mismo y con los demás.

El éxito va más allá del simple materialismo. Se trata de sentir una satisfacción inmensa en nuestro interior, después de alcanzar un objetivo, realizar una tarea por muy pequeña que sea o llegar a una meta, después de trabajar duro y vencer todas las adversidades que tengamos en el camino.
Éste (el éxito) puede sentirse todos los días cuando hacemos cosas positivas en nuestro hogar, ambiente de trabajo, comunidad; cuando caminamos o corremos por la Cinta Costera, leemos un buen texto, tratamos a la gente con respeto y cortesía, le dedicamos tiempo a los hijos.
El éxito puede estar a la vuelta de la esquina y darnos muchas satisfacciones diariamente, si lo deseamos y estamos dispuestos a trabajar y sacrificarnos por alcanzarlo…
Debemos relacionar el éxito con la felicidad y paz espiritual que se siente, cuando logramos culminar algo que habíamos propuesto, no importa si parece una meta sencilla. Debemos tener siempre presente que lo que puede ser insignificante para una persona, para otra es importante: como regalarle una sonrisa sincera a un niño, ayudar a un necesitado, terminar un tarea asignada en el trabajo, realizar una acción que conlleve esfuerzo y honestidad; manejar una situación difícil con la pareja, los hijos o compañeros de trabajo que pudo terminar en un grave problema de relaciones humanas; como, también, planear y alcanzar un título universitario o ingresar a un colegio nocturno con el firme propósito de culminar la secundaria; mejorar los ingresos de un negocio, financiar la casa propia –no majestuosa-, pero, si en un buen lugar de acuerdo a nuestro nivel económico…
El éxito es igual a la felicidad que siente un joven estudiante, cuando gana una buena calificación, después de estudiar duro o terminar un trabajo que le costo mucho esfuerzo y algunas veces con limitaciones económicas. El niño que siente inmensa alegría cuando sus padres le permiten jugar con sus amiguitos... O un bebé que experimenta el amor y las caricias de sus progenitores...

En fin, el éxito es lograr metas que nos propongamos diariamente -a mediano o largo plazo-; pueden ser materiales, espirituales, familiares, sociales, pero, se trata de sentir satisfacción por algo que se logró y que lo hicimos utilizando nuestra imaginación, creatividad, inteligencia, conocimientos, y cuánto más esfuerzo hagamos, más valor le daremos a lo obtenido, no importa si se trata de algo grande o pequeño, pero, igual vamos a sentir satisfacción y paz espiritual, y aumentaremos nuestro valor (auto-motivación).

Por último, lo más espectacular del éxito, es que no pertenece a ninguna clase social ni económica; sino, que está al alcance de todos los seres humanos, sin ninguna distinción ni impedimento físico: basta con proponérselo y estar dispuesto a dar todo el esfuerzo necesario para obtenerlo.




 
Autor:
Eric Enrique Aragón








lunes, 1 de febrero de 2010

Actuando contra el cambio climático: Unidos en la acción

Algunas consecuencias del Cambio Climático:
1. Incremento de la temperatura (calentamiento global).

2. Aumento del nivel del mar por efecto del deshielo y alteraciones en el patrón pluvial (más lluvias en algunas zonas y más sequía en otras).

3. Ecosistemas como los corales, los polos, la tundra, los bosques boreales, los montes y las regiones mediterráneas se verán inevitablemente afectados; así como los océanos y los ecosistemas marinos en general y los recursos pesqueros.

4. Además del calentamiento global, el cambio climático implica cambios en otras variables como las lluvias globales y sus patrones, la cobertura de nubes y todos los demás elementos del sistema atmosférico.

5. A esta velocidad de modificación del clima, la productividad agrícola será afectada significativamente –sobre todo en países pobres-.

¿En quién recae la responsabilidad principal de proteger el clima mundial?

Todos nosotros los seres humanos que vivimos en este planeta- debemos actuar contra el cambio climático: Unidos en la acción.

"Lo que tenemos que hacer ya"

1. No tire la basura en la calle, ríos, quebradas ni en el mar

2. Utilice moderadamente los artefactos eléctricos

3. Mantenga su vehículo en buen estado y camine cuando las distancias sean cortas

4. Siembre un árbol. No destruya la flora ni fauna

5. No contamine el aire con gases tóxicos

6. Apoye directa o indirectamente las organizaciones que protegen el ambiente

por:
Eric Aragón
7 de noviembre de 2009

El valor de la vida...

Los seres humanos, no importa cual sea su origen social, económico o cultural, tienen algo en común: “todos están ocupados”. Algunos en las tareas propias de esta vida moderna, como lo es el trabajo, la escuela, atender a los hijos, pagar las cuentas, cumplir con los compromisos sociales… Y otros mortales, en ir al cine, al parque o de compras; estar con los amigos, ociosos, o sentarse a ver televisión todo el día; en fin, ya sea que hagan algo positivo o no, lo cierto es que siempre están ocupados.

Esta conducta que a veces nos conduce al estrés, confusión y agresividad es la normal hoy día. Sin embargo, pocos tienen el privilegio de darse cuenta a tiempo que menospreciaron todo aquello que verdaderamente tiene valor y que es lo único que le puede ofrecer al ser humano una mejor existencia.

Por ejemplo, pasar más tiempo compartiendo momentos agradables con los hijos, con la familia, hacer una oración a Jesús al acostarnos y al levantarnos; cuidar más la salud, caminar, ser amable con la gente, regalar una sonrisa, ayudar a un necesitado, etc.

Muchas personas cuando están al borde de la muerte, o la vejez les ha llegado, o han tenido serios fracasos familiares, o han sufrido accidentes graves, se dan cuenta que hicieron mal… Lamentablemente, para muchos será demasiado tarde…

¡Usted todavía está a tiempo de rectificar su conducta… Hágalo antes de que sea demasiado tarde…!