viernes, 7 de agosto de 2020

¿Por qué no bajan los contagios del Covid-19?

 

Después de varios meses de estar los gobiernos del mundo combatiendo la enfermedad con toda clase de medidas, incluyendo la cuarentena total, todo indica que el virus se fortalece más.

Algunos países motivados por una disminución de los contagios, se atrevieron a relajar las medidas y ahora enfrentan nuevos brotes. Igual relajamiento está pasando con las vacunas, que en lugar de tomarse con seriedad el asunto, pareciera que se trata más de una competencia entre las potencias.

Los contagios no bajan porque los gobiernos no están haciendo el trabajo como debe ser. La incapacidad administrativa, la deshonestidad y la política partidista adornan las acciones gubernamentales.

Para lograr resultados más consistentes en la batalla contra la Pandemia, deben conjugarse varios factores; ya que la enfermedad se fortalece con la pobreza, la indisciplina social y la incapacidad gubernamental.

Crear un frente común es fundamental para hacerle frente al virus. Todas las empresas, los grupos organizados de la sociedad civil, autoridades locales, líderes políticos y de barrios, iglesias, movimientos estudiantiles, personal de salud y el Gobierno como coordinador, deben unirse en torno a una gran estrategia nacional para atacar con todo a este poderoso enemigo de la humanidad.

No se logra un control real del Covid-19, porque cada quien va por su lado y así lo que se hace es facilitarle la propagación a la enfermedad. Los gobiernos se la pasan acusando a la población que deambula por la calle de ser la causante de los contagios, en lugar de analizar con sabiduría cómo se podría lograr una mejor distribución de las bolsas de comidas, bonos, atención médica y una reapertura de las empresas en forma ordenada y segura.

En la medida que se satisfagan las necesidades de la población, ésta saldrá menos a la calle y estará con mejor salud para sobrevivir a la enfermedad.

Los empresarios, aunque no les agrade la idea, tienen que sacrificar utilidades para ayudar a sus trabajadores, a las comunidades más vulnerables y a todos aquellos desempleados que necesitan ayuda.

Por otro lado, una gran cantidad de empresas no están cumpliendo al pie de la letra los protocolos de salud. Las mismas empresas deben tomar conciencia del grave problema, ya que una clase trabajadora enferma o fallecida, no le generará riquezas a ningún empresario.

Por más que lo nieguen los gobiernos: la política partidista, la ineficiencia administrativa y la deshonestidad si están presente en medio de la Pandemia.

Por: Eric Aragón

 

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