Después de varios meses de estar
los gobiernos del mundo combatiendo la enfermedad con toda clase de medidas,
incluyendo la cuarentena total, todo indica que el virus se fortalece más.
Algunos países motivados por una
disminución de los contagios, se atrevieron a relajar las medidas y ahora
enfrentan nuevos brotes. Igual relajamiento está pasando con las vacunas, que
en lugar de tomarse con seriedad el asunto, pareciera que se trata más de una
competencia entre las potencias.
Los contagios no bajan porque los
gobiernos no están haciendo el trabajo como debe ser. La incapacidad
administrativa, la deshonestidad y la política partidista adornan las acciones
gubernamentales.
Para lograr resultados más
consistentes en la batalla contra la Pandemia, deben conjugarse varios
factores; ya que la enfermedad se fortalece con la pobreza, la indisciplina
social y la incapacidad gubernamental.
Crear un frente común es
fundamental para hacerle frente al virus. Todas las empresas, los grupos
organizados de la sociedad civil, autoridades locales, líderes políticos y de
barrios, iglesias, movimientos estudiantiles, personal de salud y el Gobierno
como coordinador, deben unirse en torno a una gran estrategia nacional para
atacar con todo a este poderoso enemigo de la humanidad.
No se logra un control real del
Covid-19, porque cada quien va por su lado y así lo que se hace es facilitarle
la propagación a la enfermedad. Los gobiernos se la pasan acusando a la población
que deambula por la calle de ser la causante de los contagios, en lugar de
analizar con sabiduría cómo se podría lograr una mejor distribución de las bolsas de comidas,
bonos, atención médica y una reapertura de las empresas en forma ordenada y segura.
En la medida que se satisfagan
las necesidades de la población, ésta saldrá menos a la calle y estará con
mejor salud para sobrevivir a la enfermedad.
Los empresarios, aunque no les
agrade la idea, tienen que sacrificar utilidades para ayudar a sus
trabajadores, a las comunidades más vulnerables y a todos aquellos desempleados
que necesitan ayuda.
Por otro lado, una gran cantidad
de empresas no están cumpliendo al pie de la letra los protocolos de salud. Las
mismas empresas deben tomar conciencia del grave problema, ya que una clase
trabajadora enferma o fallecida, no le generará riquezas a ningún empresario.
Por más que lo nieguen los
gobiernos: la política partidista, la ineficiencia administrativa y la
deshonestidad si están presente en medio de la Pandemia.
Por: Eric Aragón
No hay comentarios:
Publicar un comentario