No cabe la menor duda de que las
redes sociales se han convertido en una gigantesca plataforma de información y
publicidad.
La Organización Mundial de la
Salud, científicos y médicos, al igual que los gobiernos, han utilizado las
redes sociales para suministrar información valiosa a millones de personas sobre
el Covid-19.
Por otro lado, ya no son los
medios de comunicación tradicionales los principales receptores de las
denuncias sobre corrupción y toda clase de actos delictivos, sino que ahora son
las redes sociales las ideales para que cualquier ciudadano, sin cortapisas ni
censura alguna, ponga las denuncias e imágenes en cuestión de minutos… el
único requisito es saber utilizar un celular.
Las redes sociales representan en
la actualidad el medio más poderoso para darse a conocer como profesional,
conseguir empleo, mercadear un producto o servicio, explotar comercialmente una
imagen, hacer fluir la información, interactuar con otras personas, hacer
política, incluso conseguir pareja.
La generación actual creció con
el internet, las redes sociales, las computadoras, las tablets, los celulares y
otros medios tecnológicos; la generación pasada que aún queda, debe aprender a
utilizar toda la tecnología moderna si desea ¨sobrevivir¨.
Pero no todo en las redes
sociales es de color blanco, hay una parte oscura que acecha a todas las
personas desde que entran a la red.
Los engaños, la información
alterada, las estafas, las imágenes falsas, la recopilación de datos de los usuarios de manera ilegal; el uso de estas redes por violadores, pedófilos,
asesinos, secuestradores y delincuentes en general, forman parte de todos los
peligros a los cuales se enfrentan diariamente los usuarios de las redes
sociales.
La tendencia de un gran segmento de la generación actual es resolver sus problemas económicos de la manera más fácil, sin esfuerzo ni trabajo. Muchos jóvenes no creen que el trabajo honrado es el único camino correcto para alcanzar las metas y se entregan a la vanidad .
Por ejemplo, comprar una casa,
adquirir un carro, viajar, tener muebles y otras comodidades, se pueden
conseguir con el trabajo honesto, administrando bien el dinero, el crédito y
con paciencia, ya que es un proceso a lo largo de los años; pero, cuando la
persona cumple sus 40 años de edad o un poco más, habrá llegado a muchas metas
y sentirá una gran satisfacción por sus logros alcanzados con sus propias habilidades o
talentos.
Se sentirá mil veces mejor que aquella persona
que consiguió todo de manera fácil; ya que lo fácil es efímero o trae
desgracias al final del camino e infelicidad por más que se diga lo contrario.
Los delincuentes muchas veces son
más inteligentes que la mayoría de los mortales. La gente presume su
preparación académica o su inteligencia, sin embargo, hay un elemento que
los domina que se llama vanidad¨.
La vanidad lleva a las personas a
desear todo lo que ven y a creer todo lo que les ofrezcan por las redes. Las
personas quieren conseguir dinero, bienes y comodidades sin trabajar ni
esforzarse.
Cuando aparecen en las redes ofertas de trabajo para modelaje, tómbolas que ofrecen dinero o una casa, trabajos donde van a ganar mucho dinero, hombres supuestamente millonarios que buscan pareja, o empresas que ofrecen muchas cosas y otras ¨ofertas super buenas¨, LA GENTE SE LO CREE, ni siquiera se toman el tiempo para investigar. Así es como los delincuentes obtienen datos de las personas, hacen que éstas vayan a determinado lugar para hacerles daño o estudian el comportamiento y ubicación de la familia entera. Hay tantas estafas, engaños y actos delictivos en las redes sociales, que se multiplican cada vez más, como resultado del descuido, la ignorancia y la vanidad que adornan a los usuarios.
Existe tanta información sobre el
modo de operar de los delincuentes cibernéticos, que parece irónico que los
usuarios de las redes sigan cayendo con estos engaños. La vanidad, la
ignorancia y el no me importa pueden más que la sabiduría.
Por: Eric Aragón