sábado, 24 de abril de 2010

Factores externos que no podemos controlar…

Recuerdo el caso de una persona que había planeado, con esmero y mucha fe, tomar una serie de cursos para aprender una lengua extranjera –específicamente el idioma inglés-; pues, estaba totalmente convencido de que aprendiendo lo necesario de esta lengua, podría tener más oportunidades de trabajo; sobre todo, como profesor o instructor en algunos centros de enseñanza del idioma inglés (nivel básico).

Esta persona investigó cada detalle de su plan: fecha de inicio, costo, horario adecuado, horas de estudio; en fin, hizo todo lo que se debe hacer para elaborar un buen plan, incluso prever algunas imprevistos, como por ejemplo, calcular que la fecha de pago del curso coincidiera con el ingreso de él como profesor (tiempo parcial) en un instituto que dicta cursos de técnico superior en administración, contabilidad, turismo, hotelería, etc.

¿Qué le pasó a esta persona optimista y con deseos de superación?

Le ocurrió la misma situación que les ocurre a todos los mortales… A veces no podemos controlar los eventos externos y éstos nos afectan… El pago que tenían que hacerle por sus servicios profesionales, no se le hicieron en la fecha indicada; siempre había un atraso en el pago. Ésta situación se consideró en el plan. Pero, no se podía saber que esta vez habría un problema financiero o administrativo, que ocasionaría problemas en los pagos a los profesores.

¡Imagínese la desilusión y frustración de esta persona que había hecho todo su esfuerzo y depositado su confianza en que todo le saldría bien! Y sencillamente perdió la inscripción, empezaron los cursos y el simplemente se quedo mirando desde lejos, como aquel que pierde la oportunidad a una vida mejor… ¡El dolor y la frustración que se siente es inmenso y agudo, cuando se desea la superación…!

¿Cuántos seres humanos han acabado con su deseo de luchar o de vivir por un fracaso que no se podía evitar?

¿Cuántos seres humanos se han tirado al abandono y a llevar una existencia sin valores, sin esperanza, sin metas, por algún evento negativo que les ocurrió y que realmente no podían evitar?

Siempre tengo presente las palabras de ese gran pensador y filósofo griego Aristóteles: “La mejor educación es la que te prepara para los tiempos malos…”

Debemos entender que somos simples mortales, que estamos sujetos a los ataques de muchos factores externos que no podemos controlar y ni siquiera, muchas veces, imaginar que ocurrirán.
Lo importante es cultivar e incrementar cada vez más la fortaleza interna de nuestro ser. ¿Cómo se logra esto? Practicando siempre la buena lectura, llevando una dieta sana, haciendo ejercicios físicos moderados al aire libre; practicando los buenos valores morales, fortaleciendo la unidad familiar, buscando siempre los buenos consejos, ejemplos y conversaciones positivas de superación… y lo más importante, la fe Cristiana.

Si no entendemos ni aceptamos que a veces estaremos abajo y otras veces arriba; que los proyectos saldrán bien y otras veces mal; que a veces ganaremos y tras veces perderemos; que a veces estaremos tristes y otras veces alegres; en resumen, si no aceptamos que la vida está llena se altibajos y sinsabores y no aprendemos a vivir con estos factores negativos, entonces, si estaremos en problemas serios. Necesitaremos con urgencia un cambio radical de nuestra forma de ver la vida…

Lo importante es fortalecer nuestro ser interior y que nuestro modo de ver la vida sea siempre con optimismo…

Autor:
Eric Aragón
24 de abril de 2010

martes, 6 de abril de 2010

La crueldad contra los niños

Eric Aragón
PROFESOR

La grabación presentada por Telemetro Reporta, el día martes 21 de julio del presente año, en la que se muestra cómo un hombre agredía físicamente a un niño, de aproximadamente tres años de edad, revela una diabólica escena que viven los niños y adolescentes a diario, a lo largo del país. Actos de crueldad físicos y emocionales, protagonizados, no sólo por un padrastro –como es el caso citado aquí- sino, también, realizados por tíos, sobrinos, hermanos mayores, conocidos, y por los propios progenitores.

Este caso se hizo público, gracias a la intervención inmediata de algún vecino, que con sabiduría y prudencia supo utilizar una tecnología tan valiosa, como lo es la cámara del celular, para filmar tan aberrante acción. Persona desconocida para el resto de los nacionales; sin embargo, para ese niño fue su ángel de la guarda.

La participación ciudadana es vital para frenar los actos delictivos y sobre todo el maltrato infantil. Pero, aún existe el dilema: … ¡lo hago o no lo hago…! Y con justa razón. Primero, por temor a las represalias; y segundo, por los procesos legales que exponen a los testigos y no sancionan a los culpables. Se ha visto muchas veces que en pleno proceso legal, los acusados amenazan a los testigos.

Todos los panameños debemos entender que no debe ser un dilema, alzar la voz para denunciar los actos violentos contra los niños, las mujeres y los ancianos; mas bien es un deber moral y cristiano. En ese momento nos convertimos en mensajeros de Dios y podríamos estar arrebatándole una vida inocente a la muerte.

Las leyes actuales le permiten a los ciudadanos denunciar cualquier acto delictivo e intervenir directamente, mediante la denuncia, cuando se observe a una persona maltratando a un menor de edad o llevándolo por caminos impropios (drogas, sexo, mendicidad, delincuencia, pandillerismo, etc,).

Les corresponde a las autoridades de policía, ofrecer charlas en las escuelas, hospitales, Juntas Comunales, empresas y a grupos organizados, sobre cómo usar la tecnología y los instrumentos que se tengan para dar la voz de alerta, en caso de amenaza delictiva; cómo prevenir o evitar todo aquello que atrae a los maleantes y ponerle difícil la realización de las maniobras delictivas. Así como la prudencia y sabiduría que se debe tener para denunciar un delito, sin que ello incida negativamente en el denunciante. Y no menos importante, estar seguro del acto sospechoso; pues debemos en todo momento respetar la “presunción de inocencia”.

Por otro lado, las autoridades judiciales deben ser más enérgicas en la aplicación de las penas, una vez que se ha comprobado la culpabilidad del imputado. Es común en la calle oír a la gente decir: “para que voy a denunciar… si a la vuelta de la esquina el maleante sale libre… y toma represalias contra mí o contra mi familia…”

Y esto está ocurriendo… ! No cabe la menor duda que un trabajo en equipo y coordinadamente, entre la comunidad, La Policía Nacional, las autoridades judiciales; y por supuesto, el apoyo de los educadores, padres de familia y los medios de comunicación; como lo ha hecho en este caso Telemetro Reporta, debe reducir significativamente, los niveles de criminalidad y el maltrato a los menores de edad y a la familia –base de la sociedad.

Fuente:
Diario El Panamá América
Columna Opinión
fecha:24/07/2009

aragon044@yahoo.com

Juventud Rebelde


Reflexión.

Hace unos días se detuvo a una persona que tenía en su poder un arma de fuego, sin la debida autorización exigida por las autoridades panameñas. Sin embargo, lo grave de esta situación es que se trata de un menor de edad -cursaba el noveno grado-, y cuyo decomiso del arma se hizo en el aula de clases.

Se da cuenta usted, estimado lector, de lo alarmante de este hecho, y que, irónicamente, la sociedad panameña se está acostumbrando a ver eso como algo normal. ¿Y por qué lo digo? ¡Porque de los debates sobre el tema no pasamos! No nos sentimos aludidos, pues, no nos toca directamente. No hacer nada es uno de los peores errores que podemos cometer como sociedad.

En mi opinión, a veces nos orientamos más a resolver los demás problemas y no hacemos el esfuerzo en conjunto para enfrentar los problemas de la juventud panameña, sobre todo, los que se refieren a las pandillas, drogas y armas.

Todas las instituciones que componen el Estado, ya sean privadas, públicas, sociales, lucrativas, políticas, etc., giran en torno al ser humano; en otras palabras, son las actuaciones humanas las que perfeccionan las instituciones o entorpecen el desarrollo de éstas. Llámese Caja de Seguro Social, transporte público, partidos políticos, sistema educativo, y demás. Todo depende, desde mi punto de vista, en primera instancia, de la formación moral-cristiana, familiar y educativa que tengan los individuos que formarán y administrarán todas las estructuras que componen una nación.

Debemos darle gracias a Dios, porque hasta el momento nuestro país goza de una excelente estabilidad económica a nivel de la región latinoamericana y, hasta cierto punto, aunque muchos difieran, podemos aún transitar libremente por la mayoría de las calles del país, sin temor alguno. Esto no se puede hacer en ciertos países de América Latina.

Una fruta jugosa, un árbol fuerte y lleno de vida o un jardín hermoso, depende del cuidado que se le dé en sus primeros años de existencia, comenzando con el semillero. La juventud representa el semillero de la sociedad. Si queremos dentro de unos treinta años tener una sociedad podrida por las drogas, la criminalidad, la inmoralidad, la superficialidad, la destrucción del ecosistema, la falta de familias unidas, la inconsciencia y otros elementos más que vemos hoy día y que en el futuro harán miserable nuestra vida humana, entonces señores gobernantes, políticos, educadores, padres de familia, empresarios, ricos y famosos, ciudadanos: no hagamos nada... Pero, cuando veamos todo estos males, no nos quejemos, pues será demasiado tarde.

Recuerde que todavía -Gracias a Dios- estamos a tiempo y tenemos todos los recursos humanos y económicos para hacer una cruzada para mejorar nuestro mayor activo: la juventud panañeña, que tantos modelos de superación y moralidad.

Autor
Eric Aragón
Fuente:
Columna Opinión
fecha:24/05/2009

miércoles, 17 de marzo de 2010

¡ Para el que cree todo es posible !

Los buenos consejos ayudan, no cabe la menor duda… Pero no olvides que la solución de nuestros problemas, está dentro de nosotros mismos. No te dejes engañar: “sólo tu serás responsable del camino que eliges…”.
Nadie podrá rendir cuentas por ti; procura, por lo tanto, vivir acertadamente, de acuerdo con tu conciencia.

¡Resuelve tu problema!

Comienza, pues, a partir de este momento. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy…
Ciertamente no puedes resolverlo todo de la noche a la mañana. ¡Pero comienza ya! Y si fracasas de nuevo, no te desanimes, vuelve a comenzar cuantas veces sea preciso…

Cada uno es responsable de sus actos. No te desanimes por lo que hacen o dicen los demás… ¡Sigue! ¡Adelante…! ¡…Aunque todo te salga mal, no te desanimes...!
Continúa sin desanimarte, porque eres el único responsable de tus actos.

¡Tú puedes vencer todos los problemas, si quieres…!
Modifica tu modo de pensar, para que tu salud sea firme y estable.

Deja de quejarte de tus dolencias y fracasos.
Éstos aumentan a causa de nuestros pensamientos negativos.

Rechaza lo negativo.
Aprende a descansar la mente.
Una mente cansada no puede pensar bien.

El pensamiento es la mayor fuerza humana que existe sobre la tierra…
¡No te dejes sugestionar por palabras y pensamientos negativos…!
Siempre existe una solución para cualquier problema que tengamos, por más difícil y complejo que parezca.

PIENSA POSITIVAMENTE, PARA ATRAER SÓLO PENSAMIENTOS POSITIVOS DE PAZ Y PROSPERIDAD…

Marcha con la cabeza firme, confiada y sonriente… ¡Y todos confiarán en ti…!
Proyecta fuerza y entusiasmo, incluso, con los movimientos de tu cuerpo.

Cuando te asalte la duda, permanece con el corazón firme y con el deseo de luchar hasta el fin…
Si la ofensa y la calumnia te hieren, no te lamentes inútilmente, dedícate a trabajar…

Procura dar lo más que puedas:
Una buena palabra
Una sonrisa
Un gesto de estímulo
Un pensamiento generoso…
Y sentirás en tu corazón una gran verdad:
“…Es mucho mejor dar que recibir…”

¡ Sé fuerte! ¡No te dejes vencer por la adversidad, ni por la enfermedad, ni por el dolor… !

lunes, 1 de marzo de 2010

El éxito está en tus manos


Tú puedes alcanzar cualquier meta…

El éxito no necesariamente es poseer abundantes bienes materiales o cuentas bancarias. Tener abundancia material no es malo, si es producto del trabajo y de todo lo positivo y correcto que pueda proyectar una persona. Mas si usted no tiene riqueza económica, igual, puede ser una persona exitosa y vivir en paz diariamente con usted mismo y con los demás.

El éxito va más allá del simple materialismo. Se trata de sentir una satisfacción inmensa en nuestro interior, después de alcanzar un objetivo, realizar una tarea por muy pequeña que sea o llegar a una meta, después de trabajar duro y vencer todas las adversidades que tengamos en el camino.
Éste (el éxito) puede sentirse todos los días cuando hacemos cosas positivas en nuestro hogar, ambiente de trabajo, comunidad; cuando caminamos o corremos por la Cinta Costera, leemos un buen texto, tratamos a la gente con respeto y cortesía, le dedicamos tiempo a los hijos.
El éxito puede estar a la vuelta de la esquina y darnos muchas satisfacciones diariamente, si lo deseamos y estamos dispuestos a trabajar y sacrificarnos por alcanzarlo…
Debemos relacionar el éxito con la felicidad y paz espiritual que se siente, cuando logramos culminar algo que habíamos propuesto, no importa si parece una meta sencilla. Debemos tener siempre presente que lo que puede ser insignificante para una persona, para otra es importante: como regalarle una sonrisa sincera a un niño, ayudar a un necesitado, terminar un tarea asignada en el trabajo, realizar una acción que conlleve esfuerzo y honestidad; manejar una situación difícil con la pareja, los hijos o compañeros de trabajo que pudo terminar en un grave problema de relaciones humanas; como, también, planear y alcanzar un título universitario o ingresar a un colegio nocturno con el firme propósito de culminar la secundaria; mejorar los ingresos de un negocio, financiar la casa propia –no majestuosa-, pero, si en un buen lugar de acuerdo a nuestro nivel económico…
El éxito es igual a la felicidad que siente un joven estudiante, cuando gana una buena calificación, después de estudiar duro o terminar un trabajo que le costo mucho esfuerzo y algunas veces con limitaciones económicas. El niño que siente inmensa alegría cuando sus padres le permiten jugar con sus amiguitos... O un bebé que experimenta el amor y las caricias de sus progenitores...

En fin, el éxito es lograr metas que nos propongamos diariamente -a mediano o largo plazo-; pueden ser materiales, espirituales, familiares, sociales, pero, se trata de sentir satisfacción por algo que se logró y que lo hicimos utilizando nuestra imaginación, creatividad, inteligencia, conocimientos, y cuánto más esfuerzo hagamos, más valor le daremos a lo obtenido, no importa si se trata de algo grande o pequeño, pero, igual vamos a sentir satisfacción y paz espiritual, y aumentaremos nuestro valor (auto-motivación).

Por último, lo más espectacular del éxito, es que no pertenece a ninguna clase social ni económica; sino, que está al alcance de todos los seres humanos, sin ninguna distinción ni impedimento físico: basta con proponérselo y estar dispuesto a dar todo el esfuerzo necesario para obtenerlo.




 
Autor:
Eric Enrique Aragón








lunes, 1 de febrero de 2010

Actuando contra el cambio climático: Unidos en la acción

Algunas consecuencias del Cambio Climático:
1. Incremento de la temperatura (calentamiento global).

2. Aumento del nivel del mar por efecto del deshielo y alteraciones en el patrón pluvial (más lluvias en algunas zonas y más sequía en otras).

3. Ecosistemas como los corales, los polos, la tundra, los bosques boreales, los montes y las regiones mediterráneas se verán inevitablemente afectados; así como los océanos y los ecosistemas marinos en general y los recursos pesqueros.

4. Además del calentamiento global, el cambio climático implica cambios en otras variables como las lluvias globales y sus patrones, la cobertura de nubes y todos los demás elementos del sistema atmosférico.

5. A esta velocidad de modificación del clima, la productividad agrícola será afectada significativamente –sobre todo en países pobres-.

¿En quién recae la responsabilidad principal de proteger el clima mundial?

Todos nosotros los seres humanos que vivimos en este planeta- debemos actuar contra el cambio climático: Unidos en la acción.

"Lo que tenemos que hacer ya"

1. No tire la basura en la calle, ríos, quebradas ni en el mar

2. Utilice moderadamente los artefactos eléctricos

3. Mantenga su vehículo en buen estado y camine cuando las distancias sean cortas

4. Siembre un árbol. No destruya la flora ni fauna

5. No contamine el aire con gases tóxicos

6. Apoye directa o indirectamente las organizaciones que protegen el ambiente

por:
Eric Aragón
7 de noviembre de 2009

El valor de la vida...

Los seres humanos, no importa cual sea su origen social, económico o cultural, tienen algo en común: “todos están ocupados”. Algunos en las tareas propias de esta vida moderna, como lo es el trabajo, la escuela, atender a los hijos, pagar las cuentas, cumplir con los compromisos sociales… Y otros mortales, en ir al cine, al parque o de compras; estar con los amigos, ociosos, o sentarse a ver televisión todo el día; en fin, ya sea que hagan algo positivo o no, lo cierto es que siempre están ocupados.

Esta conducta que a veces nos conduce al estrés, confusión y agresividad es la normal hoy día. Sin embargo, pocos tienen el privilegio de darse cuenta a tiempo que menospreciaron todo aquello que verdaderamente tiene valor y que es lo único que le puede ofrecer al ser humano una mejor existencia.

Por ejemplo, pasar más tiempo compartiendo momentos agradables con los hijos, con la familia, hacer una oración a Jesús al acostarnos y al levantarnos; cuidar más la salud, caminar, ser amable con la gente, regalar una sonrisa, ayudar a un necesitado, etc.

Muchas personas cuando están al borde de la muerte, o la vejez les ha llegado, o han tenido serios fracasos familiares, o han sufrido accidentes graves, se dan cuenta que hicieron mal… Lamentablemente, para muchos será demasiado tarde…

¡Usted todavía está a tiempo de rectificar su conducta… Hágalo antes de que sea demasiado tarde…!

Auto-motivación: herramienta poderosa para fortalecer su mente positiva...

AUTO-MOTIVACIÓN:
HERRAMIENTA PODEROSA PARA ELEVAR LA AUTOESTIMA...

Haga de la auto-motivación una práctica diaria para desarrollar una actitud mental positiva.
Millones de personas en el mundo, de todos los niveles sociales y económicos, padecen de problemas emocionales –sin excluir a la juventud- en menor o mayor grado; como resultado de una mala infancia o de los tantos altibajos de la vida cotidiana.

Algunas acciones que realizamos con frecuencia están influidas por estas emociones perjudiciales, que afectan nuestras relaciones laborales, familiares, escolares y sociales.

Si no se controlan estas emociones, ellas pueden causar mucho daño. Conducen al ser humano, por muy preparado académicamente que esté, a realizar actos que son dañinos para él y las personas que lo rodean. Su autoestima tiende a bajar y quizás sin darse cuenta, deja de luchar por sus ideales y por alcanzar una vida equilibrada, de paz mental.

La auto-motivación es una herramienta poderosa, que ayuda diariamente a llevar una mejor vida y a enfrentar los problemas cotidianos con una actitud mental positiva.

El fracaso nunca me derrotará si mi determinación para alcanzar el éxito es lo suficientemente poderosa.

El fracaso nunca me derrotará si mi determinación para alcanzar el éxito es lo suficientemente poderosa.


Los malos tiempos no perduran, pero, los hombres de temple, como yo, sí.

Si repito diariamente estos principios, pronto se convertirán en parte integral de mi mente activa; pero, aún más importante, se radicarán también en el subconsciente, esa misteriosa mente que nunca duerme, que crea mis sueños y que con frecuencia me hace proceder en una forma que no comprendo.

A medida que estos principios sean absorbidos por el subconsciente, comenzaré a despertar, todas las mañanas, con vitalidad, entusiasmo, y con muchos deseos de luchar por mis ideales y por llevar una vida mejor; además, tendré paz mental y espiritual.

Me formaré buenos hábitos y seré esclavo de esos hábitos.

Los malos tiempos no perduran, pero, los hombres de temple, como yo, sí.
La gente que sobresale es: la gente ordinaria, con una extraordinaria determinación para alcanzar el éxito.

La vida es un don maravilloso y es preciso vivirla con la mayor plenitud.

Hacer el bien a los demás no es un deber. Es una alegría, porque aumenta tu propia salud y felicidad.

Solamente los principios perduran y éstos poseo, porque las leyes que me conducirán a la grandeza figuran en estos principios.

El fracaso no será mi recompensa por la lucha.

El fracaso y el dolor son ajenos a mi vida.

El tiempo le enseña todas las cosas a quien vive para siempre, mas no puedo darme el lujo de la eternidad; sin embargo, dentro del tiempo que se me ha asignado debo practicar el arte de la paciencia, ya que la naturaleza no procede jamás con apresuramiento.

Me formaré buenos hábitos y seré esclavo de esos hábitos.

Si repito diariamente estos principios, pronto se convertirán en parte integral de mi mente activa; pero, aún más importante, se radicarán también en el subconsciente: esa misteriosa mente que nunca duerme, que crea mis sueños y que con frecuencia me hace proceder en una forma que no comprendo.

A medida que estos principios sean absorbidos por el subconsciente, comenzaré a despertar, todas las mañanas, con vitalidad, entusiasmo, y con muchos deseos de luchar por mis ideales y por llevar una vida mejor; además, tendré paz mental y espiritual.

Persistiré hasta alcanzar el éxito.

Jamás aceptaré la derrota. Y borraré de mi vocabulario las frases de los cobardes y necios, como: no puedo, es difícil, soy lento, no sé hacerlo, yo no soy inteligente; no puedo alcanzar nada bueno, porque soy pobre y no tengo dinero…

Cada obstáculo que se presente lo consideraré un amigo que me acerca al éxito y un desafío que hace interesante mi vida y mi trabajo.

Concentraré todos mis esfuerzos para ser la montaña más elevada y fuerte de todas; y exigiré a mi potencial mental y físico cada día más.

Soy parte de la naturaleza y ésta no conoce la derrota. Con el tiempo emerge victoriosa y así lo haré yo y con cada victoria la próxima lucha será más fácil.

Si malgasto el “hoy” destruyo la última página de mi vida. Por lo tanto, trataré con ternura y afecto cada hora, porque no retornará jamás.

Evitaré todo lo negativo. A la indecisión, destruiré con la acción. Sepultaré las dudas, bajo la fe. El temor destruiré con la confianza, y evitaré a la persona ociosa y pesimista.

Trabajaré con más entusiasmo que nunca y exigiré a mi capacidad mental y física hasta que me pidan descanso, y aún así continuaré, porque la vida es corta y debo sacarle el máximo provecho.

Cuando me sienta profundamente acongojado, me consolaré pensando: “esto pasará también…”

Mañana será el día reservado para los haraganes. Yo no soy un haragán. Empezaré desde este momento a trabajar duro.

Mañana será el día cuando lo malo se vuelva bueno. Yo no soy malo. Desde hoy comenzaré a practicar lo bueno y noble.

Mañana será el día cuando el fracasado tendrá éxito. Yo no soy un fracasado, de modo que empezaré desde este momento a luchar por el éxito.

Sé en tu trabajo constante, que aunque no seas muy hábil, llegarás lejos. Los años son generalmente como nosotros los hacemos. De los magos imitemos la fe y la persistencia.

Te exalte la alegría o la tristeza, dile al señor Jesús: “mi vida es tuya, bendito seas para siempre…”

Aprovecha bien la vida que pasa con rapidez; es una luz que extinguida, ya no se enciende más.

Es el triunfo una montaña, si la quieres escalar, sin sudor, constancia y maña, no la podrás alcanzar.

Aprovecha bien la vida, es breve y una no más; trozo de vida perdida, no se encuentra jamás.

Poco a poco se hace mucho… Ánimo ten y adelante, que aquel que se desanima, viene a ser inútil.

Haz lo que puedas, no más, que Dios quedará contento con tu esfuerzo; y si es así, el desaliento no debe hundirte jamás.

Si desea un atajo para poder triunfar, solo hay uno: el trabajo; por lo tanto, a trabajar.

Los caminos de la vida ofrecen muchos altibajos. Mañana estarás arriba, aunque te halles hoy abajo, y viceversa… Ánimo ten y adelante, sigue luchando por las cosas buenas.

No hay nada más poderoso que la voluntad del ser humano.

El camino de la vida, lleno está de tropezones; tendrás más de un caída… ¡Jamás te descorazones…!

El que comienza una tarea y sin más lo deja, jamás podrá verse en un lugar destacado.

Hay circunstancias que nos hacen pobres materialmente; mas no hay que tener una mentalidad pobre. La pobreza es una actitud mental.
Hoy somos pobres, pero, debemos creer y luchar para que no siempre sea así. Debemos creer en un mañana mejor…

Sea cual fuere el estilo, la idea es que si cultivamos y mantenemos una actitud mental positiva y trabajamos duro, saldremos adelante y lograremos lo que nos propongamos.

No envidies lo que tienen lo demás. Desea lo poco que tienes y cuídalo.

Los pensamientos, imágenes e ideales de una persona, son más poderosos que las armas.

Una vida creativa implica la erradicación de la autoimagen negativa de sí mismo.

El hombre triunfador: fracasa, aprende de éstos y construye sus éxitos sobre las derrotas.
El secreto de una vida de éxito es levantarse por encima de sus fracasos, hasta alcanzar los buenos momentos.

Autor:
Eric Aragón
19 de octubre de 2009
























































sábado, 2 de enero de 2010

Responsabilidad social de las empresas


Las organizaciones empresariales al igual que otros sectores de la sociedad, han evolucionado a lo largo de los años. La visión de las empresas hasta casi finales del siglo 20, no era la misma que se tiene hoy día.

Los cambios vertiginosos que se fueron configurando a partir de la segunda mitad de la década de los ochenta, tales como: el avance tecnológico en las comunicaciones y en los sistemas de información, los cambios políticos trascendentales que cambiaron el viejo esquema de poder en Europa y en América Latina; el nuevo orden mundial de comercio(Globalización); la competencia cada vez más fuerte por una cuota de mercado y la influencia que tienen hoy día los medios de comunicación en la sociedad, han hecho que las empresas se vean obligadas a adoptar nuevas estrategias para mantenerse en el mercado, cada vez más difícil y competitivo.

Por otra parte, en los últimos años aumentaron los problemas sociales, como consecuencia, del deterioro de la familia y la educación, la pérdida de valores morales y cristianos, el incremento del desempleo, la falta de políticas gubernamentales de desarrollo social eficaces y el crecimiento poblacional desmedido y sin planificación en muchas regiones del mundo, sobre todo en países que están en desarrollo.

Asimismo, existe una serie de problemas comunes tanto para los países desarrollados como para el resto de las naciones menos favorecidas. Entre estos males podemos mencionar: las drogas, armas ilegales, pandillerismo, prostitución infantil, inseguridad ciudadana, crímenes y robos; y últimamente, muchos actos violentos protagonizados por jóvenes en los centros educativos –aunque esto se está dando más en países ricos, no debemos olvidar que la juventud tiende a imitar...

Hace varios años solamente las iglesias, las escuelas y las autoridades de policía se involucraban directamente en estos problemas sociales. Los demás actores de la sociedad no sentían ningún tipo de responsabilidad; no obstante, en la actualidad se habla de una sociedad civil organizada, que tienen un espacio de participación determinante dentro de los Estados modernos.


¿Por qué los ciudadanos de todos los niveles sociales y profesionales, se agrupan como sociedades civiles organizadas de participación?

Porque han comprendido que todos ellos viven dentro de la misma sociedad y por tanto, los problemas que ésta tenga -la sociedad- tarde o temprano los afectará.


Por ejemplo, se puede pensar que el asunto de drogas y pandillerismo es propio de los barrios bajos; sin embargo, este razonamiento está totalmente equivocado. Las drogas están circulando por todas partes. La delincuencia organizada va dirigir su mirada a otros sectores, que no son los pobres ni marginados; en fin hay muchas razones de peso, para que todos los sectores de la sociedad se involucren en la búsqueda de alternativas de solución, para los distintos problemas que están acabando con las naciones, como un cáncer maligno.

Las empresas son también organizaciones formadas por seres humanos –llámese trabajadores, socios, directivos- que se pueden ver afectados en algún momento por los problemas de la sociedad.

Por otro lado, el mercado del negocio (clientes y consumidores) es sensible a los cambios sociales; ya que está compuesto, de igual manera por los miembros de una sociedad que se ahoga cada día más con tantos problemas que padece.

Además, las organizaciones empresariales se establecen en un determinado lugar, por lo tanto lo que ocurra en su entorno físico, desde los problemas ambientales hasta los sociales, inciden directamente en ella.

Hoy día los consumidores están más informados que antes, por lo tanto si ven que la empresa se involucra en los problemas de la sociedad, la verán como una mejor organización empresarial, y en consecuencia la apoyarán consumiendo sus productos.


Autor:
Eric Aragón
25 de septiembre de 2009

viernes, 1 de enero de 2010

Reglas para una mejor sociedad

Creo que nosotros, los adultos, somos ahora más tolerantes con las malas costumbres de los jóvenes...

A través de la historia se ha demostrado que el hombre –término genérico que abarca tanto al hombre como a la mujer– necesita establecerse en un lugar y asociarse con otros de su misma especie para lograr un mayor desarrollo humano y social (llámese gregarismo). Hace miles de años el ser humano, aún cuando habitaba en cuevas y andaba semidesnudo, tuvo la necesidad de convivir con otros humanos para defenderse de las bestias salvajes y conseguir alimentos. Las únicas necesidades humanas de la época. ¡Cómo han cambiado los tiempos...!

Pasaron cientos de miles de años y el hombre de nuestra era moderna, igual que el de la antigüedad, necesita vivir en comunidad, ya que si no lo hiciera sería difícil para éste adaptarse al mundo que lo rodea. Nacemos en el seno de una familia, los bendecidos por Dios; y otros, tal vez no tienen esa suerte, pero, nacen en algún lugar donde hay seres humanos. Todos tratamos no solo de buscar un empleo, sino también de formar una familia. Aquellos que por alguna razón no logran adaptarse a la sociedad, lamentablemente marchan en pos de un futuro dudoso. Lo cierto es que el hombre desde que nace busca a sus semejantes y necesita de ellos para sobrevivir. Qué pasaría con un bebé que no recibiera los cuidados que requiere... Indudablemente moriría.

El aumento de las necesidades, el crecimiento poblacional, el razonamiento humano del bien y del mal, las ambiciones, y otros factores, complicaron las relaciones entre seres humanos. Conclusión: empezaron las guerras sangrientas y despiadadas, ya sea para imponer un régimen o para controlar un bien económico. Asimismo, como resultado de la compleja vida humana, se originaron las riñas, los actos vandálicos, los delitos sexuales, las venganzas, los crímenes y otros eventos característicos de las bajas pasiones de la especie humana. Herencia que ha llegado a nuestros días.A raíz de toda esta complejidad, se fue creando una serie de principios morales y normas sociales que han pasado de una generación a otra, con el propósito de lograr una mejor convivencia humana. Aunque muchos eruditos y doctores del conocimiento humano busquen en su mente y en los diccionarios los términos más sofisticados para atacar los principios morales, los preceptos cristianos y traten de justificar lo malo y denigrante para la especie humana, gracias a Dios la mayoría tenemos la convicción de que si se respetaran las normas cristianas y morales, tendríamos una mejor sociedad.

En muchos países del mundo –incluyendo los de mayor desarrollo económico– las instituciones privadas y los gobiernos han realizado grandes debates acerca de la corrupción y la delincuencia en todas las esferas de la sociedad. Siempre han llegado al mismo punto: promover los valores morales a través de todos los medios de comunicación; fortalecer la unidad familiar, mejorar la educación en las escuelas básicas; y entre todas las instituciones, tales como clubes cívicos, gremios, sindicatos, escuelas, gobierno, medios de comunicación e iglesias, unir esfuerzos para minimizar los antivalores morales y cristianos.

Pienso en lo afortunados que somos todos los que vivimos la infancia en la década del 60 y la adolescencia en los 70. Los maestros se preocupaban más por inculcarle al niño las enseñanzas morales y las normas apropiadas de conducta. Casi nos obligaban a leer El sembrador –texto escolar que utilicé– y a mejorar la letra. Recuerdo el énfasis que le daban al arreglo y cuidado de los cuadernos...Varias veces me fueron a buscar a la casa, porque no quería ir a clases.
Es cierto que en algunas ocasiones fueron un poco duros aplicando castigos, pero muchos estamos agradecidos por la enseñanza y consejos que nos dieron. Definitivamente que nos iluminaron el difícil camino que venía y nos ayudaron a tomar mejores decisiones.

Por otra parte, tanto los padres como los adultos eran más enérgicos en los buenos modales y el respeto. “No hables con la boca llena...” “Usa la camisa correctamente...” “Siéntate bien...” “Respeta a los mayores...”. El ejemplo al igual que la disciplina acompañaban estas expresiones que tanto nos aburrían y molestaban. Mas hoy día lo agradecemos profundamente. ¡Cómo hubiese sido nuestro futuro sin la enseñanza de los maestros y tutores de aquella época!Se emplean muchos argumentos psicológicos; se hace referencia al crecimiento desproporcionado de la población y la necesidad de que ambos padres tengan que traer el sustento al hogar; todo con el fin de disculpar el poco empeño de los educadores y padres en dar una mejor educación a los muchachos.

Pienso que el problema no está en los factores externos. Claro que los tiempos han cambiado, sería ingenuo pensar que las cosas no son más complicadas que antes. Por supuesto que la economía actual nos obliga a hacer ajustes. Sin embargo, creo que nosotros, los adultos, somos ahora más tolerantes con las malas costumbres de los jóvenes; el ejemplo de moralidad está por el suelo; no hacemos énfasis en la disciplina de nuestros hijos. Ciertas madres –para no decir la mayoría– cuando se trata de hacer tareas con sus hijos o visitar periódicamente a los maestros de sus vástagos, no tienen tiempo; no obstante, sacan tiempo para las novelas, la sala de belleza y otros asuntos.

Si me pusiera a diseñar una lista de todas las actividades que realizamos a espaldas de nuestros pobres hijos, que con tanta ilusión y amor nos esperan, sería extensa. Concluyo este artículo pensando que si todos los miembros de la sociedad empezáramos a dar un mejor ejemplo moral y amáramos más a nuestros hijos, iríamos progresivamente construyendo una mejor sociedad.

Eric Aragón
El autor es profesor
Fuente: Columna de Opinión
Diario La prensa de Panamá
FECHA: 20/02/03

Panamá, un país que jamás olvidará…





Autor:
Eric Aragón
13 de septiembre de 2009