Existe un refrán popular muy
famoso: ¨Cuando veas las barbas del vecino arder, pon las tuyas a
remojar¨. Estos dichos se originaron
hace cientos de años, una gran parte en Oriente; se basaban en la sabiduría
popular y su propósito era dar una enseñanza didáctica en el ámbito moral y
social.
A pesar de los siglos transcurridos, estos refranes continúan
utilizándose con igual o más fuerza que en aquellos tiempos… La enseñanza que
encierran, quizás tiene más importancia en la actualidad, debido a la gran
inmoralidad y soberbia que predominan y se multiplican -pareciera por minuto-
en todos los niveles de la sociedad, como en las esferas gubernamentales y
empresariales.
En este momento que el mundo entero vive una PANDEMIA, este
refrán se ¨elevó a su mayor potencia¨. ¨No pudo ser más atinado…¨Hubo naciones
que tuvieron la ventaja.
Cuando se originó el problema del Coronavirus en
China, las demás naciones, primero las europeas, y después las americanas,
debieron poner la ¨Barba a remojar¨.
De Wuhan (ciudad de China) la crisis de
salud pública por el CORONAVIRÚS, llegó a España e Italia, y a pesar de que se
le estaba complicando todo a los gobiernos de ambos países… ¿Qué actitud
asumieron las naciones vecinas? ¿Le dieron la importancia debida y con seriedad
al asunto? ¿Corrieron a preparar sus estrategias de ataque?
NO…No fue así.
Pueden decir todo lo que quieran o quedarse callados, pero, tarde o temprano,
se tendrá que tocar el tema.
Por parte de algunos Gobiernos si hubo una reacción
tardía, hasta sarcástica. Se tuvo el tiempo necesario y la información
oportuna. La misma China compartió en tiempo real con la comunidad
internacional, toda la información obtenida, lamentablemente, del dolor y
muerte de sus habitantes.
Ciertos mandatarios y líderes con poder político y
económico, actuaron de acuerdo a sus propias apreciaciones, restándole
importancia a la información médica y científica… Y lo más grave, olvidaron la
gran responsabilidad constitucional que tienen, de tomar decisiones lo más
acertadas posibles, que favorezcan a la población.
Ver imágenes de miles de
personas que, por alguna razón, circulan por las ciudades, cuando deberían
estar en casa; cadáveres cuya morada es la calle, policías y soldados por todas
partes, saqueos a supermercados; gobiernos atribuyéndole toda la
responsabilidad del caos a la gente que deambula por la calle. Distribución de
comida y bonos, sin tomar en cuenta todos los sectores de la sociedad que están
en crisis; altos funcionarios gubernamentales y líderes empresariales
petulantes atacando a la clase trabajadora y media, por pedir a gritos una
moratoria financiera… y la falta de coordinación y unidad entre las
autoridades estatales y locales: son señales de que algunos gobiernos tuvieron
una reacción retardada frente a la PANDEMIA…
Se activaron (las autoridades)
con ¨bombos y platillos¨, cuando ya la enfermedad había ¨ganado terreno¨. Y como
es lógico, cuando se les vino ¨el cielo encima¨, corrieron a elaborar planes de
contingencia improvisados y mal formulados, sin tomar en cuenta las
experiencias internacionales ni las variables locales. Así están muchas
naciones, incluso, algunas con un nivel alto de desarrollo.
Naciones y
personas se han levantado de las cenizas. Recordemos la leyenda del ¨Ave
Fénix¨. Así nacen los HÉROES.
Primero, Gobiernos y líderes, deténganse un
poco, no para ahogarse en el problema, sino para hacer cambios positivos. Hagan una
reestructuración del equipo de trabajo. Tomen en cuenta a colaboradores sabios, que conozcan
las necesidades de la sociedad; vayan de la mano con los médicos, científicos
y personal de salud. No sean orgullosos y prepotentes. Oren a Dios y escuchen al pueblo…
Por: Eric Aragón