A finales del año pasado la Corte Suprema de Justicia
de Panamá, declaró inconstitucional las
operaciones de la empresa Minera Panamá, S.A., una subsidiaria de First Quantum
Minerals de Canadá.
Como era obvio la explotación a cielo abierto estaba
causando severos daños ambientales, sumado ésta a la poca o nula transparencia
del gobierno en cuanto a las actividades de la minera de cobre ubicada en el
distrito de Donoso, provincia de Colón.
No obstante, lo que más desencadenó una protesta nacional y unánime para
que se cerrara la mina de cobre, fue la falta de credibilidad del gobierno del
presidente Cortizo, y una Asamblea Legislativa totalmente desprestigiada.
Como consecuencia de esta acción de cierre, la
compañía canadiense First Quantum Minerals, presentó un Arbitraje Internacional
contra el estado panameño por la suma de $20 mil millones.
Lo cierto es que el 1 de julio del presente año
(2024), iniciará un nuevo gobierno liderizado por José Raúl Mulino, quien con
los nombramientos de ministros y otras autoridades que ha realizado, y sus
acciones previas a la toma de posesión, ha inspirado confianza en la mayoría de
sectores del país.
Uno de los grandes problemas que tendrá que enfrentar
antes de que finalice el año, será la conveniencia de cerrar definitivamente la
mina de Donoso o buscar la reapertura de la misma. Todo dependerá de los
resultados que genere un análisis técnico que se haga del problema, libre de
apasionamientos y de la falta de credibilidad.
Considerar la reapertura de la mina de cobre en
Donoso, no sería una decisión descabellada, si se toman en cuenta varios
factores, tales como: buscar otras alternativas de extraer el cobre que no sea
cielo abierto, tales como: la extracción del mineral en forma subterránea; por
supuesto, implicaría un mayor costo de producción, pero, un menor impacto
negativo en el ecosistema. Utilizar
tecnologías más limpias para procesar el mineral (flotación y la lixiviación en
pilas). Gestión más eficiente de los residuos mineros: relaves y la
rehabilitación de áreas afectadas. Por otro lado, un monitoreo ambiental
técnico y especializado, incluso, con asesores internacionales y la
participación comunitaria, son elementos que deberían considerarse para una reapertura
ordenada, transparente y beneficiosa para la república de Panamá; sin olvidar,
los 7 mil empleos directos y 33 mil indirectos que se podrían mantener, además,
del beneficio económico para el país por la fuerte demanda en los mercados
internacionales por el cobre para uso industrial y electrónico. Asimismo,
podría lograrse mediante la reapertura de la actividad minera, que First
Quantum Minerals, retirara la demanda contra el Estado panameño (Arbitraje
Internacional).
El presidente Mulino se verá en serias dificultades
financieras para poder cumplir con sus compromisos de campaña electoral; ya que
tendrá un problema grave en las finanzas públicas por el despilfarro de cientos
de millones de dólares que hubo en la administración anterior y un endeudamiento
público sin precedentes, utilizando como excusa y amparo “la Pandemia”.
La reapertura de la mina de cobre de Donoso, por su
impacto nacional, en la parte económica, social y ambiental debe someterse a un
gran debate nacional, tal como se hizo con el “Ensanche del Canal de Panamá “,
para que sea la población panameña bien documentada sobre el tema, la que tome
la decisión de cerrar definitivamente la mina de cobre de Donoso o se haga una
reapertura ordenada, transparente, supervisada y que proteja el ambiente.
Por: Eric Aragón