No cabe la menor duda de que el magnate y
multimillonario, Donald Trump, es un hombre que se levanta por encima de la gente común. Pertenece a una casta privilegiada, con grandes habilidades y
excelente inteligencia. Este señor conoce perfectamente el manejo de la opinión
pública y cómo utilizar a la gente en su beneficio. Es por esta razón que él y
sus asesores han cuantificado el impacto en su campaña, por lo menos a mediano
plazo, de sus declaraciones humillantes contra todos los mexicanos residentes
en Estados Unidos.
En Estados Unidos, como en cualquier otro país, una parte de la población se opone a las inmigraciones masivas o que procedan de ciertos
países. ¿Por qué? por muchas razones: ya sea por la “supuesta” disminución de
las plazas de empleos para los nacionales, o porque traen malas costumbres y
cometen muchos delitos en el país que los recibe… y muchas razones más. Algunos argumentos tienen buena base y otros son totalmente descabellados…
El señor Trump sabía perfectamente que haciendo
declaraciones racistas, los medios de comunicación iban a proyectar su imagen a
nivel nacional, casi inmediatamente y asimismo se ganaría a millones de
estadounidenses “puros”, que sufren mucho por la inseguridad y otros que todavía recuerdan con nostalgia la época del Ku klux klan. Razón por la cual, estos ciudadanos creen
ingenuamente que los inmigrantes latinos, los afroamericanos y otras minorías
étnicas son los causantes del mal social que padece ese próspero país. Donald Trump y su equipo de asesores,
simplemente, están aprovechando políticamente esta situación social.
No obstante, el enfoque con el cual está manejando su
campaña política le va a traer grandes problemas económicos y enemigos a este
señor. Es un total desacierto arremeter contra los inmigrantes mexicanos,
calificando a éstos, como: “traficantes de drogas y violadores”. Es lógico que
las estadísticas reflejen que los mexicanos cometen muchos delitos, pues, es la
minoría de origen latino, más representada en suelo estadounidense, sobre todo,
en el estado de California y en otros estados fronterizos con México, tales
como: Arizona, Nuevo México y Texas. Pero, el señor multimillonario, incurre en
un grave error al decir que todos son malos. Concepto falso. La mayoría de
inmigrantes mexicanos son trabajadores y gente sana, que llegó a Estados Unidos
buscando mejor calidad de vida –sueño americano- al igual como lo hicieron los
colonos irlandeses, ingleses y de otras regiones de Europa, cuando llegaron a
Estados Unidos, hace varios siglos.
Además, al señor Trump se le olvida que millones de estadounidenses, por
nacimiento, son de ascendencia mexicana. Por otro lado, prominentes hombres y mujeres que han
contribuido al desarrollo económico, social, político y científico de Estados
Unidos; incluso, que han sido presidentes, como por ejemplo la familia Bush (aún el
señor Donald Trump no lo es), llevan en sus venas, también, sangre mexicana; o están casados con personas de origen mexicano.
Los ataques del señor Trump contra los mexicanos, se
deben considerar como ataques a todos los latinos residentes en esa gran
nación, campeona de la democracia, la libertad de prensa y los derechos humanos. Todos los latinos
sean de América o procedentes de Europa: somos hermanos y tenemos los mismos
derechos y deseos de superación que los irlandeses e ingleses. El mundo ha
cambiado en los últimos años, tanto así que cada vez más se pierde la pureza de
la raza, los negocios son globales y la información corre a la velocidad de la
luz. Los países más industrializados del planeta, como los Estados Unidos de
América, le deben a las minorías étnicas grandes aportes y sacrificios, que
fueron necesarios, aún lo son y siempre lo serán para llegar y mantenerse en la
cumbre…
El futuro presidente de los Estados Unidos debe ser un
conciliador a nivel nacional e internacional, y no un motivador del
resurgimiento del racismo, de las luchas de clases y de la humillación. El
futuro presidente de la nación más poderosa e influyente del mundo entero, debe
ser sabio y prudente para enfrentar y resolver los problemas… No puede ser
engreído, ni creer que tiene el monopolio de la verdad o pretender con su
dinero avasallar a los demás… Señor Donald Trump, “el mundo es otro”… Usted lo
sabe… Bastante se ha beneficiado de los latinos y ahora cree que los puede
humillar a su antojo… ¡Este negocio le salió mal a usted Donald Trump!
Por:
Eric Enrique Aragón