De la muerte nadie se escapa. Nadie piensa que la muerte puede estar a la
vuelta de la esquina. Todos pensamos en
hacer mil cosas en el día: algunas buenas y otras, lamentablemente, negativas.
Lo cierto es que de algún modo las personas sienten la motivación de alcanzar
metas, que a veces se pierden por el camino.
Imagínese por unos minutos, que por alguna mala jugada de la vida, le comunican que en poco tiempo perderá todos los bienes
materiales, “quedará en la calle sin nada” ¿Cree usted que tendría la motivación
necesaria para esforzarse por alcanzar algún ideal? Por ejemplo, terminar una
carrera universitaria, aprender un oficio o corregir su conducta… ¿Para qué?
¡No vale la pena! Dentro de poco se esfumará mi vida. Este es un razonamiento
lógico y hasta cierto punto aceptable humanamente. Se entregará al llanto y al
fracaso.
Así como hay muchas historias negativas, también
existen historias dignas de contar. Las cárceles están saturadas de gente muy
mala. Sin embargo, en estos presidios se han encontrado personas que a pesar de
que nunca recuperarán su libertad (cadena perpetua), tomaron la decisión más
difícil de sus vidas: “dejar una huella de nobleza, sacrificio, Fe en Dios y en
ellos mismos”.
Pero, aún más dramático
es el caso de algunos reos que por la gravedad de sus delitos, esperan que se
cumpla la sentencia dictada por el juez, “muerte”. Esto ocurre en ciertos
estados de los Estados Unidos de Norteamérica, dónde existe la pena de muerte. Pero lo más increíble es que se han documentado casos de presos sentenciados a muerte, que contra toda lógica humana, cambiaron sus vidas:
de mala a noble; y por supuesto, no faltan aquellos que estando en la cárcel,
se convirtieron en verdaderos cristianos.
¡Cuán difícil es alcanzar estas metas!
Tener todo en contra, ver sólo muerte y oscuridad, es una situación que doblega
al más fuerte de los mortales. Mantenerse
vivo, como lo hizo Miguel de Cervantes Saavedra, el Manco de Lepanto, en la
prisión de Argel, en el siglo XVI, como resultado de la batalla naval de
Lepanto (enfrentamiento entre el imperio turco Otomano y los cristianos; o
igual como lo consiguieron no muchos soldados en las prisiones de Vietnam, es
una gran proeza: merecedora de grandes reconocimientos. Pero, "cuánto más" habría
que destacar a un ser humano, que en iguales condiciones, decida dejar un legado de grandeza y superación a la humanidad, más que todo a la juventud que
siempre ha estado desorientada… Cabe resaltar que Miguel de Cervantes Saavedra
le dejó a la humanidad, grandes obras literarias, que han contribuido al desarrollo
de la lengua española, tal como su obra cumbre, Don Quijote de la Mancha;
probablemente, la obra mas editada y traducida después de la Biblia.
No podemos pasar por alto el extraordinario
valor, sacrifico y entrega a la humanidad, de ese gran maestro y líder: “Nelson
Mandela”; quién, también, estuvo durante largos años en la cárcel.
El mayor sacrificio lo hizo Nuestro Señor
Jesucristo, quien nos abrió la puerta del cielo para que todos nosotros;
podamos tener la fuerza necesaria para seguir en el camino de la superación, la
esperanza y la fe en un mañana mejor… “Jesús es el camino, la verdad y la
vida”. Y sin lugar a dudas, todos los héroes de la historia humana, como los
antes mencionados, se inspiraron en la grandeza de Jesucristo.
Eric Enrique Aragón