lunes, 1 de agosto de 2011

Panamá, país de grandes proyectos

La República de Panamá, ocupa una pequeña franja de tierra que une a América Central y América del Sur. Con un gobierno de corte presidencialista, elegido democráticamente; y cuya población se estima en 3.4 millones de habitantes, de acuerdo al último censo 2010.

Ofrece a los visitantes extranjeros, excelentes servicios hoteleros y turísticos, bellos paisajes naturales; y su activo más importante: su agradable gente, formada por una variedad de simpáticos y coloridos grupos étnicos.

Por otra parte, su magnífica plataforma financiera y estabilidad jurídica, ha motivado a las grandes empresas multinacionales a realizar negocios en suelo panameño.

La inauguración del lujoso hotel, Trump Ocean Club International Hotel&Tower; cuyo propietario es el famoso magnate estadounidense Donald Trump, demuestra la gran confianza y seguridad, que tienen los grandes empresarios en hacer negocios en este hermoso país.

Actualmente, el gobierno encabezado por el empresario Ricardo Martinelli, ejecuta grandes proyectos, sobre todo, en el área de infraestructuras; con la evidente intención de mejorar, aún más, la imagen y la calidad de los servicios que presta la República de Panamá.

Una prueba de que este empresario, quien dirige los destinos de la nación, es audaz, con grandes ideales, y que no se detiene ante nada –ni siquiera sus más acérrimos críticos lo han podido frenar- es la transformación del sistema de transporte público; que durante muchos años, estuvo en manos de unos privilegiados dirigentes transportista, quienes mantuvieron este servicio público en paupérrimas condiciones y con el mayor desprecio hacia los usuarios. Ningún gobierno se atrevió a ponerle un alto a este caos, hasta que llegó Ricardo Martinelli .

Otros colosales proyectos, que denotan el marcado interés del actual gobierno en atraer más inversiones al país, incrementar la industria turística y crear más fuentes de empleo para los nacionales, son: la terminación de la tercera fase de la bella y concurrida Cinta Costera; la construcción de un aeropuerto a gran escala, en la localidad de Río Hato, que traería más desarrollo a las provincias centrales (Coclé, Veraguas, Herrera y Los Santos); y la primera línea del Metro, nuevo sistema de transporte para la ciudad de Panamá.

Cabe resaltar que inversionistas norteamericanos, canadienses, españoles, mexicanos y de otras regiones del mundo, ya están en Panamá.

No cabe la menor duda de que Ricardo Martinelli, le ha inyectado al país mucha energía en cuanto a megaproyectos e inversiones. Y no se puede pasar por alto los magníficos programas sociales, como la beca Universal para los estudiantes de escuelas públicas –que a veces no tienen nada para comer- y la ayuda humanitaria a los ancianos que carecen de algún ingreso.



Por:
Eric Enrique Aragón

martes, 26 de julio de 2011

Israel, tierra de latinos y anglosajones

Indudablemente, la población nativa de este país del Cercano Oriente, no tiene ninguna característica racial, cultural o lingüística, que se relacione con los latinos y anglosajones de América.

La población hispana y anglosajona del continente americano, en su mayoría asiste con bastante regularidad –como señal de fe- a las iglesias más populares, las católicas y protestantes, que están ubicadas en su mayoría a lo largo y ancho de este continente; hasta en el pueblito más recóndito de la montaña.

La doctrina de estos templos religiosos se basa en la creencia monoteísta. Es decir, que creen y adoran al Dios que se les apareció por primera vez a Abraham, Isaac y Jacob –los padres de la nación israelí-. Y también, creen y hacen lo posible por vivir de acuerdo a los mandamientos dados por Dios Yahveh a Moisés, a los profetas y a los evangelistas. Sobre todo, los cristianos aceptan la obra de sacrificio y salvación, realizada por el Hijo de Dios, Nuestro Señor Jesucristo, quien desde la Tierra Santa –hoy Israel- mandó el mensaje de salvación a la humanidad pecadora.

Entonces, los latinos y anglosajones, desde el punto de vista de la fe religiosa, si tienen un vínculo tan fuerte como los israelíes, con la Tierra Sagrada. En consecuencia, los latinos y anglosajones que creen en el Dios Yahveh y en la doctrina cristiana, se ven obligados a respetar y defender al Estado de Israel, contra todos los ataques que a nivel mundial se hagan, con el único propósito satánico de destruir el origen de la fe cristiana.

Para este fin malévolo, de acabar con la fe monoteísta y cristiana, porque de esto trata el asunto (obra de las fuerzas oscuras); buscan toda clase de argumentos y teorías, que han logrado confundir a los latinos y anglosajones que creen en el Dios que manifestó su grandeza y misericordia al mundo entero, por medio de la nación judía.

La gente de Israel no se diferencia de los demás habitantes del mundo. Tienen las mismas necesidades físicas, económicas, sociales y religiosas, como los pobladores de México, Estados Unidos, Centroamérica, Venezuela, Colombia, Perú, Panamá y el resto de países americanos, europeos, asiáticos y africanos.

A pesar de ser un pueblo sufrido, como resultado de las humillaciones, calamidades y ataques –durante milenios- los israelíes en su mayoría son personas amables y cariñosas; dedicadas al trabajo, a la familia y a Dios. ¡Y por cierto! Se llevan muy bien con sus primos árabes con quienes compartían mucho, cuando eran nómadas, sin tierra ni patria.

¡Por supuesto! El hecho de que el Dios Yahveh, los haya predestinado para que extendieran la fe, la esperanza y el amor por todo el planeta, por medio de sus profetas y la colosal obra de amor y salvación, de Nuestro Señor Jesucristo: los colocó en la mira de los enemigos de Dios, llámense: politeístas, ateos, adoradores del mal, engañadores; dictadores, izquierdista y terroristas.

Para los cristianos en el continente americano, debe quedar claro que Israel es la Tierra Sagrada, por donde caminaron el mismo Dios Yahveh, Jesucristo y su ejército de ángeles. Además, es la tierra que originó la religión monoteísta; por tanto, es obligación moral y de fe, que todos los creyentes en el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, conozcan más a los israelíes y contribuyan de una u otra forma a la protección del Estado de Israel, aunque sea con las oraciones –que realizadas con fe harán un buen efecto-. Nos referimos a los católicos, protestantes, anglicanos, ortodoxos, musulmanes y a todos los que profesan la fe en el Dios de Israel, creen en su hijo Jesucristo y en los evangelios.

El Dios de Abraham, Isaac, Jacob y de todos los cristianos del mundo, dijo así:
“Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspire, delante de ti caerá…”
Estas palabras revelan el amor eterno de Dios hacia Israel. Antiguo Testamento, libro de Isaías, cap.54.


Por: Eric Enrique Aragón
26 de julio de 2011

domingo, 17 de julio de 2011

Hugo Chávez, de poderoso a débil

Una gran enseñanza que nos ha dado la historia, es precisamente, que todos los mortales que se han creído poderosos y eternos, han sido víctimas de su propia naturaleza imperfecta.

Hombres poderosos, desde la época de los faraones y reyes, terminaron sus días de gloria de la forma más dramática; producto de revueltas populares, traiciones, conspiraciones, ataques externos o debilitados por crueles enfermedades.

Así actúa la humanidad: “¡Vamos ahora! Los que dicen: hoy y mañana iremos a tal ciudad y estaremos allá un año; gozaremos y ganaremos... ¡Cuando no sabéis lo que será mañana! Porqué ¿Qué es nuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece”. Libro de Santiago, capítulo 4, versículos 13-14, Nuevo Testamento.

Debe ser frustrante para el señor Hugo Chávez, sentirse limitado y sometido por una enfermedad, que nadie se la desea. ¡Así es la naturaleza! Por eso, somos mortales. Este personaje, que a principios de la década de los 90, hizo historia cuando comandó un ataque –en plena metrópoli de Caracas- para frenar al gobierno de otra “leyenda”, Carlos Andrés Pérez.

Antes de usted Chávez, hubo otro personaje que se sentía, tan poderoso, seguro e invencible, como usted. Pero, no por tener las armas; sino, por tener elegancia y poder de convencimiento, en cada discurso que pronunciaba; que casi arrastra a toda América Latina, a un gran suicidio, con aquello de que la deuda externa no se debía pagar o sólo el diez por ciento. Una deuda externa que ahogaba a los países latinoamericanos, como resultado, en parte por las malas administraciones públicas, amparadas por las dictaduras militares que gobernaban a punta de balas, en esos años. Y lógicamente, con el visto bueno de la Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) y por otro lado, su contraparte de la entonces, Unión Soviética (KGB). “Era una época difícil para todos los que la vivimos”

¿Y cómo finalizaron los días del joven estadista Alan García? Pues… Ya es historia… ¡Terminó muy mal! Acusado por abuso de poder y corrupciónIgual que todos los seres humanos, que pretenden abusar del poder y de los talentos que Dios o la naturaleza les regalaron (como quieran llamarle).

Ahora el señor Alan García, entiende que no se puede ir en contra de la democracia; las libertades y derechos humanos, la libertad de prensa; y que se deben respetar los acuerdos internacionales. También, aprendió que los buenos discursos, no bastan para administrar con eficiencia los recursos de una nación.

La moraleja de este asunto, es que no se debe abusar del poder, ni engañar a los demás y mucho menos, fingir una democracia y libertad de prensa, cuando en realidad no la hay. Tarde o temprano, las masas populares o la misma naturaleza, se encarga de quitarles abruptamente el poder…

¡Muy pocos tienen la oportunidad de enmendar el camino y entender el equilibrio que debe existir, entre todas las fuerzas de poder, como el mandatario Alan García! ¡El señor Hugo Chávez, debería ver la enfermedad que padece y que ningún cristiano se la desea; como una oportunidad que la vida misma le está dando para corregir algunos errores!

Señor Chávez, lo mejor que pueden hacer los seres humanos, cuando tienen una enfermedad, es pedirle a Dios la salud... Ni el mejor médico del mundo puede garantizar nada. ¡Usted lo sabe, porque fue monaguillo!

Y en segundo lugar, inicie una verdadera consolidación de la democracia, respeto a los derechos humanos y libertad de prensa… ¡Y no dude que será recordado como un real héroe de Venezuela! Y podrá caminar libremente por las calles de su país, cuando deje el gobierno como un hombre de paz. ¡Y no le haga caso al montón de manzanillos (aduladores) que le susurran al oído que todo está bien y qué usted es el único que puede gobernar…!




Por: Eric Enrique Aragón
17 de julio de 2011

lunes, 11 de julio de 2011

Políticos ¿Villanos o héroes?

¿Adónde quedan las promesas electorales que hacen los candidatos presidenciales?

¡Y por cierto! Promesas que cada vez son más temerarias… Ni siquiera el mismo Jesucristo se atrevió a aventurarse con tantas promesas.

Si la gente se tomara el tiempo de leer y comparar los folletos, que reparten los candidatos presidenciales, en cualquier país de América Latina, se darían cuenta de que todos: de una u otra forma, contienen lo mismo. Y es aceptable, puesto que los problemas que padecen los latinoamericanos, son similares: falta de vivienda, desempleo, inseguridad jurídica, persecución a la libertad de prensa y opinión, debilitamiento de los sistemas democráticos; el alza constante de los precios de los productos de primera necesidad. Falta de agua potable en muchos sectores, aguas negras, inundaciones en plena ciudad; un sistema educativo pésimo, altos índices de criminalidad –por las nubes-, corrupción en la administración pública; una juventud que carece de buenos ejemplos morales; en fin, los mismos problemas en todas las naciones… ¡Y que parecieran eternos…!

Honestamente, estos señores políticos se expresan de tal forma, como esos grandes oradores atenienses y romanos, ante los medios de comunicación –sobre todo los televisivos- que los grandes artistas de Hollywood, se quedan chicos; y logran causar tal impacto en el público, que hasta los más letrados se creen el “cuento”… Ya que lamentablemente, en la mayoría de los casos, sólo es un “lindo cuento”.

¡Qué tristeza! Qué los grandes talentos y la oportunidad que Dios, le ha brindado a los que llegan a la silla presidencial o a cualquier otro puesto público de alto perfil, únicamente los utilicen para el beneficio propio y no para ayudar a los sectores más necesitados de la población y verdaderamente, contribuir al desarrollo del país en todos las direcciones.

Sin lugar a dudas, estos políticos: engañadores, abusadores del poder, perseguidores de la libertad de expresión, los derechos humanos y la democracia, serán recordados siempre como VILLANOS.

Sin embargo, usted señor político, que desea ser presidente de su país, senador, parlamentario, alcalde, diputado u ocupar cualquier puesto público, que le permitirá aportar soluciones reales y permanentes, a los problemas de su país o comunidad; “no tiene que actuar como villano”.

Haga todo lo que esté a su alcance para ser un HÉROE y busque gente seria, responsable y honesta, que forme parte de su equipo de trabajo y lo asesore sabiamente.

¡Qué beneficioso sería para la nación y para los mismos políticos, si en lugar de ser villanos, optaran por ser héroes!

No cabe la menor duda, de que siempre serían recordados como grandes líderes y estadistas. Las cualidades para ser un gran líder político, no caen del cielo. Alcanzar este nivel requiere mucho sacrificio, empeño y persistencia; pero, lo más importante es que los políticos tengan el firme deseo de cambiar de actitud.

Primero deben comenzar con una limpieza espiritual. Mediante oraciones sinceras al Creador –el único que puede cambiar al ser humano- pídanle que les ayude a controlar aquellos sentimientos dañinos; tales como, la avaricia, vanidad, lujuria, intolerancia, ira, ambición, altivez y otras emociones negativas que llevan a los políticos a los niveles más bajos de corrupción y prepotencia; y les hacen creer que ellos –los gobernantes- deben ser eternos en el poder.

Por otra parte, es fundamental el equipo de trabajo que se tenga alrededor. Si se hace una buena elección de las personas, que integrarán el equipo; obviamente, la labor presidencial y de cualquier otro alto funcionario público, será más eficiente y aceptada por las mayorías (población).

Siempre habrá gente ambiciosa y negativa, metida de cabeza en los partidos políticos y en las contiendas electorales. Esto no ha cambiado ni cambiará. Políticos pidan sabiduría a Dios –como lo hizo el rey Salomón- para aprender a manejarse en forma correcta e inteligente, con todos los grupos que están alrededor de ustedes; y sobre todo, si ganan las elecciones.

Definitivamente, si los políticos, así como se afanan en tantas cosas efímeras y materiales, se preocuparan por desarrollar en ellos bellas cualidades, como lo son: la bondad, solidaridad, tolerancia, honradez, humildad, sencillez, misericordia, y el deseo de trabajar por el país; sin ninguna duda, estarían demostrando ante Dios, la familia y la nación entera, que aspiran a ser recordados como héroes y no como villanos.






Por:
Eric Enrique Aragón

lunes, 4 de julio de 2011

Marcha por el respeto a las mujeres...

Ellas son madres, hijas, hermanas, niñas y bellas damas. No importa cómo se vistan o el tipo de trabajo que hagan… ¡Siempre merecen respeto! Ningún hombre tiene derecho a ultrajarlas ni mancillar su honor.

El mismísimo hijo de Dios, Nuestro Señor Jesucristo, les rindió respeto. Entonces, ¿Quién les ha dado a los hombres la libertad de atacarlas? Jesús, dijo: “…Si alguno está libre de pecado, que tire la primera piedra…” ¡Por supuesto! Nadie lo hizo; pues, la humanidad está podrida en pecados.


Mujeres hermosas y resplandecientes, como las lindas estrellas en el cielo… Ustedes son las únicas, bellas almas, que nos pueden inspirar –a nosotros los hombres- a ser verdaderos héroes de bondad y ternura.


Las declaraciones de este policía canadiense (un tal Sanguinetti), quien dio a entender: “…Qué las mujeres no deben vestirse como putas…” (¡Oh! ¡Discúlpenme por la horrorosa palabra…!); indudablemente, son totalmente desacertadas… Y aún más, si estas expresiones provienen de una autoridad, que se supone debe estar por encima de los prejuicios. ¡Pobre ignorante! Debe ser que no tiene madre ni hijas ni hermanas ni familia. Porque si las tiene, “también las incluyo en sus palabras…”


Bajo ningún pretexto, nosotros los varones, tenemos el derecho de maltratar a las mujeres; y peor, si son niñas. Es lamentable ver a tantos “hombres” (si entre comillas, porque no lo son), que prefieren estar con sus amigos –algunos perversos-; y entre cervezas y vicios: antes que estar con la esposa o compañera, leyendo un cuento o jugando con los hijos; paseando con la familia, hojeando el periódico o saboreando un exquisito café… Todo en familia. ¡Esto si es pura vida!


¡Felicitaciones lindas mujeres! Organizaciones feministas, sigan con su movimiento de protesta, sobre todo en América Latina, que tanto maltrato sufren las niñas y las mujeres…


Si quisiera pedirles, con todo el respeto que merecen, que le cambiaran el nombre al movimiento liderizado por ustedes... “La marcha de las putas” ¡Jamás! ¡Ustedes no lo son ni lo serán jamás…! ¡Son madres tiernas y amorosas! ¡Son bellas esposas y compañeras! ¡Hermosas hijas y hermanas! ¡Agradables, serias y responsables compañeras de trabajo! ¡Putas NO!


Recuerden que también hay que incluir a las niñas y adolescentes, que son ultrajadas, violadas y asesinadas, todos los días, por cobardes hombres, que no merecen piedad…



Por: Eric Enrique Aragón
4 de julio de 2011