Indudablemente, Israel es un hermoso país, donde fluye” leche y miel”; y lo que hace que esta tierra sea única, santa, y amada por la humanidad: es que fue recorrida por el mismo Dios hecho hombre: Nuestro Señor Jesucristo (para los cristianos). Y por otra parte, fue la razón de la existencia de los grandes personajes bíblicos, tales como, Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, José, Daniel, David, Isaías, y otros, incluyendo, a grandes heroínas. Por supuesto, también, de los evangelistas.
En Israel coexisten distintos grupos étnicos, sobre todo, los árabes que tienen los mismos privilegios y derechos, al igual que cualquier ciudadano israelí; además, están representados en el parlamento. Asimismo, las principales corrientes religiosas, comparten la ciudad Sagrada de Jerusalén, como los cristianos, musulmanes, ortodoxos, etc. El hebreo y el árabe son idiomas oficiales.
República parlamentaria, es su forma de gobierno. Aquí se respeta la democracia y la libertad de ideas. Convergen, igualmente, muchas comunidades con raíces judías, que proceden de diferentes regiones y que se diferencian un poco, hasta en sus rasgos físicos, por ejemplo, la comunidad judía que llegó de Marruecos y Etiopía.
Lo interesante de todo esto, es que cuando la gente conoce al auténtico Israel, se da cuenta de que, lamentablemente, si hay una propaganda negativa contra este pueblo, dirigida por un grupo pequeño y financiado por aquellos que son autoritarios, antidemocráticos, y que quisieran que la Fe Cristiana desapareciera de la faz de la tierra. Pero, el efecto, es precisamente, el contrario: ¡Cuánto más daño tratan de hacer, más fuerte se hace la creencia de la humanidad en las Sagradas Escrituras!
La historia nos señala que ha existido una estrecha relación entre los pueblos árabes y los judíos, desde hace miles de años. Y que esta relación en muchos casos, no ha sido muy fructífera y ha estado en medio de grandes disputas y enfrentamientos bélicos.
No obstante, la nación israelí moderna y más que todo, las nuevas generaciones, comprenden perfectamente, que no pueden vivir aislados. Necesitan de los demás, y sobre todo, de los hermanos árabes, que en su mayoría son personas honestas, de fe, trabajadoras y que sólo desea vivir en paz y ofrecerles a sus hijos un mejor futuro. Pero, también, Israel tiene muchas cosas buenas que quiere compartir, con las naciones vecinas; y así lo demuestra día a día, conviviendo en armonía con ellos –árabes- en el estado de Israel.
¡Qué el Dios de Abraham, Isaac y Jacob!, derrame grandes bendiciones sobre Israel y los hermanos árabes. Y que reciban la sabiduría para lograr la paz y armonía entre ambos.
Por: Eric Enrique Aragón
7 de mayo de 2011
Por: Eric Enrique Aragón
7 de mayo de 2011