El primer mandamiento para los cristianos es sagrado: “Ama a Dios sobre todas las cosas”. No importa lo que se haga o se diga contra la Fe Cristiana, al final del camino, cuando los seres humanos están en el último minuto de sus vidas, en lo más profundo de sus almas, desean que haya un mundo mejor. Y otros semejantes, en ese preciso momento, claman a ese Dios que siempre negaron. Lo hacen pensando que si hay un Dios que hace justicia, ellos no quieren recibir la peor parte… Si esta primera regla y la más importante, ya que las demás dependen de ésta, la respetamos, pues, empezaremos con pasos firmes a caminar por el mejor sendero de la vida.
El otro mandamiento sagrado para el cristiano: “Honra a tu madre y a tu padre”. Cuando se conoce un poco las Sagradas Escrituras, desde el inicio hasta el final, se hace énfasis en la unidad familiar. Desde Abraham hasta Jesucristo, nos enseñaron la importancia de respetar a la familia. Es en el hogar, formado por el padre, la madre y los hermanos o seres queridos, donde aprendemos los valores morales y cristianos; entendemos el gran significado de la solidaridad, el amor, la cortesía, el respeto, la bondad, el sacrificio, la responsabilidad y puntualidad; a practicar la Fe Cristiana. En fin, aprenderemos a practicar las cosas buenas que harán más llevadera la vida del ser humano, en esta época dominada por la violencia y los antivalores.
Ese gran proverbio “lo que se siembra se cosecha”, se aplica igualmente a nuestra relación con la naturaleza. Las guerras y los ensayos que se hacen con armas nucleares y de todo tipo; la industrialización sin prever la eliminación de los desechos tóxicos adecuadamente. La tala de árboles indiscriminadamente; la basura que echan las personas a las calles, ríos, riachuelos, mares; la gigantesca cantidad de sangre derramada por tantos crímenes y asesinatos de niños que sólo querían jugar como todos los angelitos terrenales, ha provocado que la ira de la naturaleza se manifieste a través de tantos desastres naturales, que cada vez ocurren con más frecuencia y destrucción… “La naturaleza es sagrada, Dios está en ella, por lo tanto se debe respetar…”