AUTO-MOTIVACIÓN:
HERRAMIENTA PODEROSA PARA ELEVAR LA AUTOESTIMA...
Haga de la auto-motivación una práctica diaria para desarrollar una actitud mental positiva.
Millones de personas en el mundo, de todos los niveles sociales y económicos, padecen de problemas emocionales –sin excluir a la juventud- en menor o mayor grado; como resultado de una mala infancia o de los tantos altibajos de la vida cotidiana.
Algunas acciones que realizamos con frecuencia están influidas por estas emociones perjudiciales, que afectan nuestras relaciones laborales, familiares, escolares y sociales.
Si no se controlan estas emociones, ellas pueden causar mucho daño. Conducen al ser humano, por muy preparado académicamente que esté, a realizar actos que son dañinos para él y las personas que lo rodean. Su autoestima tiende a bajar y quizás sin darse cuenta, deja de luchar por sus ideales y por alcanzar una vida equilibrada, de paz mental.
La auto-motivación es una herramienta poderosa, que ayuda diariamente a llevar una mejor vida y a enfrentar los problemas cotidianos con una actitud mental positiva.
El fracaso nunca me derrotará si mi determinación para alcanzar el éxito es lo suficientemente poderosa.
El fracaso nunca me derrotará si mi determinación para alcanzar el éxito es lo suficientemente poderosa.
Los malos tiempos no perduran, pero, los hombres de temple, como yo, sí.
Si repito diariamente estos principios, pronto se convertirán en parte integral de mi mente activa; pero, aún más importante, se radicarán también en el subconsciente, esa misteriosa mente que nunca duerme, que crea mis sueños y que con frecuencia me hace proceder en una forma que no comprendo.
A medida que estos principios sean absorbidos por el subconsciente, comenzaré a despertar, todas las mañanas, con vitalidad, entusiasmo, y con muchos deseos de luchar por mis ideales y por llevar una vida mejor; además, tendré paz mental y espiritual.
Me formaré buenos hábitos y seré esclavo de esos hábitos.
Algunas acciones que realizamos con frecuencia están influidas por estas emociones perjudiciales, que afectan nuestras relaciones laborales, familiares, escolares y sociales.
Si no se controlan estas emociones, ellas pueden causar mucho daño. Conducen al ser humano, por muy preparado académicamente que esté, a realizar actos que son dañinos para él y las personas que lo rodean. Su autoestima tiende a bajar y quizás sin darse cuenta, deja de luchar por sus ideales y por alcanzar una vida equilibrada, de paz mental.
La auto-motivación es una herramienta poderosa, que ayuda diariamente a llevar una mejor vida y a enfrentar los problemas cotidianos con una actitud mental positiva.
El fracaso nunca me derrotará si mi determinación para alcanzar el éxito es lo suficientemente poderosa.
El fracaso nunca me derrotará si mi determinación para alcanzar el éxito es lo suficientemente poderosa.
Los malos tiempos no perduran, pero, los hombres de temple, como yo, sí.
Si repito diariamente estos principios, pronto se convertirán en parte integral de mi mente activa; pero, aún más importante, se radicarán también en el subconsciente, esa misteriosa mente que nunca duerme, que crea mis sueños y que con frecuencia me hace proceder en una forma que no comprendo.
A medida que estos principios sean absorbidos por el subconsciente, comenzaré a despertar, todas las mañanas, con vitalidad, entusiasmo, y con muchos deseos de luchar por mis ideales y por llevar una vida mejor; además, tendré paz mental y espiritual.
Me formaré buenos hábitos y seré esclavo de esos hábitos.
Los malos tiempos no perduran, pero, los hombres de temple, como yo, sí.
La gente que sobresale es: la gente ordinaria, con una extraordinaria determinación para alcanzar el éxito.
La vida es un don maravilloso y es preciso vivirla con la mayor plenitud.
Hacer el bien a los demás no es un deber. Es una alegría, porque aumenta tu propia salud y felicidad.
Solamente los principios perduran y éstos poseo, porque las leyes que me conducirán a la grandeza figuran en estos principios.
El fracaso no será mi recompensa por la lucha.
El fracaso y el dolor son ajenos a mi vida.
El tiempo le enseña todas las cosas a quien vive para siempre, mas no puedo darme el lujo de la eternidad; sin embargo, dentro del tiempo que se me ha asignado debo practicar el arte de la paciencia, ya que la naturaleza no procede jamás con apresuramiento.
Me formaré buenos hábitos y seré esclavo de esos hábitos.
Si repito diariamente estos principios, pronto se convertirán en parte integral de mi mente activa; pero, aún más importante, se radicarán también en el subconsciente: esa misteriosa mente que nunca duerme, que crea mis sueños y que con frecuencia me hace proceder en una forma que no comprendo.
A medida que estos principios sean absorbidos por el subconsciente, comenzaré a despertar, todas las mañanas, con vitalidad, entusiasmo, y con muchos deseos de luchar por mis ideales y por llevar una vida mejor; además, tendré paz mental y espiritual.
Persistiré hasta alcanzar el éxito.
Jamás aceptaré la derrota. Y borraré de mi vocabulario las frases de los cobardes y necios, como: no puedo, es difícil, soy lento, no sé hacerlo, yo no soy inteligente; no puedo alcanzar nada bueno, porque soy pobre y no tengo dinero…
Cada obstáculo que se presente lo consideraré un amigo que me acerca al éxito y un desafío que hace interesante mi vida y mi trabajo.
Concentraré todos mis esfuerzos para ser la montaña más elevada y fuerte de todas; y exigiré a mi potencial mental y físico cada día más.
Soy parte de la naturaleza y ésta no conoce la derrota. Con el tiempo emerge victoriosa y así lo haré yo y con cada victoria la próxima lucha será más fácil.
Si malgasto el “hoy” destruyo la última página de mi vida. Por lo tanto, trataré con ternura y afecto cada hora, porque no retornará jamás.
Evitaré todo lo negativo. A la indecisión, destruiré con la acción. Sepultaré las dudas, bajo la fe. El temor destruiré con la confianza, y evitaré a la persona ociosa y pesimista.
Trabajaré con más entusiasmo que nunca y exigiré a mi capacidad mental y física hasta que me pidan descanso, y aún así continuaré, porque la vida es corta y debo sacarle el máximo provecho.
Cuando me sienta profundamente acongojado, me consolaré pensando: “esto pasará también…”
Mañana será el día reservado para los haraganes. Yo no soy un haragán. Empezaré desde este momento a trabajar duro.
Mañana será el día cuando lo malo se vuelva bueno. Yo no soy malo. Desde hoy comenzaré a practicar lo bueno y noble.
Mañana será el día cuando el fracasado tendrá éxito. Yo no soy un fracasado, de modo que empezaré desde este momento a luchar por el éxito.
Sé en tu trabajo constante, que aunque no seas muy hábil, llegarás lejos. Los años son generalmente como nosotros los hacemos. De los magos imitemos la fe y la persistencia.
Te exalte la alegría o la tristeza, dile al señor Jesús: “mi vida es tuya, bendito seas para siempre…”
Aprovecha bien la vida que pasa con rapidez; es una luz que extinguida, ya no se enciende más.
Es el triunfo una montaña, si la quieres escalar, sin sudor, constancia y maña, no la podrás alcanzar.
Aprovecha bien la vida, es breve y una no más; trozo de vida perdida, no se encuentra jamás.
Poco a poco se hace mucho… Ánimo ten y adelante, que aquel que se desanima, viene a ser inútil.
Haz lo que puedas, no más, que Dios quedará contento con tu esfuerzo; y si es así, el desaliento no debe hundirte jamás.
Si desea un atajo para poder triunfar, solo hay uno: el trabajo; por lo tanto, a trabajar.
Los caminos de la vida ofrecen muchos altibajos. Mañana estarás arriba, aunque te halles hoy abajo, y viceversa… Ánimo ten y adelante, sigue luchando por las cosas buenas.
No hay nada más poderoso que la voluntad del ser humano.
El camino de la vida, lleno está de tropezones; tendrás más de un caída… ¡Jamás te descorazones…!
El que comienza una tarea y sin más lo deja, jamás podrá verse en un lugar destacado.
La vida es un don maravilloso y es preciso vivirla con la mayor plenitud.
Hacer el bien a los demás no es un deber. Es una alegría, porque aumenta tu propia salud y felicidad.
Solamente los principios perduran y éstos poseo, porque las leyes que me conducirán a la grandeza figuran en estos principios.
El fracaso no será mi recompensa por la lucha.
El fracaso y el dolor son ajenos a mi vida.
El tiempo le enseña todas las cosas a quien vive para siempre, mas no puedo darme el lujo de la eternidad; sin embargo, dentro del tiempo que se me ha asignado debo practicar el arte de la paciencia, ya que la naturaleza no procede jamás con apresuramiento.
Me formaré buenos hábitos y seré esclavo de esos hábitos.
Si repito diariamente estos principios, pronto se convertirán en parte integral de mi mente activa; pero, aún más importante, se radicarán también en el subconsciente: esa misteriosa mente que nunca duerme, que crea mis sueños y que con frecuencia me hace proceder en una forma que no comprendo.
A medida que estos principios sean absorbidos por el subconsciente, comenzaré a despertar, todas las mañanas, con vitalidad, entusiasmo, y con muchos deseos de luchar por mis ideales y por llevar una vida mejor; además, tendré paz mental y espiritual.
Persistiré hasta alcanzar el éxito.
Jamás aceptaré la derrota. Y borraré de mi vocabulario las frases de los cobardes y necios, como: no puedo, es difícil, soy lento, no sé hacerlo, yo no soy inteligente; no puedo alcanzar nada bueno, porque soy pobre y no tengo dinero…
Cada obstáculo que se presente lo consideraré un amigo que me acerca al éxito y un desafío que hace interesante mi vida y mi trabajo.
Concentraré todos mis esfuerzos para ser la montaña más elevada y fuerte de todas; y exigiré a mi potencial mental y físico cada día más.
Soy parte de la naturaleza y ésta no conoce la derrota. Con el tiempo emerge victoriosa y así lo haré yo y con cada victoria la próxima lucha será más fácil.
Si malgasto el “hoy” destruyo la última página de mi vida. Por lo tanto, trataré con ternura y afecto cada hora, porque no retornará jamás.
Evitaré todo lo negativo. A la indecisión, destruiré con la acción. Sepultaré las dudas, bajo la fe. El temor destruiré con la confianza, y evitaré a la persona ociosa y pesimista.
Trabajaré con más entusiasmo que nunca y exigiré a mi capacidad mental y física hasta que me pidan descanso, y aún así continuaré, porque la vida es corta y debo sacarle el máximo provecho.
Cuando me sienta profundamente acongojado, me consolaré pensando: “esto pasará también…”
Mañana será el día reservado para los haraganes. Yo no soy un haragán. Empezaré desde este momento a trabajar duro.
Mañana será el día cuando lo malo se vuelva bueno. Yo no soy malo. Desde hoy comenzaré a practicar lo bueno y noble.
Mañana será el día cuando el fracasado tendrá éxito. Yo no soy un fracasado, de modo que empezaré desde este momento a luchar por el éxito.
Sé en tu trabajo constante, que aunque no seas muy hábil, llegarás lejos. Los años son generalmente como nosotros los hacemos. De los magos imitemos la fe y la persistencia.
Te exalte la alegría o la tristeza, dile al señor Jesús: “mi vida es tuya, bendito seas para siempre…”
Aprovecha bien la vida que pasa con rapidez; es una luz que extinguida, ya no se enciende más.
Es el triunfo una montaña, si la quieres escalar, sin sudor, constancia y maña, no la podrás alcanzar.
Aprovecha bien la vida, es breve y una no más; trozo de vida perdida, no se encuentra jamás.
Poco a poco se hace mucho… Ánimo ten y adelante, que aquel que se desanima, viene a ser inútil.
Haz lo que puedas, no más, que Dios quedará contento con tu esfuerzo; y si es así, el desaliento no debe hundirte jamás.
Si desea un atajo para poder triunfar, solo hay uno: el trabajo; por lo tanto, a trabajar.
Los caminos de la vida ofrecen muchos altibajos. Mañana estarás arriba, aunque te halles hoy abajo, y viceversa… Ánimo ten y adelante, sigue luchando por las cosas buenas.
No hay nada más poderoso que la voluntad del ser humano.
El camino de la vida, lleno está de tropezones; tendrás más de un caída… ¡Jamás te descorazones…!
El que comienza una tarea y sin más lo deja, jamás podrá verse en un lugar destacado.
Hay circunstancias que nos hacen pobres materialmente; mas no hay que tener una mentalidad pobre. La pobreza es una actitud mental. Hoy somos pobres, pero, debemos creer y luchar para que no siempre sea así. Debemos creer en un mañana mejor…
Sea cual fuere el estilo, la idea es que si cultivamos y mantenemos una actitud mental positiva y trabajamos duro, saldremos adelante y lograremos lo que nos propongamos.
No envidies lo que tienen lo demás. Desea lo poco que tienes y cuídalo.
Los pensamientos, imágenes e ideales de una persona, son más poderosos que las armas.
Una vida creativa implica la erradicación de la autoimagen negativa de sí mismo.
El hombre triunfador: fracasa, aprende de éstos y construye sus éxitos sobre las derrotas.
El secreto de una vida de éxito es levantarse por encima de sus fracasos, hasta alcanzar los buenos momentos.