lunes, 1 de febrero de 2016

Moral política

En la actualidad, no existe ninguna sociedad libre y democrática, que no hable de moral. Basta con oír los diferentes programas informativos  (noticieros) para descubrir, que esta palabra está incluida en todos los temas de conversación. 

Resulta difícil para no decir imposible,  que la moral pase inadvertida hoy día… Con tanta delincuencia y sobre todo, la corrupción en la administración pública, que se expande como el peor cáncer”, la reina más humillada, denigrada, maltratada y violada en el planeta Tierra, es precisamente: la MORAL.

Para conocer hasta qué punto los principios morales se han arraigado en el corazón de una persona, sólo tiene que poner en sus manos: poder y dinero, y se dará cuenta de una manera contundente y definitiva, cómo es en realidad el individuo y no simplemente la bonita imagen que proyecta.

La política como arte o llámese un buen circo, sigue siendo espectacular. Cualquier mortal se para frente a un público, utiliza una buena oratoria o un lenguaje emotivo, sonríe, y al final reparte besos y abrazos –también dinero y otros beneficios más- y los electores corren a darle el voto…

Si los ciudadanos de una nación anhelan que sus autoridades sean más eficientes, entonces en el momento de emitir el voto no es suficiente la imagen que vemos, se tiene que conocer la trayectoria pública y lo más que se pueda y sea permitido, el comportamiento social de la persona, por ejemplo, su relación con la familia, en la empresa privada, sus logros, actos de solidaridad con la comunidad, etc.

No significa que se va a invadir la vida íntima de la persona como algunos malintencionados lo hacen. Pero, si vamos a observar aquellas conductas que están a la vista de los demás. Así se podrá obtener una imagen más seria y real del aspirante a cargo público.  Si la población actúa de esta manera se podrá bajar un poco los niveles de corrupción que existen en el sector público.

Por otra parte, el incremento de los funcionarios públicos de distintos niveles de jerarquía, que cada año son denunciados o declarados culpables por actos de corrupción, es un indicador claro de que las normas morales que deben regir la conducta de los políticos son muy débiles o nunca existieron.

La política jamás podrá estar distante de los principios morales. Llámese moral al conjunto de reglas aceptadas por la colectividad humana, que sirven de modelo de conducta y guía para determinar lo correcto e incorrecto. De hecho los principios morales están muy unidos a la fe cristiana y han servido como base e inspiración para crear las Constituciones de los países de América y Europa.

Cumplir los valores morales, como NO ROBAR, para muchos políticos es como vivir en el planeta Plutón. ¡Y es cierto! Cuando aquéllos que llegan a puestos públicos obtienen poder y la facilidad de influir en el manejo de millones de dólares, sin ningún control ni supervisión, sucumben ante los millones… Tanto así que olvidan que la justicia penal tarde o temprano los alcanzará.

Si es político y aún no ha caído en la corrupción, no confíe, tenga mucho cuidado, fortalezca su conducta moral y nunca le haga daño a su familia.  Si es político corrupto, todavía está a tiempo de cambiar su vida, piense en su bella familia y pídale a Dios misericordia, sabiduría y valor para enfrentar las consecuencias de sus actos.



Por:                                                                                                                         Eric Enrique Aragón

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