Por ahí dicen:"que no se debe vivir en el pasado".
Miles de personas -en su mayoría hombres- dejaron por el camino hogares destruidos, esposas golpeadas o asesinadas; hijos en la calle y sin futuro; y otras perversidades...
Lo más probable, es que para estos mortales, los recuerdos resulten un tormento. Difícilmente, se podrán librar del dolor que causan las remembranzas negativas... Algunos tratarán de ahogar las penas, con los vicios, sobre todo, con el alcoholismo o empeorando la conducta (error garrafal).
Y por otra parte, tenemos a los mortales que gracias a su fe, perseverancia y normas morales, han podido, con gran esfuerzo y sacrificio, atesorar bellos y sublimes recuerdos. ¡Oh! ¡Qué lindo! Este pasado proporciona mucha alegría y paz interna...
Ignorar el pasado, quizás, no sea lo más sabio. Si las cosas se hicieron mal, se debe analizar en qué se falló, para no repetir los errores nuevamente; si se tiene otra oportunidad. Por lo menos, compensar lo malo que se hizo en el pasado, es importante, para la purificación del alma.
Muchos jóvenes... y adultos que están pasando por iguales circunstancias, necesitan las experiencias de las personas que han vivido estos infiernos. "Conviértase en luz y en una fuente de sabiduría e inspiración, para ellos".
¡Aquí está su oportunidad para ayudar a otros y así enmendar -en algo- su pasado!.
Busque el arrepentimiento y purificación de su vida, llevando su conducta de la mejor manera posible; ayudando a los verdaderamente necesitados; practicando día a día, los valores morales y preceptos cristianos.
Si aún está a tiempo de corregir algún error, sobre todo, si tiene que ver con su familia, pues, no espere el mañana: "Hágalo enseguida".
No se arrepentirá y sentirá la paz divina, que sobrepasa todo entendimiento humano.
Por:
Eric Enrique Aragón