domingo, 5 de diciembre de 2010

Niños sicarios ¿Y quién los ayuda?

Además de ser una noticia que despierta la curiosidad, el morbo y vende muchos periódicos ¿Qué estamos haciendo nosotros para evitar esta aterradora situación? Permítame, apreciado lector, repetir el título de un artículo que escribí hace unos días: “TODOS SOMOS CULPABLES” y jamás olvide que mañana “el niño sicario” puede ser un familiar suyo.

Los principales diarios del mundo hace pocas horas, presentaban con grandes titulares, la noticia de la detención de un niño de tan solo 14 años, en el estado de Morelos, México; cuyo trabajo era matar y degollar cuerpos, como él mismo lo declaró.

Véase la noticia en algunos destacados periódicos.

Cuernavaca, Morelos Viernes 03 de diciembre de 2010. JUSTINO MIRANDA El Universal. Edgard "N", "El Ponchis", de 14 años de edad, acusado de degollar a los adversarios del cártel de los Beltrán Leyva en Morelos, fue detenido por soldados de la 24 zona militar la noche de ayer en el aeropuerto estatal "Mariano Matamoros", a 17 kilómetros al sur de la capital morelense, junto con dos de sus hermanas.

México, D.F., 3 de diciembre.- A los once años de edad, el crimen organizado lo secuestró y lo sometió a sus filas con la intimidación de una amenaza de muerte. Su trabajo consistía en degollar cuerpos. Fuente: diario Proceso.com.mx

Junto con 'El Ponchis' fueron detenidas sus dos hermanas, de 17 y 23 años, conocidas como 'Las Chavelas', que, de acuerdo con las investigaciones, eran las que conducían vehículos con cuerpos desmembrados para arrojarlos a la autopista México-Acapulco. Fuente: diario El Mundo, España, viernes 03/12/10. Actualizado 18:57h. (GMT-5).

Con el dolor en el alma, debemos aceptar que este niño sicario y todos los que violan la ley, tienen que ser sometidos a las sanciones que establecen las leyes penales de cada país. No obstante, las autoridades y la sociedad en general, deberían entender que ningún niño nace delincuente o asesino. Todos ellos hicieron lo mismo que nuestros hijos (o tal vez nunca conocieron ésto). ¡Gateaban! ¡Corrían por la casa! ¡lloraban para avisar que querían el biberón o estar en los brazos de alguien! ¡Qué hermosos se veían, cuando jugaban en la cuna o por el piso! ¡Y qué me dicen cuando estaban en nuestros brazos y no nos cansábamos de besarlos! Ningún niño nace delincuente ni asesino... Los adultos los convierten en eso...

Lo que intento decir a las autoridades de todos los países del mundo –y con todo respeto- es que los niños delincuentes; además de ser castigados merecen que hagamos el esfuerzo por salvarlos. Podría sustentar con hechos reales, que muchos ciudadanos productivos y con un buen ejemplo moral en la actualidad, tuvieron un funesto pasado delictivo. Pero, una mano amiga los ayudó.

Las instituciones estatales que se orientan a ver los problemas sociales, deben tratar de ser menos burocráticas y realmente cumplir con el rol para el cual fueron creadas: trabajar en beneficio de los niños, jóvenes y familias vulnerables.

Por ejemplo, este niño de 14 años "El Ponchis", acusado de degollar a los adversarios del cártel de los Beltrán Leyva en Morelos (México); tuvo que padecer ciertas situaciones, desde que era un bebé, que lo llevaron a estos infernales caminos. Ningún niño o niña de 11 años, le dice a sus padres o tutores: ¡Me voy mamá a ser un asesino, vendedor de drogas o prostituta! Se trata de una serie de eventos que conducen al infante por este rumbo. ¡Y adivinen! Parece que es difícil comprender el asunto… ¿Quiénes son los verdaderos culpables, que deben ir a la cárcel? Respuesta: “Los progenitores y adultos responsables de los niños delincuentes”. ¡Vieron! No es difícil entender…

Las instituciones estatales de cada país (sociales) deben hacer un estudio sobre el origen de la conducta de los niños infractores, en conjunto con los organismos de investigación –pero que no sea un trabajo burocrático, que se perderá posteriormente en una gaveta-; que sea una labor, verdaderamente seria y responsable, con la finalidad de reducir los factores que conllevan a los niños y niñas a ser delincuentes, consumidores y vendedores de drogas y sicarios.

En este sentido, tanto los gobiernos como la empresa privada, deben apoyar a las organizaciones y fundaciones -responsables y transparentes- que se dedican a ayudar a las familias y niños vulnerables de la sociedad. Éstas requieren apoyo económico, logístico, alimentos y personas voluntarias que deseen colaborar.

En esta navidad, hagamos el esfuerzo de tomar un poquito, de esa gigantesca motivación que tenemos para comprar y festejar, Y PENSEMOS EN AYUDAR A LOS NIÑOS VULNARABLES DE NUESTROS PAÍSES.

Por: Eric Enrique Aragón
5 de diciembre de 2010

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