domingo, 17 de octubre de 2010

Recomendaciones para la búsqueda de empleo…


La actitud que tenga la persona en el momento que inicia la búsqueda de trabajo es muy importante; ya que esta situación puede convertirse en su mejor aliado o más fiel enemigo.

Visualizar la necesidad de encontrar empleo, como un proceso que debe ser agradable, es lo primero. Es cierto que cuanto más demoramos para hallar un empleo, el costo es mayor; ya que se hace un gasto económico en muchas hojas de vida (currículum vitae); transporte, compra de periódicos para ver los anuncios de trabajo; fotocopias, y lo peor es que si no logramos nuestro objetivo, vendrá una gran frustración; incluso, perderemos la autoestima.

No se pretende negar tal situación; pues, una gran cantidad de personas, ya sea que vivan en Europa, América o en cualesquiera otras regiones del mundo, padecen los efectos de no conseguir un trabajo: frustración, angustia, desánimo, autoestima baja… Y finalmente dejan de luchar por la vida y se entregan en los brazos del fracaso.

Jamás estimado lector nos podremos librar de las frustraciones, desánimos o efectos negativos, en tanto seamos seres humanos: Pues, estas son emociones que viven en la mente humana. Todos los seres vivos en un momento dado, por algún hecho contrario a nuestros deseos, nos sentimos tristes, frustrados o desanimados… Lo importante es entender que los sentimientos negativos siempre nos acompañan, como el aliento mismo de la vida. La mayoría únicamente duran un par de días; es decir, son pasajeros, “si nosotros los dejamos ir…”

Lo que si deseamos compartir con ustedes, son las herramientas que utilizamos para buscar empleo, siempre que nos quedamos sin trabajo. Debemos comprender que los tiempos han cambiado; hoy día es difícil que un trabajador dure 20 años en una empresa hasta obtener una pensión de vejez, como era lo normal hace unas décadas.

Puesto que vivimos en un mundo que cambia rápido, por la tecnología que avanza a la velocidad de la luz; sistemas de trabajo y técnicas que cada vez son más sofisticados, contratos de trabajo por periodos cortos y una población –en su mayoría joven- que busca empleo y que se multiplica rápido, sobre todo, en los países en desarrollo, transforma el proceso de buscar un trabajo en algo sumamente complicado y a veces traumático. Pero, no es imposible si usted lo desea en su mente y se prepara para competir.

Antes de buscar trabajo dialogue con Dios y Nuestro Señor Jesucristo. El es un gran amigo. Si usted realmente busca empleo para superarse, ayudar a su familia; dar un buen ejemplo moral, de lucha y esfuerzo; y utilizar sus habilidades para el bien de los demás. “Créame Dios lo ayudará a obtener un trabajo”.

Otro factor importante es que usted vea la búsqueda de empleo como una competencia sana, que le permitirá conocer gente, empresas y adquirir nuevas experiencias, que le servirán para el futuro, cuando nuevamente tenga que buscar trabajo. Este es un proceso que jamás acaba…

Analice bien cada puesto de trabajo vacante, de modo que usted cumpla con los requisitos y cualidades, que pide el empresario. Muchos candidatos son rechazados, porque envían el currículum vitae o asisten a las entrevistas sin cumplir realmente con los requisitos.

La preparación para la entrevista es fundamental para que se fijen en usted. La forma de vestir debe ser sencilla, pero, correcta. Igualmente, los gestos, ademanes, forma de actuar y de hablar es vital para la evaluación. Usted puede inspirar confianza o lo opuesto.

Siempre demuestre interés y deseos de trabajar en la empresa. No se desanime, porque le ofrezcan un salario bajo. Al contrario vea lo positivo de todo. Tendrá una oportunidad de demostrar sus habilidades y cualidades. Además, obtendrá más experiencias que le servirán para superarse laboralmente.

Recuerde: Cuánto más difícil sea encontrar un trabajo, más esfuerzo y empeño demostraré…Y jamás dejaré que la frustración y la baja autoestima me derroten, puesto que yo soy un luchador por la vida y Dios me ayuda…


Por: Eric Enrique Aragón
17-octubre-2010






















domingo, 10 de octubre de 2010

Desarrollo económico y libertad de expresión...

Fuente:PANAMA AMERICA
ciudad de Panamá, sábado 9 de octubre de 2010
PA-DIGITAL.com.pa


No puede haber desarrollo económico, sin libertad de expresión

por: Eric Enrique Aragón
PROFESOR


 

El señor Guido Rodríguez, presidente del Forum de Periodistas, hizo una serie de señalamientos sobre la libertad de prensa, a raíz de la condena de los periodistas Sabrina Bacal y Justino González, que merecen que toda la sociedad panameña, le prestemos mucha atención. Véase la edición digital del diario Panamá América del día miércoles 6 de octubre del presente año. Estas declaraciones se dan a través de una conferencia de prensa, en la misma fecha del diario citado, en la cual estuvieron presentes otros periodistas y profesionales connotados.
El Licenciado Rodríguez, se refirió al hecho de que el Gobierno está por un lado haciendo todos los esfuerzos a nivel internacional para lograr una mejor evaluación en el ámbito económico y financiero, de modo que nuestro país sea recomendado como un lugar adecuado para las inversiones y negocios a nivel mundial. Y esto es precisamente, la labor fundamental de estos organismos, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que velan por el cumplimiento de todas aquellas recomendaciones que se hacen a los países, para garantizar un país seguro para las inversiones extranjeras y para recibir apoyo en todos los aspectos de las naciones industrializadas, como las de Europa y de nuestro mayor y más importante socio y ejemplo de democracia y libertad de prensa, los Estados Unidos de América.
De la calificación que obtenga el país dependerá que se firmen muchos acuerdos y tratados necesarios, para los países en vías de desarrollo como nuestro país Panamá, que tanto apoyo requiere. Daba a entender con sus palabras muy atinadas, el señor Guido, que por otro lado el Gobierno estaba perjudicando su excelente labor con las últimas actuaciones, de minimizar los grandes avances en materia de libertad de expresión. Por cierto, muy bien explicado por el Presidente del Forum de Periodistas, en el programa del día martes, en horas de la noche, Debate Abierto, de Canal 4.
Permítame señor Guido manifestarle que en nada se equivocó. El Gobierno con excelentes economistas y empresarios, debe hacer un alto para reflexionar mesuradamente en torno a este problema, que de seguro, si no hacemos nada, estaremos llevando al país a un enfrentamiento entre dos bandos: el Gobierno y la sociedad panameña. Porque es un asunto que nos compete a todos. Por ejemplo, en estos momentos me toca dictar unos cursos a una gran cantidad de jóvenes estudiantes, que se preparan como técnicos superiores, en áreas en que, en los últimos años, han alcanzado un gran desarrollo en nuestro país Panamá y que todo apunta que aún seguirán creciendo: tales como, el sector turismo, financiero y de recursos humanos.

Les explico -a los alumnos- el valor de la competitividad a nivel local e internacional; la importancia de mirar el recurso humano, como un activo fundamental, para que las organizaciones logren sus metas y calidad en los servicios; y de la responsabilidad que le toca a los Gobiernos de crear un país propicio y seguro para que todo lo anterior se dé.
Y todo empieza con el respeto a las libertades básicas de los individuos, como la libertad de opinión. Y es que precisamente en el juego de ideas y críticas, tanto las organizaciones, como los Gobiernos pueden corregir sus errores y mejorar su futuro.
Por otro lado, cuando sometemos al país a este retroceso, todos perdemos. Ya que es aquí donde aquellos individuos y grupos frustrados y extremistas, saben capitalizar la situación para sacar provecho. Tal como ha ocurrido en algunos países vecinos. Y cuyos gobiernos lo primero que han pretendido es acabar con los medios de comunicación y con todo indicio de libre expresión, llevando a la sociedad al mayor oscurantismo y violencia… ¿Queremos esto para nuestro bello país?
Todo lo que Panamá a nivel internacional ha conseguido, lo puede perder. Hoy día los canales de comunicación se han sofisticado tanto, que es casi imposible detener el flujo de información, que viaja a la velocidad de la luz; de manera tal, que los ataques a la libertad de las personas, de los medios de comunicación y expresión, simplemente, porque a alguien no le gusta que lo pongan en evidencia, corre -la información- por todos los países desarrollados y organismos internacionales, que al final volverán a calificar al país desfavorablemente y todo los esfuerzos hechos quedarán en nada.
“Jamás podrá haber desarrollo y crecimiento económico, sin libertad de expresión y de prensa”.

viernes, 1 de octubre de 2010

¡Dime que comes y te diré quien eres…!


Desde la antigüedad de una u otra forma se le ha dado suma importancia al cuidado de la salud, tanto mental como física. Por ejemplo: los griegos practicaban muchos ejercicios físicos, como factor esencial para el desarrollo de las habilidades, sobre todo para la guerra.

¡Bueno! Las olimpiadas que celebramos en la actualidad y que nos permiten deleitarnos con las fenomenales destrezas físicas de los jóvenes atletas, tuvieron su origen en la Antigua Grecia. Igualmente, en el imperio más grande y duradero que ha tenido la humanidad –casi 400 años- El Imperio Romano, también se destacaba el estudio del cuerpo y la mente, como decían ellos “Mens sana In corpore sano”.

Este tema es como aquella persona que sabe dónde están las herramientas apropiadas para trabajar, pero, no las utiliza, porque tendría que hacer un mayor esfuerzo… ¡Y no quiere…! Prefiere la vida fácil aunque sacrifique la buena salud…

Seleccionar los alimentos diariamente para toda la familia es importante. Los alimentos adecuados previenen enfermedades del corazón, de los riñones, problemas respiratorios, fortalecen los huesos, mantiene el sistema defensivo del cuerpo en óptimas condiciones, reducen la pereza, el cansancio, la anemia. Mejoran el rendimiento mental de las personas, en el trabajo y de los niños y jóvenes estudiantes. Asimismo, influye aunque esto no se percibe tan claramente, en los niveles de optimismo con que el ser humano debe enfrentar los problemas día a día.

Algo que no se debe tomar a la ligera es que no se requieren grandes sumas de dinero para tener una buena alimentación. La gente pobre, con pocos recursos económicos puede comprar alimentos que no cuestan mucho y son nutritivos.

Por ejemplo: ¿Quién no puede comprar huevos de gallina, avenas, cremas de maíz y plátano, verduras, frutas como el guineo, leche, yuca, tortillas de maíz, tomar mucha agua; evitar excesos de condimentos, hacer una buena sopa con verduras frescas una vez a la semana. Y en algún momento –a veces es costoso- conseguir pescados, mariscos y demás alimentos del mar.

¡Claro! Todos estos alimentos los debe escoger frescos y con buen olor; y si come en los restaurantes de la calle, entonces escoja los más aseados y que cocinen en forma saludable. Y no tienen que ser de lujo... Busque los populares, siempre hay magníficos restaurantes. Todo esto debe combinarse con moderados ejercicios físicos, como correr, caminar, y otros apropiados a la edad. Y no menos significativo es el descanso físico. Mucha gente trabaja duro, lo sabemos; no obstante, debe aprovechar cualquier oportunidad para dormir… Para mí lo más importante es la salud espiritual y emocional; ya que nos proporcionará la fuerza para vivir con entusiasmo día a día, es decir, la poderosa MOTIVACIÓN. ¿Cómo lograr esto? ¡Fácil! Lea los buenos escritos en los periódicos y revistas, busque temas educativos en la Internet, lea libros de motivación, frases, adagios, etc. Siga los buenos ejemplos de la gente que lo rodea. Ame y dedíquele tiempo a su familia; visite lugares al aire libre, aprecie la naturaleza y respétela; observe el mar, el atardecer y el alba; practique la oración a Jesús…


Me atrevo a asegurarle que si usted practica gran parte de estos consejos: su vida será mejor…




Por: Eric Aragón
1 de octubre de 2010

domingo, 19 de septiembre de 2010

Por un mundo mejor…

Seguro que mucha gente piensa que tener riqueza material es algo negativo, y en consecuencia, los que la poseen son crueles y despiadados. Pues, en cierta forma se expresan así, más que por un razonamiento filosófico, lo hacen porque viven en extrema pobreza, sus hijos padecen desnutrición, carecen de oportunidades para tener una mejor calidad de vida y son víctimas de las injusticias de los malos gobiernos y los ricos empresarios. ¿Qué ser humano en estas condiciones no va a odiar a los que más tienen?
En primer lugar permítame explicarle, con todo el respeto que usted se merece y sin pretender cambiar sus pensamientos, que el problema no está en que una persona tenga más dinero o riqueza que otra. No podemos creer que todos somos iguales… ¡Es imposible! Observe a su alrededor y usted podrá ver gente de diferentes tamaños, colores, habilidades, personalidades y caracteres, incluso, en su propia familia.

Esta diferencias por si solas no significan que unos sean malos y otros buenos… ¡Jamás! Igual, usted, no puede esperar que todos los mortales tengamos las mismas habilidades. Si una persona tiene más talento para los trabajos eléctricos, entonces es lógico y justo, que gane más dinero que los demás. Si un hijo de alguien -sea pobre o pudiente- se esfuerza y obtiene una excelente preparación universitaria, tendrá derecho a ganar grandes sumas de dinero… ¡Para eso se estudia! Y hay que aplaudir a la gente que se supera…

Igual si hay seres humanos que son hábiles para los negocios, honrados por supuesto, y acumulan bienes y dinero, por esto no tenemos derecho a tratarlos como demonios… Simplemente aprovecharon un talento y las oportunidades que se les presentaron. Igual si un padre o una madre les dejan a sus hijos tierras, bienes y riqueza, tampoco tenemos derecho a condenarlos por nacer en cuna de oro. Todos los seres humanos merecen respeto, sean ricos, pobres, estudiados o no, reyes y príncipes, gobernantes, políticos, empresarios, etc.

Para los que somos cristianos tenemos un gran ejemplo en las palabras de Nuestro Señor Jesucristo, cuando dijo: “dad al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios…” De estas palabras se desprende el principio del Respeto a los demás, sin hacer distinción de raza, posición social, política, económica o social. La lección más grande la dio Jesucristo, pues en ningún momento de sus años de noble vida, irrespetó a persona alguna ni siquiera cuando (Jesucristo) los criticaba por las malas acciones.

El problema que está sufriendo la humanidad y la naturaleza se debe a la conducta de las personas y en este caso específico de los que más tienen y no sólo me refiero a las posesiones materiales; sino también, a los talentos. Pareciera que en estos tiempos de tanta tecnología y conocimientos, cuánto más preparación académica y dinero alcanza una persona, se hace más cruel e inhumano.

Los empresarios deben aprender que si comparten una mínima parte de sus ganancias con los empleados, les irá mejor; ya que lograrán poco a poco, que muchos empleados sean más leales, eficientes y comprometidos con la empresa. ¿Cómo se logra esto? ¡Fácil! Invierta en capacitaciones periódicas para los trabajadores. Hágales regalos navideños de comida; establezca un fondo de becas para los hijos de sus colaboradores (sus empleados). Diseñe una política de aumentos salariales que beneficie a los trabajadores que se esfuercen por ganar tal aumento, y que no perjudique tampoco a la organización. Si se trata de una compañía grande, puede establecer un fondo o crear una pequeña financiera para hacerles préstamos a los trabajadores, a intereses más bajos.

Por otro lado, todas las empresas deben participar en programas de ayuda social, a través de fundaciones debidamente establecidas y que en verdad cumplan con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la población. Me refiero a aquellas que ayudan a los niños huérfanos, ancianos, minusválidos, mujeres maltratadas, e igualmente, a las que cooperan con la capacitación de la gente más necesitada para conseguir un empleo. Y los más importante, ayudar de una u otra manera a las escuelas públicas para que éstas cumplan con el propósito de brindarle una educación integral o completa a nuestra juventud, que requiere más y mejores oportunidades en la vida para que la delincuencia no los atrape en sus garras, de las cuales jamás podrán salir; ya que su único final es la muerte y destrucción.

Por otro lado están las organizaciones que protegen el medio ambiente, que necesitan con urgencia ayuda económica y de recursos humanos, para crear conciencia en todos los sectores de la sociedad, que tenemos la obligación de cuidar la naturaleza; de modo tal que nuestros hijos –en un futuro cercano- no respiren contaminación ni beban aguas negras y puedan conocer ríos y mares hermosos; y árboles frescos, con abundantes ramas y hojas. Y que puedan en algún momento ver un lindo amanecer y atardecer…

Los gobiernos, los empresarios, los ricos, los políticos y la sociedad civil tenemos el gigantesco reto de hacer de este mundo, un lugar mejor para vivir. Y lo podemos hacer si cada uno de nosotros hace un esfuerzo –por pequeño que sea- en favor de nuestra población y de nuestro medio ambiente…

Por:
Eric Enrique Aragón
19 de septiembre de 2010


jueves, 16 de septiembre de 2010

Una lección para mis estudiantes…

Le doy gracias a Dios, que en muchas ocasiones tengo la oportunidad de trabajar como profesor en algún pequeño centro educativo. Ahora mismo tengo que enseñar varias materias relacionadas con el área administrativa, financiera, económica y de recursos humanos; en un instituto que ofrece carreras a nivel técnico, incluyendo como requisito final, una práctica profesional.

Mi agradecimiento a Dios, no sólo es porque tengo una pequeña entrada económica, que me permite sobrevivir en tiempos malos… como se decía en la profecía o predicción hecha por Daniel, en la antigua Babilonia “un periodo de vacas flacas”. Se quería decir con esto que se estaba en un momento difícil, tomando en cuenta también la parte económica.

Mi satisfacción va más allá de lo monetario, ya que tengo la oportunidad de transmitir conocimientos sustentados por mi propia experiencia laboral, ocupando todos los puestos de trabajo, desde el más sencillo; pero, no menos importante, hasta el de jefe en la empresa privada y últimamente en instituciones públicas; igualmente el cargo de administrador judicial –laboral-. Y lo más importante para mí es que trato de ofrecer a los estudiante una enseñanza que he aplicado diariamente en mi vida personal, con el fin de mantener una actitud positiva frente a las dificultades que nos rodean a todos los seres humanos día a día, sin hacer distinción de raza, credo, nivel educativo, social o económico.

Usted puede vivir en México, Argentina, Venezuela, Centroamérica, Panamá, España, Bulgaria, Estados Unidos; en fin, no interesa en que parte del mundo usted resida o que idioma hable, lo único cierto es que todos nosotros estaremos siempre unidos por los problemas, angustias, frustraciones y tensiones que son situaciones propias de la existencia humana y que siempre nos acompañarán como aquel perro fiel hasta el último minuto de vida.

Por ejemplo, en la clase de relaciones humanas y ética profesional, les explico a los estudiantes que una gran parte de los problemas en una empresa están relacionados con la conducta humana. Incluso, aquellos trabajadores que siempre tienen una excusa para no hacer bien su trabajo o no logran adaptarse al ambiente laboral, demuestran una conducta totalmente pesimista.

Definitivamente que si entendemos un poco el comportamiento de las personas, tendremos mayor capacidad para enfrentar las distintas situaciones laborales. Todo depende de la actitud que tengamos en un momento determinado –les explico a los alumnos con mucho entusiasmo- ¡Y por favor…! No me digan que tienen dificultades personales, porque si alguien tiene el montón de problemas económicos y sufrimientos; y para empeorar las cosas, cada vez que pretendo realizar un plan o alcanzar un sueño de superación, todo se me viene abajo, como escribió Og Mandino, en una de sus obras literarias “la vida siempre está 6 a 5 en contra de lo correcto que tratamos de hacer”.

Sin embargo, siempre debemos recibir cada día, con un sueño lindo y hermoso, y tomar la firme decisión de trabajar duro todos los días para lograr nuestros propósitos, siempre y cuando éstos sean buenos.

Tener un equilibrio interno, en nuestro “yo interior”, es fundamental para que podamos mantener una buena armonía con nuestro medio exterior; es decir, en el ambiente laboral, la comunidad y la familia. ¿Cómo se logra el equilibrio interno? Practique la buena lectura, vea programas de televisión que contribuyan a la buena educación, escuche a las personas que hablan de una manera interesante y que siempre se ocupan en tareas positivas; vaya a la iglesia debes en cuando, levántese en la madrugada a mirar las estrellas y a meditar sobre cómo mejorar su vida –créame Dios le ayudará-; haga ejercicios periódicamente –podría caminar o trotar frente al mar o en un parque lleno de árboles-; coma frutas, tome bastante agua, trate bien a su familia o parientes; trate de practicar la bondad y el perdón; procure ser tolerante con las demás personas, apártese de las dificultades y de la gente problemática… Aprenda a deleitarse con la música suave e instrumental… Y lo más sagrado, ejercítese en la Oración al Altísimo…
Si usted practica todo esto, sus problemas no desaparecerán. ¡Jamás le podré decir tal cosa! Pero, si le puedo asegurar, porque lo he experimentado en mi vida, que tendrá más fuerzas para enfrentarse al diario vivir y a sus problemas de trabajo…


Por:
Eric Aragón
16 de septiembre de 2010