domingo, 8 de diciembre de 2013

Una familia poderosa…

La familia unida por el amor y la tolerancia; sobre todo por la fe cristiana, será tan fuerte como una roca milenaria, y lo más bello es que al final, se transformará en buena semilla que dará excelentes frutos…

El famoso cantante puertorriqueño Chayanne, en varias ocasiones se ha referido a su familia de la siguiente manera: “Mi familia es el motor de mi vida, a ella (su esposa Marilisa) no la cambio por ninguna”. “Mi templo es mi casa”.  De acuerdo a la prensa especializada, el artista mantiene desde hace aproximadamente 20 años, uno de los matrimonios más estables del mundo del espectáculo.

Todas las personas casadas o que alguna vez lo estuvieron, saben perfectamente que la vida matrimonial es difícil. Después de un par de años se acaba la pura atracción física y viene la realidad: la pareja comienza a verse los defectos. Muchos matrimonios terminan al cabo de pocos años separados y llenos de odio  y algunos finales son fatales –ni les importa con los hijos- ¡Bueno! existen casos donde los hijos, también han perdido la vida, por estar en medio de la disputa de los progenitores.

Tratar de justificar la separación, revelándole a todo el mundo los defectos de la otra persona o explicando que ya no había amor entre ambos; sencillamente, es hacerse la víctima para que los demás saquen el pañuelo y digan: ¡Pobrecito! ¡El tan buena gente y ella tan mala! (o viceversa).

¡Mentira! “Es una gran mentira”. Nadie es víctima. “Ambos son responsables del fracaso matrimonial y de la desdicha de los vástagos”.

En la actualidad una gran cantidad de parejas viven en un mundo de ilusiones y donde impera lo superficial. Y no es que sea negativo soñar. Al contrario, el ser humano debe dar en algunas ocasiones, libertad a las ilusiones y al romanticismo. Pero, bajo ninguna circunstancia debe perder de vista la realidad de las cosas.

Compete a los dos –esposa y esposo- hacer todo lo necesario para conservar la chispa de amor. Los seres humanos tienen defectos. Algunos se ven a simple vista y otros no; pero, todos somos imperfectos. Cuando un hombre y una mujer toman la decisión de vivir juntos y tener hijos, están aceptando una gran responsabilidad ante Dios y ante la sociedad.  Por lo tanto, deben tener la suficiente madurez para entender que todos los días hay que cultivar el amor; así como a un jardín se le echa agua y se le da cariño diariamente, para que se conserve hermoso.

Si creen que la separación resuelve el problema o que encontrarán a la persona perfecta, que se ajuste a sus demandas, están totalmente equivocados y carecen de inteligencia; ya que los mismos problemas los tendrán con la nueva pareja tarde o temprano, y quizás peor…

La felicidad y la paz están en el hogar que tiene cada uno. Su pareja es la perfecta y sus hijos la bendición de Dios para ustedes.  Sin embargo, cada día hay que echarle leña al fuego, para que éste no se acabe.

Medite en las palabras sabias del artista Chayanne, quien ha manifestado, que cada vez que puede lo dedica a pasar tiempo con su familia, pasear con su esposa y sus hijos. “Así se alimenta el amor en el hogar y se ama a los hijos”.

El futuro nadie lo controla, sin embargo, le podemos asegurar: que si el artista puertorriqueño está consciente de que el amor puro está al lado de su familia y confía plenamente en Dios: “tendrá la fortaleza necesaria para salir victorioso en los momentos más difíciles de su vida…” Igual será para todos los mortales que aman a su familia y a Nuestro Señor Jesús.



Por:
Eric Enrique Aragón

miércoles, 27 de noviembre de 2013

¿Por qué los gobiernos limitan la libertad de expresión?

Podría ser un poco difícil precisar cuáles son las razones que llevan a un gobierno o presidente de un país a obstaculizar en un momento determinado, la libertad de opinión e intercambio de información. Cada individuo con poder tendrá su razón, ya sea económica, política o de otra índole. Lo que si es cierto es que hay factores comunes que inciden en esta acción negativa de arremeter contra el derecho universal de la libertad de expresión.

La falta de preparación política, un equipo de trabajo ineficiente, tomas de decisiones equivocadas y falta de transparencia, son algunos elementos que llevan a los gobiernos a violar la libertad de expresión ejercida por todos los medios, incluyendo, las redes sociales.

En estas dos últimas décadas, casi se ha convertido en una tendencia la participación masiva de las personas en los partidos políticos, sin perder de vista que algunos se aventuran como independientes. Por supuesto, existe un propósito bien definido. La mayoría busca ayuda económica para sus hogares o un empleo.

No está mal inscribirse en un partido político con el propósito de conseguir una beca de estudio para los hijos, asistencia social o un empleo en el sector público. Así se distribuye la riqueza a las capas sociales más vulnerables; aunque no es suficiente. Irónicamente, se habla de buenos índices de crecimiento económico y grandes megaproyectos; sin embargo, la ganancia del país queda en manos de un grupo reducido de la población.  

 El problema grave radica en aquéllos que buscan llegar a los puestos públicos de gran envergadura; es decir, que tendrán el poder real de mando, empezando con el cargo de presidente. En algunos casos estos individuos no buscan contribuir al desarrollo de la nación o de las comunidades por medio de una ciencia tan noble, como lo es la política; más bien se trata de la búsqueda fácil, mezquina y personal de la riqueza material (Gracias a Dios no todos piensan así).

Los Estados modernos están saturados de ciudadanos -muchos profesionales y empresarios “que se hacen llamar exitosos”- que utilizando todos los recursos con que cuentan llegan a ocupar altos puestos públicos: presidente, alcaldes, gobernadores, diputados, representantes, etc. Y no es que sea negativo soñar con un cargo público. De acuerdo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y a las leyes de cada Estado, todos los ciudadanos tienen igual derecho a participar en política.  El aspecto negativo de estas personas, es que buscan llegar al poder sin la debida preparación política y la vocación de servir a los demás (…y es que la política no se aleja mucho del cristianismo, ambos tienen el común denominador de ayudar a los demás; cada uno con sus herramientas).

En primer lugar, los ciudadanos que pretenden tomar parte activa en la política, deben entender ésta como arte, ciencia y técnica. Si verdaderamente se aplican al estudio como autodidactas (no hay que ser universitario), podrán comprender que la política es un instrumento noble de las sociedades humanas, para llevar desarrollo a todos los rincones de una nación.  ¡Oh! Y cuánta satisfacción se siente cuando se ayuda a los demás…

Por otro lado, el político debe entender de una vez por todas, que él es una figura pública y como tal, está obligado ante Dios, su familia y su país, a respetar y practicar los valores morales y los derechos humanos, que se convertirán en su escudo o en su Talón de Aquiles, dependiendo de su actuación. Igualmente, estará bajo la fiscalización continua de la población. ¡Por eso es figura pública!

Un factor clave que indudablemente hará más eficiente el trabajo de los funcionarios con gran poder, con el presidente a la cabeza, es la “transparencia”, lo opuesto a la corrupción, el juega vivo y al abuso del poder.

Si el presidente o cualquier otro funcionario de alto rango, no está preparado en el plano político ni sea amigo de los valores morales y los derechos humanos, difícilmente podrá formar un buen equipo de trabajo y tomar las mejores decisiones.

Estas no son todos las razones, pero, si se pueden apreciar en la conducta de muchos gobernantes y en parte explican porqué éstos funcionarios –pagados por los contribuyentes- atacan en ciertos periodos de la gestión pública a medios de comunicación, periodistas, y a todas aquellas personas cuya opinión es opuesta o exigen eficiencia en la administración pública.


Por:

Eric Enrique Aragón

martes, 22 de octubre de 2013

¡Salve a su hija!

Resulta aberrante y doloroso leer en la prensa internacional un titular como este: “Niña yemení de 8 años muere  en su noche de bodas por lesiones sexuales”.  Tanto se jactan y se esfuerzan  los Estados modernos  por alcanzar excelentes índices de crecimiento económico y de presentar la mejor imagen internacional; sin embargo, todo esto es pura pantalla.   Dentro de cada Estado –por supuesto, unos más que otros- están abusando y asesinando a los niños y niñas, con la complicidad de algunos gobiernos y gente influyente.

Desde hace muchos años gobiernos y grupos extremistas, han utilizado todos los recursos para hacerle creer al mundo libre, que cada pueblo tiene derecho a su propia autodeterminación; por tanto, ni país ni organización foránea debe inmiscuirse en sus asuntos. Al transcurrir los años se ha ido poniendo en evidencia que este discurso, solamente pretendía justificar las violaciones a los derechos humanos, atrocidades y terrorismo... ¡Se trataba de una gran mentira! Las sociedades son hipócritas; cuando les conviene justificar algo, aunque sea perverso, hacen uso de toda clase de artimañas, hasta de lo religioso.

No hay adjetivos en este planeta para describir semejante atrocidad que se practica en las naciones árabes e igualmente en muchas regiones del resto del mundo: “matrimonios arreglados entre niñas y adultos” y todo con la bendición de los padres, gobiernos, jefes religiosos y de la llamada sociedad que se hace la desentendida cuando le conviene…

Se ha tratado de justificar esta práctica, además de los argumentos religiosos (en el caso de los pueblos islámicos),  con el hecho de que es una forma de obtener un mejor bienestar económico para la familia de la niña. Es cierto, que gran parte de la población mundial vive en la extrema pobreza.  No obstante, no hay nada desde ningún punto de vista, en ninguna parte del mundo, que justifique semejante crueldad, que únicamente puede ser ideada y llevada a la práctica por gente demoniaca.

Lo irónico de todo esto es que la mayoría de naciones árabes, incluyendo a Yemen, son Estados Miembros de las Naciones Unidas y han firmado muchos convenios en materia de derechos humanos y protección a la integridad de los niños (Convención sobre los Derechos del Niño).

De acuerdo a la Convención sobre los Derechos del Niño, los Estados Miembros se comprometen a proteger al infante contra todas las formas de explotación y abuso sexual. En otras palabras están obligados a tomar todas las medidas a nivel nacional y en conjunto con la comunidad de naciones, que sean imprescindibles para impedir cualquier abuso contra los niños. 

 La Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Derecho Internacional; los tratados, doctrinas y convenios relacionados con el tema, deben llevar a cada gobierno a considerar “el matrimonio o uniones entre niñas y adultos” como un acto que atenta contra la humanidad y un delito penal grave que debería estar contemplado en todas las Constituciones nacionales, y castigarse con total severidad. 

Independientemente si los Estados son desarrollados o en vías de desarrollo, deben tener bien claro que no puede haber un desarrollo pleno si nuestras niñas son abusadas y asesinadas por agresión sexual. Es como si descuartizaran a nuestras hermanas, hijas, esposas y madres.


Nunca olvide que cada minuto están abusando sexualmente de una niña y que ésta puede ser su hija.

¡Dios bendiga a las niñas y niños que sufren!




Por:

Eric Enrique Aragón






viernes, 20 de septiembre de 2013

Siria, en el banquillo de los acusados…


Hace unos días el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, estaba dispuesto a lanzar una acción militar contra objetivos en Siria, como represalia por el ataque químico del pasado 21 de agosto (2013) en las afueras de Damasco. 

Sin embargo, la firme decisión del presidente Obama de atacar a Siria, ha perdido fuerza en este momento; gracias al acuerdo alcanzado por Estados Unidos y Rusia, con respecto a la entrega y destrucción de las armas químicas en poder del gobierno de ese país. El mundo entero ha visto con agrado esta iniciativa de ambas superpotencias.

Desde hace más de un año  los sirios tienen un conflicto interno, que ha  traído desintegración familiar y muerte a inocentes niños, mujeres y ancianos.  Lo más seguro es que una intervención militar, liderada por los norteamericanos, motivaría al gobierno sirio a utilizar sus armas químicas contra su propio pueblo y contra el estado de Israel.  Además, no se puede perder de vista el hecho de que el presidente Bashar al-Asad, cuenta con el apoyo decidido de naciones peligrosas para cualquier país, sin excepción, como es el caso de Irán y algunos grupos extremistas. ¡Y por supuesto! Cuenta con sus grandes aliados Rusia y China, que no dudarían en suministrar armas a Siria, si fuese necesario.

 Los estrategas militares estadounidenses no tienen una varita mágica, para asegurar que las consecuencias de la acción militar serán controladas.  El apoyo demostrado por Rusia al régimen Sirio, la inseguridad de los aliados (de Estados Unidos), el nerviosismo latente de los israelitas y la división del Consejo de Seguridad, no son buenas señales para los Estados Unidos ni para sus amigos, como Inglaterra y Francia. En caso de que haya necesidad de acciones de fuerza, Barack Obama tendría primero que inclinar la balanza en su favor…

Hablar de autodeterminación del pueblo sirio, suena bonito.  No obstante, la realidad es otra. Es una sociedad desgarrada por el dolor y el odio, que difícilmente sería capaz de encontrar el camino de la paz y de la reconstrucción.

La única alternativa para detener el derramamiento de sangre, está en manos de la ONU y más concretamente, en las decisiones que adopte Estados Unidos y Rusia.

Es por ello que el acuerdo alcanzado por estas naciones, en cuanto a la destrucción del arsenal de armas químicas, ha sido visto con agrado por la población mundial.

Ahora le toca a todos los involucrados en el acuerdo, exigir al presidente sirio que lo cumpla al pie de la letra. Si no lo hace, queda una sola opción "la intervención militar". No es la opción correcta desde ningún punto de vista, pero, si al gobierno sirio –principal responsable- no le importa con la población, entonces, la comunidad internacional, la ONU y Estados Unidos como líder mundial, tienen el deber conforme a las leyes y tratados internacionales, de poner un alto a la masacre de la indefensa población siria (crímenes contra la humanidad).

Bashar al-Asad debe aprender que insistir en el uso de la fuerza no será bueno para él -ni para sus allegados.  Sus días están contados.  Aún está a tiempo de parar el baño de sangre en su nación y asumir la responsabilidad que le compete. Recuerde como terminaron aquéllos líderes de Afganistán, Libia, Egipto e Irak; que en su momento se consideraban casi omnipotentes.




Por:
Eric Enrique Aragón
20 de septiembre de 2013