Es doloroso ver
como los jóvenes están siendo arrastrados por las corrientes modernas, que van
en contra de todo los valores que unen a la familia y dan bienestar al ser humano.
Hoy día los medios
modernos y sofisticados como el Internet, las redes sociales, la radio, televisión
y otras técnicas audiovisuales, prácticamente han realizado un lavado de
cerebro masivo, sobre todo dirigido a la gente joven, sin dejar de mencionar
que millones de personas con más edad están cayendo en este abismo de desorden
y antivalores.
Y no vamos a
polemizar en cuánto a que son valores sanos. Simplemente llamemos valores a las
prácticas o reglas que unen a la familia en amor, tolerancia y comprensión; a
las que traen bienestar personal y superación, y todas aquellas (prácticas) que
respetan las reglas impuestas por la naturaleza y lo más sagrado, el respeto a
las normas cristianas, cuyo eje central es la enseñanza de Nuestro Señor
Jesucristo, el Salvador del mundo.
¿Por qué los
jóvenes son presa fácil de lo negativo? Porque no han alcanzado una madurez
mental a medida que avanzan en edad. Si carecen de madurez mental, entonces el
análisis que hagan frente a las diversas situaciones será pobre, muy
superficial. “Se tragan todo lo que ven y oyen", sin un correspondiente análisis
para determinar que es bueno y que es malo; qué conviene y que no. Y es aquí
donde los medios masivos modernos hacen su trabajo, llenándoles la mente de
modas, vanidad, lujuria, ideas satánicas disfrazadas de buenos argumentos, etc.
Pero, cuando estas
corrientes dañinas se topan con un joven que ha logrado la madurez mental como
debe ser, este joven simplemente coloca todo en una balanza para determinar,
mediante el análisis qué pesa más: lo que trae bienestar o problemas; y en base
a ésto desecha lo malo y retiene lo bueno y sigue adelante…
Por ejemplo, un
joven con mente superficial, fácilmente se pondrá un tatuaje, piercing; asistirá a fiestas donde el
licor, las drogas y el desorden hacen de las suyas o mirará como algo bueno
todo lo inmoral y anticristiano, porque le hacen creer que todo es ¨moda¨ y que
si no lo hace está fuera de contexto. Y para rematarlo, adónde levanta la
mirada sólo ve lo negativo y hasta sus compañeros de trabajo o de estudio se
inclinan por lo mismo…
Sin embargo, la realidad no es así. En su entorno si existen miles de jóvenes que
hacen lo opuesto: respetan y aman a la familia, procuran acatar los valores
morales y cristianos, se dedican con entusiasmo y perseverancia a estudiar o
trabajar – dependiendo a que se dediquen-; desean superarse en todas las etapas
de la viada, luchan por tener una casa, ejercer una profesión con éxito, formar una buena familia como Dios manda y otras cosas buenas.
Este mensaje es sencillo para la juventud actual. Únicamente existen dos
caminos: aquel por dónde van los desdichados y frustrados de la vida, porque
todo lo han perdido y las puertas del éxito se han cerrado; ya que siguieron
todas las malas prácticas sin decir nada como ovejas al matadero… O el camino del trabajo, la superación, la unidad
y el amor de la familia, el bienestar personal y el respeto a las cosas de
Dios.
La gran pregunta es: ¿Cuál escoges tú?
Pídele a Jesús mucha sabiduría y fuerza de voluntad para escoger el camino
del bien, dónde está el amor de la familia, el trabajo, la superación, los
valores morales y el bienestar personal.
Por: Eric Aragón