Una vez más queda demostrado que ningún gobierno que
pretenda usurpar el poder de la Democracia,
lo va a conseguir. Tarde o temprano el
pueblo arremete contra esta gente malvada y astuta, que llega a gobernar gracias a la nobleza de los electores que son embaucados. No obstante, cuando estos "personajes oscuros" obtienen el poder político, empiezan a mostrar las
verdaderas cualidades que los adornan: engaño, desprecio, crueldad y ambiciones
desmedidas…
Nicolás Maduro, heredó una dictadura de su predecesor
Hugo Chávez. No importa cómo la deseen llamar, es una “dictadura civil”,
amparada por el ejército. Sin embargo, cuando el señor Maduro y sus lacayos estaban
más confiados, les llegó el golpe contundente, por medio de los votos de
castigo, en las elecciones celebradas, el día domingo 6 de diciembre del año
2015, para elegir a los diputados de la Asamblea Nacional. De los 167 escaños, la oposición obtuvo hasta
el momento 99. Ya es un hecho que la oposición controlará el parlamento.
Las funciones del poder legislativo en Venezuela son
amplias; de modo tal, que los diputados de oposición pueden poner al ejecutivo en dificultades; pero, no se trata de medir
fuerzas con Nicolás Maduro y su nuevo gabinete ministerial. Es un error que el
mandatario declare la guerra institucional a la Asamblea Nacional de Venezuela,
que se instalará en enero (2016).
Un verdadero líder busca la armonía entre los
poderes del Estado. No es una pelea de “perros y gatos”. Ambos
bandos tienen el deber sagrado y constitucional de buscar las mejores opciones, para que el país salga de la crisis
económica, política y social, en la que se encuentra actualmente.
Los dirigentes de la oposición deben estar totalmente
claros: que los ciudadanos votaron por
la democracia, libertad, el respeto a los derechos humanos y por una mejor
calidad de vida.
A los nuevos parlamentarios (oposición) les toca
demostrar al mundo entero, que harán el mayor esfuerzo para solucionar los graves
problemas que aquejan a la nación de América del Sur y que son auténticos líderes de
la democracia, la libertad y los derechos humanos…
¡Qué Dios bendiga al pueblo de Venezuela!
Por:
Eric
Enrique Aragón