La historia nos ha
dado grandes líderes que han sido un ejemplo de conducta, sabiduría y nobleza.
José un joven que
sufrió el maltrato de sus hermanos, al extremo de que éstos lo vendieron; por
ciertas circunstancias de la vida terminó como esclavo en el imperio egipcio,
donde progresivamente fue demostrando su sabiduría, producto de la gran fe que
profesaba a su Dios. Este señor llegó a ser un gran administrador y líder en
Egipto. Contribuyó a la solución de una gran crisis, una sequía que traería
muerte y destrucción a todo el imperio; incluyendo a su pueblo hebreo, que
permaneció varios siglos como esclavos hasta que otro gran líder los liberó del
yugo egipcio, Moisés.
Helen keller, otra
gran líder de los derechos civiles, filántropa, excelente oradora y
escritora. Lo increíble es que se
destacó siendo ciega y sorda desde temprana edad. Un ejemplo poderoso de
motivación, perseverancia y trabajo para el resto de mortales que gozan de
buena salud.
Pablo, sí el del
Nuevo Testamento, después de ser un sanguinario, recibió una conversión divina.
La grandeza de este hombre es que toda su capacidad después de la conversión,
la utilizó para hacer el bien. Era un hombre bien educado, inteligente, que
conocía todas las leyes romanas y la diplomacia. Pudo escoger otro camino
después de la conversión divina, pero decidió servir a la humanidad con sus
mensajes y ejemplos de bondad, amor y sabiduría.
Otra gran heroína,
la madre Santa Teresa de Calcuta. Tomó la decisión de ayudar a la gente más desamparada de la
India.
Mahatma Gandhi, gran
héroe de la independencia de la India. Luchó contra el imperio británico con
las armas más poderosas: la perseverancia, los ideales y la no violencia.
No podíamos pasar
por alto a Nelson Mandela, un ¨prohombre¨ de Sudáfrica. Ni los muchos años de cárcel,
penurias y persecuciones lo apartaron de su gran ideal, de ver abolida la
segregación racial en su nación (Apartheid). Su lucha y sacrificio no fue en
vano. No solo logró abolir tal injusticia, sino que llegó a ser el presidente
de su país.
Sería una lista interminable de líderes que a través de la historia han inspirado a otros a luchar por un mundo mejor: libre de guerras, hambrunas e injusticias. Sin embargo, hay que destacar al máximo líder, aquel que está por encima de todos los líderes mundiales. El único que puede convertirse en fuente infinita de motivación, sabiduría, bondad, solidaridad y paz. Y lo más importante para la humanidad, puede dar la salvación del alma. Nuestro Señor Jesucristo, fue un ejemplo perfecto durante sus treinta y tres años que vivió entre los mortales.
Tantos líderes mundiales
que gobiernan a las poderosas e influyentes naciones del mundo, y en lugar de
buscar la paz por todos los medios pacíficos, lo que hacen es encender más la
hoguera del odio, la venganza y la guerra entre las naciones. Es lamentable que no hayan aprendido nada
positivo de los grandes héroes que nos ha regalado la vida.
Por: Eric Aragón