La victoria de Donald
Trump no debería sorprender al pueblo norteamericano; ya que en una contienda
electoral tan difícil y con poca diferencia porcentual: para cualquiera de los
dos candidatos puede ser la victoria en los últimos minutos.
A pesar de que la victoria
de Trump causó mucha alegría a millones de estadounidenses, sobre todo, a los
de ascendencia europea; y por otra parte, llanto y angustia a otros tantos
millones; debemos aceptar que ganó la Democracia.
En una verdadera democracia todos los candidatos tienen las
mismas oportunidades, existe transparencia y todos los ciudadanos pueden dar fe
de la pureza de la contienda electoral.
La conducta
del candidato Trump no fue agradable para muchos, al igual que sus ideas; sin
embargo, jugó con las reglas de la democracia y finalmente, se alzó con la victoria.
Será el presidente –a partir
de enero del 2017- de la nación más poderosa del planeta.
Por supuesto, con tantas
promesas y declaraciones polémicas que hizo durante la campaña electoral, es
lógico que haya pánico en muchos sectores económicos, sociales y políticos de
Estados Unidos. Incluso, en Latinoamérica y Europa, también, hay mucha
incertidumbre con respecto a la dirección que tomará Estados Unidos con su nuevo
presidente.
Tampoco debe temer la
oposición y el mundo entero, porqué Donald Trump es presidente electo. Así como
jugó con las reglas de la Democracia y ganó; ahora como presidente tiene que
regirse por las leyes de su país y no puede hacer absolutamente nada que vaya
en contra de la democracia, los derechos humanos, la transparencia y la
libertad de expresión.
Su verdadero desafío empezará a partir de
enero de 2017. Sus expresiones como candidato presidencial, pudieron ser muy
duras y prometer cielo y tierra a sus seguidores; pero, cumplir todo eso no es tarea
fácil, en algunos casos hasta será imposible.
Como presidente siempre
estará limitado por las leyes, las instituciones públicas, la oposición
política y la sociedad civil organizada: que son parte de la democracia
estadounidense; además, estará siempre bajo el escrutinio de la opinión
pública, expresada a través de todos los medios de comunicación.
El mundo ha cambiado. La globalización,
la tecnología, las redes sociales y los medios de comunicación son elementos,
con los cuales tendrá que convivir Donald Trump durante su mandato presidencial.
Muchos empresarios llegan
a ser presidentes por el enfoque que le dan a la política: proyectando la imagen
de ellos mismos como exitosos y metiéndoles en la cabeza a los potenciales
votantes: empleos para todo mundo, mayor bienestar social y económico, entre
otras promesas, que se quedarán olvidadas o no se cumplirán tal como se
presentaron ¿Por qué? Porque no se hicieron con sinceridad ni tomando en cuenta
la cruda realidad del mundo en el cual vivimos…
No cabe la menor duda. El
señor Donald Trump, como presidente electo de la nación más poderosa e influyente
del mundo, tiene la oportunidad de ser un buen mandatario. “Todo dependerá de
las decisiones que tome…”
Por:
Eric Enrique Aragón