Sodoma se destaca en
el Antiguo Testamento (aprox. 3300 A.C.), como símbolo de homosexualismo,
soberbia, falta de amor al prójimo; en fin, eran habitantes que realizaban toda
clase de prácticas abominables a Dios (Yahvé).
Sodoma y su vecina Gomorra, fueron destruidas por la ira de Dios. Estas ciudades, como muchas que tenemos en nuestros días, fueron fundadas por gente trabajadora, respetuosa del prójimo y de las leyes divinas.
Sodoma y su vecina Gomorra, fueron destruidas por la ira de Dios. Estas ciudades, como muchas que tenemos en nuestros días, fueron fundadas por gente trabajadora, respetuosa del prójimo y de las leyes divinas.
Sin embargo, en algún
momento se permitió, que las malas prácticas influyeran en la masa humana.
¿Cuál fue el resultado? Una sociedad totalmente podrida. “Era demasiado tarde para salvarla” “El
corazón y el razonamiento de las personas en Sodoma y Gomorra, estaban torcidos.
Lamentablemente, sólo
quedaba un camino: “La destrucción total”. Igual que un ser humano cuando
muere, producto de una enfermedad altamente infecto-contagiosa: “Se quema”. “Destrucción total de los microorganismos,
para que no hagan más daño”.
La sociedad actual se
está corrompiendo. No podemos sostener
que poco a poco, así era antes, ahora los índices de corrupción se incrementan
a una velocidad impresionante. ¡Irónico! Con el beneplácito de las autoridades
y de la sociedad misma.
No basta con aceptar
lo malo, sino, que las nuevas generaciones ven la vulgaridad, el homosexualismo,
el irrespeto a los demás, el alcoholismo, la drogadicción, el cigarrillo, el
libertinaje, el desenfreno sexual y la desobediencia a los preceptos
cristianos: como algo normal. Es decir,
que la vida de ellos –la juventud- gira en torno a esta conducta.
¿Por qué? Porque la
generación anterior (la de más edad), que entiende que estas malas prácticas
llevan a la destrucción y muerte, como está ocurriendo con nuestra juventud: NO
HACE NADA.
Qué cómica es la vida
y qué estúpidos son los que tienen poder económico, mejor posición social, educación
y más edad -no podemos dejar afuera a los brillantes políticos-.
Si no hacen nada, al
final del camino, la misma corrupción, desenfreno e irrespeto, los destruirá a ellos mismos. A todos nosotros. No permitamos las malas prácticas en nuestra
sociedad. ¿Y cuáles son las malas
prácticas? Son aquellas que desvirtúan los valores cristianos y morales.
Todo se resume en ama a tu prójimo y observa
las leyes divinas. Empieza con una
oración a Jesús, antes de dormir.
Por:
Eric Enrique Aragón
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