domingo, 25 de noviembre de 2012

Me gustaría regresar al pasado

Por ahí dicen:"que no se debe vivir en el pasado".

Miles de personas -en su mayoría hombres- dejaron por el camino hogares destruidos, esposas golpeadas o asesinadas; hijos en la calle y sin futuro; y otras perversidades...
Lo más probable, es que para estos mortales, los recuerdos resulten un tormento. Difícilmente, se podrán librar del dolor que causan las remembranzas negativas... Algunos tratarán de ahogar las penas, con los vicios, sobre todo, con el alcoholismo o empeorando la conducta (error garrafal).

Y por otra parte, tenemos a los mortales que gracias a su fe, perseverancia y normas morales, han podido, con gran esfuerzo y sacrificio, atesorar bellos y sublimes recuerdos. ¡Oh! ¡Qué lindo! Este pasado proporciona mucha alegría y paz interna...

Ignorar el pasado, quizás, no sea lo más sabio. Si las cosas se hicieron mal, se debe analizar en qué se falló, para no repetir los errores nuevamente; si se tiene otra oportunidad. Por lo menos, compensar lo malo que se hizo en el pasado, es importante, para la purificación del alma.

Muchos jóvenes... y adultos que están pasando por iguales circunstancias, necesitan las experiencias de las personas que han vivido estos infiernos. "Conviértase en luz y en una fuente de sabiduría e inspiración, para ellos".

¡Aquí está su oportunidad para ayudar a otros y así enmendar -en algo- su pasado!.

Busque el arrepentimiento y purificación de su vida, llevando su conducta de la mejor manera posible; ayudando a los verdaderamente necesitados; practicando día a día, los valores morales y preceptos cristianos.

Si aún está a tiempo de corregir algún error, sobre todo, si tiene que ver con su familia, pues, no espere el mañana: "Hágalo enseguida".

No se arrepentirá y sentirá la paz divina, que sobrepasa todo entendimiento humano.





Por:
Eric Enrique Aragón

sábado, 17 de noviembre de 2012

Sueños truncados


Sus ojos negros se movían en forma desesperada, como deseando encontrar en algún punto, algo diferente.  Aún se podía observar en ellos, un mundo de ilusiones; pero, al mismo tiempo, se asomaba la cruda realidad que apagaba, poco a poco, esos bellos sueños…

No se trata de simples palabras poéticas.  Es la vida real de una niña de trece años; que se ve  arrastrada por su madre (prostituta), a tener las experiencias más desagradables.

Así es la triste existencia de muchos niños, cuyos sueños han sido destruidos por sus propios progenitores.

Un niño nace puro y santo.  A medida que crece va acumulando una serie de experiencias y enseñanzas que le ayudarán a fijar su rumbo.

Si el padre o tutor le ofrece al infante, niño o adolescente, auténticos gestos de amor, que se traducen en satisfacer sus necesidades básicas; al igual que darle una adecuada orientación moral, cariño y buenos ejemplos; lo más probable, es que vaya por un buen sendero…

En caso contrario (padre irresponsable), el muchacho jamás sentirá ni comprenderá lo inmenso y poderoso que es al AMOR. Y por supuesto, desconocerá la dicha que debe sentir todo adolescente que tiene ilusiones. 


¡Una vida carente de sueños, ilusiones e ideales, se convierte en una pesadilla!




Por:
Eric Enrique Aragón

domingo, 4 de noviembre de 2012

El sufrimiento ¿Premio o castigo?



El comportamiento del ser humano 
gira en torno a varios aspectos: físico, mental, espiritual y emocional.  
De modo tal, que la forma de ver y entender todos los eventos que 
ocurren en el diario vivir; dependerá  
de la conjugación apropiada de estos factores.   

Dolor mental o físico que experimenta una persona, así se define el sufrimiento y forma parte de la vida de los mortales; incluso, es un elemento necesario para alcanzar los distintos grados de madurez. 

A pesar de lo que se haga para evitarlo, siempre estará cerca… Será el acompañante hasta el último aliento de vida.  Este será amigo o enemigo; fuente de sabiduría o destrucción; fortaleza o debilidad; premio o castigo. En fin, de cada ser humano, depende que el sufrimiento –que no se acabará jamás- se convierta en el escalón que lleve al éxito o al fracaso.

El dolor sirve para purificar el alma y hace que los humanos comprendan la grandeza del amor y la solidaridadEn otras palabras, convierte a las personas carentes de todo afecto, en mejores seres humanos.

¡De usted depende…!

¡Atrévase a adoptar una actitud positiva frente a los problemas y su vida será mejor!

¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!




Por:
Eric Enrique Aragón