“Porque mis pensamientos no son
vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Como son más altos los cielos
que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis
pensamientos más que vuestros pensamientos”. Isaías,
capítulo 55, verso 8 y 9.
Me atrevería
a decir que Dios es el jugador perfecto en el juego de ajedrez. Aunque es
imposible comparar a Dios con algo o alguien, pues, se trata de un Ser Supremo,
creador de todo lo visible e invisible; podríamos imaginar que aquellos
movimientos perfectos -imposibles de observar por el hombre- Dios y su Ángel si
pueden realizarlos.
Definitivamente
que el ser humano no puede ni podrá jamás entender las decisiones del Altísimo hasta
que algún día La Santa Trinidad lo revele; por tanto, sólo les queda a los
mortales aceptar con fe los designios de Dios; ya que son perfectos.
Por: Eric
Enrique Aragón