lunes, 4 de julio de 2011

Marcha por el respeto a las mujeres...

Ellas son madres, hijas, hermanas, niñas y bellas damas. No importa cómo se vistan o el tipo de trabajo que hagan… ¡Siempre merecen respeto! Ningún hombre tiene derecho a ultrajarlas ni mancillar su honor.

El mismísimo hijo de Dios, Nuestro Señor Jesucristo, les rindió respeto. Entonces, ¿Quién les ha dado a los hombres la libertad de atacarlas? Jesús, dijo: “…Si alguno está libre de pecado, que tire la primera piedra…” ¡Por supuesto! Nadie lo hizo; pues, la humanidad está podrida en pecados.


Mujeres hermosas y resplandecientes, como las lindas estrellas en el cielo… Ustedes son las únicas, bellas almas, que nos pueden inspirar –a nosotros los hombres- a ser verdaderos héroes de bondad y ternura.


Las declaraciones de este policía canadiense (un tal Sanguinetti), quien dio a entender: “…Qué las mujeres no deben vestirse como putas…” (¡Oh! ¡Discúlpenme por la horrorosa palabra…!); indudablemente, son totalmente desacertadas… Y aún más, si estas expresiones provienen de una autoridad, que se supone debe estar por encima de los prejuicios. ¡Pobre ignorante! Debe ser que no tiene madre ni hijas ni hermanas ni familia. Porque si las tiene, “también las incluyo en sus palabras…”


Bajo ningún pretexto, nosotros los varones, tenemos el derecho de maltratar a las mujeres; y peor, si son niñas. Es lamentable ver a tantos “hombres” (si entre comillas, porque no lo son), que prefieren estar con sus amigos –algunos perversos-; y entre cervezas y vicios: antes que estar con la esposa o compañera, leyendo un cuento o jugando con los hijos; paseando con la familia, hojeando el periódico o saboreando un exquisito café… Todo en familia. ¡Esto si es pura vida!


¡Felicitaciones lindas mujeres! Organizaciones feministas, sigan con su movimiento de protesta, sobre todo en América Latina, que tanto maltrato sufren las niñas y las mujeres…


Si quisiera pedirles, con todo el respeto que merecen, que le cambiaran el nombre al movimiento liderizado por ustedes... “La marcha de las putas” ¡Jamás! ¡Ustedes no lo son ni lo serán jamás…! ¡Son madres tiernas y amorosas! ¡Son bellas esposas y compañeras! ¡Hermosas hijas y hermanas! ¡Agradables, serias y responsables compañeras de trabajo! ¡Putas NO!


Recuerden que también hay que incluir a las niñas y adolescentes, que son ultrajadas, violadas y asesinadas, todos los días, por cobardes hombres, que no merecen piedad…



Por: Eric Enrique Aragón
4 de julio de 2011

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