miércoles, 17 de marzo de 2010

¡ Para el que cree todo es posible !

Los buenos consejos ayudan, no cabe la menor duda… Pero no olvides que la solución de nuestros problemas, está dentro de nosotros mismos. No te dejes engañar: “sólo tu serás responsable del camino que eliges…”.
Nadie podrá rendir cuentas por ti; procura, por lo tanto, vivir acertadamente, de acuerdo con tu conciencia.

¡Resuelve tu problema!

Comienza, pues, a partir de este momento. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy…
Ciertamente no puedes resolverlo todo de la noche a la mañana. ¡Pero comienza ya! Y si fracasas de nuevo, no te desanimes, vuelve a comenzar cuantas veces sea preciso…

Cada uno es responsable de sus actos. No te desanimes por lo que hacen o dicen los demás… ¡Sigue! ¡Adelante…! ¡…Aunque todo te salga mal, no te desanimes...!
Continúa sin desanimarte, porque eres el único responsable de tus actos.

¡Tú puedes vencer todos los problemas, si quieres…!
Modifica tu modo de pensar, para que tu salud sea firme y estable.

Deja de quejarte de tus dolencias y fracasos.
Éstos aumentan a causa de nuestros pensamientos negativos.

Rechaza lo negativo.
Aprende a descansar la mente.
Una mente cansada no puede pensar bien.

El pensamiento es la mayor fuerza humana que existe sobre la tierra…
¡No te dejes sugestionar por palabras y pensamientos negativos…!
Siempre existe una solución para cualquier problema que tengamos, por más difícil y complejo que parezca.

PIENSA POSITIVAMENTE, PARA ATRAER SÓLO PENSAMIENTOS POSITIVOS DE PAZ Y PROSPERIDAD…

Marcha con la cabeza firme, confiada y sonriente… ¡Y todos confiarán en ti…!
Proyecta fuerza y entusiasmo, incluso, con los movimientos de tu cuerpo.

Cuando te asalte la duda, permanece con el corazón firme y con el deseo de luchar hasta el fin…
Si la ofensa y la calumnia te hieren, no te lamentes inútilmente, dedícate a trabajar…

Procura dar lo más que puedas:
Una buena palabra
Una sonrisa
Un gesto de estímulo
Un pensamiento generoso…
Y sentirás en tu corazón una gran verdad:
“…Es mucho mejor dar que recibir…”

¡ Sé fuerte! ¡No te dejes vencer por la adversidad, ni por la enfermedad, ni por el dolor… !

lunes, 1 de marzo de 2010

El éxito está en tus manos


Tú puedes alcanzar cualquier meta…

El éxito no necesariamente es poseer abundantes bienes materiales o cuentas bancarias. Tener abundancia material no es malo, si es producto del trabajo y de todo lo positivo y correcto que pueda proyectar una persona. Mas si usted no tiene riqueza económica, igual, puede ser una persona exitosa y vivir en paz diariamente con usted mismo y con los demás.

El éxito va más allá del simple materialismo. Se trata de sentir una satisfacción inmensa en nuestro interior, después de alcanzar un objetivo, realizar una tarea por muy pequeña que sea o llegar a una meta, después de trabajar duro y vencer todas las adversidades que tengamos en el camino.
Éste (el éxito) puede sentirse todos los días cuando hacemos cosas positivas en nuestro hogar, ambiente de trabajo, comunidad; cuando caminamos o corremos por la Cinta Costera, leemos un buen texto, tratamos a la gente con respeto y cortesía, le dedicamos tiempo a los hijos.
El éxito puede estar a la vuelta de la esquina y darnos muchas satisfacciones diariamente, si lo deseamos y estamos dispuestos a trabajar y sacrificarnos por alcanzarlo…
Debemos relacionar el éxito con la felicidad y paz espiritual que se siente, cuando logramos culminar algo que habíamos propuesto, no importa si parece una meta sencilla. Debemos tener siempre presente que lo que puede ser insignificante para una persona, para otra es importante: como regalarle una sonrisa sincera a un niño, ayudar a un necesitado, terminar un tarea asignada en el trabajo, realizar una acción que conlleve esfuerzo y honestidad; manejar una situación difícil con la pareja, los hijos o compañeros de trabajo que pudo terminar en un grave problema de relaciones humanas; como, también, planear y alcanzar un título universitario o ingresar a un colegio nocturno con el firme propósito de culminar la secundaria; mejorar los ingresos de un negocio, financiar la casa propia –no majestuosa-, pero, si en un buen lugar de acuerdo a nuestro nivel económico…
El éxito es igual a la felicidad que siente un joven estudiante, cuando gana una buena calificación, después de estudiar duro o terminar un trabajo que le costo mucho esfuerzo y algunas veces con limitaciones económicas. El niño que siente inmensa alegría cuando sus padres le permiten jugar con sus amiguitos... O un bebé que experimenta el amor y las caricias de sus progenitores...

En fin, el éxito es lograr metas que nos propongamos diariamente -a mediano o largo plazo-; pueden ser materiales, espirituales, familiares, sociales, pero, se trata de sentir satisfacción por algo que se logró y que lo hicimos utilizando nuestra imaginación, creatividad, inteligencia, conocimientos, y cuánto más esfuerzo hagamos, más valor le daremos a lo obtenido, no importa si se trata de algo grande o pequeño, pero, igual vamos a sentir satisfacción y paz espiritual, y aumentaremos nuestro valor (auto-motivación).

Por último, lo más espectacular del éxito, es que no pertenece a ninguna clase social ni económica; sino, que está al alcance de todos los seres humanos, sin ninguna distinción ni impedimento físico: basta con proponérselo y estar dispuesto a dar todo el esfuerzo necesario para obtenerlo.




 
Autor:
Eric Enrique Aragón