viernes, 18 de septiembre de 2015

Donald Trump y sus ideas extremistas…

Trump defendió su posición de que la ciudadanía no debe darse automáticamente por haber nacido en el país y dijo que Estados Unidos es “estúpido” y “tonto” por cumplir la 14ª Enmienda de la Constitución. Palabras del candidato republicano en el segundo debate presidencial, realizado el miércoles 16 de septiembre (2015), en el estado de California.

La enmienda Décimo Cuarta de la Constitución de los Estados Unidos, es uno de los principios que hacen grande a esta nación. “Toda persona nacida o naturalizada en los Estados Unidos y sujeta a su jurisdicción, es ciudadana de los Estados Unidos y del Estado en que resida. Ningún Estado podrá crear leyes que limiten los privilegios o inmunidades de los ciudadanos de los Estados Unidos; tampoco podrá ningún Estado privar a una persona de su vida, libertad o propiedad, sin un debido proceso legal, ni negar a persona alguna dentro de su jurisdicción la protección igualitaria” (“ius soli”).

El problema de las inmigraciones ilegales, turismo de parto o de maternidad, no se debería resolver violentando uno de los derechos fundamentales, aprobado hace más de 100 años (1868); y que desde el siglo XIX, ha configurado a Estados Unidos como líder y defensor de los Derechos Humanos y de la Democracia –mejor forma de gobierno-, en el mundo entero. 

Si Donald Trump, pretende llegar a la presidencia –Dios salve a Estados Unidos- para cambiar la Enmienda Décimo Cuarta, tendrá forzosamente que modificar otras enmiendas, como la Primera Enmienda, que prohíbe la creación de leyes que vulneren la libertad de opinión, de prensa, y el derecho de los estadounidenses de solicitar un resarcimiento al Gobierno por agravios.

¿Cómo quedaría Estados Unidos con un presidente que piensa que el mundo, incluyendo a la población estadounidense, aún vive en el oscurantismo? ¿Este señor Trump, no se ha dado cuenta, que aquellas minorías de inmigrantes del pasado, ya no son débiles? Los latinos son grandes empresarios e influyentes políticos en Estados Unidos, Puerto Rico es un Estados Libre Asociado; millones de cubanos son ciudadanos estadounidenses, al igual que millones de mexicanos. La gente de color, con todos los derechos que tiene cualquier otro ser humano, son ciudadanos estadounidenses, sumamente destacados en todas las áreas del saber. Estados Unidos tiene un excelente presidente Barack Obama y altos funcionarios que participan en todos los poderes del Estado ¿Qué cree el millonario Trump: que la mayoría de estadounidenses que aman la paz,  defienden los derechos humanos y la democracia  lo van a apoyar?

De la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, se destacan dos principios básicos, que han sido recogidos en las Constituciones de los Estados Modernos y para la defensa de los Derechos Humanos: “Libertad e Igualdad”.

Donald Trump, desconoce que existe la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la Naciones Unidas (1948), de la cual Estados Unidos es signatario, al igual que el Reino Unido, Canadá, Francia y otros países…

En fin, el señor Trump, con sus declaraciones está demostrando un desconocimiento total de política exterior y de los avances mundiales, en materia de Derechos Humanos, libertad de prensa y expresión; los cuales lidera su gran nación: Estados Unidos…

El señor Donald Trump: debe prepararse para ser un verdadero estadistay no verse como un empresario oportunista que quiere llegar al poder para hacer negocios…




Por:                                                                                                                         Eric Enrique Aragón

sábado, 12 de septiembre de 2015

Presidentes ¿Estadistas u oportunistas?

La renuncia del expresidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, y de la exvicepresidenta Roxana Valdetti, por supuestos vínculos de corrupción aduanera; confirma una vez más el gravísimo problema que tienen ciertas naciones latinoamericanas, al elegir a sus gobernantes. 

Guatemala no es el único país que ha estado en “el ojo de la tormenta”, por escándalos de corrupción.  México, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Perú, Argentina, Brasil y otras naciones más, se suman a la interminable lista de Estados, donde la corrupción ha dejado sus huellas en los más altos niveles de gobierno.

¿Qué está pasando con nuestros gobernantes?  ¿Por qué los corruptos compran con facilidad a los funcionarios de jerarquía?  ¿Vale la pena acabar con la buena reputación y destruir a la familia, por el dinero mal habido, que cómo llega se va? ¿Qué clase de personas dirigen los destinos de las naciones latinoamericanas?

No cabe la mínima duda de que los países están eligiendo gobernantes, que carecen de principios morales (¡Ni hablar de principios cristianos!). Por otro lado, aparentan conocer la administración pública; pero, la realidad es que no tienen la preparación adecuada para administrar el Estado…  ¡Bueno! No se puede esperar nada positivo de personas que son capaces de vender el alma al diablo (ciertamente algunos ya lo hicieron).

Cada pueblo tiene el gobernante que se merece…” Pareciera que este famoso refrán, nunca pasará de moda.

Los ciudadanos, son los que ejercen el sagrado sufragio, con el cual se ponen y se quitan presidentes. Incluso, los pueblos tienen más allá del voto, el poder de ejercer presión a través de la sociedad civil organizada, de los canales de comunicación y de las redes sociales, con el propósito de separar rápidamente a los gobernantes y altos funcionarios corruptos, antes de que agraven más la situación.

Un pueblo que actúa en el momento preciso; es decir, cuando se observan los primeros indicios de corrupción: sufre menos y se recupera más rápido de todos los traumas…

El ciudadano que desea competir en la carrera presidencial, en cualquier nación del mundo, debe prepararse rigurosamente para ser un excelente estadista y no un oportunista.

Con el dinero se podrá comprar a mucha gente que no tiene dignidad y una silla presidencial; pero, jamás se podrá comprar al verdadero estadista.

El buen estadista no se compra ni cae del cielo. Éste se va formando a través de los años: con sacrificio, trabajo honrado, buena educación;  el amor a la familia, los valores morales y la fe cristiana.




Por:                                                                                                                       Eric Enrique Aragón