martes, 1 de marzo de 2011

¡Qué futuro dejamos a nuestros hijos…¡

Hace uno días, mi hija mayor –Mi Dios me ha regalado dos lindos hijos- me pidió que la ayudara a resolver una tarea que le habían dejado en el colegio. Ella está en el último año de la escuela secundaria y estudia Filosofía y Letras.

Se trataba de unas preguntas relacionadas con la familia, los valores morales y la sociedad. Recuerdo perfectamente las tres preguntas que me formuló: ¿Cómo influyen los valores morales en la sociedad? ¿Cómo la sociedad influye en la vida familiar? Y finalmente ¿Cuál es la raíz de la violencia intrafamiliar?

A continuación presento la explicación que le hice (a mi hija) en el mismo orden de las preguntas:

1. Uno de los mayores problemas de la sociedad actual, es que carece o no quiere respetar los valores morales, que representan la guía o el código de reglas que son necesarias para la mejor convivencia colectiva. En consecuencia, si no tratamos de conducirnos en nuestra vida cotidiana, tomando como referencia estas reglas morales o de conducta, estaremos viviendo en iguales condiciones que en aquellas etapas de la historia humana, donde prevalecía la violencia, la inmoralidad, y el libertinaje como forma de vida, sin medir los resultados de tales acciones.

2. En una empresa tiene que existir la buena comunicación, el respeto a los jefes y compañeros de trabajo; el cumplimiento del reglamento interno, las excelentes relaciones humanas y el buen trato a los clientes –que son la razón de la existencia de las organizaciones empresariales-. Esta práctica será uno de los factores importantes, para mantener a la empresa siempre competitiva, en un mercado cada vez más complejo. Igual ocurre con la sociedad y la familia. Ambas están unidas, de manera tal que una sociedad que rinde culto a todo lo negativo, será un mal ejemplo para la familia y sobre todo para los niños que serán parte de esa sociedad en el futuro.

3. La violencia intrafamiliar se origina precisamente en la falta de valores morales. Son éstos los que enseñan el gran valor de la unidad familiar, la tolerancia, la bondad, la solidaridad, la comprensión, el desprendimiento, el trabajo, la responsabilidad, la puntualidad, el esfuerzo y sacrificio; y el verdadero amor que debe existir en la conviviencia familiar. Y por supuesto, factores externos como las drogas y el alcoholismo, también hacen daño a la familia.


Si pensamos que no podemos hacer nada, porque la sociedad ya está dañada y pareciera que es la moda a nivel mundial; estaremos haciéndoles un gran daño a nuestros hijos y a los niños que tanto necesitan ayuda, a nivel mundial.

Me gusta repetir, en lo más profundo de mi mente, “No puedo cambiar el mundo, pero, si puedo cambiar mi conducta y hacer todo lo posible, empezando con el ejemplo de mi vida, para que mis hijos sean mejores seres humanos y cristianos.

Créanme que si podemos construir un mundo mejor para nuestros hijos…





Autor:

Eric Aragón

16 de abril de 2010

Un verdadero servidor público

¡Qué orgullo y satisfacción debería ser para un ciudadano ocupar un cargo público! Sin embargo, la realidad de muchos países es totalmente diferente. Todavía existen naciones donde no se ha superado la corrupción ni las ansias desmedidas de poder.

Para algunos participar en la vida política de un país, significa hacer "toda clase de negocios", abusar de la posición, perseguir a los opositores, acomodar las leyes, etc. Y para otros –la mayoría- es como una maldición.

Es lamentable que muchos políticos no entiendan la “gran oportunidad “y hasta el privilegio, que se les ha concedido para llevar salud, vivienda y educación a muchos sectores marginados; trabajar de la mano con la empresa privada, de modo que ésta se sienta comprometida a apoyar las políticas sociales y crear más fuentes de empleo. En fin, ser un facilitador de una mejor calidad de vida y participación ciudadana, debe ser la verdadera vocación del político.

Una excelente gestión pública es aquella que cumple con las leyes, que busca el beneficio de la mayoría y no de unos cuantos; que practica la honradez y se enorgullece de la buenas acciones; de manera tal, que todos los ciudadanos y sobre todo, la juventud –que es la heredera política- sientan que si vale la pena participar en la vida pública de la nación, porque ésta se rige por los principios morales y por el deseo de servir a los demás, como debe ser la verdadera política, ya sea partidista o aquella política más científica...

Recordemos ciertos extractos del discurso de Pericles, gran político y orador ateniense, que vivió aproximadamente, entre los años 495 a.C. y 429 a.C.

“Tenemos un régimen político que no emula las leyes de otros pueblos, y más que imitadores de los demás, somos un modelo a seguir. Su nombre, debido a que el gobierno no depende de unos pocos sino de la mayoría, es democracia...”

“En lo que concierne a los asuntos privados, la igualdad, conforme a nuestras leyes, alcanza a todo el mundo, mientras que en la elección de los cargos públicos no anteponemos las razones de clase al mérito personal, conforme al prestigio de que goza cada ciudadano en su actividad; y tampoco nadie, en razón de su pobreza, encuentra obstáculos debido a la oscuridad de su condición social si está en condiciones de prestar un servicio a la ciudad...”

“Si en nuestras relaciones privadas evitamos molestarnos, en la vida pública, un respetuoso temor es la principal causa de que no cometamos infracciones, porque prestamos obediencia a las leyes, y principalmente a las que están establecidas para ayudar a los que sufren injusticias y a las que, aun sin estar escritas, acarrean a quien las infringe una vergüenza por todos reconocida...”

Pericles fue un gran político, digno de imitación por parte de nuestros políticos contemporáneos. Promocionó la literatura y el arte. Convirtió a Atenas en un gran centro cultural y educativo; embelleció la ciudad, creó fuentes de empleo, defendió la democracia y libertad de expresión... “Esto si es querer al país...”


Por:
Eric Enrique Aragón
18 de enero de 2011


.

El poder de la alabanza espiritual

¡Creer en lo que se hace…! ¡Tener confianza… Podemos llegar a la meta fijada…! Y lo que debería ser más importante para la vida de los seres humanos: “La fe cristiana”.

La fe, es sencillamente, de acuerdo al conjunto de libros que contienen la mayor sabiduría “Las Sagradas Escrituras”, una combinación de certeza y convicción, en la fuerza divina.

Exactamente, en el año 1974, llegó a mis manos un libro que no solamente llamó mi atención, sino, que me dediqué a leerlo… En esa época –a mis trece años de edad- no era muy amante a la lectura; sin embargo, como mi vida era un poco solitaria y aburrida, me entretenía, a veces, leyendo cualquier revista o libro que encontrara divertido…

Recuerdo que olvidaba el tiempo, pues siempre estaba solo en la casa, leyendo novelas de vaquero, acción o románticas (me refiero a las pequeñas novelas, que por donde uno mirara era un mar de letras, y en su mayoría traducidas del inglés al español)… Eran aburridísimas… No obstante, entre éstas y la soledad, prefería leerlas... Y así la soledad se hacía chiquita frente a la loca imaginación que volaba a su antojo…

De vuelta, nuevamente al libro que llegó a mis manos y que me impactó bastante –tal vez hayan otros mejores, pero, a esa edad me impresionó a tal extremo que aún recuerdo todas las emociones que sentí al leerlo y que definitivamente marcó mi vida para siempre-.

Si mi memoria no me falla, el libro se titulaba. ”El poder de la alabanza espiritual”. ¡No me pregunten por los autores…No recuerdo tanto…! El autor del libro explicaba los resultados que se alcanzan cuando, en secreto o mentalmente y en forma constante, se da gracias a Dios en medio de alguna dificultad que tengamos –no importa la magnitud-. Los efectos positivos que se lograban, los sustentaba con el testimonio de muchas personas, que mediante la acción de dar gracias a Dios o a Jesús –repito, en medio del problema- obtenían algún tipo de satisfacción.

“Una señora iba a ser sometida a una operación quirúrgica, para salvarle la vista. Según los médicos las probabilidades de que la intervención fuese exitosa, tomando en cuenta su edad; era de un 30 por ciento. Desde que la señora supo esto, en medio de sus lágrimas, empezó a alabar a Dios cada vez que podía… ¿Cuál fue el resultado? La operación salió mejor de lo que se esperaba…” Así eran los testimonios que presentaba el autor, con el propósito de sustentar el libro.

¡Bueno…! Tengo que admitir que desde que leí el libro, he puesto en práctica “la acción de dar gracias a Dios”, cada vez que tengo dificultades; y también, cuando todo sale bien… ¡Créanme! que verdaderamente existe: “ EL PODER DE LA ALABANZA ESPIRITUAL”.




Por: Eric Enrique Aragón
23 de febrero de 2011

¿Cómo quieres verte en el año 2011?

Escuchar hace un par de días a un vecino, quien le decía a otra persona, más o menos lo siguiente: “No cuentes conmigo para ese trabajo. Mañana será un día sagrado para mí…” (Se refería al último día del año), me hizo recordar dos aspectos de mi vida. Primero, retrocedí en el tiempo hasta finales de los años 60. Y después, hice una remembranza de aquel año, cuando vivía en la ciudad de San José, Costa Rica. Específicamente el año 1984.

El día 24 de diciembre, al igual que el último día del año (31 de diciembre), mis tutores me decían, o mejor dicho, me ordenaban que me bañara y me pusiera –quizás mi mejor vestido- un pantaloncito largo y una camisa estampada o de cuadritos, manga larga. Y me explicaban que lo correcto era estar en esos días, en horas de la tarde, bien arreglado para recibir la Navidad y el Año Nuevo, respectivamente. ¡Por supuesto! Siempre me dominaba el sueño antes de la medianoche. Lo que si me gustaba era la cena que teníamos, aproximadamente, a las 8 de la noche. Realmente, ésta consistía en una comida sencilla, unos dulces y las ricas frutas, que saboreaba como si la vida fuese nada más eso, “comer frutas y dulces”. Casi siempre algún vecino nos regalaba todo lo que se ponía sobre la mesa para comer.

Mi anhelo más grande al día siguiente, eran los juguetes. En esos años todavía se le hacía creer a los niños que los juguetes los traía el niño Dios, en horas de la madrugada. La gente adulta escondía los juguetes a los niños, para ponérselos sin que éstos se percataran, debajo del arbolito de navidad. En mi caso, me ponían los juguetes (que por cierto, con frecuencia eran pocos y muy sencillos) cerca de la cama; de manera tal, que al despertar los viera inmediatamente y en consecuencia, me volviera loco por la emoción –que siempre así ocurría-.

No me atrevo a decir si esta acción de ocultar la verdad a los niños, era buena o mala. Lo que sí puedo asegurar es que yo era feliz. ¡Y por cierto! Jamás… ¡Jamás! Hubo licor en la casa ni fiestas. Todo se limitaba a vivir y recordar sanamente lo relacionado a la Navidad. Estar en familia e ir a la iglesia (católica), aunque fuese a contemplar un rato, el nacimiento del Niño Dios, era lo importante para mí.

Tuve la dicha de estar con tutores, todas eran damas de cierta edad, que me inculcaron esta forma de vivir y entender la Navidad y el Año Nuevo. Mi madre era una española gitana, que huyendo del periodo franquista, se radicó en Costa Rica, por los años 50. Cuando nací se devolvió a España. Nunca en mi vida logré disfrutar unos minutos con ella. Y mi padre… Otro aventurero rumano. Éste ni la sombra me dejó. Por esa situación viví con muchos tutores… Definitivamente que después de muchos años de rebeldía y aventuras, mi vida cambió gracias a estas nobles personas; cuyos ejemplos y enseñanzas están bien guardados en mi mente y en mi corazón. ¡Alabado sea Dios por darme esta bendición…!

El otro bello recuerdo y que morirá conmigo, fue aquel momento en el cual leí un artículo, muy motivador, que se titulaba, “¿Cómo quieres verte a los 40 años?” En ese año tenía 23 años. El escrito se refería al hecho de que debemos preocuparnos por mejorar nuestras vidas y trabajar para alcanzar nuestros ideales, empezando desde este momento; de modo tal, que nuestro futuro a mediano y largo plazo sea mejor.

En otras palabras, “Debemos sembrar buenas semillas, el día de hoy, para cosechar excelentes frutos el día de mañana”.

El artículo terminaba con la frase lapidaria del gran pensador romano,
Marco Aurelio: “Nuestra vida es lo que nuestros pensamientos hacen de ella”.

Y la pregunta para ti: ¿Cómo quieres verte en el año 2011?



Autor:
Eric Enrique Aragón
31 de diciembre de 2010

Siempre daré un paso más...




Madre SOS, una mamá diferente…

¡Felicidades a todas las bellas madres en su día!
Aquí en la República de Panamá se celebra el grandioso Día de las Madres, el día 8 de Diciembre de cada año. ¡Y qué mejor día para agradecer a Dios por todas las madres, que el día de la Inmaculada Concepción!

La madre para un niño es lo más sagrado, sublime y bello que puede anhelar en la vida. La amorosa y sufrida mamá que siempre está con sus hijos, en las buenas y en las malas.

Esa madre que aunque no tenga nada para comer o reciba el cruel maltrato de su compañero –algunas veces el propio padre de los niños-; siempre estará dando amor y ternura a sus bebés, y los defenderá hasta con su propia vida…

Para la inmaculada madre, todos sus hijos son iguales y siempre los amará; no importa si éstos (sus hijos) son rechazados por la sociedad o van por un mal camino. Ella siempre los perdona y los espera con los brazos abiertos... En verdad eres el amor perfecto…

¡Cuán necesario eres mamá en este mundo lleno de maldad! ¡Te necesitamos para hacer de este planeta, un mejor lugar para habitar!

Ella nos da fuerzas y nos enseña el inmenso significado del amor y de la bondad. Ella nos mima, besa y protege en esas noches oscuras. También nos reprende y nos castiga; pero, jamás dejamos de quererla, porque ella es el perfecto amor en nuestras vidas.

Un niño sin su madre, nunca será un adulto totalmente feliz. La madre jamás se podrá reemplazar. El mismo Dios le buscó una madre terrenal a su hijo Jesucristo, cuando habitó en este mundo.
Deseo extender mi agradecimiento a unas madres muy especiales, a las Madres de las Aldeas Infantiles SOS. A pesar de que no tienen hijos propios, igualmente son excelentes madres. Y muy especiales, ya que con mucho amor y ternura, hacen un gran esfuerzo para suplir en parte, la ausencia de una madre en el corazón y en la vida de muchos niños y jóvenes huérfanos y carentes del amor de un hogar.

Gracias a todas las Madres de las Aldeas Infantiles SOS. Esta es una institución que funciona en varios países del mundo, incluyendo, la república de Panamá, cuyo objetivo es ayudar a los niños desamparados.

En la actualidad, miles de niños alrededor del mundo, gracias a Dios y a las Madres SOS, tienen un mejor futuro.

FELICIDADES A TODAS LAS MADRES EN SU DÍA, QUÉ DIOS LAS BENDIGA HOY Y SIEMPRE. Y A TI BELLA MADRE, DIANA MEDINA BRAVO, QUE CON TANTO CARIÑO Y COMPRENSIÓN CUIDAS A DIANA ISABEL Y A MICHAEL ALEXANDER…

Autor:
Eric Enrique Aragón
7 de diciembre de 2010

lunes, 28 de febrero de 2011

¿Qué hacer cuando todo sale mal?

Es difícil predecir cómo será nuestro comportamiento ante un hecho inesperado. Hasta la persona más racional, en un momento dado de su vida, ha actuado de una manera totalmente contraria, a la sabia razón.

En una ocasión un esposo, que ya contaba con una edad madura, no pudo soportar que su esposa de la noche a la mañana, le pidiera el divorcio, después de muchos años juntos. Y sin importarle con sus hijos, ni pensar en lo que hacía, sacó un pequeño revólver que durante años había tenido en un casi olvidado cajón y lo descargó sobre su esposa, compañera y madre de sus hijos. Unos minutos después se dio un tiro en la cabeza.

Una pareja que durante más de 20 años había llevado una vida tranquila y que juntos habían educado a sus hijos, que ya superaban los 30 años, se había acabado en cuestión de minutos.

En otro caso un joven, porque su perrito que tenía de mascota, le saltó encima y le derramó un jugo sobre una camisa nueva, le dio una patada tan fuerte que acabó con la vida del pobre animal, que únicamente quería demostrarle afecto a su amo, como lo hacía diariamente.

Si nos pusiéramos a relatar todas las situaciones similares, jamás terminaríamos; ya que todos los seres humanos, casi a diario, enfrentamos malos momentos o eventos que no se esperan. Y duele más, cuando las adversidades o los sucesos imprevistos ocurren cuando todo se ha tratado de hacer bien. Cuando ha habido una planificación, tomando en cuenta cada detalle. O como dicen algunos: “No me explico, porqué me ocurre esto, si yo no perjudico a nadie; al contrario cuando puedo hacer el bien lo hago…” “¿Por qué a mí?” “Yo voy a la iglesia siempre o confío en Dios”.

Resulta casi imposible explicar porqué la vida es así y a veces un poco injusta. Hay personas que se buscan los problemas –y algunos hasta bien merecido lo tienen-; no obstante, hay seres humanos, que sinceramente, no merecen que les ocurran tantas dificultades.

Quizás nadie pueda explicar esto… O decir que siempre tendrá la fortaleza necesaria para mantener el equilibrio emocional, cuando los eventos inesperados vengan a incomodar su vida.

Lo único que si le puedo asegurar, estimado lector, es que nosotros los seres humanos somos tan frágiles, que a veces la vida depende de un hilo de coser. Mire a su alrededor –tal vez los ejemplos están cerca de usted- o investigue y se dará cuenta de tantas personas o familias, cuyas vidas han tenido un cambio negativo, debido a unos minutos de ira que ha nublado la razón.

¡Siempre tengamos presente, que somos frágiles y pequeños! Nuestra vida es como la neblina que se desvanece en cualquier instante…

Aprendamos a ser humildes, bondadosos y respetuosos con nuestros semejantes y con la naturaleza.

Regalemos todos los días, al amanecer, unos minutos a nuestro Creador.
Hagamos desde lo más noble de nuestro corazón, una pequeña oración a Jesús.
Digámosle: Señor JESÚS, soy frágil, no sé que hacer frente a mis dificultades… ¡Ayúdame, por favor!



Por:
Eric Enrique Aragón
11 de enero de 2011

¡Culpable…! ¡Culpable…!

Parecía que iba a ser un día cualquiera… Estaba parado dentro de una panadería, casi a la salida de ésta. Era un día lunes, once de la mañana, aproximadamente. Tomaba una bebida de chocolate, mientras miraba todo a mi alrededor.

Enfrente una gran calle por donde pasaban decenas de vehículos y buses colectivos que se detenían a recoger pasajeros, precisamente, a unos siete metros del punto donde me encontraba parado.

A los lados de esta calle muy popular, que en otro tiempo fue la principal de la ciudad, se observan cientos de almacenes, en su mayoría de hebreos. La gente caminando como hormigas por la acera, que está llena de anaqueles con ropa para la venta, pertenecientes a estos almacenes; ya que tienen la costumbre de sacar sus artículos, sobre todo la ropa, afuera del establecimiento comercial, obstruyendo muchas veces el paso de los peatones, y más en días de quincena… También, para hacer aún más difícil el paso de la gente, en la acera de ambos lados de la calle, se han ubicado muchos buhoneros y vendedores de frutas.

Resulta peligroso cruzar esta calle, no obstante, cientos de personas lo hacen en la mañana, en ambas direcciones; ya que se dirigen a sus áreas de trabajo. Por aquí cerca, además de los cientos de almacenes, se encuentran grandes supermercados, instituciones gubernamentales, un museo, varias escuelas públicas, mueblerías, restaurantes, y otros establecimientos comerciales propios de una gran avenida Central, en la ciudad capital.

Miré el reloj –siempre estoy pendiente del tiempo- y me percaté que tenía quince minutos de estar en la panadería. Siempre me detenía cerca de ésta a esperar el bus… Ciertos días de la semana tengo que dictar unas horas de clase – a veces gano unos reales como profesor- en un instituto, que ofrece carreras a nivel técnico superior y que se encuentra en este lugar.

Por la panadería pasan muchos niños con sus padres, que vienen o van a las escuelas de educación primaria, que están a unos pocos metros de aquí… En este preciso momento observaba a una madre que traía de la mano a un niño y más atrás venía una niña. Todos procedían de una escuela, cruzaban la calle, se acercaban a mí. El niño tendría unos nueve años y la niña, no más de once añitos. Mire a la niña que se acercaba y me pareció que caminaba con cierta burla –contorneaba el cuerpo-. Todo el que tiene hijos pequeños, sabe que ellos siempre andan inquietos, es normal a esa edad.
A medida que se acercaba la niña, como algo inesperado e instintivo, de mis ojos empezaron a brotar lágrimas. En ese momento trataba a toda velocidad, de esconder lo que me estaba ocurriendo, para que nadie se diera cuenta. La niña no estaba haciendo ninguna burla… Ella es así…Caminaba con dificultad… Se tambaleaba de un lado a otro, parecía que se iba a caer…

¡Imagínense! el gran esfuerzo que hace esta niña para ir a la escuela… ¡Y cómo hará sus deberes en el aula de clases…! ¡Y la burla de sus compañeritos que no entienden tal situación; porque que no han recibido una buena enseñanza en el hogar… Y de algún adulto desalmado que abundan…! No sabría explicar que enfermedad padecía… Tal vez ¿Parálisis cerebral...? La verdad no sé… Lo que si sé es que hay millones de angelitos que sufren como ella y que nunca pidieron venir al mundo así…

Sentí un gran dolor, que me llegó a lo más profundo de mi alma… La vi alejarse y pensé en lo afortunado que soy; ya que Dios me regaló dos niños sanos. También, sentí una gran impotencia, porque no podía ayudarla… Y al mismo tiempo, la angustia y la aflicción destrozaron mi corazón, porqué medité en la crueldad que aniquila a la raza humana; igual que el peor de los tumores malignos.

¡Qué inhumanos somos que no hacemos nada para que los niños que sufren como esta niñita, puedan vivir en un mundo mejor… ¡SI SOMOS CULPABLES…CULPABLES…!

Por: Eric Aragón
20 de mayo de 2010

No te dejes atrapar por un terrible mal…

Existe una enfermedad que se propaga, a la velocidad de la luz, por todos los sectores de la sociedad; sin hacer distinción de raza, nivel económico o edad.
Es como un tumor maligno que nos lleva paulatinamente y sin ninguna piedad, a la desdicha y muchas veces a la muerte... Sin embargo, cada día las personas buscan con más anhelo este mal, sin medir las consecuencias…

Nos referimos al alcoholismo. Un terrible mal que se burla de los seres humanos. Engaña a todos por igual: a los adultos, educados, millonarios, empresarios, intelectuales, políticos, gente común y lo más doloroso, a nuestra juventud. Les hace creer a todos que no existe nada pecaminoso en tomar unos cuantos tragos, incluso, que es algo normal y aceptado…

Pero, sin que los mortales se den por enterado, irá clavando sus garras de la muerte en la mente y en el cuerpo de miles de personas diariamente, y algunos –al día siguiente- no verán jamás salir el sol, ni asistirán a sus trabajos ni abrazarán a sus seres amados; porque ya no estarán en este mundo terrenal…

Una gran cantidad de accidentes automovilísticos, en los cuales los involucrados pierden algún miembro de su cuerpo, un niño muere o toda una familia, están relacionados con las bebidas alcohólicas.

Existen hogares donde la esposa y los hijos reciben crueldad física y emocional, en lugar del amor que debe imperar en la familia. ¡Qué dolor…! Los hijos cuando sean adultos harán lo mismo con sus familias… Pues, eso es lo que aprendieron en su hogar…

Tantos trabajadores cuyo triste ideal es cobrar su quincena, para dirigirse con los supuestos amigos, a la cantina, bar o bodega a comprar cervezas y bebidas alcohólicas. ¿Cómo podemos desperdiciar la vida de esta manera? Estamos rodeados de tantas cosas lindas que Dios ha hecho para el ser humano, pero, este tumor maligno no permite verlas. ¡Ore a nuestro Señor Jesucristo! Él nos puede ayudar. ¡Pídaselo con fe!

¡Dios mío! Y que decir de la juventud “divino tesoro” “semillero del futuro” Están desamparados; ya que los adultos no estamos cumpliendo con la gran responsabilidad de proporcionarles un buen ejemplo moral, de trabajo y esfuerzo, unidad familiar y de fe cristiana. Cientos de jóvenes se entregan cada día a los vicios, sobre todo, a tomar bebidas alcohólicas, para estar en algo y seguir la moda, como ellos mismos señalan. Pero, realmente están imitando a los crueles e inmorales adultos… ¡Gracias a Dios no todos los adultos actúan así…!

Y que decir de los famosos “deportes”, que se supone deben alejar a las personas de los vicios y malas prácticas. Pues, muchos torneos deportivos están rodeados de bebidas alcohólicas y otros vicios… Las mismas empresas que fabrican y comercializan los cigarrillos y bebidas alcohólicas, son los patrocinadores de estos eventos; de manera tal, que no pueden faltar los vicios… ¡Qué doble moral…!

No importa la presión de grupo, o la influencia de los anuncios publicitarios, que te incitan a consumir bebidas alcohólicas, únicamente tú, eres el dueño de tus decisiones, por lo tanto, dile NO a los vicios que destruyen a la familia y nos llevan a la muerteConfía en Dios y dile No a las bebidas alcohólicas…


Por: Eric Aragón
16 de noviembre de 2010











domingo, 20 de febrero de 2011

Egipto da sabiduría a los gobernantes…


Los manifestantes contra el presidente Ali Abdullah Saleh se nuclearon en la Universidad de Saná, en lo que ha sido la manifestación más grande en semanas que activistas dicen fueron inspiradas por los levantamientos en Túnez y Egipto”.
Las revueltas antigubernamentales no se detienen en los países árabes y en Bahrein los manifestantes se concentran nuevamente en Manama, la capital”.
Fuente: http://www.voanews.com/spanish/news/

Algo que le debe quedar bien claro al mundo entero y a los gobernantes, es que los gobiernos autoritarios, que piensan que son los elegidos por Dios para perpetuarse en el poder, serán derrocados y tendrán que salir huyendo, como Hosni Mubarak, que gobernó durante tres décadas, en Egipto.

Ningún ejército salvará a los gobernantes dictadores o a cualquier sistema de poder, que con astucias legales y engaños –dándoles migajas al pueblo- se mantienen en el poder, con el supuesto de que ellos son los salvadores del país y que todos los demás sectores de la sociedad son capitalistas endemoniados y perdedores frustrados.

Hasta las Sagradas Escrituras, se refieren a estos engañadores, que por dentro están llenos de maldad, ambición, ansias de poder y de riqueza. Lo vimos en Egipto, el ejército que una vez defendió al depuesto Mubarak, no hizo nada para detener las manifestaciones, que culminaron con la renuncia y salida del poder del presidente egipcio. ¿Por qué? Porque la ambición desmedida de los gobernantes, los hace totalmente ciegos. No se dan cuenta o no quieren aceptar que el mundo ha cambiado.

La tecnología de la información, las redes sociales, los celulares, Internet, y otros medios sofisticados, hacen que las noticias lleguen a todos los rincones del mundo. Y es por gusto que traten de desconectar al país de la comunidad internacional, como lo hizo Hosni Mubarak, bloqueando el acceso a Facebook o a Twitter o al mismo Internet…

La tecnología de la información, es parte de la evolución de la humanidad en este siglo XXI, y nadie podrá detener el avance científico y tecnológico; así como nadie pudo detener la revolución industrial, iniciada a finales del siglo XVIII; tampoco se pudo detener el movimiento sindical, ni la caída de los sistemas racistas y menos se pudo evitar, la caída de los sistemas comunistas en Europa.

La sociedad ha cambiado, gracias a la facilidad con que reciben los conocimientos. Hasta los grupos indígenas de América Latina, que hace unos años estaban en la total ignorancia, en la actualidad, utilizan la red mundial “más grande” de información y comunicación: Internet. De manera tal, que es difícil –para no decir imposible- que los habitantes de una nación, no importa la clase social a la que pertenezcan, puedan ser engañados. Quizás los pueblos toleran demasiado las injusticias y los abusos; pero, los gobernantes autoritarios no deben pensar que esta actitud pasiva se mantendrá siempre. Véanse en el espejo de Hosni Mubarak (Egipto).

Prepárense malos gobiernos de América Latina, Asia, África y de otros puntos del planeta. Hagan un alto al abuso contra los derechos humanos, la libertad de expresión, la libertad de prensa. Dejen de engañar al pueblo con migajas y bonitos discursos, cuando en el fondo ustedes se enriquecen cada vez más con los bienes del país. Dejen a un lado la demagogia barata y que no les servirá cuando el pueblo se levante contra ustedes. Y nadie los salvará. Ni siquiera sus ejércitos, porque éstos también son hijos del pueblo.




Por:
Eric Enrique Aragón
20 de febrero de 2011










martes, 15 de febrero de 2011

Ni los países árabes ni China, son la excepción…

A finales de los años 80 (Siglo XX) ocurrió en Europa lo que en años anteriores, nadie imaginaba que podía acontecer. Se vendrían abajo los regímenes comunistas de Alemania Oriental y de la “súper poderosa” Unión Soviética (URSS); al igual que otros gobiernos de la extrema izquierda. Todos ellos del Viejo Continente y llamados “satélites de la Rusia comunista”.
Ahora, para ser más exacto, desde inicios del mes de enero del año en curso (2011), empieza una serie de manifestaciones en un país árabe, que nadie creía, que pudieran ocurrir con tanta fuerza, sin que el ejército –tradicionalmente controlado por los gobernantes- acabara con estas revueltas.

Y lo más increíble, casi milagroso, es que los manifestantes -jóvenes en gran parte- lograran que el presidente de ese país, Hosni Mubarak, dejara el poder después de 30 años de dictadura y de gobernar sin rendirle cuentas a nadie.

De una forma contundente, quedó una vez más demostrado que el poder verdadero y real, lo tiene la gente común y corriente: los marginados, los jóvenes, las mujeres, los trabajadores, los desempleados, los enfermos, los ancianos, los estudiantes, los gremios, las iglesias, los ambientalistas, las minorías, los indígenas, en fin, la sociedad civil en general.

El pueblo es el que tiene el poder, porque somos la mayoría y como algunos han dicho, tal vez en forma jocosa, pero, muy cierto ¡El pueblo es la voz de Dios!

"¡Gracias a Dios! He estado en paro por su culpa, la vida era horrible, ahora voy a empezar mi vida, voy a poder respirar" "¡No puedo creer que voy a ver a otro presidente en mi vida! "Mubarak ilegal, Gobierno ilegal" "El pueblo ha hecho caer al régimen" Éstas eran algunas de las miles y miles de expresiones de alegría y emoción, emitidas por los manifestantes egipcios, reunidos en la Plaza de la Liberación (Tahrir), una vez que se conoció la dimisión de Mubarak, el 11 de febrero de 2011.

¿Cuál es el mensaje? ¡El hombre nació libre! Las Sagradas Escrituras, señalan que todos los seres humanos, nacemos libres y hechos a la imagen y semejanza de Dios. ¿Qué significa? Que a los pueblos se les pide respeto por las leyes y por sus autoridades; pero, también, se les escucha y se les atiende sus necesidades. Las autoridades y los gobernantes, deben respetar los derechos humanos y permitir el libre juego de las opiniones y la libertad de prensa.

Ningún gobernante ni régimen puede pretender, en estos tiempos modernos, apropiarse del país y de su riqueza, perpetuándose en el poder. Tampoco, deben creer que pueden someter con la fuerza o con la persecución o engañar a un pueblo, para siempre…

¡Tarde o temprano! Todos los tiranos, dictadores, abusadores del poder, engañadores y perseguidores de la democracia, los derechos humanos y la libertad de prensa –no importa cuál sea la careta que utilicen- ¡TODOS CAEN!

¡Y cuando eso sucede, todo el peso de la ley y la venganza de los pueblos, cae como un pesado martillo, sin ninguna misericordia, contra ellos!

Lo que pasó en Egipto es la Crónica Anunciada de lo que ocurrirá en todo el mundo árabe… Y después, veremos al mismo pueblo chino, cansado de tantas injusticias, persecuciones; y violaciones de los derechos humanos, de la libertad de expresión y de prensa, librarse de sus pesadas ataduras…

Gobernantes del mundo entero, véanse en el espejo de Hosni Mubarak y de tantos otros dictadores, cuyo pueblo arremetió contra ellos, por malos y engañadores.

Déjense de tanta terquedad y ansia de poder desmedido. Aprendan a oír la voz del pueblo, la voz de Dios, la voz de los necesitados, la voz de los jóvenes, la voz de los niños, la voz de la naturaleza, la voz de las mujeres, la voz de los trabajadores. ¡Aprendan a ser sabios!


Por:
Eric Enrique Aragón
15 de febrero de 2011

domingo, 13 de febrero de 2011

¿Cómo sería la vida sin Dios?

¡La vida sin Dios sería muy triste, dolorosa y sin una gota de esperanza en un mañana mejor!
La existencia humana es imperfecta y a veces pareciera que la mismísima vida nos tratara injustamente.
¡Y si usted no cree! Entonces, pregúntele a un hijo abandonado por sus padres ¡Cómo se siente! A una amorosa y abnegada madre, qué siente después de haber perdido a su hijo en un accidente automovilístico. A un enfermo de cáncer o a los niños que viven en la calle, porque la sociedad –que es usted- no hace nada para ayudarlos…
¿Cómo sería la vida sin Jesús? Sería muy oscura y deprimente… Sin valores morales ni ideales de fe y superación. La vida sería melancólica y apagada… ¡Sin amor! ¡Sin sueños! ¡Sin bondad ni solidaridad! ¡Sin unidad familiar! ¡Sin salvación para nuestras almas! ¡Sin un mañana mejor!
Sin Dios, no tendríamos un Amigo Todopoderoso: ¡Comprensivo! ¡Tolerante! y ¡Misericordioso! , a quien pedirle ayuda en los momentos más difíciles; llenos de dolor, angustia y llanto… ¿Qué haríamos sin Dios? ¿A dónde iríamos? ¿Qué sería de nuestra familia?
El único ser Todopoderoso, comprensivo y misericordioso, que nos puede fortalecer, cada vez que dejamos de luchar por alcanzar nuestros sueños e ideales, es Jesucristo que dio su vida, a cambio de nuestra felicidad.
“Alzaré mis ojos a los cielos ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová que hizo el cielo y la tierra…” Salmo 121


Por: Eric Enrique Aragón12 de febrero de 2011

martes, 8 de febrero de 2011

Una ciudad en apuros

Como aquel caballero medieval, imponente por su armadura y gallardía, vencedor de muchas batallas y deseado por lindas princesas; un río, grande y caudaloso, se levantaba como un poderoso gigante, en medio de una comunidad.

Sus aguas eran tan abundantes y cristalinas, que parecía que la misma naturaleza se rendía a sus pies. Una vez se oyó decir a la gente, que el mismísimo Dios lo había creado para deleitarse: contemplando sus hermosas corrientes de agua.

Rodeado de altivos y refrescantes árboles, todo un pueblo se sentía tan orgulloso de éste (río), que las autoridades decretaron que sus cristalinas aguas, fuesen llevadas a una gran parte de la ciudad. Una planta potabilizadora, mediante una serie de pasos (proceso) y tuberías (acueducto), se encargó de transportar el agua a cada rincón de miles de hogares.

La ciudad entera y sus gobernantes, estaban tan alegres, que se la pasaron de fiesta en fiesta… Así transcurrieron los años y se olvidaron del hermoso río, fruto de la sabia naturaleza.

Permitieron asentamientos humanos cerca del río. Se tiró toda clase de basura, para ver como ésta se hundía en sus profundas aguas; derribaron árboles a diestra y a siniestra. Las edificaciones, al igual que la ganadería y la agricultura, le arrebataron la firmeza al suelo, siendo éste arrastrado al río, por los abundantes aguaceros. ¡Y la planta potabilizadora! Nadie se preocupó por su debido mantenimiento ni modernización. Se marchitó como la bella rosa, que nadie quiso cuidar.

La metrópoli entera seguía cantando y bailando, hasta que una vez llovió tanto, que la potabilizadora entera fue tapada por el lodo, la basura y todos los desechos humanos. “No se pudo hacer mucho para evitar el desastre” ¡Crónica de una muerte anunciada…!
Los habitantes de la enorme ciudad, sin distinción de raza, credo, posición económica, poder político o nivel educativo, fueron sometidos a la más cruel escasez del vital líquido para la vida humana: “el agua”.

Por toda la ciudad se observaba a la gente, buscando con desesperación una gota de agua, que saciara su desgarradora sed. En cualquier parte –ya era algo cotidiano- los adultos, jóvenes y niños, cargando tanques y botellas, para recoger unas gotas de agua, en cualquier callejón. O un encumbrado mortal, se bajaba de su fino vehículo, desesperadamente, con tanques y botellas, para aprovechar un chorro de agua.

Por otro lado, se veían los carros cisternas repartiendo agua, a una muchedumbre enojada (personas), a veces al borde del pánico y de la más cruel ira. En fin, baños, casas, oficinas y sus habitantes: todos sucios y hediondos… “El hermoso río y la naturaleza, se cansaron de la indiferencia y la crueldad de los habitantes de la ciudad…”

Este relato parece un cuento, pero, realmente no lo es. Esta historia le sucedió a una gran ciudad, cuyo vecino más cercano es el océano Pacífico.

El agua es un elemento que da vida y vida en abundancia. La naturaleza no las ofrece gratuitamente. Cuidemos los ríos y mares: esta es creación de Dios para que el hombre se beneficie. Pero, tenemos la responsabilidad de “protegerla”, “no abusar de ella”, “ni destruirla”.

Por:
Eric Enrique Aragón




martes, 1 de febrero de 2011

Wikileaks: el poder de la información

No cabe la menor duda de que la página Wikileaks, ha demostrado de forma contundente, como cierta información puede impactar un país, independientemente, de que sea una nación tan poderosa como aquella en desarrollo.

Wikileaks, no sólo ha hecho honor a su significado: filtración o fuga de información (del inglés leak: fuga o filtración); sino, que ha demostrado el “talón de Aquiles” de todos los gobiernos, empresas, políticos, gente influyente y organizaciones… ¡Y ni siquiera las iglesias escapan de tal efecto!

Y ¿Cuál es ese talón de Aquiles? Simplemente, todos los comportamientos negativos, no éticos o inmorales de todos los sectores de la sociedad mundial y de los gobiernos.

Lamentablemente, muchos individuos influyentes en la vida de un país, muestran una "excelente imagen pública": de ser buenos ciudadanos, de estar comprometidos con las buenas prácticas éticas y morales; de buscar el bien de los sectores más necesitados y de apoyar todas las campañas orientadas al cuidado del planeta, la paz mundial, los derechos humanos, la libertad de prensa, y el respeto por las leyes y la democracia.

PERO, cuando no están frente a las cámaras de televisión, se despojan de esa "bonita imagen pública" –que pareciera ser para ellos una camisa que se quita y pone, de acuerdo a la conveniencia del momento, llámese doble moral-- demuestran todo lo opuesto: malas prácticas, que no benefician, pero, ni a la familia de ellos…

Sin embargo, el problema real para los gobiernos, no debe ser que exista un sitio web, como Wikileaks. Hoy día, con el desarrollo fenomenal de la tecnología de la información –y que nadie detendrá- existen miles de páginas web y formas para denunciar las malas prácticas de los gobernantes, políticos, diplomáticos, y personajes poderosos.
¡Por cada Wikileaks que destruyan, aparecerán miles de sitios como éste… !

Señores poderosos del mundo: la solución del problema está en sus manos. Simplemente deben cambiar los hábitos de conducta; en otras palabras, incorporen a su vida pública los principios éticos, morales y cristianos.

Y jamás tengan duda del adagio que señala: “Cuidado con lo que haces o dices, porque las paredes tienen ojos y oídos…”

¡Hagan lo correcto y no habrá un “Wikileaks”!



Por:
Eric Enrique Aragón

¿Y qué hacemos con la libertad de prensa?

¡Qué lindo! En una reunión familiar, de amigos; o simplemente, un diálogo con cualquier persona, que son cotidianos en la casa o en lugares públicos, poder expresarnos libremente, sin ninguna restricción; únicamente la que nos impone la prudencia, la moral y la buena educación. “Yo creo que ésto es así…” “Estás equivocada” “No puedo” “Sí lo haré” “Mi opinión es ésta” “No estoy de acuerdo contigo” “Vas por un mal camino” ¡Bueno, mucho gusto hasta mañana!

¡Sensacional! Cuando los estudiantes, en el aula de clases, pueden preguntar, discrepar, opinar o reclamarle una nota al profesor.

Cuando estamos frente a una oferta comercial –que a veces nos quieren obligar a aceptarla- que maravilloso, es poder hacer uso del “No” o del “Sí”; aceptarla o rechazarla.

Qué felicidad cuando la familia está dialogando o discutiendo sobre un tema. O cuando los padres tienen que disciplinar a los hijos y éstos se muestran en desacuerdo.

Sería complicado enamorar a una bella dama, con palabras poéticas, si no tuviéramos la libertad de pensar y crear esos lindos versos para la dulce mujer…

¡Oh! Tantas cosas lindas que puede crear y desarrollar el ser humano, gracias a la libertad natural que tiene para moverse o expresarse; y qué sólo Dios puede, realmente, arrebatársela (la libertad natural) con la muerte.

Las naciones de la comunidad internacional se diferencian por el grado de libertad que tengan, y sobre todo, la libertad de prensa; ya que es ésta la que sustenta y mide la vida democrática de un país.

Sin libertad de expresión, que se canaliza a través de los medios de comunicación, no puede haber desarrollo económico ni social. La libertad de expresión o el libre juego de ideas, es la que permite que un país avance.

Todavía existen políticos y gobiernos en América Latina, que no han aprendido de los errores del pasado, y siguen creyendo que coartando la libertad de prensa, podrán perpetuarse en el poder o que la gente va a creer que están trabajando en beneficio de todos los sectores.

La historia nos ha demostrado –sin ninguna duda- que todos los que violan los derechos humanos y la libertad de prensa y opinión, tarde o temprano, terminan mal.

Hoy día la comunidad de países democráticos -que son la mayoría- están unidos para defenderse de aquellos que quieren acabar con estas libertades. Recuerden que el mundo actual se caracteriza por la velocidad con que se maneja la información, a nivel mundial; de modo tal que es muy difícil, para no decir imposible, que los malos gobiernos y políticos, puedan esconder sus prácticas nefastas.

Señores políticos, un mensaje para ustedes: aprendan a practicar los valores morales y cristianos. Sean honestos en sus palabras y actos; amen a su familia, practiquen la bondad y la solidaridad humana; y sepan que la verdadera sabiduría y riqueza política, está en oír a los demás, incluyendo las críticas negativas; en el respeto a los derechos humanos y la libertad de prensa.

…Los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Pero, persiste tú en lo que has aprendido…y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio… Toda Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, redargüir, corregir e instruir en justicia, a fin de que el hombre sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.

Sagradas Escrituras, 2 Timoteo, versos 13-17.


Autor:
Eric Enrique Aragón
28 de enero de 2011

jueves, 27 de enero de 2011

Trabajar bajo presión...



Como parte de la labor diaria, un instructor o maestro, siempre debe estar preparado para ofrecer un buen consejo a un estudiante. En algún momento nos encontramos con aquel estudiante que nos comenta un problema por el cual atraviesa, esperando que su facilitador, por lo menos sea capaz de regalarle unas palabras sabias de estímulo.

Es difícil a veces ayudar a las personas con un consejo, y sobre todo, en aquellos casos que son delicados o pueden ser comprometedores para el consejero. Sin embargo, todos los seres humanos pasamos por momentos de presión y angustia, en los cuales nuestra mente se perturba, a tal grado que se dificulta ver la solución del problema; aunque tal vez la solución esté enfrente del afectado.

¡Y hablando sobre esto! Hoy se acercó una estudiante ¡Bueno! ¡Ya de cierta madurez…! La dama es la jefa de un restaurante y refresquería, donde labora una gran cantidad de colaboradores –entre cocineros, ayudantes y despachadores- y cuyas ventas diarias alcanzan los miles de balboas. En fin, se suponía que le iba a dar una clase normal. Ella está en una clase especial, por su horario de trabajo. Se capacita como administradora técnica de restaurantes y afines. Esta es una carrera corta, de un año y medio de duración; y concluye con una práctica profesional.

¡Bueno! ¡Como siempre…! Cuando no tengo trabajo en una empresa, termino como instructor o facilitador en algún centro técnico o escuelita de secundaria ¡Gracias a Dios! Pareciera que el trabajo de docente siempre me ha perseguido… ¡Es como si yo hubiese nacido para ser maestro…! Al principio cuando las personas me conocen, como que yo no les caigo muy bien. Decía una dama: ¡Eso te pasa por feo! ¡Pero, no se asusten! ¡Gracias a Dios! Sus palabras son más emotivas que verídicas…

Volviendo a la estudiante –que la dejé por el camino- así soy yo, me encanta sentarme a tomar un buen café y a conversar sobre diversos temas… Ella, la estudiante, llegó un poco atribulada a la clase. Era obvio, ya que no lo podía esconder. En su cara se le notaba y en su forma de hablar… Ni siquiera tuve que preguntarle cual era el motivo de su situación. Ella se desahogó conmigo, fue algo rápido e instintivo. Ni siquiera me dio oportunidad de prepararme. Supongo que lo hizo, además de ese deseo que tenemos todos (los mortales) de desahogarnos en un momento dado, con la intención de que yo le diera algún consejito.
Todo el asunto giraba en torno a la presión ejercida por su jefa: ¡Tienes que cumplir con la meta de ventas! ¡No puedes utilizar al personal en horas extraordinarias! ¡No me interesa que te falten recursos humanos! ¡Resuelve el problema ya…!

En fin, todos hemos pasado por esto y siempre será así, mientras estemos en este mundo –le dije.

Empecé a explicarle que así es el trabajo y cuánto más importante sea el cargo, más presión se tendrá. Los empresarios y los grandes ejecutivos, siempre exigen que se cumplan los objetivos y las metas ¡Quiero resultados…!

Primero, debemos estar conscientes de esta situación, todos los días, antes de ir al trabajo. En otras palabras, necesitamos prepararnos psicológica y espiritualmente, entes de salir de la casa. ¿Cómo? Haga siempre una oración de fe a Jesús y auto-motívese, diciendo: “No perderé la calma” “Pensaré con claridad antes de hacer o decir algo” “Si mis jefes me exigen, entonces, estaré preparado para responder con sabiduría y elegancia”.

Segundo -continué explicándole a la señora estudiante- tenemos que hacer uso de las herramientas administrativas ¿Cuáles? Planificar, organizar, supervisar y controlar las tareas asignadas al personal, buscando siempre la mayor eficiencia en el uso del tiempo y de los instrumentos de trabajo.

Tercero, acostúmbrese a comunicar las cosas en forma verbal, utilizando palabras convincentes. Y haga informes por escrito a los superiores, de manera tal, que lo bueno, lo malo y lo feo, siempre quede documentado. Pero, eso sí, procure que la mayor parte de su labor sea “eficiente”.

Por último, le señalé, que es muy importante mantener reuniones con los colaboradores (trabajadores), de modo tal que éstos entiendan cuáles son las metas que se deben cumplir y los sacrificios, que a veces es indispensable hacer… Sobre todo, que se mantenga siempre el trabajo en equipo.

La vida moderna o contemporánea, se caracteriza por la presión que ejerce sobre nosotros. ¡Nadie se escapa! Ni el reino animal... La tensión nerviosa, los dolores de cabeza, la agresividad, la ira y otras emociones dañinas, son consecuencia de esta presión psicológica cuando se escapa de nuestro control. Aprendamos a mantener la calma frente a los problemas y a pensar con sabiduría.

Debemos practicar la meditación, la sana alimentación, los preceptos morales y cristianos, la unidad familiar; oír música clásica e instrumental; y pedir a Jesús ayuda, antes de ir al trabajo.


Por:
Eric Enrique Aragón
27 de enero de 2011

viernes, 21 de enero de 2011

¡Piensa positivamente!

La fuerza del pensamiento

Marcha con la cabeza firme, confiada y sonriente, y todos confiarán en ti. Proyecta fuerza y entusiasmo, incluso, con los movimientos de tu cuerpo.

Cuando te asalte la duda, permanece con el corazón firme y con el deseo de luchar hasta el fin.
Si la ofensa y la calumnia te hieren, no te lamentes inútilmente, dedícate a trabajar…

Procura dar lo más que puedas: una buena palabra; una sonrisa; un gesto de estímulo, un pensamiento generoso… Y sentirás en tu corazón una gran verdad, “es mucho mejor dar que recibir”.

¡Resuelve tu problema!

No te dejes engañar: ¡Sólo tú serás responsable del camino que eliges! Nadie podrá rendir cuentas por ti. Procura, por lo tanto, vivir acertadamente, de acuerdo con tu conciencia.
¡Resuelve tu problema! Comienza, pues, a partir de este momento. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.
Ciertamente, no puedes resolverlo todo de la noche a la mañana… ¡Pero, comienza ya! Y si caes de nuevo, no te desanimes. ¡Vuelve a comenzar cuantas veces sea necesario!
Cada uno es responsable de sus actos. ¿Por qué tienes que desanimarte por lo que hacen o dicen los demás? ¡Sigue trabajando! ¡Adelante! ¡No te desanimes! ¡Tu puedes!
Aunque todo esté contra ti: sigue luchando, no te dejes vencer. ¡Tu puedes!
Tu puedes vencer todos los problemas, si quieres…

Modifica tu modo de pensar, para que tu salud sea firme y estable.
Deja de quejarte de tus dolencias. Éstas aumentan a causa de nuestros pensamientos negativos.
Aprende a descansar la mente.
La mente cansada no puede pensar bien.

El pensamiento es la mayor fuerza que existe sobre la tierra.
No te dejes sugestionar por palabras y pensamientos negativos.
Siempre existe una solución para cualquier problema, por más complejo y difícil que parezca.


Por:
Eric Enrique Aragón
21 de enero de 2011

domingo, 16 de enero de 2011

¡Este es uno de esos días!



La vida sería diferente si tuviéramos el control sobre los eventos, en esos días “malos”, por los cuales pasamos todos los mortales. Sin embargo, no podemos hacer nada, ya que ésta es una característica de las limitaciones humanas.

“Yo juraba que hoy sería un día como cualquier otro” Pero, todo indicaría que no sería así… Como todos los días –gracias a quienes me enseñaron disciplina- me levanté a las 4 de la mañana para hacer un poco de ejercicio físico, darme un buen baño y por supuesto, antes de salir a mi trabajo, dedicar una hora a la comunicación con Dios (orar).

Antes de llegar al instituto, donde dicto unas horas de clase -siempre llego temprano, a las 7 a.m. aproximadamente- me tomo unas tres tazas de café. Me encanta en la mañanita, mientras tomo un café, bien sentado, meditar en lo que haré ese día o ponerme a leer algo interesante; asimismo, aprovecho para darles los buenos días a las personas que me atienden y que muy amablemente contestan mi saludo. Para mí, hacer esto en la mañanita, casi religiosamente, es un elemento sumamente motivador…

Después que salí de la segunda cafetería –sí, los cafés me los tomo en diferentes lugares que están camino al trabajo- llegué al último sitio, en el cual siempre me han recibido muy bien; no obstante, hoy, una empleada recién llegada a la cafetería, me hizo una grosería sin ninguna razón. Definitivamente, que ésta fue la primera señal, de que posiblemente, el presente día, se convertiría en “uno de esos días malos”. Y en efecto así fue…

Ningún ser humano se escapa de los días malos. ¡Siempre ocurren! ¿Con qué frecuencia? No lo sé… Únicamente Dios lo sabe… Y no se trata de que tengamos mala suerte o de que hayamos buscado ese día malo. ¡Claro! No me refiero a los días normales, en los cuales, obviamente, cada uno de nosotros nos buscamos los problemas con nuestro mal proceder.

Se trata de ciclos o altibajos de la vida. Igual que cuando -sin ninguna razón- una persona se siente perezosa, cansada o desanimada.

Los eventos que suceden en esos días varían. Los hay desde una simple discusión con una persona, una leve grosería, hasta casos bien complejos; incluso, situaciones que han terminado “muy mal”, porque se perdió el total control emocional “ese día malo”.

Lo primero que debemos hacer es identificar el día malo, que no hemos buscado; sino, que es parte de los ciclos de la vida.

En segundo lugar, prepárese para enfrentar este día. ¿Qué significa prepararse? Simplemente, entender que los momentos en los cuales las cosas no saldrán bien, siempre ocurrirán. No depende de uno, sino, de factores externos que no podemos controlar humanamente. De modo que permita que este día pase a la historia, como uno más. Frente a las groserías que reciba innecesariamente y otros eventos negativos, manténgase, lo más ecuánime posible, no pierda el control emocional. Y por otro lado, no tome decisiones importantes ese día. Procure no hacer nada o decir algo, de lo cual tenga que arrepentirse al día siguiente…

Por último, tenga paciencia ese “día malo pasará también”. Recuerde sacar el máximo provecho en los días buenos, tomando buenas decisiones.

Y no perdamos de vista lo más importante, lo que dicen las Sagradas Escrituras:
“El ladrón viene a hurtar, matar y destruir; pero, Yo (dice Jesús) he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas”.

Practicar la Fe Cristiana nos ayuda a fortalecer nuestro mundo interior; de modo tal, que podamos mantener el equilibrio emocional, frente a los “días malos”.


Autor:
Eric Enrique Aragón
15 de enero de 2011

jueves, 13 de enero de 2011

¡Tal vez el mañana nunca llegue!

¿Por qué tenemos que esperar tanto para cambiar nuestra vida? Cuando sentimos el dolor nos damos cuenta de que estamos indefensos. Anhelamos, quizás con lágrimas en los ojos, que vuelva el pasado para cambiar algunas cosas o para valorar y amar todo lo hermoso que nos rodea, empezando con nuestra familia. ¿Por qué esperar más?
Cuando perdemos un familiar, entonces, nos ponemos a llorar desconsoladamente. Gritamos ¿Por qué te lo llevaste Dios mío? Sentimos un infernal dolor; porqué en ese preciso momento, recordamos que no le dimos amor ni amistad a ese ser amado, que ya no estará más con nosotros.

Porqué tenemos que esperar que ocurran los graves problemas para corregir algunos errores; para cambiar los hábitos negativos; para ser mejor esposo o esposa, hijo o persona; o peor aún, para acercarnos a Dios. ¿Por qué? ¿Por qué esperar tanto, innecesariamente?

Dios nos dice en la Sagrada Escritura: “Clama a mí y Yo te responderé”. “Los que vienen a mí cargados y cansados, Yo los haré descansar”. Dice Nuestro Señor Jesucristo: “El diablo viene para matar, destruir y robar, pero, Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia”.


Jesucristo nos dice por medio de los Evangelios: “que en este mundo habría mucha maldad. Incluso que ésta se multiplicaría”. Por eso, siempre recomendaba –Él respeta la libertad de decisión- practicar los preceptos cristianos, que se resumían en amar a Dios, sobre todas las cosas; y al prójimo.

¿Qué significan estas palabras? Sencillamente amar a nuestra familia; respetar a todos los seres humanos; decir palabras positivas y que expresen gratitud; ser solidario con los demás, compartir la alegría y el dolor con nuestros semejantes; practicar la tolerancia, la bondad, la comprensión. Ser honrados en todo momento.

Y lo más importante, dedicarle siempre unos minutos a Dios, de modo que podamos agradecerle por la vida que nos da; por nuestros hijos y familiares. Pedirle por los más necesitados y la fuerza necesaria para seguir trabajando por un mundo mejor y soportar las difíciles pruebas que podamos tener a lo largo de nuestra existencia terrenal....

Por:
Eric Enrique Aragón
13 de enero de 2011

miércoles, 5 de enero de 2011

Tu tesoro más preciado…

El ayer ya se fue de tus manos y no regresará jamás; el mañana aún no llega; el PRESENTE es tu tesoro más preciado, es tu realidad, porque de él depende todo tu futuro.

Utiliza de la mejor manera tu presente. Siembra buenas semillas hoy, para cosechar excelentes frutos en el futuro.

Realiza tareas positivas, practica lo bueno; se cortés, amable y cariñoso, con tu familia y con aquellos que te rodean; practica los valores morales, la honradez y la fe cristiana; esfuérzate por alcanzar tus ideales y sueños; se respetuoso y prudente en tus acciones y manera de hablar: y verás que tu futuro será mejor.

Hoy recoges lo que sembraste ayer; mañana recogerás lo que siembres en este momento.
Tu futuro será bueno o malo: todo dependerá de ti, de lo que hagas hoy.

En la vida hay que tener ideales. Los ideales son simplemente el oxígeno del espíritu. Significa trazarnos una ruta hacia el horizonte y seguirla. Puede ser una línea imaginaria desde el corazón o un sueño agradable que perseguimos…Pero hay que marchar en pos de su fin todos los días. Los ideales deben ser hondamente sentidos en nuestro corazón, en lo más profundo de nuestro ser y ellos deben ser una fuente de fortaleza y motivación para seguir luchando, en este mundo que a veces es cruel con nosotros.

Los ideales no pueden venderse ni encadenarse ni ser destruidos, porque obedecen a objetivos permanentes de la vida. Los ideales a veces nos llenan de satisfacción y otras veces de dolor. Nos alegran cuando los vemos triunfantes, y nos apenan cuando los vemos en derrota. Pero, ellos son superiores a la victoria o a la derrota, a la alegría y el dolor. Ellos permanecen para siempre…

Quien carece de ideales, se deja arrastrar por la vanidad, lo superficial y el vano materialismo. Pero, aquella persona que cree en los ideales, no le teme al futuro, porque tiene la materia prima que le da vida a su esperanza y la luz que ilumina su camino. Tengamos ideales y construyamos con ellos las obras maestras de la vida…

El verdadero intelectual e idealista, no tiene tiempo para detenerse a ver lo superficial de las cosas. Trabaja, piensa, habla y vive sus ideales, sin mucho tiempo para quejarse o lamentarse de las cosas negativas de la vida.

Si quieres ser un idealista, tener madurez y superarte: aprende a convivir con quienes no están de acuerdo con tus ideas, con quienes te atacan o critican todo lo que tú haces. Así es el mundo superficial. Tú estás por encima… ¡No lo olvides!

Tú puedes vencer todos los problemas si quieres. Continúa sin desanimarte, porque eres el único responsable de tus actos. Modifica tu modo de pensar, para que tu salud sea firme y estable.
Deja de quejarte de tus dolencias. Todos los seres humanos tienen problemas, éstos nos acompañarán siempre.
Aprende a estar por encima de las dificultades y recuerda que sin los problemas la vida sería aburrida y carente de sabiduría.

El pensamiento de fe y optimismo, es la mayor fuerza que tiene el ser humano. No te dejes sugestionar por palabras y pensamientos de desaliento. Siempre existe una solución para cualquier problema, por más difícil y complejo que sea.

Piensa positivamente, para atraer sólo pensamientos positivos, de paz y prosperidad. Si la ofensa y la calumnia te hieren, no te lamentes inútilmente, dedícate a trabajar.

Cuando te asalte la duda, permanece con el corazón firme y con el deseo de luchar hasta el fin.
Procura dar lo más que puedas: una buena palabra, una sonrisa, un gesto de estímulo; y un pensamiento generoso; y sentirás en tu corazón una gran verdad: ¡Es mucho mejor dar que recibir!



Por:
Eric Enrique Aragón
5 de enero de 2011