domingo, 3 de diciembre de 2017

¿Y tú cómo celebras la Navidad?

Supongo que celebras la Navidad como lo hace la mayor parte de la gente: con arbolitos decorados, nacimientos, luces, frutas, comidas y regalos; y por otro lado el licor, las cervezas, los cigarrillos, música a todo volumen, juegos pirotécnicos, fiestas, etc.

Yo no voy a calificar lo que haces. Cada uno actuará de acuerdo a sus convicciones… al final del camino sólo habrá un juez: el hijo de Dios. Lo que si te puedo asegurar -sin temor a equivocarme- es que la verdadera navidad va más allá de lo material.

La celebración se origina por el nacimiento del hijo de Dios, quien se hizo hombre para salvarnos de la condenación eterna y mostrarnos un camino perfecto. Así dijo Jesús: “Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mí”. Juan 14:16  Nuevo Testamento.

En el mes de diciembre lo primero que debemos hacer es limpiar nuestra casa y descontaminarla de todos los vicios, odios, rencores, vulgaridades, en fin, todas las acciones humanas que conducen a la desdicha y enemistad con Dios.

En la Navidad deberíamos sentir fuertemente la presencia de Dios Padre y Jesús en nuestras vidas. Y créanme que los efectos se van a ver reflejados casi inmediatamente en la unidad familiar y un montón de bendiciones nos llegarán del cielo a partir del nuevo año… ¡Por supuesto todo lo bueno nos vendrá conforme a la voluntad de Dios!

Mantenga su hogar aseado, libre de conversaciones y actos negativos, escuche villancicos y canciones de Navidad; lea los salmos durante todo el mes de diciembre (en familia); ore por los necesitados y por su familia, medite en la grandeza de Nuestro Salvador Jesús, llore si es necesario y arrepiéntase por seguir malos caminos, pídale a Dios un cambio total…

En esta navidad yo le hice un reto a una dama que va por un sendero que no es de Dios. Le aseguré: “que si ella leía los salmos durante 10 días, con sinceridad y clamando a Jesús por una transformación total, Él (Jesús) haría el milagro”. Además le aclaré que su casa debe estar libre de pecado; porque Dios ni su Hijo ni su Espíritu Santo visitan un hogar en el cual se practica el pecado.

No me hizo caso. Empezó a leer los salmos y a adornar la vivienda con motivos de Navidad, sin descontaminar su casa… ¡Y las consecuencias no demoraron mucho! Casi inmediatamente le llegaron los problemas... Con Dios no se puede jugar…

Celebre correctamente la Navidad y Jesús visitará  su casa...


Por: Eric Enrique Aragón