sábado, 15 de abril de 2017

Reflexión de “Fe”



Creer en algo es parte inalienable de la existencia humana.
Ningún mortal puede aseverar que no tiene fe ¡claro que sí!  Tal vez no profese el cristianismo,  pero, indudablemente tiene confianza en  alguna cosa, que podría ser el razonamiento humano, la astrología, una doctrina política y económica, un líder, lo desconocido, las fuerzas oscuras, el dinero, sus habilidades o el poder.

Nadie se escapa de la necesidad de “creer en algo”, ya sea del mundo material o espiritual… Lo que si debemos definir con tajante claridad y seriedad es hacia dónde vamos. De esta decisión dependerá nuestro futuro.

Existe un dicho muy real y que nunca pasará de moda: “Lo que se siembra, se cosecha”. Cuando llegamos a la edad madura nos damos cuenta de todos los errores que cometimos. En nuestros años de juventud despreciamos todos los buenos consejos, seguimos todos los caminos negativos (era lo más fácil y atractivo). Jamás visualizamos el futuro… Lo veíamos muy distante… Hasta que llegó y nos encontramos “desnudos”, “sin nada”. 

Tantas personas alrededor del mundo no tienen una vivienda digna y propia; no aprendieron un oficio o profesión cuando tuvieron la oportunidad. Por alguna razón carecen de una familia, que representa la fuente de amor y estabilidad emocional que requiere el ser humano y por último, estos adultos están abandonados, ya que no gozan de una jubilación. 

En otras palabras millones de personas lloran, porque no lograron nada en la vida y ahora aunque quieran corregir parte del camino, es demasiado tarde. “Todo tiene su tiempo” decía: el sabio Salomón. “No podemos volver al pasado”. Situación muy dolorosa que viven aquellos que han despertado de su sueño, para darse cuenta que no tienen nada…

Las decisiones equivocadas se relacionan en forma directa con la Fe que tenemos todos en nuestros años mozo. Creer en cosas materiales como el dinero, en doctrinas imperfectas hechas por el hombre o en fuerzas oscuras, no conduce a un futuro prometedor y estable. 

Parece un cuento de hadas, mas no lo es… La única fuente de vitalidad y sabiduría para tomar las mejores decisiones en la vida es: “La Fe Cristiana”. No cuesta nada confiar plenamente en Jesucristo que dio su preciosa vida por la perversa humanidad. Hablemos con su Padre, el “Dios del Cielo”.  Ellos sabrán guiar a la gente joven y también a los adultos…


Por: Eric Enrique Aragón