sábado, 16 de abril de 2016

Panama Papers (papeles de Panamá)


Sin lugar a dudas la medida que adoptó Francia fue muy dura, al incluir a Panamá en una lista de países no cooperadores en materia de lavado de dinero y evasión de impuestos, llámese “lista negra”.  No cabe la menor duda de que esta decisión afectará la economía panameña, considerada una de las más pujantes de América Latina, según el Banco Mundial.

Si por algún motivo algunos países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), consideran que Panamá no está cumpliendo en su totalidad con los acuerdos de intercambio de información tributaria o que la legislación fiscal aún es muy frágil; le corresponde al gobierno panameño por mandato constitucional, "demostrar lo contrario o buscar los mecanismos para equiparar las leyes en materia tributaria con el resto de los países, principalmente, de Europa y América".

En la actualidad no es un secreto que muchas empresas “offshore”, se utilizan para el lavado de dinero, incluyendo la evasión fiscal. Se debe aclarar que la constitución de una sociedad anónima dentro de un país o en otra jurisdicción distinta al domicilio de los directores y accionistas, es legal. El problema surge cuando éstas se utilizan para justificar miles de millones de dólares provenientes del narcotráfico, venta ilegal de armas, prostitución, terrorismo, corrupción política, evasión fiscal y otras actividades ilícitas. Es por esta razón que se han creado leyes que obligan a los centros bancarios del mundo: a conocer a los clientes, el origen de los fondos y la entrega de información confidencial a organismos especializados en combatir los delitos de blanqueo de capitales, evasión fiscal y terrorismo. También las firmas de abogados, contadores y otros profesionales del mundo financiero deben cumplir con estas reglas.

La creación de una comisión de alto nivel y las reuniones llevadas por el gobierno, con distintos sectores de la sociedad panameña, tales como la Cámara de Comercio y el Colegio Nacional de Abogados, forman parte de la campaña oficial para enfrentar el delicado problema con Francia; sin embargo, parecen poco prudentes y diplomáticas las declaraciones de funcionarios importantes del gobierno con respecto al tema.

Utilizar expresiones como: “Si el gobierno de Francia no reconsidera su posición, el gobierno de Panamá se va a ver en la necesidad de tomar medidas diplomáticas…”, “Panamá tiene leyes de retorsión que impiden al país afectado y sus empresas aspirar a los jugosos contratos en Panamá…”, probablemente se consideren palabras muy fuertes, y más que conciliar, podrían causar un efecto opuesto. De hecho ya el ministro de Economía, Finanzas e Industria de Francia,  Michel Sapin, reaccionó: Frente a esa amenaza, Sapin declaró hoy que "no le intimida", y criticó con virulencia a ese país: "Panamá está demasiado acostumbrada a hacer idas y vueltas, a hacer del bueno y del malo. Esto ya no puede durar más".        Fuente: Agencia EFE París, 6 abril de 2016.

Francia en la actualidad lideriza conjuntamente con otras potencias, la lucha contra el lavado de dinero y el terrorismo; en otras palabras la potencia europea está jugando un papel muy fuerte e influyente a nivel mundial. El gobierno panameño debe utilizar más “el arte de la diplomacia” y menos la confrontación directa, si desea bajar el grado de tensión entre ambos estados y obtener mejores resultados; ya que inevitablemente, en algún momento tendrá que sentarse a la mesa a negociar con Francia. Es útil recordar que el país europeo siempre ha sido un “gran amigo de Panamá”.

Por:                                                                                                                                                           Eric Enrique Aragón 







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