sábado, 29 de agosto de 2015

Donald Trump y sus desaciertos racistas…

No cabe la menor duda de que el magnate y multimillonario, Donald Trump, es un hombre que se levanta por encima de la gente común. Pertenece a una casta privilegiada, con grandes habilidades y excelente inteligencia. Este señor conoce perfectamente el manejo de la opinión pública y cómo utilizar a la gente en su beneficio. Es por esta razón que él y sus asesores han cuantificado el impacto en su campaña, por lo menos a mediano plazo, de sus declaraciones humillantes contra todos los mexicanos residentes en Estados Unidos.

En Estados Unidos, como en cualquier otro país, una parte de la población se opone a las inmigraciones masivas o que procedan de ciertos países. ¿Por qué? por muchas razones: ya sea por la “supuesta” disminución de las plazas de empleos para los nacionales, o porque traen malas costumbres y cometen muchos delitos en el país que los recibe… y muchas razones más. Algunos argumentos tienen buena base y otros son totalmente descabellados…

El señor Trump sabía perfectamente que haciendo declaraciones racistas, los medios de comunicación iban a proyectar su imagen a nivel nacional, casi inmediatamente y asimismo se ganaría a millones de estadounidenses “puros”, que sufren mucho por la inseguridad y otros que todavía recuerdan con nostalgia la época del Ku klux klan. Razón por la cual, estos ciudadanos creen ingenuamente que los inmigrantes latinos, los afroamericanos y otras minorías étnicas son los causantes del mal social que padece ese próspero país.  Donald Trump y su equipo de asesores, simplemente, están aprovechando políticamente esta situación social.

No obstante, el enfoque con el cual está manejando su campaña política le va a traer grandes problemas económicos y enemigos a este señor. Es un total desacierto arremeter contra los inmigrantes mexicanos, calificando a éstos, como: “traficantes de drogas y violadores”. Es lógico que las estadísticas reflejen que los mexicanos cometen muchos delitos, pues, es la minoría de origen latino, más representada en suelo estadounidense, sobre todo, en el estado de California y en otros estados fronterizos con México, tales como: Arizona, Nuevo México y Texas. Pero, el señor multimillonario, incurre en un grave error al decir que todos son malos. Concepto falso. La mayoría de inmigrantes mexicanos son trabajadores y gente sana, que llegó a Estados Unidos buscando mejor calidad de vida –sueño americano- al igual como lo hicieron los colonos irlandeses, ingleses y de otras regiones de Europa, cuando llegaron a Estados Unidos, hace varios siglos.  Además, al señor Trump se le olvida que millones de estadounidenses, por nacimiento, son de ascendencia mexicana. Por otro lado, prominentes hombres y mujeres que han contribuido al desarrollo económico, social, político y científico de Estados Unidos; incluso, que han sido presidentes, como por ejemplo la familia Bush (aún el señor Donald Trump no lo es), llevan en sus venas, también, sangre mexicana; o están casados con personas de origen mexicano.

Los ataques del señor Trump contra los mexicanos, se deben considerar como ataques a todos los latinos residentes en esa gran nación, campeona de la democracia, la libertad de prensa  y los derechos humanos. Todos los latinos sean de América o procedentes de Europa: somos hermanos y tenemos los mismos derechos y deseos de superación que los irlandeses e ingleses. El mundo ha cambiado en los últimos años, tanto así que cada vez más se pierde la pureza de la raza, los negocios son globales y la información corre a la velocidad de la luz. Los países más industrializados del planeta, como los Estados Unidos de América, le deben a las minorías étnicas grandes aportes y sacrificios, que fueron necesarios, aún lo son y siempre lo serán para llegar y mantenerse en la cumbre…

El futuro presidente de los Estados Unidos debe ser un conciliador a nivel nacional e internacional, y no un motivador del resurgimiento del racismo, de las luchas de clases y de la humillación. El futuro presidente de la nación más poderosa e influyente del mundo entero, debe ser sabio y prudente para enfrentar y resolver los problemas… No puede ser engreído, ni creer que tiene el monopolio de la verdad o pretender con su dinero avasallar a los demás… Señor Donald Trump, “el mundo es otro”… Usted lo sabe… Bastante se ha beneficiado de los latinos y ahora cree que los puede humillar a su antojo… ¡Este negocio le salió mal a usted Donald Trump!



 Por:                                                                                                                
 Eric Enrique Aragón

viernes, 21 de agosto de 2015

¡Periodismo: profesión noble, necesaria y peligrosa!

Basta una sola mirada a los distintos diarios, o sentarse a observar las noticias en los canales de televisión, para darnos cuenta de que los periodistas realizan una labor tan necesaria e influyente en los estados modernos; razón por la cual se les atribuye el "cuarto poder". Lo cierto es que sin los periodistas, comunicadores sociales, columnistas y todas las personas involucradas en esta actividad, el mundo estaría en el oscurantismo.

Los periodistas, en casi todos los países del mundo, realizan en múltiples ocasiones una labor humanitaria; ya que sin ser funcionarios públicos ni dueños de una institución social, contribuyen a la solución de los problemas más simples de la comunidad hasta los más complejos, como salvar vidas humanas.

Por otro lado, los periodistas se constituyen en la única vía que tienen los ciudadanos para exponer sus denuncias; además, son los que utilizando todos los medios de comunicación, se atreven a evidenciar los actos más ocultos de corrupción en los gobiernos y en el sector empresarial. Son los periodistas los que se enfrentan con su pluma o su voz, a las organizaciones criminales del mundo; sin pensar la mayor parte del tiempo en el alto riesgo que estas investigaciones y denuncias conllevan.

Existen pruebas contundentes de la persecución, encarcelamiento o asesinatos de periodistas, en estos últimos años en América Latina, Asia y África; por la sencilla razón de denunciar actos de corrupción, poner al descubierto redes criminales o creer en una ideología…

Por ejemplo, en América Latina, los gobiernos actuales están más preocupados por lograr sus metas económicas; sin embargo, en materia de derechos humanos, libertad de prensa y democracia, tienen calificaciones pésimas. Y no es que buscar el crecimiento económico sea malo: pero, si éste no va acompañado de una distribución correcta de la riqueza, la solución de los problemas sociales y de una democracia sólida que se fundamente en el respeto de los derechos humanos, de las garantías constitucionales, de la presunción de inocencia, el debido proceso y la defensa de la vida humana; seguirán siendo países de tercer mundo, por su ignorancia, atraso e intolerancia.




Por:                                                                                                                       Eric Enrique Aragón

lunes, 17 de agosto de 2015

Nunca es tarde para cambiar de perspectiva…

“50 años de aislamiento no han funcionado, es hora de un nuevo enfoque…”, discurso del presidente Barack Obama, en la Casa Blanca, Estados Unidos.

La comunicación humana  en todos los tiempos ha sido compleja. De modo tal que las relaciones diplomáticas entre los Estados, no pueden ser menos traumáticas, pues sus componentes principales son los seres humanos; razón por la cual se requiere que la dirección de las relaciones exteriores de los países, esté en manos de funcionarios con un vasto conocimiento de historia, diplomacia y gran capacidad para tomar las decisiones acertadas.

El presidente Obama, dijo una gran verdad que deberían aplicar todos los gobernantes del planeta, con la intención de solucionar los problemas.  “50 años de aislamiento no han funcionado, es hora de un nuevo enfoque…”. Si los políticos de ambas naciones, hubiesen sido más equilibrados y menos extremistas, quizás mucho antes se hubiesen resuelto las diferencias entre ambos estados; no obstante, no fue así. Se permitió que mucha gente buscando sus propios intereses, le echaran “más leña al fuego”, que estuvo a punto de desencadenar una guerra entre las dos Superpotencias de la Guerra Fría (Estados Unidos y la antigua Unión Soviética).

A pesar del tiempo transcurrido de sufrimiento y miseria, sobre todo para Cuba; en hora buena tanto el presidente Obama, como el presidente cubano Raúl Castro, acuerdan iniciar un nuevo periodo de relaciones diplomáticas entre ambos Estados.

¡Claro! Algunos grupos que siempre obtuvieron grandes ganancias personales, se opondrán al restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Pero, el verdadero ganador será el pueblo de Cuba.

Es normal que después de tantos años de estancamiento de la economía, ahora el pueblo cubano tenga miedo de enfrentar los nuevos desafíos; que trae como consecuencia la reapertura de las relaciones diplomáticas.

Poco a poco estará llegando una diversificada y colosal inversión estadounidense a Cuba: que abrirá nuevas fuentes de empleo, transformará la infraestructura del país y pondrá más poder adquisitivo en los habitantes; en otras palabras, la vida cotidiana de los cubanos cambiará radicalmente. 

Sin embargo, dependerá del gobierno y de la sociedad organizada prepararse lo más pronto posible, para proveer el recurso humano competitivo que requerirá el sector empresarial y adoptar los planes necesarios para contrarrestar los males que surgen de las sociedades modernas y de las riquezas: corrupción, familias destruidas, sociedad sin valores morales, altos índices de crímenes y drogadicción, pandillerismo, etc.

Únicamente los cubanos serán los arquitectos de su destino como nación.

Nunca olviden que todo debe iniciar con una sincera oración al Creador.


  Por:                                                                                                                       Eric Enrique Aragón

viernes, 7 de agosto de 2015

Feminicidios

Feminicidio  o femicidio: es un vocablo que se origina de la palabra inglesa “femicide”; y se define como el asesinato de mujeres, por el simple hecho de pertenecer al sexo femenino, considerado históricamente por muchos hombres como el sexo débil, sujeto a control absoluto (según éstos bárbaros y machistas).  Tanto así que los hombres con la complicidad obligada de las mujeres, crearon el eslogan: “Entre pelea de marido y mujer nadie se mete”. Un lema publicitario que pasó de padres a hijos, con el único propósito de justificar la violencia en todas sus manifestaciones contra las madres, hijas, niñas, esposas y todo lo que se mueva que sea del sexo femenino.

Se podría decir que gracias a los medios de comunicación -apoyados en los últimos años por el avance gigantesco de la tecnología- en la actualidad, se conocen cada vez más casos de asesinatos de mujeres, con toda la crueldad que se pueda imaginar. Lo irónico de todo es que a pesar de que la población en general y las autoridades de los diferentes países tienen conocimiento de estos hechos, las estadísticas de mujeres asesinadas con extrema violencia, en lugar de disminuir tienden a aumentar

En algunos países de América Latina, las penas de prisión se incrementaron considerablemente, al igual las campañas para minimizar la violencia contra la mujer; no obstante, la crueldad de los malos hombres contra las mujeres, no se detiene.

¿Y por qué no se reducen los femicidios? Porque siempre todo se hace mal, producto de las emociones del momento o de los gobiernos que ejecutan algunas medidas más con fines politiqueros, que con una verdadera intención de resolver un grave problema que afecta todos los niveles socioeconómicos de la sociedad.

Se trata de crear entre todos los sectores de la sociedad y el gobierno una política de estado, que genere planes y programas a largo plazo, pero, efectivos, para controlar este mal: que causa por año más muertes de las que se contabilizan y destruye la vida de miles de niños inocentes, que cuando crezcan, protagonizarán actos de violencia física y emocional contra las mujeres; y otros, sin lugar a dudas se convertirán en asesinos de mujeres.

¡Por supuesto! Aumentar las penas es importante; un castigo severo, frente a un acto de tanta crueldad y avasallamiento por tratarse de un ser más débil físicamente, sirve como un instrumento disuasivo. Sin embargo, para que esta acción tenga un impacto positivo en la sociedad (la mayoría de abusadores son hombres), debe acompañarse  de otros elementos, tales como: programas orientados a consolidar la unidad y los valores morales en la familia; campañas permanentes en los medios de comunicación y la incorporación del tema al sistema educativo, de manera tal que desde la niñez se aprenda a valorar y respetar a las mujeres.



Por:
Eric Enrique Aragón