sábado, 8 de febrero de 2014

Niño prodigio que causaría mucha contradicción


Conforme a la ley de Moisés, los padres del niño llamado Jesús, le trajeron al templo en Jerusalén para ser presentado al Señor Dios. Esta ceremonia se acompañaba con el sacrifico de un par de tórtolas o dos palominos. 

En Jerusalén habitaba un hombre llamado Simeón, justo y de gran fe.  A éste el Espíritu Santo le había revelado, que no conocería la muerte antes de que viese al Ungido de Dios (Jesús).

Guiado por el Espíritu Santo, llegó al templo en el preciso momento que llegaría el niño en brazos de sus padres, José y María.  Simeón tomó en sus brazos al niño, lo bendijo y elevó una oración, diciendo:”Ahora, Señor, deja que tu siervo descanse en paz, pues he visto con mis ojos tu salvación”.  Además, a la madre del niño, María, le manifestó:”He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha”.
Evangelio según San Lucas, cap.2, verso 21-38.

Jesús vino al mundo a mostrar el único camino que lleva a la salvación del alma. Nada complejo. El profeta más grande de todos los tiempos, se dedicó durante unos breves años, a explicar de la manera más clara y convincente, la doctrina cristiana o los mandamientos (reglas) que debe practicar cada ser humano en su vida cotidiana.

Lo maravilloso de todo, es que no se tiene que esperar el premio mayor –la salvación- para sentir la felicidad; sino, que la práctica de cada mandamiento que ofreció Jesús nos ayuda a vivir bien y en armonía con nuestros semejantes y la naturaleza.

Por ejemplo, las familias hoy día están desintegradas, porque no se respeta el hogar. El hombre es infiel a su esposa y prefiere estar con sus “supuestos amigos” tomando bebidas alcohólicas; cuando debería estar con su esposa e hijos. Igual ocurre si la mujer es la que irrespeta a su cónyuge y a sus vástagos. En ambos casos el desenlace es el mismo: una familia destruida.

Si un hijo no sigue los buenos consejos de sus progenitores (padres), ni de sus maestros de escuela; y menos le gusta llevar una vida sana, conforme a los valores morales y cristianos, difícilmente su conducta será aceptable. Lo más seguro es que siempre estará metido en problemas y ni siquiera termine la escuela secundaria.

La clave del éxito en la vida de uno, es tratar de que la conducta diaria esté de acuerdo con los valores morales y cristianos. Iniciar el día con una oración a nuestro Creador, trabajar con honestidad o ser un buen estudiante; respetar a las personas, ser solidario con el prójimo, no hacerle daño a nadie y amar a nuestra familia, podría ser un buen comienzo para mejorar nuestra existencia.

En aquella época en la cual vivió Jesús causó mucha división por sus mensajes. Los que estaban acostumbrados a usar el poder económico y político de acuerdo a sus intereses, obviamente, lo atacarían con todo; igualmente, lo haría la gente acostumbrada a vivir sin orden ni reglas o que se aprovechaban de los demás pregonando doctrinas falsas.  Sin embargo, las personas que anhelaban la aceptación divina escucharían sus palabras.

Actualmente, las cosas no han cambiado mucho. Los mensajes cristianos siguen causando muchas contradicciones. Están las personas que desean una vida mejor e intentarían realizar cambios positivos en su modo de vida; de manera tal, que escucharían con placer los consejos de Nuestro Salvador Jesús. Y por otra parte, los mortales que desean continuar con sus malas prácticas y jamás irían por la senda del cristianismo.  

Lo cierto es que la gente que hace el intento por seguir a Jesús le irá mejor, aquí en la vida terrenal y en la otra vida.

De usted depende, la decisión que tomará…

"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”


Por:
Eric Enrique Aragón




sábado, 1 de febrero de 2014

El corredor de la muerte


De la muerte nadie se escapa.  Nadie piensa que la muerte puede estar a la vuelta de la esquina.  Todos pensamos en hacer mil cosas en el día: algunas buenas y otras, lamentablemente, negativas. Lo cierto es que de algún modo las personas sienten la motivación de alcanzar metas, que a veces se pierden por el camino.

Imagínese por unos minutos, que por alguna mala jugada de la vida, le comunican que en poco tiempo perderá todos los bienes materiales, “quedará en la calle sin nada”  ¿Cree usted que tendría la motivación necesaria para esforzarse por alcanzar algún ideal? Por ejemplo, terminar una carrera universitaria, aprender un oficio o corregir su conducta… ¿Para qué? ¡No vale la pena! Dentro de poco se esfumará mi vida. Este es un razonamiento lógico y hasta cierto punto aceptable humanamente. Se entregará al llanto y al fracaso.

Así como hay muchas historias negativas, también existen historias dignas de contar. Las cárceles están saturadas de gente muy mala. Sin embargo, en estos presidios se han encontrado personas que a pesar de que nunca recuperarán su libertad (cadena perpetua), tomaron la decisión más difícil de sus vidas: “dejar una huella de nobleza, sacrificio, Fe en Dios y en ellos mismos”. 

 Pero, aún más dramático es el caso de algunos reos que por la gravedad de sus delitos, esperan que se cumpla la sentencia dictada por el juez, “muerte”. Esto ocurre en ciertos estados de los Estados Unidos de Norteamérica, dónde existe la pena de muerte. Pero lo más increíble es que se han documentado casos de presos sentenciados a muerte, que contra toda lógica humana, cambiaron sus vidas: de mala a noble; y por supuesto, no faltan aquellos que estando en la cárcel, se convirtieron en verdaderos cristianos.

¡Cuán difícil es alcanzar estas metas! Tener todo en contra, ver sólo muerte y oscuridad, es una situación que doblega al más fuerte de los mortales.  Mantenerse vivo, como lo hizo Miguel de Cervantes Saavedra, el Manco de Lepanto, en la prisión de Argel, en el siglo XVI, como resultado de la batalla naval de Lepanto (enfrentamiento entre el imperio turco Otomano y los cristianos; o igual como lo consiguieron no muchos soldados en las prisiones de Vietnam, es una gran proeza: merecedora de grandes reconocimientos. Pero, "cuánto más" habría que destacar a un ser humano, que en iguales condiciones, decida dejar un legado de grandeza y superación a la humanidad, más que todo a la juventud que siempre ha estado desorientada… Cabe resaltar que Miguel de Cervantes Saavedra le dejó a la humanidad, grandes obras literarias, que han contribuido al desarrollo de la lengua española, tal como su obra cumbre, Don Quijote de la Mancha; probablemente, la obra mas editada y traducida después de la Biblia.

No podemos pasar por alto el extraordinario valor, sacrifico y entrega a la humanidad, de ese gran maestro y líder: “Nelson Mandela”; quién, también, estuvo durante largos años en la cárcel.

El mayor sacrificio lo hizo Nuestro Señor Jesucristo, quien nos abrió la puerta del cielo para que todos nosotros; podamos tener la fuerza necesaria para seguir en el camino de la superación, la esperanza y la fe en un mañana mejor… “Jesús es el camino, la verdad y la vida”. Y sin lugar a dudas, todos los héroes de la historia humana, como los antes mencionados, se inspiraron en la grandeza de Jesucristo.



Por:
Eric Enrique Aragón