sábado, 1 de febrero de 2014

El corredor de la muerte


De la muerte nadie se escapa.  Nadie piensa que la muerte puede estar a la vuelta de la esquina.  Todos pensamos en hacer mil cosas en el día: algunas buenas y otras, lamentablemente, negativas. Lo cierto es que de algún modo las personas sienten la motivación de alcanzar metas, que a veces se pierden por el camino.

Imagínese por unos minutos, que por alguna mala jugada de la vida, le comunican que en poco tiempo perderá todos los bienes materiales, “quedará en la calle sin nada”  ¿Cree usted que tendría la motivación necesaria para esforzarse por alcanzar algún ideal? Por ejemplo, terminar una carrera universitaria, aprender un oficio o corregir su conducta… ¿Para qué? ¡No vale la pena! Dentro de poco se esfumará mi vida. Este es un razonamiento lógico y hasta cierto punto aceptable humanamente. Se entregará al llanto y al fracaso.

Así como hay muchas historias negativas, también existen historias dignas de contar. Las cárceles están saturadas de gente muy mala. Sin embargo, en estos presidios se han encontrado personas que a pesar de que nunca recuperarán su libertad (cadena perpetua), tomaron la decisión más difícil de sus vidas: “dejar una huella de nobleza, sacrificio, Fe en Dios y en ellos mismos”. 

 Pero, aún más dramático es el caso de algunos reos que por la gravedad de sus delitos, esperan que se cumpla la sentencia dictada por el juez, “muerte”. Esto ocurre en ciertos estados de los Estados Unidos de Norteamérica, dónde existe la pena de muerte. Pero lo más increíble es que se han documentado casos de presos sentenciados a muerte, que contra toda lógica humana, cambiaron sus vidas: de mala a noble; y por supuesto, no faltan aquellos que estando en la cárcel, se convirtieron en verdaderos cristianos.

¡Cuán difícil es alcanzar estas metas! Tener todo en contra, ver sólo muerte y oscuridad, es una situación que doblega al más fuerte de los mortales.  Mantenerse vivo, como lo hizo Miguel de Cervantes Saavedra, el Manco de Lepanto, en la prisión de Argel, en el siglo XVI, como resultado de la batalla naval de Lepanto (enfrentamiento entre el imperio turco Otomano y los cristianos; o igual como lo consiguieron no muchos soldados en las prisiones de Vietnam, es una gran proeza: merecedora de grandes reconocimientos. Pero, "cuánto más" habría que destacar a un ser humano, que en iguales condiciones, decida dejar un legado de grandeza y superación a la humanidad, más que todo a la juventud que siempre ha estado desorientada… Cabe resaltar que Miguel de Cervantes Saavedra le dejó a la humanidad, grandes obras literarias, que han contribuido al desarrollo de la lengua española, tal como su obra cumbre, Don Quijote de la Mancha; probablemente, la obra mas editada y traducida después de la Biblia.

No podemos pasar por alto el extraordinario valor, sacrifico y entrega a la humanidad, de ese gran maestro y líder: “Nelson Mandela”; quién, también, estuvo durante largos años en la cárcel.

El mayor sacrificio lo hizo Nuestro Señor Jesucristo, quien nos abrió la puerta del cielo para que todos nosotros; podamos tener la fuerza necesaria para seguir en el camino de la superación, la esperanza y la fe en un mañana mejor… “Jesús es el camino, la verdad y la vida”. Y sin lugar a dudas, todos los héroes de la historia humana, como los antes mencionados, se inspiraron en la grandeza de Jesucristo.



Por:
Eric Enrique Aragón                                                                                

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