miércoles, 15 de enero de 2014

Sueños que se hacen realidad…

Debemos aprender de los niños. No estaba equivocado Jesús cuando dijo: “De cierto os digo, el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él”.  Sin distinción de época, lugar o nivel social, todos ellos comparten una cualidad: “los sueños”. ¡Jamás encontrará un niño que no sea soñador!  Hasta aquellos que tienen alguna enfermedad terminal, sueñan con levantarse de la cama para ir a jugar o para abrazar a su abnegada mamá…  ¡Dios bendiga a los niños que padecen enfermedades!

¡Qué grandeza demuestran los niños! ¡Y que vanidad la de los adultos! Éstos se enorgullecen por las cosas insignificantes que realizan, por ejemplo, quién toma más cerveza, compra los bienes más caros o en el caso de las mujeres, la que se pone más productos de belleza para verse hermosa… ¡Qué equivocadas están! La naturaleza las hizo bellísimas como las estrellas.

Nunca permita que sus lindos sueños desaparezcan.  No importa la edad que tenga, busque los sueños que alguna vez tuvo y que por el camino se perdieron.  Haga su último esfuerzo por mantener la llama viva de la esperanza. Quizás soñó con tener un hogar bendecido por Dios, educar bien a sus hijos o conocer el verdadero amor… En fin, usted desde corta edad  formó sus propios sueños, no los deje en el olvido. Trabajar duro para lograr los ideales (o sueños) hace que nuestra existencia terrenal sea más confortable.

La persona que carece de “lindos sueños" vive en un mundo oscuro, sin amor ni motivación.  Usted toma su propia decisión. Desarrolle ideales de superación y verá que este mundo; a pesar de la crueldad que contiene, le proporciona mucha felicidad. Todo depende de la forma como usted observe el ambiente que lo rodea.

Helen Keller, estadounidense nacida en el año 1880, a pesar de haber quedado sordociega por una enfermedad a los meses de nacida, logró sus sueños: convertirse en autora de libros, oradora y gran ejemplo de sacrificio y tenacidad para la humanidad…  ¡Cuánto más puede alcanzar usted que tiene mejor salud!




Por:
Eric Enrique Aragón


miércoles, 1 de enero de 2014

¿Cuáles son tus planes para el año 2014?


Qué lindo son las celebraciones de fin de año. Una gran parte de la población, en todos los continentes, sólo piensan en las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Las principales vías y centros comerciales se ven saturados de gente que va y viene. Algunos se dedican a comprar y otros a retirar sus ahorros de los bancos; incluso, hasta los que andan por malos caminos, también, se les ve afanados, pues, buscan a sus víctimas. 

Cuando llega la fiesta en la noche, ya sea en la casa o en centros de diversiones: todos los invitados y no invitados -pues, siempre llegan algunos que nadie invitó, pero, son conocidos- se desbordan en alegría, emociones y gritos. Y no faltan aquellos que juran, hasta por las piedras, que en el año nuevo, harán cambios positivos en sus vidas… Sin embargo, a lo largo del año nada cambia; siguen con sus vidas carentes de motivación e ideales.

Si todos nosotros hiciéramos, aunque sea un pequeño esfuerzo para mejorar algo en nuestras vidas; sin lugar a dudas, se notaría el cambio.  Pero, más que reflejarse el cambio en la parte exterior, lo sentiríamos en el corazón. El cambio positivo en los seres humanos debe interpretarse como una inmensa satisfacción y poderosa motivación que impulsa a seguir por el camino que pocos utilizan o la mayoría prematuramente abandona: “el camino de la superación, que está saturado de obstáculos, pero, que al final ofrece excelentes premios…”

Volvemos a la misma pregunta. ¿Cuáles son tus planes para el año 2014? ¿Hiciste por lo menos un pequeño plan? ¿Realmente vas a cambiar algo en tu vida? ¿Estás dispuesto al sacrificio y a separar de tu vida un poco de cosas malas?  ¿O acaso eres cómo la mayoría? ¡Pura palabrería y nada de acción! En fin, nunca olvides que tú eres el único que puede hacer cambios en su propia existencia… Nadie lo hará por ti y no pueden. Solamente tú conoces el potencial y las debilidades que te adornan.

Haga un pequeño plan con el propósito de mejorar algún aspecto. Analice que desea cambiar este año. Por ejemplo, bajar de peso, aumentar sus ingresos, terminar sus estudios; aprender un idioma, consolidar los lazos familiares, comprar una casa.  En  el caso de los jóvenes, mejorar el rendimiento académico.

Empiece con un plan sencillo. El periodo para ejecutar el plan sería de un año, dividido en etapas (trimestres). Al terminar cada etapa usted hará una evaluación y así sabrá que ajustes debe realizar. 

Hagamos un pequeño ensayo. Si usted es un estudiante determine cuáles son las asignaturas que requieren reforzamiento. ¿Matemática? Entonces su plan consiste en obtener una buena calificación en el primer trimestre del año escolar 2014. Esta calificación la deberá mantener o superar en los siguientes trimestres.


Pasos a seguir (Objetivos):

-Sentarme lo más cerca del profesor, para oír con claridad la clase y evitar las interrupciones.
-Pedir con buena educación (al profesor) que me explique nuevamente, en caso de no entender la lección.
-Consultar y practicar los problemas de matemática –que no entienda- con mis compañeros más aventajados.
-Si tengo un familiar que domina la materia o es profesor, pedirle el favor, que me ayude si puede.
-Después de cada clase, practicar en la casa.
-Conseguir el texto escolar usado por el profesor.
-Dormir lo suficiente. Tomar agua, vitaminas y leche; comer huevos de gallina cocidos, cremas de maíz, avenas, cereales, mariscos y frutas. En otras palabras cuidar la buena alimentación; ya que ésta me ayudará a conservar mi mente en condiciones óptimas. Recordar siempre que la mejor alimentación es la más barata... Además, debo hacer ejercicios periódicamente y evitar todo lo negativo que indudablemente perturbará mi razonamiento mental.

¡Importantísimo!  Antes de ir a la escuela, pedir a Dios en oración su bendición… ¡Y para la familia, también!

Con este ejemplo, usted puede diseñar pequeños y sencillos planes para el año 2014. ¡Inténtelo!  No perderá absolutamente nada.  ¡Vale la pena el esfuerzo!






Por:
Eric Enrique Aragón