miércoles, 13 de junio de 2012

¿Dónde están tus hijos? ¿En la escuela? ¿Seguro?


Para muchos padres (papá y mamá), sobre todo para la mamá, es doloroso ver que después de tanto esfuerzo y sacrificio, su hijo tenga un rendimiento escolar muy bajo. 

El sueño de una mamá es que su hijo, cuando tenga más edad, consiga un buen empleo, forme una excelente familia y sea una persona de bien.  Todo esto por medio de una buena educación.  Por esta razón, la mayoría de veces, la linda mamá está dispuesta a realizar su mayor sacrificio para que sus hijos alcancen la verdadera superación.

¡Qué satisfacción para una mamá, cuando ve a sus hijos e hijas, trabajando en prestigiosas empresas o prestando un servicio de calidad, como técnicos o profesionales!  Además, viven en sus propias casas que pagan poco a poco; y algunos ya tienen un lindo hogar.  ¡Qué afortunados son estos padres! ¡Jamás se deberían cansar de dar gracias a Dios!  Y los hijos… ¡También deberían dar gracias a Dios por tener padres que una vez se sacrificaron y tal vez dieron la mismísima vida, para que ellos (los hijos) vivan mejor!

Sin embargo, no todos los padres viven un hermoso sueño con sus hijos… La realidad es otra.  Existen padres que jamás debieron traer a sus hijos al mundo.  Ellos (los padres) con su mal ejemplo y crueldad, son los culpables de la desdicha de sus propios hijos.  El infierno tiene un lugar especial para estos malvados hombres y mujeres.  

Por otra parte, encontramos cientos de padres, que salen a trabajar muy duro, para pagarles la escuela a los hijos. Pero, lo que menos pueden imaginar y aceptar, es que sus hijos estén en un mal camino. Lamentablemente, es así. 

Por ejemplo, niñas adolescentes, que son absorbidas por otras adolescentes, que actúan como líderes, para llevarlas a participar en actos sexuales con adultos, donde en la mayoría de casos se combina con bebidas alcohólicas y drogas. También, los muchachos son atraídos por otros jóvenes para consumir drogas o traficar con éstas.

Nada de esto es casual. Todo forma parte de un plan bien elaborado por parte de mentes macabras (adultos), que tienen redes de prostitución, tráfico y consumo de drogas, cuyo semillero está en las escuelas. 

La mayoría de clientes de estos negocios infernales, que están destruyendo a los niños y adolescentes del mundo, son personas de la clase media, alta, políticos, empresarios; en fin, se trata, de gente con dinero, que pueden pagar lo que se les pida –sea poco o mucho- (depende de la mercancía, como le llaman ellos).  Y que puedan moverse en carros finos –con ventanas oscuras- y hacer sus orgías en casas y apartamentos lujosos; en hoteles, locales alquilados, yates, aviones privados, moteles, playas de acceso restringido, o simplemente, en la casa del vecino, en una aparente y sencilla fiesta. Cabe destacar que muchas de estas redes son sumamente peligrosas, son internacionales y están protegidas por gente local influyente. 

¿Cómo operan? Nada es ocasional. Tiene líderes en las escuelas.  Es decir, estudiantes totalmente dañados, provenientes de hogares donde, lo más seguro es que sus padres practicaban todo lo malo.  Los líderes son muy inteligentes, carácter fuerte y sociables, es algo natural en muchos; asimismo, reciben un excelente entrenamiento de los expertos adultos. 

Ellos (líderes) aprenden a analizar a sus compañeros por su conducta, las conversaciones, el rendimiento escolar y las veces que los padres asisten a la escuela; en otras palabras, saben detectar a los jóvenes que provienen de hogares destruidos, dónde los padres lo que menos les interesa y siempre justifican, es asistir  con frecuencia a la escuela de sus hijos, para darse cuenta que hacen y quiénes son sus amigos.  Y menos les importa, a los padres, compartir o ser amigos de sus hijos.  Y no se trata únicamente de familias de escasos recursos, igual, ocurre con hijos de la clase media.

¿Quiénes son los culpables? Obviamente, a los adultos que dirigen estos negocios infernales, a los protectores, cómplices y a todos los que se benefician y participan, debe caerles todo el peso de la ley.  ¡Qué lástima que no se les puede aplicar la ley “Ojo por Ojo y Diente por Diente”, como en los países orientales…!

También debería caerle todo el peso de la ley y más, a todos los padres (de estos niños y jóvenes) que son irresponsables y los verdaderos culpables, por el mal camino que han tomado sus vástagos.  Si un hijo recibe cariño, amor, amistad y protección de sus padres, sería muy difícil que fuese presa de esta gente diabólica…

¡Y usted, papá y mamá, que tiene a su hijo (o hijos) sano y salvo…! ¿Le gustaría que su hijo fuese arrastrado a este negocio de prostitución, alcoholismo y drogas? ¡Por supuesto que NO! 

Entonces, siempre demuéstrele amor a sus hijos; ambos padres deben amarse y respetarse, asistan a la escuela de sus hijos… Y deben grabar en su mente, que lo diabólico, no descansa y siempre está al acecho, cerca de su casa, cerca de sus hijos… Aprenda a detectar quién es su vecino y las amistades de sus hijos… Conozca y converse con los maestros… ¡Haga todos los días una oración a Dios por sus hijos! 

Recuerden siempre, señores padres de familia: “El futuro de sus hijos depende de ustedes…”


Por:
Eric Enrique Aragón




miércoles, 6 de junio de 2012

¡Hasta donde hemos llegado…! ¡Niños que atentan contra su vida!


¡Desgarrador! ¡Desgarrador! No existen palabras para describir el dolor que debió sentir la mamá del niño hispano Joel Morales, cuando lo vió ahorcado y aún más traumático, cuando ella misma le quitó el cordón alrededor de su cuello, que utilizó Joel para realizar semejante acción.  

 Según los familiares, la causa del suicidio fueron los supuestos actos de burla e intimidación (“bullying”) por parte de otros niños, en la escuela pública a la que asistía en el East Harlem de Nueva York.

Cuando un niño fallece de esta forma, revela el nivel de degradación que tiene la sociedad.  Y no se puede esperar otra cosa, pues, estamos frente a una población mundial, que cambió los valores morales y cristianos por el materialismo, la indiferencia, las pasiones bajas y todo lo que contenga inmoralidad, corrupción, pornografía y desunión familiar… 

Los niños son nobles. Jesús lo dijo: “de tales es el Reino de los Cielos…” ¿Por qué son nobles? Porque no guardan los malos sentimientos en su tierno y pequeño corazón. Los adultos si se esmeran en conservar e intensificar la maldad… Sin embargo, existen infantes que en determinados momentos, pueden sentirse muy agobiados por un problema que padezcan.  Como por ejemplo: la separación de los padres, la violencia intrafamiliar, enfermedades, pobreza extrema, maltrato en el hogar o el hostigamiento en las escuelas.

Para un adulto, llámese papá, mamá, tutores o maestros, es fácil identificar a un niño que tiene una confusión emocional, debido a un problema que no puede manejar por su limitada madurez.  El cambio de conducta es obvio. ¡Se aprecia a simple vista! ¡He aquí cuando la mamá o aquellos que se encargan de la custodia del niño, deben demostrar más amor e interés por el muchacho!  La malicia siempre es importante conservarla. En otras palabras, debemos pensar siempre que un niño es impulsivo y muy emotivo; de manera tal, que si es capaz de realizar actos que después se tengan que lamentar.

Definitivamente, que la verdadera comunicación, amor y amistad que se le brinde, tiene un efecto positivo en el comportamiento del niño; y sin lugar a dudas, puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.

Por otro lado, los maestros y autoridades de las escuelas públicas, están ignorando o enfrentando muy superficialmente los distintos problemas que tienen los alumnos y que después desembocan en violencia, drogadicción, desenfreno, fracasos, deserciones, acoso de todo tipo y muerte.  Y no sólo es un problema de las escuelas públicas de los Estados Unidos, sino, también, de las instituciones educativas de Latinoamérica. 


Por:
Eric Enrique Aragón