lunes, 10 de octubre de 2011

Revista Futuro: "un proyecto de Dios"

Hace aproximadamente dos años, se creó la Revista Futuro, como un medio informativo y cultural; cuyo objetivo es motivar, instruir, orientar y llevar un mensaje de esperanza y fe cristiana, al corazón de cada lector.

Este proyecto más que buscar un lucro, se inspiró en el deseo de mejorar la sociedad, consolidar la unidad familiar, aumentar la fe cristiana; defender los derechos humanos, la democracia, los valores morales y la libertad de opinión.

“Nuestra mayor inspiración y orientación se basa en el Dios de Israel y en la doctrina cristiana”

Dios no se equivoca. Desde los primeros inicios de la revista –a pesar de los múltiples percances que se han tenido- la satisfacción por el trabajo realizado y la bendición de Dios han sido enorme. Miles y miles de personas en toda América Latina y en Estados Unidos, reciben un mensaje positivo para sus vidas, a través de las páginas de la revista.

La Revista Futuro, presenta artículos de opinión, basados en investigaciones, experiencias, objetividad y buscando siempre lo mejor para el ser humano. Y por otro lado, se muestran reportajes sobre diversos tópicos: turismo, sitios históricos, artesanías, comunidades; ejemplos dignos de imitar (de personas comunes), instituciones, centros educativos, etc.

La Revista Futuro, tiene miles de lectores en países como: México, Panamá, Perú, Colombia, Venezuela, Estados Unidos, España, Argentina, Chile, Ecuador  y otros.

Haga una oración primero y si usted considera que debería ayudarnos con su aporte económico, siempre estaremos agradecidos con usted … Y si no puede, igualmente, se le agradece su participación como lector. ¡Gracias a Dios!  Por usted existe la Revista Futuro.

Cuenta de Ahorro Corriente núm. :  04 0000 3660 88
Nombre :  Eric Enrique Aragón
Banco:      Banco Nacional de Panamá



Nuestro correo electrónico:: aragon044@yahoo.com




Por: 
Eric Enrique Aragón
Director y fundador



domingo, 9 de octubre de 2011

Crecimiento económico, globo inflado

Es impresionante escuchar tantos elogios por el famoso crecimiento económico, que tienen algunos países de América Latina y de otras regiones del mundo.

Expertos en economía, empresarios y políticos se pavonean por el tal crecimiento económico, como si éste fuese el máximo logro de un país y de su gobierno.

Incluso, los que gozan de este beneficio –grupo privilegiado- se molestan cuando los medios de comunicación, presentan noticias sobre la gran cantidad de necesidades de la gente común; ya que según ellos (los privilegiados y los altos personeros del gobierno), estas noticias empañan el vociferado “crecimiento económico“.

Utilizan tal cantidad de palabras bonitas -que Miguel de Cervantes Saavedra y la Real Academia Española, se quedan cortos- que hasta la persona más académica llega a creerse el cuento…

¡La verdad! El cacareado crecimiento económico por si solo es una falacia… ¿Por qué? Porque sólo se benefician unos pocos, llámense, banqueros, grandes empresarios, inversionistas, clase alta y los políticos –de gobierno- que permiten el paso expedito de todos los monumentales negocios.

Obviamente, si en el país se hacen formidables inversiones extranjeras, millonarios proyectos inmobiliarios, hoteles de 5 estrellas; y enormes obras civiles o de infraestructuras, entre otras maravillas; además, del gigantesco flujo de dinero circulando por los bancos, no cabe la menor duda, que los niveles de producción y riqueza, serán elevados (alto crecimiento económico).

Sin embargo, muchas veces, la excelente riqueza que alcanzan los países en desarrollo, fomenta más la división de clases. Por un lado, la clase pobre: cada vez con menos poder adquisitivo y la clase media: profesionales y pequeños empresarios, llevando una pesada carga tributaria. Y por otra parte, un reducido número de personas gozando la riqueza generada por la nación (como si el país les perteneciera).

Los Gobiernos tienen la responsabilidad de lograr un ritmo adecuado de crecimiento económico; sin endeudar exageradamente a las generaciones futuras. Pero, también, por mandato constitucional, deben asegurarse de que la prosperidad del país, siempre le llegue a todas las clases sociales; sobre todo, a los más necesitados y a los niños que representan el futuro del país.

Este es el grave error que están cometiendo los gobiernos. No repartir la riqueza a toda la población, está generando protestas en casi todos los países del mundo; ni las naciones más ricas se salvan. No prestarle atención a este grave problema de ambición que sufren unos pocos, puede ocasionar más protestas… La población está frustrada y cada vez cree menos en los gobernantes… ¡Esto es peligroso! Señores políticos y gobernantes: ¡Hagan bien su trabajo! Si lo hacen mal y se burlan del pueblo, llegará el tiempo que la población se tomará el poder y Dios los castigará por ser malas personas…



¡Pidan sabiduría a  DIOS!   ¡Él se las dará GRATIS…!



Por: Eric Enrique Aragón

9 de octubre de 2011



martes, 4 de octubre de 2011

La otra cara del desempleo


Se mira para todas partes, quizás esperando un milagro; el corazón palpita más rápido de lo normal, la sangre se siente como si fuese un gran incendio forestal; el decoro y la intolerancia se desvanecen como la neblina. La agresividad y los pensamientos dañinos, encuentran terreno fértil. En fin, se piensa que esto es una maldición y que no se debió nacer.

La desesperación, la angustia y el llanto se apoderan de uno. Es una cruz muy pesada. Se busca trabajo y no se halla. Cada minuto es más difícil; ya que se piensa en las deudas, pago de la casa, el gasto escolar… Y aún más caótico es ver y sentir a los hijos pidiendo comida... La pregunta forzosa: ¿Dónde está Dios? Se piensa en lo peor… Las ideas malignas clavan sus garras en toda la familia…

Ambos casos son testimonios de la vida real. Personas de la clase pobre viven este calvario. En la mayoría de casos, se ha convertido en algo crónico que ha desintegrado la vida familiar.

Vale la pena destacar, que cuánto más edad tenga la persona, mayor será el obstáculo para conseguir un empleo. Y obviamente, tampoco se podrá cumplir con los pagos de las cuotas a la Caja de Seguro Social; de manera tal, que la jubilación cada vez estará más lejos. “El daño emocional será irreparable”.

Indudablemente, este tipo de panorama es desgarrador para todos los individuos que lo padecen. Una parte significativa de la población carece de un trabajo digno -en los países en desarrollo-. Así que ellos conocen a la perfección, lo difícil que se vive en estas condiciones paupérrimas. Cabe resaltar, que en la actualidad, a menudo se aprecia a la clase media caer en estas penurias.

Por esta razón y muchas más, es urgente que los gobiernos analicen con seriedad el problema del desempleo, que se suma a otros factores negativos, que están acabando con la familia, la juventud y la sociedad en general.

Debe ser parte de una agenda de Estado –de todos los gobiernos- crear las condiciones necesarias, en el plano jurídico, financiero, político y social, para incentivar a la empresa privada a generar más fuentes de empleo.

Por otro lado, los empresarios deben tener más sentido social hacia los trabajadores. Es importante que los patronos sean justos y motiven siempre a sus colaboradores. Y nunca olvidar que la mejor fuerza laboral, es aquella que combina a los trabajadores jóvenes con los de mayor edad y experiencia.


Todo lo puedo en Cristo que me fortalece



Por: Eric Enrique Aragón


Corría el año 1979, cuando conocí la Onda Corta...

Mi bella experiencia con la onda corta…

Recuerdo mis primeros pasos...

Si mi memoria no me falla, corría el año 1979 (yo era un mozalbete de dieciocho años), cuando me inicié en la actividad conocida como la onda corta.
Todo empezó con el vecino a quien se le arrendaba un cuarto de la casa, a dónde en ese momento vivía el autor de este relato.

Siempre me daba cuenta por el ruido que hacía el vecino, cuando se levantaba todos los días en la madrugada o se quedaba hasta tarde, buscando las noticias que daban las emisoras internacionales, tales como:

La BBC de Londres, La Voz de América, Radio Exterior de España, La Voz de Alemania, Radio Berna de Suiza, Radio Neverland de Holanda, Radio Francia Internacional, Radio Canadá Internacional; incluso, algunas de Latinoamérica, como La Voz de Los Andes (Ecuador), Radio Caracol (Colombia), Radio Reloj y la Monumental –todo noticia- (Costa Rica) y otras del mundo entero.
Cabe destacar que la mayoría de estas emisoras de radio a nivel internacional (onda corta), tienen la programación en distintos idiomas, durante las veinticuatro horas del día y los 365 días del año.

El vecino –de quién aprendí todo lo relacionado a la onda corta- se esmeraba en localizar noticias de gran impacto mundial, pues, tenía amistad con un señor dueño de una emisora de radio local, que le permitía periódicamente presentar un resumen de las noticias –frente a los micrófonos- que muchas veces eran primicias; es decir, que todavía no había llegado la información a los noticieros locales.

Podríamos pensar que se trataba de un vecino con bastante edad y un poco aburrido, que sacrificaba horas de sueño en las madrugadas, para oír radio. Sin embargo, no era tan mayor, pues, sólo me llevaba por delante, unos siete años. Lo cierto es que tenía un trabajo de ayudante, relacionado con las comunicaciones por radio, en una institución gubernamental. Estaba recién casado con una mujer mayor que él y ya tenían un pequeño retoño (niñita) de apenas un añito. A pesar de ser joven le gustaba oír las noticias internacionales o mejor dicho capturarlas antes de que llegaran a la pequeña ciudad (provincia), donde residía.

Realmente era emocionante ver la enorme satisfacción que sentía –el vecino- al estar pegado al radio, oyendo su onda corta; pues lo contagiaba a uno... Desde ese momento empezó mi gigantesco amor por esta labor, que se convirtió en uno de mis mejores pasatiempos y fuente de grandes conocimientos y motivaciones…

No recuerdo como obtuve un Radio Cassette, marca Sanyo, como se le llamaban en esa época. La música en esos años se grababa en
cintas magnéticas (cassette), que era el medio de grabación popular... Para escuchar la música, se utilizaba el Radio Cassette, ya que éste tenía un compartimiento –casilla o sección- para colocar los cassette musicales.

Una emisora que oía con regularidad y se podía captar su señal en forma clara, los días domingos en la mañana, era la famosa Voz de América. Recuerdo el programa Club de Oyentes y con el cual intercambié cartas (correo). Aquí –en el Club de Oyentes- se comentaban los datos de todos los miembros del Club, de modo que los oyentes del mundo entero escuchaban el nombre, profesión –en ese momento yo era estudiante- dirección, aficiones y demás; y se interesaban, al igual que uno en el intercambió de cartas.

Era emocionante ir al correo y que el empleado le dijera, que tenía cartas de Estados Unidos, España, Africa, Alemania, Argentina, Chile, etc. ! Oh que emoción para un joven… ¡ Y las personas que atendían el correo, se hacían amigos de uno…

Pero, esto no era todo… las emisoras internacionales me enviaban revistas, libros, folletos, fotografías, calendarios, postales, y tanto material, como fuese posible, con información educativa y cultural. Con esta actividad aprendí a viajar y conocer muchas regiones y pueblos del mundo entero. Conocí mucha gente, incluso, hasta me enamoraba de las muchachas que me escribían. Gracias al intercambio epistolar, coleccionaba: billetes y monedas, postales, estampillas de correo, y otros artículos, de todos los continentes.

Los domingos me levantaba temprano para escuchar el programa que transmitía La Voz de América, que trataba de las biografías de escritores norteamericanos y sus famosas obras; las noticias, etc. Aún conservo en mi mente –treinta años después- la imagen de los que dirigían el Club de Oyentes, cuyos nombres se me escapan de la mente, pero, si recuerdo la imagen: un señor mayor; una dama, como de unos cuarenta años y un joven blanquito (gringo) que hablaba el español con dificultad…

Guardo en mi mente lindos recuerdos de las otras emisoras; y especialmente, de la Voz de Alemania, que me mandaba todos los años, sus famosos y atractivos calendarios, y cuánto material informativo le pedía…


¡Qué tiempos aquellos… únicamente quedan los bellos recuerdos para siempre…!


Autor:
Eric Enrique Aragón
1 de octubre de 2009