sábado, 21 de mayo de 2011

Israel, legado de fe para Oriente y Occidente

Millones de personas que profesan las religiones monoteístas –tanto en Occidente como en Oriente- asisten masivamente a sus respectivos templos, por lo menos, un día de la semana. Realizan toda clase de actos y hasta sacrificios, con tal de evidenciar la fe que practican. Nos referimos a los católicos, protestantes, ortodoxos, anglicanos y a otros grupos religiosos que creen en un solo Dios –sin excluir a los árabes musulmanes-.

Sin embargo, sería interesante preguntarles a estos creyentes: ¿Cuántos están conscientes o entienden, que la fe monoteísta que adoptaron, en algún momento de sus vidas, gira en torno a la historia de la nación hebrea? En otras palabras: “Sin Israel no habría ningún Dios Yahveh, ni Jesucristo, ni Alá"; puesto, que la razón de ser de estas creencias, es precisamente el hecho de que el Dios Monoteísta, escogió a la nación hebrea (Israel), para mostrarle al mundo entero su poderío en justicia y amor.

Esta maravillosa historia empezó hace 4 mil años. No solo la del judaísmo; sino, también, la del mundo entero que nos enorgullecemos de adorar a un solo Dios, a través de todas las religiones monoteístas, que se profesan en casi todo el planeta Tierra.

Desde aquel instante en que el Dios (Yo soy el que soy), cuyo trono es el cielo y el estrado de sus pies, la tierra; le dice a Abram –aún no se le había cambiado el nombre a éste-Vete de tu tierra y de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, te bendeciré, y engrandeceré tu nombre y serás bendición…” (Génesis, capítulo 12). Comienza a consolidarse la fe monoteísta, llámese: fe cristiana, el judaísmo, o la de los árabes musulmanes… No importa si algunas de estas religiones tuvieron sus inicios hace miles de años, en la Edad Media o en años más recientes; el asunto es que todas giran alrededor de la historia hebrea.

Dios apartó a Abraham, de su casa y de su tierra -ubicada en lo que hoy día se conoce como Irak- para que junto a su hijo Isaac y su nieto Jacob, formaran la gran nación hebrea (Israel), que sería utilizada por Dios como modelo de Fe y salvación para la humanidad entera (sin excepción).

Y así esta nación compuesta por doce tribus (los doce hijos de Jacob); inició su desarrollo en condiciones difíciles; ya que estaban bajo el cautiverio del imperio Egipcio. Aquí empiezan las grandes batallas de fe y las manifestaciones de Dios, a través de los profetas, líderes y heroínas de la nación hebrea. Dando origen y vida a nuestra profesión de fe y a las religiones monoteístas, cuyos seguidores se cuentan por millones, en los países occidentales y en las naciones árabes: cristianismo, judaísmo y el islam.

Todos los que practicamos la religión monoteísta, tenemos la responsabilidad de orar con mucha fe y sinceridad, para que los líderes de la nación Israelí y sus vecinos Árabes, encuentren el camino de paz, que tanto los beneficiará a ellos y traerá bendiciones al resto de la humanidad…







Por:
Eric Enrique Aragón
21 de mayo de 2011

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