sábado, 20 de enero de 2024

El impacto de los valores en el desarrollo del Estado

Existen muchos trabajos de investigación realizados por especialistas en el campo de la psicología, criminología y otras ramas relacionadas con el comportamiento humano, que demuestran que la ausencia de valores en el entorno familiar influye más en la conducta antisocial de los adolescentes que otros factores sociales.

De lo anterior se concluye que si los jóvenes con problemas de conducta no son tratados a tiempo, se convertirán en ciudadanos indiferentes a las responsabilidades que deberán asumir como parte de la sociedad donde se desenvuelven.

Esta es una de las razones que explica el comportamiento negativo de la clase política y de un gran porcentaje de la población menor de 45 años.

El origen de la corrupción con todas sus caretas, es que esta generación ha remplazado los valores tradicionales y universales, tales como el respeto, la disciplina, puntualidad, honradez, esfuerzo, trabajo y unidad familiar -por mencionar unos cuantos- por un código nuevo de valores; donde se destaca la vanidad, la presunción, el desenfreno, el no me importa con los demás, la belleza física, el dinero, los bienes materiales, el menor esfuerzo y el “ juega vivo”; es decir, conseguir dinero y bienes materiales, aunque se violen las leyes y se avasallen a los demás.

La tendencia en estos últimos años son los escándalos y la incapacidad de los gobiernos de darle solución a los problemas de la sociedad, que en gran parte son las mismas necesidades de siempre y otros problemas que se suman producto del avance tecnológico, del crecimiento poblacional, de los conflictos mundiales y la complejidad económica y social que vive el mundo.

Ya no se puede aseverar que estos conflictos son propios del tercer mundo o de las naciones menos desarrolladas. En la actualidad hay tantos problemas de corrupción, incapacidad gubernamental y problemas sociales en las economías en desarrollo como en los países llamados del “primer mundo”.

Mientras la sociedad no regrese a la práctica y enseñanza de los valores tradicionales en el entorno familiar, en las escuelas y universidades, un porcentaje significativo de la clase política seguirá siendo corrupta e incompetente.

Por: Eric Aragón

jueves, 7 de diciembre de 2023

Democracia participativa

No es un cuento, los hechos lo demuestran, la democracia como sistema de gobierno, está pasando por sus peores momentos. Y esto no se debe a que la democracia como forma de gobierno ya no funciona, es todo lo opuesto; la democracia es el mejor sistema de gobierno que pueda tener un Estado moderno, y seguirá siendo así por muchos siglos.

¿Por qué la democracia es el mejor sistema de gobierno? Por la sencilla razón de que todos los habitantes de una nación pueden participar en los asuntos del Estado.

Lo que está pasando en los últimos años y que debilita la democracia, es la colosal corrupción de los gobiernos que no sólo está presente en las naciones menos desarrolladas, sino que también se ha extendido a los países más industrializados.

Como resultado de toda la corrupción, la democracia representativa ya no funciona como antes; puesto que los malos políticos se la ingenian para hacerle creer a la gente que van a cumplir con las leyes y buscar el bienestar de las mayorías; sin embargo, cuando llegan al poder sacan las garras de la soberbia y las ambiciones desmedidas.

En nuestros días, el gran avance de las redes sociales y la tecnología de la información, por un lado; y por otra parte, el periodismo investigativo cada vez más audaz, hace casi imposible que las malas decisiones y los negocios turbios de los gobiernos se mantengan ocultos.

Lo cierto es que no hay ninguna duda de que la democracia representativa ya no funciona.

Confiar en que los funcionarios electos por el pueblo van a tomar las mejores decisiones en los tiempos actuales, es igual a creer que podemos caminar por el fuego sin quemarnos.

La única forma de salvar la democracia de los detractores que siempre fueron lobos disfrazados de ovejas, es hacerla más participativa.

Para hacer la democracia más participativa y, así darle más solidez a este sistema de gobierno, es necesario realizar algunas acciones contundentes.

En primer lugar, debe existir “la voluntad de la mayoría ciudadana de acabar con la corrupción de los gobiernos”.

Los políticos tradicionales han demostrado que no desean ningún cambio y menos la participación pública, ya que ésta los obliga a ser honrados y transparentes.

En segundo lugar, se debe crear toda la estructura legal y la metodología para que todos los ciudadanos sin excepción, puedan participar en la toma de decisiones de los asuntos importantes que afectan el desarrollo y crecimiento económico de la nación, incluyendo temas como: la seguridad social, protección de la ecología, salud pública, educación y otros temas de interés público.

Y cómo es lógico, todos los cambios en el marco constitucional deben ir encaminados, también, a la verdadera transparencia de la gestión pública.

En conclusión, cualquier otro sistema de gobierno que no sea la “DEMOCRACIA”, significa opresión, esclavitud, dictadura, miseria y dominio de las fuerzas oscuras.

Por: Eric Aragón

viernes, 13 de octubre de 2023

ISRAEL, un pueblo que lucha por vivir en paz...

Durante la Segunda Guerra mundial, la nación que más padeció el odio, la maldad y la persecución de los nazis, fueron los hebreos, lo que se conoce como el “Holocausto”.

Este pueblo prácticamente se constituyó en la obsesión de Hitler, a tal extremo que con la persecución, la incautación de sus bienes y encarcelación no era suficiente; sino, que había que exterminarlos.

De modo tal que los campos de concentración fueron creados como la antesala del exterminio de niños, ancianos, mujeres y todo lo que fuese hebreo.

Este pueblo sintió en carne propia los peores sufrimientos que puede tener un ser humano; porque ni los asesinos más diabólicos que ha tenido la humanidad han sido objeto de tanta maldad.

Las familias hebreas que sobrevivieron al Holocausto de Hitler,  que ya iban a quedar marcadas para toda la vida, solo deseaban casi a gritos, llegar a una tierra donde pudieran vivir en paz y salir adelante a pesar de todo lo vivido.

Es cierto que ya había gente viviendo en Palestina, cuando poco a poco llegaron los israelitas; si embargo, no llegaron masacrando ni matando a nadie, solo querían un pedazo de tierra para vivir en paz y ver crecer a sus nietos.

El solo hecho de haber sufrido tanto, como ningún otro pueblo en la Segunda Guerra Mundial, era suficiente razón para darles una oportunidad de vida a los sobrevivientes y a sus descendientes.

Allí hubiesen estado viviendo en paz con sus vecinos; pero, como ocurre siempre, existen grupos y seres humanos que no desean la buena convivencia ni el Trabajo ni la superación, simplemente, desean hacer mucho daño a quienes se esfuerzan por una mejor calidad de vida.

Un ejemplo de que los pueblos si pueden vivir en paz, es la República de Panamá. En este pequeño país, acogedor y cuya gente es en su mayoría de buen corazón y de mucha fe cristiana; además, de los nacionales, viven árabes, palestinos e israelitas, y todos se llevan bien, porque cada uno respeta el espacio del otro…

Tal vez no le guste a todos, pero, la humanidad tiene un compromiso de apoyar a Israel en estos momentos difíciles, pues además de que fueron masacrados en la Segunda Guerra Mundial, toda la fe que profesa la mayoría de gente del mundo, gira en torno a esa nación elegida por Dios en un momento de la historia.

Israel ha reaccionado como lo haría cualquier mortal, si asesinaran a su familia de la manera más horrible.

Hay que orar por ellos, para que Dios los ilumine y les dé sabiduría, para buscar nuevamente el camino de la paz, porque en las guerras nadie gana. Mueren niños, mujeres, ancianos y familias enteras que no han hecho nada malo.

Estados Unidos, como el líder del mundo, defensor de los Derechos Humanos y de la Paz, debe utilizar toda su influencia y estrategia para que no haya un conflicto regional en el Medio Oriente; ya que sería apocalíptico para la humanidad.

Dios bendiga a Israel y le lleve consuelo a las familias y sobre todo a los niños, que están muriendo en este momento, en ambos lados.

Por: Eric Aragón

sábado, 6 de mayo de 2023

Un Dios de milagros...

El Dios que se le manifestó a Moisés, al rey David y a otros líderes y gente común de la nación hebrea, es el mismo Dios que tenemos hoy día; la única diferencia es que por el gran sacrificio que hizo su hijo Jesucristo hecho hombre, cualquier persona puede implorar a Él por su misericordia y milagros.

En la Antigüedad el Dios de los hebreos hizo muchos milagros o realizó actos fuera de todo entendimiento humano, con el propósito de demostrar su inmenso poder; asimismo, realizaba tales acciones para evidenciar su protección a quienes le seguían y eran fieles.

Lo sorprendente de esta historia es que ese Dios de “poder y de milagros” que nos narran los escritos antiguos no ha cambiado, y está a nuestro alcance en la actualidad con todo su poder, misericordia y milagros.

Así lo dejó bien claro -sin lugar a dudas- el Salvador del mundo, cuando dijo: “cualquier petición que hagan a mi Padre en mi nombre, será concedida…”

A medida que se leen los evangelios, el lector encuentra una serie de parábolas y declaraciones de Jesucristo; que sustentan el “gran poder” que tiene la oración, si ésta se hace creyendo que Dios hará lo que se le pide, es decir, “el milagro”.

Lo que si hay que tener presente, es que todo lo que se demande de Dios, debe ser conforme a la voluntad de Él. Deben pedirse cosas buenas para el bien personal y de la familia; por ejemplo: trabajo, salud, protección, fe, salvación del alma, sabiduría, el Espíritu Santo… y cualesquiera otras peticiones que agraden a Dios.

Por: Eric Aragón

viernes, 21 de abril de 2023

La fe de Tomás

 

Era un hombre disciplinado, con valores y fiel seguidor de su maestro. No cabe la menor duda de que Tomás recibió una excelente enseñanza y descubrió el incalculable significado de compartir con los demás.

Cuando estuvo con el maestro fue un gran estudiante y era uno de los que siempre estaba dispuesto a estar con su líder en todo momento, sin importar las tormentas que hubiesen.

Oír a su maestro y verle físicamente le daba mucha fuerza de voluntad para no claudicar nunca; ya que su mentor irradiaba tantas cualidades positivas que era casi imposible no dejarse contagiar por ellas.

No obstante, en las horas más importantes de su vida, Tomás demostró su debilidad. El apóstol Tomás dudó de la resurrección al tercer día de Nuestro Señor Jesucristo.

Cuando algunos de sus compañeros le contaron que habían visto a Jesús, simplemente el apóstol manifestó que no lo creía, pues tenía que comprobarlo físicamente.

 Lo interesante de esta historia de fe, es que Jesús hizo énfasis en el hecho de que aquellas personas que crean en Él sin haberlo visto serían bienaventurados. ¿Qué significa esta declaración? Que la práctica de la Fe Cristiana en la actualidad, tiene más poder que la fe que tenían todos los apóstoles y discípulos juntos…

Con más claridad no lo pudo declarar Jesús “Bienaventurado el que cree sin haber visto…” Y en este grupo entran todas las personas que profesan la Fe en Jesús hoy día.

Además del poderoso Espíritu Santo que nos dejó el Salvador del mundo, también nos regaló el “poder de la Fe”, para que lo usemos en los momentos más difíciles de la vida y en tiempos de paz alcemos la mirada al cielo y seamos agradecidos con Dios por todo lo que nos da.

Bendito sea Jesucristo hoy y siempre, por los siglos de los siglos…

Por: Eric Aragón